Big Red Mouse Pointer

viernes, 26 de junio de 2015

RNH: Juego de la Supervivencia

Capítulo 02 - Persecución en el parque

Apartando los matorrales con sus manos, el dúo de policías acabó por perder el rastro de los infantes, maldiciendo ambos por lo bajo su mala suerte. La pareja llegó a una especie de plaza, en el centro de esta se encontraba una gran fuente de forma circular que expulsaba ascendentes chorros de agua, no muy lejos había varios bancos, algunas papeleras y un pequeño puesto de helados y chucherías cerrado, aquel lugar adornado además por los coloridos jardines, árboles y matorrales daba la apariencia de que era de todo menos peligroso.

El ambiente era silencioso, tranquilo, la brisa mecía las ramas de los árboles haciendo que las hojas de sus ramas susurraran suavemente al viento. Sin duda alguna, de ser un día normal e ignorando la amenaza zombi, aquella plaza invitaba a cualquier persona que pasara por allí a sentarse en uno de los bancos a contemplar la gran fuente mientras disfrutaba de un refrescante helado en un caluroso atardecer veraniego mientras escuchaba de fondo las risas de los niños jugando y dejaba que las brisas veraniegas acariciaran su rostro.

Sí, aquella experiencia la conocía bien Nicole, quien en su tiempo libre había podido disfrutar de ese momento en esa precisa plaza junto con Emi cuando ambas habían usado algún día libre para pasar tiempo juntas para desconectar del trabajo pasando parte de la mañana de compras por la ciudad, saliendo a comer fuera y pasear al atardecer por aquel bello y pacífico parque, finalizando el día saliendo por la noche de marcha a alguna discoteca de la ciudad a pasarlo bien con la música y los chicos echando así unas risas juntas.

— ¿Dónde habrán ido? —Preguntó un molesto Morís rascándose detrás de la cabeza a la vez que torcía sus labios mostrando descontento contemplando la vacía plaza en la que se hallaban.

Nicole vio que aquella plaza se dividía en dos caminos, a izquierda y a derecha. Normalmente lo mejor sería seguir juntos, pero no le gustaba la idea de tener a dos niños correteando por un parque con esos seres sueltos.

—Creo que lo mejor será separarnos —Propuso Nicole a su compañero —Estaremos comunicados por los walkies por si sucede algo.

—Está bien, te informaré si descubro algo, ten cuidado Nicole.

Tras esto, la pareja dividió sus caminos. No pasó más de cinco minutos cuando Morís llegó a un pequeño lago en el que habitualmente se encontraban las palomas y patos invadiendo el lugar, luchando por los trozos de pan que los ancianitos les ofrecían lanzándoles sentados desde el banco más cercano al lago. Pero en esta ocasión ninguna de esas aves se encontraba en la escena.

Mezclado con la tierra de la orilla del lago, Morís encontró un rastro de sangre que seguía extendiéndose por el camino rocoso del lago. El veterano policía se dispuso a seguirlo con su pistola preparada para abrir fuego si la situación lo requería. Por otro lado, la agente Collins no había encontrado nada, todo seguía tranquilo y silencioso por las frondosas rutas del interior del parque.

— ¿Ana? ¿Tom? ¿Chicos, dónde os habéis metido? —Preguntaba Nicole avanzando con su pistola P226 en alto esperando a que los chicos la escucharan y salieran de donde se escondían.

— ¡Agente, estoy aquí! —Gritó una voz femenina a la vez que la figura de Ana salía entre los arbustos sorprendiendo a Nicole.

Nicole bajó lentamente su arma al contemplar a Ana, su angustiado rostro, así como el que estuviera sola alarmó a la agente, pues con tan solo ver la expresión de su rostro, así como la carente presencia de Tom, se dio cuenta que Ana había perdido a su primo y desconocía a donde había ido. Nicole comenzó a acercarse a ella lentamente pensando en que decirle para tranquilizarla, pero a medida que se acercó, el rostro de Ana cambió por completo haciendo que la rubia, se detuviera extrañada a la vez que algo dentro de ella la hizo detenerse, el rostro de terror de Ana fue la primera advertencia del inminente ataque.

Nicole percibió un gruñido animal saliendo de los matorrales localizados a su espalda, de inmediato Nicole se giró para ver de lleno unas fauces abiertas dirigirse a su rostro. Nicole se desplomó en el suelo perdiendo su pistola, pues para atrapar aquellas fauces deseosas de sangre tuvo que emplear ambas manos. Nicole sujetó con fuerza el cuello del cánido zombi que se encontraba encima de está abriendo y cerrando la boca en un intento de arrancar la piel del rostro de la joven policía.  

Humano y animal comenzaron a forcejear en el suelo y Nicole logró con una mano y después otra, agarrar con fuerza las fauces del Dóberman manteniéndolas cerradas, aunque el cánido zombificado no se rendiría fácilmente. Las manos de Nicole, así como sus brazos se cansaban de aplicar presión a la dentadura del cánido así como a resistir los forcejeos de este para liberarse de las aprisionadoras manos de la humana.

Mientras el forcejeo tenía lugar, Ana gritó de terror alarmando a Nicole mirando hacia donde los ojos de la joven señalaban. Cerca de la posición en la que Nicole y el Dóberman se encontraban, un segundo cánido de la misma raza apareció entre los matorrales mostrándole a Ana sus afilados colmillos.

—¡¡Corre!! —Vociferó Nicole.

Sin perder tiempo, Ana salió corriendo volviendo sobre sus pasos perdiéndose entre los matorrales, para instantes después, el zombificado animal emprendiera una carrera persiguiendo a su presa. Mientras, Nicole continuaba forcejeando, alterada, sus energías comenzaban a agotarse y la presión de sus manos comenzaban a disminuir permitiéndole al animal abrir ligeramente sus fauces dándole de lleno a Nicole en la cara con su putrefacto aliento.

Sus fuerzas flaqueaban cada vez más y se sentía agotada, pronto aquel animal arrancaría su rostro de un mordisco y Ana moriría a manos de su perseguidor. Si tan solo pudiera agarrar su pistola podría acabar con aquel maldito animal, pero por desgracia estaba algo lejos de ella y no se atrevía a dejar libre una de sus manos y darle la posibilidad a ese maldito perro del demonio a liberar sus fauces y antes de que esta pudiera reaccionar, el animal le arrancara en rostro de un mordisco.

Nicole no tenía otra opción, debería de intentar quebrar el cuello del cánido, pero sabía que un solo fallo acabaría con su vida. Apretando los dientes con fuerza y usando las fuerzas que le quedaban, apretó todo lo fuerte que pudo el morro del animal con su mano derecha, para liberar su mano izquierda y agarrar el cuello del animal. Aquel acto casi le costó la vida a Nicole, pues al hacerlo, las afiladas mandíbulas del animal se acercaron peligrosamente a la nariz de la mujer. Aquel animal era fuerte, bastante, pues le estaba costando horrores ejercer una gran presión para cerrar la boca del animal tan solo con su mano derecha, mientras que esta, junto con la mano izquierda, ejercían una presión inversa a la ejercida por el animal, tratando de este modo alejar todo los posible aquellas mandíbulas del rostro de la agente.

Cuando lo había alejado todo lo que podía, Nicole hizo un peligroso movimiento liberando las fauces del animal para dirigirse a agarrar con la mano derecha el cuello de este. Con mucho esfuerzo, Nicole hizo un brusco movimiento con el cuello del cánido desembocando en un sonido de sus huesos rompiéndose al ser ejecutando un rompe cuellos que puso fin a la vida del perro del diablo. El animal se desplomó sobre Nicole y esta de inmediato se lo quitó de encima para instantes después ponerse de pie. La rubia comenzó a tomar bocanadas de aire agotada mientras observaba el maltratado cuerpo del animal, este carecía pelo en algunas zonas de su piel y grandes heridas abiertas que emanaban ríos de sangre decoraban sus costados. Nicole recuperó su pistola del suelo y de inmediato escuchó el aviso de su walkie.

—Nicole, encontré algo. —Morís había encontrado bajo un árbol, lo que parecían ser restos humanos ensangrentados y descuartizados por los afilados colmillos de algún animal. —Encontré un cadáver descuartizado, tal vez sean alguno de los padres del chico.

—Ya averiguaremos más tarde eso Morís —Comunicó la compañera del agente con un tono de voz preocupado entre jadeos— Ana está en peligro, unos perros zombificados nos sorprendieron y uno de ellos fue tras Ana, del otro pude encargarme.

—Está bien, voy a buscarla.

—Yo iré en un momento, necesito recobrar el aliento unos instantes —Comunicó la jadeante Nicole.

—Recibido.

Tras pronunciar aquella palabra, Morís se dispuso a ir en busca de Ana. Pero antes de que pudiera dar un par de pasos, una presencia a su espalda provocó que se girara veloz empuñando su arma en dirección a aquella presencia. Un infante se encontraba frente al agente de la ley y el orden.

—Tom... ¿Dónde te habías metido? Es muy peligroso andar por aquí... —Comentó el hombre a medida que descendía el cañón de su arma.

El chico parecía asustado, por sus mejillas descendían algunas lágrimas mientras miraba a Morís con una angustiada mirada. 

—Escuché que Ana está en peligro... ¡Tenemos que salvarla! —Vociferó el joven sin poder detener sus lágrimas.

Morís dibujó una mueca a la vez que torcía sus labios, para finalmente lanzar un pesado suspiro en señal de desaprobación. El hombre tras guardar su arma, se acercó al chico haciendo crujir las hojas y ramas bajo sus botas. Morís se arrodilló y colocó su gran y firme mano sobre el pequeño hombro del infante. 

—Es peligroso que vengas conmigo teniendo a todos esos bichos sueltos. Creo que lo mejor es que te escondas en un lugar seguro y me esperes.

El pálido joven bajó la mirada al suelo unos instantes, después, clavó en los ojos de Morís una suplicante y llorosa mirada de sus intensos ojos verdes. 

—Pero... estás armado, eres policía y tienes a tu amiga buscando a mi prima... ¡Me protegerás! ¡Puedo ir contigo a salvar a Ana!

Morís miró de arriba a abajo al niño, su ropas, así como su pálida piel se veían algo sucia y llena de pequeños moratones y raspaduras provocadas seguramente por algún que otro tropiezo. El agente acarició el oscuro cabello del infante antes de negar con la cabeza. 

—Lo siento, aun así es peligroso que me acompañes. Buscaremos primero algún sitio donde esconderte hasta que vuelvas, cuando lo encontremos iré a por Ana y volveré a por ti. —Le respondió poniéndose de nuevo en pie.

Aquella respuesta no agradó en absoluto al chico, pero antes de poder decir algo en su defensa, una voz femenina lo llamó por su nombre, obligando al joven y a Morís a mirar hacia aquella dirección. En ese momento, la figura de una mujer adulta salió entre los matorrales.

—¡¡Mamá!! —Chilló el chico de emoción al ver a su madre sana y salva, instantes antes de emprender una carrera hacia los brazos abiertos de esta. Madre e hijo se fundieron en un cálido abrazo frente a la mirada de Morís.

Mientras tanto, una chica vestida con un largo vestido blanco corría dejando ondear sus largos cabellos oscuros en el aire a medida que corría hacia una edificación de plástico situada sobre un terreno arenoso. Sin detenerse y agotada de correr, entró en la casa de juguete cerrando la puerta detrás de sí, dejando caer todo el peso de su espalda contra la puerta cerrada.

De inmediato, un fuerte golpe embistió la puerta, el perro del diablo embistió varias ocasiones la puerta intentando abrirla para entrar al interior de la edificación para cazar a su presa. Ana, temblando y con el corazón latiendo a gran velocidad, pudo ver en el interior de la casita una tabla de madera tirada en el suelo. Con su pierna logró agarrarla y arrastrarla hacia ella. Cuando el cánido estaba al embestir una vez más la puerta, Ana velozmente se apartó de esta y colocó la tabla bajo el pomo, de tal forma que mantuviera la puerta cerrada.

Otra fuerte embestida provocó que la tabla temblara, pero aguantó cerrando la puerta, el problema era que Ana no sabía cuánto tiempo podría aguantar la tabla cerrando la puerta. La joven secó las lágrimas de su rostro con algo de violencia usando el dorso de sus puños. La joven se sentó en el suelo dejando su espalda posarse contra la puerta para hacer más peso, evitando que el animal entrara. Sabía que había dos policías en el parque y tal vez sus tíos estaban vivos. Quizás alguno de los mayores acudiera en su ayuda, o simplemente al no poder entrar, el animal se cansaría y la dejaría en paz...

Ana abrazó sus piernas hundiendo su rostro en sus rodillas, llorando en silencio sintiendo en su cuerpo la fuerza de las embestidas del animal, mientras esperaba que alguna de las opciones que pensó se hiciera realidad.

— ¿Y papá? —Preguntó el infante.

—No estoy segura. Unos perros intentaron atacarnos y tu padre atrajo la atención de estos. La última vez que estuvo conmigo, se metió entre los matorrales atrayendo a esos animales para alejarlos de mi... —Comentó la mujer con un tono de voz quebrada a la vez que secaba con sus delicados dedos las lágrimas que surcaban su rostro. —No te preocupes, seguro que tu padre está bien y pronto se reunirá con nosotros. —Le infundió esperanzas arrodillándose para besar la frente de su hijo.

—Señora, ¿se encuentra bien? ¿Está herida? —Comentó Morís carraspeando antes de formular aquellas preguntas metiéndose en la conversación.

—No, estoy bien, agente —Respondió está echando un vistazo a la placa policial visible en el uniforme de Morís. —Gracias por cuidar de Tom.

—Claro... —Respondió Morís arrascándose detrás de la cabeza. Morís no creía haber hecho nada por el niño, pues este se le había escapado y prácticamente lo acababa de encontrar.
— ¿Y Ana? ¿Cómo que no está tú prima contigo? —Preguntó nerviosa tras mirar en todas direcciones.

—Ella...

—Se separó de nosotros. Pero seguro que está a estas alturas mi compañera, la agente Collins, la habrá encontrado ya. —Interrumpió Morís. Ni él se creía eso, pues no hacía demasiado que Nicole le informó de la situación, pero claramente, no debía de alarmar a la mujer.

Tom miró extrañado a Morís, pues este había escuchado la conversación entre los agentes, pero como niño bueno que era, decidió guardar silencio.

—Por favor agente, llévenos con su compañera. Necesito saber que está bien.

—Em... Seguro que está bien, no se preocupe. ¿Por qué no buscamos a su marido?

—Está bien.

Morís soltó un suspiro, aquella mujer parecía a simple vista tranquila, pues su rostro tranquilo y su sonrisa así daba a entender, pero sabía que estaba fingiendo, tan solo era para no verse descompuesta frente a su hijo, su mirada la delataba, entre otras señales la delataban. Morís aprendió hace tiempo a interpretar el lenguaje corporal y aquellos ojos que recorrían milimétricamente el escenario, el intentar evadir la mirada de su hijo, la forma en la que cerraba sus puños, el leve temblor que intentaba ocultar de sus manos, así como el bajo tono de su voz, demostraban que estaba de todo menos tranquila.

A Morís no le hacía gracia tener que ponerse en ese momento a intentar relajar a la mujer, por lo que el modificar un poco la verdad no le haría daño, era por su bien y también por el de su hijo, quien necesitaba en ese momento a su madre en buen estado para poder sentirse seguro a su lado. Morís carraspeó un poco rompiendo el tenso silencio y finalmente con pistola en alto continuó la búsqueda de Ana, el padre de Tom o Nicole, seguido tras la espalda del agente, le acompañaban Tom y su madre.

Ana dejó de sentir los golpes y de escuchar los arañazos en la puerta durante unos segundos, extrañada, se levantó para asomarse por la ventanita redonda de la casita de juguete. El perro se encontraba aún frente a la puerta, quieto, oliendo el suelo, finalmente hizo lo que todo perro, excavar. Con velocidad, comenzó a excavar bajo la puerta en un intento de hacer un hoyo por el que colarse en el interior de la casa. La arena comenzaba a levantarse y algunos rayos de luz comenzaban a pasar por debajo de la puerta. Ana gritó y retrocedió hasta el fondo de la casa, arrinconándose en un rincón muerta de miedo por aquella inteligente acción del animal. Necesitaba que alguien viniera en su ayuda, quien sea, pero necesitaba que alguien la salvara y la sacara de ahí antes de que fuese demasiado tarde.

Nicole escuchó unos gritos femeninos, sin duda eran los de Ana y estaba en problemas. Sin detenerse y guiándose por los gritos, saltó por encima de pequeños muros y se internó entre la vegetación apartando con sus brazos las ramas de algunos arbustos. Finalmente, entre la maleza, pudo ver a un hombre forcejeando con un podrido, sin vacilación alguna, aprovechando que el humano empujó al no muerto, apretó el gatillo de su P226 atravesando la sien del zombi.

— ¿Se encuentra bien?

El hombre miró la placa del uniforme de Collins. 

—¡¡Agente necesito ayuda, escuché la voz de una chica y podría ser mi esposa!!

—Está bien, intente calmarse, iremos a por ella ¿Está bien?

—De acuerdo, agente. —Respondió este a medida que respiraba y expiraba varias veces intentando mantener la compostura.

—Bien, vamos, dese prisa y no se separe de mí. —Contestó la agente momentos antes de iniciarse a la carrera.

Finalmente el dúo a toda prisa llegó al escenario. Allí, en una casita de plástico podía apreciarse a un zombificado cánido que mediante un hoyo que excavó en la arena, pudo colar casi medio cuerpo en el interior de la estructura de plástico. Instantes después, entre la maleza, las figuras de Tom, Morís y una mujer aparecieron.

—¡Nicole! —La voz de Morís obligó a Collins y a su acompañante a girarse para ver a los recién llegados.

—¡¡Papá!! —El joven Tom, así como su madre corrieron a los brazos del acompañante de Collins.

— ¡Morís, Ana está en el interior de esa casa y ese maldito animal está tratando de entrar en su interior!

— ¡Salvad a Ana por favor! —Les gritó Tom al escuchar las palabras de la mujer policía.

—Está bien muchacho, nosotros nos encargamos.

Tras escuchar las voces a su espalda, el cánido sacó la cabeza del hueco que excavó para así contemplar a aquel grupo de personas.

— ¡Nos ocuparemos de este bicho, cuando se acerque a nosotros vosotros sacad a Ana del interior de la casa! —Comunicó Nicole a la familia de la chica.

El perro corrió a gran velocidad hacia el dúo de agentes provocando que algunas de las balas fallaran, mientras que otras acertaron en algunas zonas no mortales de su cuerpo. El cánido a una distancia determinada pegó un salto hacia el dúo de policías con sus fauces abiertas. Nicole y Morís evitaron que el animal les diera un bocado saltando cada uno hacia un lado.

—¡¡Ahora, saquen a Ana!! —Vociferó Morís.

Este junto con Nicole, cambiaron de posición dando la espalda a la casa y a la familia de Ana, quienes corrían en su ayuda. Con sus pistolas en alto se prepararon para enfrentar al rápido animal, quien en la posición en la que se encontraba, estaba listo para el siguiente ataque. Finalmente sacaron a Ana del interior de la casa y el animal, contemplando a Ana, ignoró a los agentes, en la carrera saltó entre los agentes y sin detenerse, se encaminó a toda velocidad hacia la chica. Por suerte, cuando este se preparó para lanzarse sobre la chica, una bala proveniente de la pistola de Nicole, atravesó de lleno la nuca del animal.

— ¿Os encontráis bien? —Preguntó Morís.

Todos asintieron en respuesta a la pregunta formulada. Poco después de esto, todos abandonaron el parque en el coche patrulla, dirección a la comisaría. Allí, Nicole y Morís les contarían a Ana y su familia lo sucedido con Katy y su marido, así como les interrogarían acerca de cómo habían sido sorprendidos por aquellos seres, pues esa área se suponía que estaba “libre” de amenaza zombi.

—Habrá que redactar un informe para que cierren el parque y aumenten la vigilancia en la zona... —Comentó Morís al volante del coche patrulla.

Nicole tardó un rato en responder.

—Me encargaré del informe más tarde. Y ahora que recuerdo, mañana los que gobiernan en las altas esferas anunciarán lo del plan ese de evacuación a los ciudadanos por los medios de comunicación. Los ataques zombis están siendo cada vez más difíciles de controlar en las zonas más lejanas de la ciudad. Cada vez caen más de los nuestros para revivir como esos seres, aumentando así su número accediendo cada vez más al interior de Stone City...

—Es verdad, pero si no fueran por esos policías que están reteniendo el avance en los límites de la ciudad, esos cadáveres ya hubieran entrado demasiado al interior de la ciudad ocasionando muchas bajas entre los civiles. Como fuerzas del orden de Stone City, tan solo nos queda sacar a los civiles de esas áreas y frenar el avance de los no muertos mientras esperamos que los poderosos se decidan a hacer algo y nos manden ayuda militar. Tan solo podemos resistir por el bien de los ciudadanos.

—Espero que nada salga mal, el destino de Stone City así como el de sus ciudadanos están en manos de esas personas y en las decisiones que estos tomen para enfrentar el problema... —Comentó Nicole en un tono de voz preocupado. Tras esto, se volteó para mirar al asiento trasero al escuchar toser ya en repetidas ocasiones al padre de Tom— ¿Se encuentra bien?

El hombre se miraba el brazo, un feo arañazo era visible a sus ojos, no podía evitar pensar que por aquel aspecto que presentaba, tal vez estuviera infectada aquella herida latente y de tonalidad rojiza que presentaban pequeñas manchas de sangre seca que habían salido sobre la superficie del arañazo.

—Sí, gracias por todo agente.

Nicole lo observó un momento, sus ropas estaban sucias y varios arañazos superficiales, además del que tenía en su brazo derecho, eran visibles en diversas zonas de su cuerpo. El hombre tenía pinta de estar agotado, pero a pesar de esto, a diferencia de resto de su familia, no decidió dormir por el camino.

—Cuando lleguemos le diré a mi compañera Emi que le desinfecte ese arañazo y le eche un ojo a nivel general. Tenemos un botiquín en la comisaría y mi compañera tiene algunos estudios sobre medicina, seguro que es sus manos se encontrará mejor.

—Se lo agradezco mucho agente —Respondió con una amplia sonrisa a la vez que acariciaba el cabello de Tom, quien se encontraba dormido reposado la cabeza en las piernas de su padre.

Nicole sonrió ante aquella escena y volvió su vista al frente, mientras que la luz anaranjada del atardecer atravesaba las ventanas del vehículo, el cual se fue perdiendo poco a poco en el horizonte recorriendo la carretera.

 #Sacedog




sábado, 20 de junio de 2015

Remake NH 1

Remake Nuestra Historia 1

En este glosario se irá publicando el Fic que dio origen a NH, con la peculiaridad de que esta vez la historia se dividirá en 3 rutas separadas e independientes unas de otras pero a la vez conectadas entre si y suceden en el mismo lugar en momentos diferentes. Las rutas que tendrán nombre propio serán las que cuenten la historia de Nicole, la de Alice y sus compañeros y la del personaje de Davis durante los acontecimientos de Stone City. El lector podrá empezar a leer NH1 por la trama que mas le llame la atención.


1.-Juego de la Supervivencia: La trama nos lleva a Stone City, teniendo como principal protagonista a Nicole Collins, agente de policía de la ciudad, que junto a sus compañeros de oficio y otros nuevos vivirán la rápida decadencia de Stone desde el inicio al final de la tragedia, descubriendo muchas revelaciones sobre el origen de la tragedia mientras vive una larga cadena de acontecimientos plagados por la acción a lo largo de su aventura por la ciudad de los muertos. Toda una aventura en la que se juegan todo a nada, y en la que si no saben jugar sus mejores cartas perderán lo mas valioso de lo que disponen, la vida. Los primeros capítulos de esta historia se establecen días antes de que las tramas de las otras dos rutas den inicio.

2.-Pesadilla de un alma marchita: La historia se centra en Davis Taylor, un joven de diecinueve años que llega a Stone City tras un viaje poco después de que la tragedia sumiera a la ciudad entera en el cántico de los no muertos. Davis, un joven con un trágico pasado se encaminará sin saberlo a una historia plagada de drama que lo hará sumergirse de lleno en el profundo y oscuro océano de la desesperación mientras se ve envuelto por una cadena de trágicos sucesos. 

3.-¿¿??:  Esta ruta se centra en un grupo de supervivientes compuesto de civiles que tratan de sobrevivir al apocalipsis en el que Stone City se está viendo sumergido. Con una trama liderada por la supervivencia en la ciudad, el grupo de protagonistas deberá de hacer lo imposible para sobrevivir a la desgracia que los envuelve en una Stone City sumida en el caos. Esta historia aún no dispone de título propio ni fecha de salida. 






Juego de la supervivencia: 

-Capítulo 01: El principio del fin.
-Capítulo 02: Persecución en el parque.
-Capítulo 03: Un día libre. 
-Capítulo 04: Plan de evacuación.
-Capítulo 05: La pesadilla de Tom. 
-Capítulo 06: Tragedia en el hospital.
-Capítulo 07: Acteón.  
-Capítulo 08: De vuelta a la comisaría.  
-Capítulo 09: Nuevos aliados.
-Capítulo 10: Enfrentamiento.
-Capítulo 11: La noche de los muertos.
-Capítulo 12: Memorias de Ashley.
-Capítulo 13: La última aventura (FINAL).
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-Capítulo Extra 01: Memorias de Michaela Evans.














Pesadilla de un alma marchita:

-Capítulo 01: Descenso a los infiernos. 

-Capítulo 02: Vínculos corruptos. 
-Capítulo 03: Cristales de un espíritu errante. 
-Capítulo 04: Decadencia.
-Capítulo 05: El corazón de la resistencia.
-Capítulo 06: Fantasmas del pasado.
-Capítulo 07: ¡¡¡PRÓXIMAMENTE!!!
























RNH: Juego de la Supervivencia

Capítulo 01 - El principio del fin

5 de julio del 2012

Aquella mañana, la joven agente de policía Nicole Collins se preparaba para ir a su trabajo un día más. Ya uniformada con su traje policial de tonalidad azul marino y su dorada placa que la identificaba como agente de la ley, se paró frente al espejo de su habitación mientras recogía sus largos cabellos rubios y se hacía con la ayuda de un coletero oscuro su tan característica y cómoda coleta. Para finalizar, se puso su gorra policial, del mismo color que el resto del uniforme y a atar los cordones de sus botas oscuras.

Con veinticinco años, era una de las agentes más reconocidas en su departamento por su implicación en una multitud de casos de todo tipo, así como por sus ansias de impartir justicia en Stone City. Dirigió una mirada de aquellos hermosos ojos azules al reloj de muñeca cuando escuchó proveniente del exterior la bocina del coche policial de Morís... Tan puntual como de costumbre, pensó la rubia mientras se dirigía a la puerta de entrada a su domicilio.

La rubia salió de su casa, el día era tan radiante y caluroso como era costumbre en los veranos de aquella ciudad estadounidense, sí, todo se veía normal, como de costumbre, aunque sabía perfectamente que la realidad era otra, una realidad que se escondía entre las sombras de la ciudad. En el interior del coche, un hombre de cuarenta y dos años la esperaba mientras se rascaba su corto cabello castaño y soltaba un suspiro, era evidente que algo le preocupaba. Finalmente, la joven pero experta agente de policía entró en el coche patrulla tras saludar a su compañero momentos antes de abrir la puerta del vehículo.

— ¿Ocurre algo? —Preguntó la rubia frunciendo el ceño.

—Me ha comentado un compañero hace un rato que un representante del gobierno ha ido a la comisaría para entrevistarse con el jefe. Al parecer hablaban sobre qué quieren hacer algo con la situación de los zombis. Quieren poner en marcha un plan de evacuación y no solo necesitan ayuda de las ONGs o el ejército, también que los agentes de la ley como nosotros cooperemos. — Le respondió Morís instantes antes de comenzar a mover el vehículo encaminándose hacia la comisaría.

Ninguno de los dos quería continuar hablando del tema, ya cuando llegaran a la comisaría se enterarían de lo que estaba ocurriendo, por ello, aquel tema de conversación no duró demasiado. Nicole se dedicó gran parte del viaje a mirar por la ventanilla: Un grupo de adolescentes jugando al baloncesto, un hombre regando su jardín, una camioneta de helados ofreciendo sus servicios a niños deseosos de aquel frío manjar, un perro ladrando al cartero tras meter las cartas en el buzón de una casa, voces, risas, movimiento, color... Nicole pudo observar como la vida circulaba como siempre, sin cambio alguno, le parecía irreal que tras las sombras de aquellas escenas una gran desgracia estaba comenzando a emerger.

Claro, ellos están alejados de todas esas cosas, ellos no saben el peligro que hay en la ciudad en estos momentos, ellos... confían en que el gobierno y los que son como yo resolverán en unos días esta situación, al fin y al cabo, como dicen los medios: No hay de que alarmarse, todo está bajo control. Ojalá... Pensó Nicole antes de cerrar los ojos para echarse una cabezadita durante el trayecto, pues la noche anterior estuvo despierta hasta tarde redactando unos informes de uno de sus últimos casos.

Un tiempo después, mecida levemente por Morís, la rubia abrió sus azulados e intensos ojos teniendo como primera vista la comisaría en frente suya. Ambos bajaron del vehículo policial y se dirigieron al interior del edificio. En el interior, la gente estaba algo agitada, la llegada de aquel agente del gobierno no agradó a nadie, su llegada así como el planteamiento que le ofreció al jefazo, solo daba a entender que en las afueras de la ciudad, la situación con los zombis estaba empeorando. A estos se le acercó una joven japonesa uniformada con un traje oscuro de oficinista, su corto cabello oscuro así como aquellos rasgos asiáticos le daban un aspecto muy lindo, su nombre era Emi.

—Chicos, la cosa está bastante tensa... —Les comunicó clavando sus oscuros ojos rasgados en los azulados y castaños ojos del dúo compuesto por Nicole y Morís.

El trío miró como la mayoría de policías se quedaban rondando por la oficina del jefe en un intento de intentar escuchar parte de la conversación mientras murmuraban entre ellos sobre la situación.

— ¿Las marujas se han enterado de algo más? —Preguntó Morís haciendo referencia a aquellos policías que estaban con la oreja tras la puerta en un intento de captar algo de la conversación. Respuesta a su pregunta fue una señal de negación con la cabeza por parte de Emi.

—Tan solo queda esperar a que el jefe nos comente algo... —Añadió Nicole torciendo los labios en señal de inquietud.

—Bueno, yo mientras me voy a hacer un café, tengo la sensación de que hoy será un día largo. ¿Queréis uno chicas?

Las féminas asintieron con la cabeza ante la pregunta de Morís — ¿Nicole que tal vas con...—El intento de Emi por preguntar acerca del trabajo que Nicole estuvo realizando ayer con aquellos documentos se vio totalmente cortado por el chirriar de la puerta de la comisaría, las cuales se abrieron del golpe acompañado de una escena desconcertante.

Una mujer de unos cuarenta años había ingresado violentamente en estado de pánico y agotamiento al interior de la comisaría. Sus ropajes ensangrentados, aquella manera de tomar aire por la boca y su angustiada mirada daban la sensación que en el momento menos pensado su corazón acabaría saliéndose por la boca.

—¡¡¡AYUDADME POR FAVOR!!! ¡¡Ana, Ana está en peligro, ayudad a mi hija!!— Vociferó aquella mujer ingresando en el interior de la comisaría mientras angustiada miraba aquellos rostros desconcertados de los agentes de la ley quienes no supieron reaccionar a aquella repentina escena.

Finalmente la mujer fijó su mirada en Nicole y se encaminó a ella antes de caer de rodillas ante la rubia suplicando por ayuda. Nicole se obligó a sí misma a reaccionar ante aquellas súplicas y se agachó para contemplar a la mujer y preguntar qué era lo que había sucedido con su hija. Pero aquellas preguntas se vieron ahogadas cuando la puerta del despacho del jefe se abrió de golpe saliendo de la estancia un hombre de oscuro uniforme, calvo y con caras de pocos amigos mientras sostenía en sus labios un cigarrillo encendido, detrás de este, un hombre se asomaba por encima de su hombro, se trataba del agente del gobierno y Alan, el jefe de aquella comisaría.

— ¿¡Qué demonios pasa aquí!?— Preguntó un alarmado Alan dirigiendo su vista a la escena.

Nicole comenzó a explicar lo sucedido cuando Emi se acercó a las puertas de la entrada para cerrarlas, o al menos, eso intentó. 

Su mirada se vio atraída hacia una persona que se dirigía corriendo a toda velocidad hacia el edificio mientras podía ser percibido una serie de gruñidos a medida que se acercaba más, hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para que las personas en el interior de la comisaría pudieran escuchar también aquellos gruñidos y gritos desquiciados dirigiendo la mirada de los presentes a Emi y al exterior. Todo fue muy rápido, cuando Emi y el resto quiso darse cuenta, aquel hombre ensangrentado y de comportamiento violento y rabioso se había abalanzado hacia la asiática tirándola al suelo.

—¡¡¡SOCORRO!!!—Gritó Emi forcejeando contra aquel veloz no muerto que luchaba con fiereza contra la fuerza puesta por Emi en un intento de arrancar la carne de su suculento cuello.

Nicole, la más cercana a Emi y la única con su cinturón porta pistolas puesto, fue la única en desenfundar su P226.

—¡¡Tomas!! —Gritó la mujer que se encontraba a los pies de Nicole momentos antes de ponerse en pie entre la mira de la pistola y el no muerto que tenía atrapada a Emi.

La japonesa aprovechando que aquel zombi elevó su cabeza para mirar a aquella mujer que lo llamó por su nombre, pudo colocar el pie bajo el torso de este y empujarlo con todas sus fuerzas tirándolo de espalda, momento que aprovechó para levantarse y volver a toda prisa al lado de Nicole.

—Cariño, soy yo, Katy ¿no me reconoces? —Preguntó la fémina acercándose lentamente al zombificado Tomas quien ya se había incorporado y se había quedado quieto en el sitio mirando a la mujer mientras la gruñía.

— ¡No te acerques! ¡Ya no es un humano! —Advirtió Nicole aun sujetando con firmeza su pistola, no era humano, es verdad, pero aquel comportamiento del zombi le llamó la atención ¿Por qué no se había lanzado ya hacia ella? ¿Por qué se quedaba mirando a Katy? Nicole no sabía qué hacer, aquella mujer estaba en la línea de tiro y no parecía querer quitarse del medio. ¿Es que no veía el peligro? Los no muertos no podían razonar, ya lo había comprobado, pero no podía evitar sentirse curiosa respecto aquel comportamiento ¿Es posible que aún tuviera algunos recuerdos a pesar de estar ya muerto?

—¡¡Oye que te alejes te han dicho!! —Intervino Morís situándose al lado de Nicole desenfundando su arma.

Katy se giró mirando al grupo de policías.

— ¡No disparéis por favor, es mi marido, aún me recuerda, lo sé! —La mujer abrió los brazos cubriendo con su cuerpo al zombificado Tomas quien a la vista de los policías parecía estar excitándose y poniéndose cada vez más intranquilo.

Mientras los agentes trataban de convencer a aquella mujer para que se apartara del medio, Tomas paso a paso, fue acercándose por detrás a Katy fijando sus ojos inyectados en sangre en el cuello de la fémina a la vez que su respiración y gruñidos comenzaban a hacerse más fuertes.

Finalmente, dejándose llevar por su instinto de alimentarse agarró por detrás a Katy y mordió su cuello con fiereza, apretando los dientes con todas sus fuerzas arrancando un pedazo de carne. La rojiza coloración procedente del interior de su cuerpo comenzó a teñirla a ella y a su agresor así como el suelo de la estancia ante un sorprendido público por aquel violento y sádico acto. Los gritos de dolor y súplica de la mujer fue lo que volvió a Nicole y al resto a la realidad.

— ¡Suéltala! —Gritó Nicole apuntando directamente a la cabeza del no muerto. No sabía si disparar, ambos forcejeaban en el suelo y la probabilidad de darle a Katy era muy alta.

El no muerto elevó su cabeza para mirar a Nicole mientras que por su barbilla corría la sangre de Katy dándole un macabro aspecto. Tomas gruñó antes de levantarse a toda velocidad para lanzarse contra Nicole, pero un disparo, un solo disparo en la cabeza puso fin a aquel propósito. Finalmente, como ya se imaginaba, los zombis estaban muertos, no podían retener recuerdos así como era imposible hablar con ellos, son como animales salvajes descerebrados que solo saben matar para comer en un intento de saciar aquel apetito insaciable que tenían hacia la carne humana.

Emi se acercó a toda prisa a Katy y colocó su mano en la mordedura taponando la herida en un intento de que no se desangrara, mientras, Nicole por su parte, se arrodilló al lado de Katy agarrando su mano.

— ¡Llamad a una ambulancia! —Les gritó Morís al resto de policías.

—Por... favor, salva a mi hija Ana...—Pudo pronunciar Katy con dificultad mientras unas lágrimas surcaban su rostro— Fuimos atacados por esas cosas en el parque de Stone.... Nos atacaron a mí, a Tomas y a ella, su primo y tíos se separaron de nosotros...—Cada vez era más evidente la dificultad que tenía Katy para hablar, que Emi taponara la herida tan solo retrasaba lo inevitable—Por favor, dile que la quiero...—Finalmente unas últimas lágrimas recorrieron el rostro de la mujer antes de que cerrara por última vez los ojos cayendo en un profundo sueño del que no despertaría.

—Nicole... ya no noto su pulso... —Comentó Emi quitando sus manos de la mordedura.

— ¡La ambulancia está de camino! — Se pudo escuchar una voz entre los policías.

—Ya es tarde, ya ha muerto... — Confirmó con desgana Morís.

Alan se llevó la mano al rostro ante la situación, en un momento había ocurrido un desastre en su preciada comisaría y no sabía muy bien que hacer teniendo allí además al tipo aquel del gobierno.

—Señor, déjeme ir con Morís a cumplir el encargo de Katy —Le interrumpió la voz de Nicole.

—Está bien —Le respondió con un pesado suspiro —Los demás ocuparos de este estropicio y volved después a vuestros puestos—Ordenó al resto de agentes.

Entonces un gemido alarmó a los presentes y pudieron presenciar el despertar de Katy, quien lentamente comenzaba a incorporarse como una zombi. Pero no llegó a ponerse en pie, pues Morís acabó con ella de un tiro a la cabeza, liberando a Katy de aquel tormento de volver entre los muertos para atacar a los vivos.

Tiempo después Nicole y Morís bajaron del coche patrulla, habían llegado al parque de Stone, situado cerca de algunas zonas donde acababan de darse algunos casos de ataques zombis unos días atrás, no se encontraba demasiado lejos de la comisaría.

Tras entrar en el recinto del parque, desenfundaron sus armas, desde que entraron en aquella área de la ciudad apenas habían visto a unas pocas personas por las calles, la gente de aquel barrio prefería ocultarse en sus hogares antes que andar por la calle. No tardaron mucho en encontrar unos cadáveres zombificados en el suelo, alguien o algo los había matado. El dúo escuchó un ruido y entre los matorrales, a unos metros de ellos, apareció un niño corriendo, seguido de una chica más mayor que él.

— ¡Tom, espera!

— ¡Tenemos que buscar a nuestros padres Ana, podrían estar en peligro! —Respondió un angustiado infante intentando liberarse de la mano aprisionadora de aquella chica que le agarraba del brazo en un intento de que no se marchara.

—Lo sé, pero no podemos correr por ahí así sin más con esos seres sueltos por el parque.
Morís y Nicole guardaron sus armas y se acercaron a los niños.

— ¿Acaso no sabéis que es peligroso estar en este sitio? — La voz de Nicole sorprendió a los jóvenes.

— ¡La policía! ¿Ves Ana? ¡Ellos nos ayudarán! — Le anunció con júbilo el infante a la chica, la cual ya le había soltado el brazo al ver llegar a ambos agentes de la ley.

— ¿Ana? ¿Tus padres son Katy y Tomas? —Preguntó Morís.

—Sí... ¿De qué los conoces? Es que... ¿¡Les pasó algo a mis padres!?

Morís y Nicole intercambiaron una mirada de preocupación y la rubia asintió afirmando así que sería ella quien le diera la mala noticia. La rubia se arrodilló ante Ana mientras pensaba bien que decirle. Por otra parte Morís se percató de que Tom tenía la vista perdida en unos matorrales, como si hubiese escuchado algo. Fue en ese instante y cuando Nicole estaba al comunicarle la mala noticia a Ana, un grito femenino se escuchó en la lejanía.

—¡¡Mamá!! —Gritó Tom momentos antes de desaparecer entre los matorrales.

—¡¡Tom espera!! —En ese preciso instante Ana dejó a Nicole y fue tras su primo.

—Parece que ocurrió algo...—Comentó Morís empuñando su pistola.

— ¡Vamos, no podemos dejarlos solos! — Respondió Nicole a medida que quitaba el seguro a su arma y corría con Morís en dirección a donde se habían marchado los niños.

 #Sacedog






miércoles, 17 de junio de 2015

Nuestra Historia: Juego de la Supervivencia REMAKE

Hola lectores, os comento que llevo un tiempo sin trabajar en el Remake de NH:JDLS porque estuve bastante liado y ocupándome bastante de NH2, pero ahora
que empieza el verano y tengo tiempo libre, me pongo de nuevo a trabajar en la historia. Os comento que de 13 capítulos que componen este spin off canónico, llevo remasterizado 4 capítulos y he comenzado a remasterizar un 5º cap. En este remake veréis lo siguiente:

1º-Los 13 capítulos originales con mucha más calidad de escritura, tipo los capítulos mios de NH2.

2º-Habrá modificicaciones leves en la manera en la que transcurren los sucesos, es decir, se cuenta lo mismo pero de otra forma, añadiendo más descripciones, pensamientos de los personajes, algunos diálogos nuevos y pequeños sucesos de poca relevancia que no aparecían en la trama original.

3º-Se corregirán los errores argumentales que pueda haber en la versión original, así como en la trama de NH1.

4º-Habrá cameos nuevos de los protagonistas y antagonistas de NH1, en la versión original aparecen Allen, Riliane, Sacedog y su grupo, Alice y Dyssidia. En esta versión además de esto, aparecerán otros personajes como Silver, Lucy o Killer, entre otros.

5º-Nuevas historias, en el último anuncio comenté de la posibilidad de meter un capítulo extra que estuviera fuera de los capítulos originales, pues bien, no será un capítulo, serán varios capítulos cortos extras con diversos personajes y tramas propias, estas son las historias que serán añadidas por ahora como extras entre los capítulos originales:

-Los Silver Wolfs: 
Esta historia está compuesta por los siguientes sub capítulos con sus propios protagonistas principales:

*Compañeros y rivales (Zoey Sullivan y Matt Dawson)
*El hombre de acero (Marcus)
*Perro guardián (Michaela Evans)

Estas tramas hablarán sobre las misiones a nivel individual de cada uno de los personajes durante los eventos de Stone City, pudiendo verse desde el punto de vista de estos lo acontecido en Stone City.

-¡Killer a tope!:
Esta trama hablará sobre como Killer llegó a Stone City, su misión y el intento de asesinato del grupo de protagonistas de Nh1. Teniendo como protagonistas a Killer y su grupo.

-La traicción de Alberto:
En esta trama se mostrara las verdaderas intenciones de Alberto, su relación con Killer, su motivo para traiccionar a Esgrip y como escapa de Stone City, esta trama está ligada a la de Los Silver Wolfs y ¡Killer a tope!

-Un rayo de esperanza para Ashley:
En esta trama se mostrará como Ashley ha estado sobreviviendo en el bosque tras huir de Esgrip tiempo atrás y como llega a la ciudad hasta encontrar al grupo de Nicole.

6º- Los nuevos capítulos extras cerrarán arcos argumentales que quedaron abiertos y enlazarán algunas de las tramas con futuros eventos de Nuestra Historia 2.

Esta es toda la información que puedo dar, sobre su fecha de salida, no quiero prometer nada, pero intentaré que salga este verano, por agosto seguramente teniendo en cuenta que al mismo tiempo estoy trabajando en Nuestra Historia 2.

Por otra parte comentar que NH2 no está parado, poco a poco, como se puede, se está avanzando en el capítulo de Inmoralidad (Parte 2), últimamente con temas de fin de curso, examenes finales, temas de graduaciones, pruebas de acceso, prácticas empresariales, trabajos de fin de curso y un largo etc.. Los autores estamos bastante liados y las cosas van lentas, pero ya pronto tendremos más tiempo y estaremos de nuevo con NH haciendo que vaya más rápido ¿ok? Lo comento para que sepáis porque está esto algo lento y sin actividad de ningún tipo.

Un saludo ^-^/