Big Red Mouse Pointer

miércoles, 28 de octubre de 2015

RNH: Juego de la Supervivencia

Capítulo Extra 01: Memorias de Michaela Evans

6 de Julio de 2012.
Stone City


Veamos... ¿Cómo debería de empezar esto?

Mi nombre es Michaela Evans. Actualmente trabajo desde las sombras para una empresa mundialmente conocida con sedes en diversos países de los distintos continentes, Esgrip. Esta caótica empresa tiene dos grandes ríos por el que circula el dinero, de cara al público es una reconocida empresa farmacéutica que crea medicamentos casi milagrosos, desde las sombras, es una empresa que trata con el bioterrorismo cometiendo todo tipo de actos inmorales. Yo trabajo como militar en la cara oscura de la organización, haciendo el trabajo sucio de esta. Soy la capitana de un reconocido equipo militar, los Silver Wolfs y a su vez, soy un alto mando dentro de la empresa, por lo que tengo lazos con las altas esferas de Esgrip, debido a esto y a mi lealtad a la empresa, soy conocida por muchos como El Perro Guardián de Esgrip.

¿Por qué trabajo para esta empresa apoyándolos en su oculta e inmoral actividad? Por unos sencillos motivos, y es que me da todo lo que necesito, poder para gobernar a otros, dinero para pagarme todos los placeres conocidos, libertad para actuar como me dé la gana y entretenimiento para no hacer mi vida tan monótona como la de una persona cualquiera. ¿No es eso motivo suficiente? ¿Acaso no tengo todo lo que un humano cualquiera podría desear? Lo tengo todo.

Cualquiera pensaría que estoy loca por hacer cosas inimaginables, cosas por las que sería repudiada en esta sociedad políticamente correcta. Soy lo que soy ahora gracias a Esgrip, gracias a la empresa pude cambiar mi vida de no tener nada a tenerlo todo, por lo tanto esta compañía es mi familia, estoy en deuda con ella y le debo lealtad. Tal vez lo justo sea explicar cómo era mi vida antes de entrar a Esgrip para que quizá seáis capaces de comprender lo que esta ha hecho por mí.

Comenzaré hablando de mis padres y mi infancia. Mi padre se llama Ryan y mi madre Megan, desde ahora únicamente me referiré a estas personas por sus nombres, no los considero mis padres. Ryan no es mi padre biológico, lo es un desconocido al cual nunca conocí personalmente, Megan le puso los cuernos a Ryan con otro tipo, un compañero del trabajo de Megan, con el que llevaba tiempo viéndose y manteniendo una relación a escondidas, fruto del engaño nací yo. Ryan tenía un gimnasio de artes marciales en Stone City al que se entregaba mucho, las artes marciales era algo más que un negocio para él, se trataba de un hobby. Megan trabajaba en el hospital Santa María, fue allí donde conoció a mi padre biológico.  

Por lo que sé antes de nacer yo, ya había problemas entre ella y Ryan, pues pasaban poco tiempo juntos por sus trabajos y la personalidad de ambos chocaban a veces. Megan era una mujer autoritaria y de mucho carácter, Ryan por otra parte era un hombre tranquilo y despreocupado, es debido a estas personalidades a que cuando se producía una discusión Ryan era objeto de todo tipo de ataques por parte de Megan, salía muy mal parado siempre y después a la pareja les costaba mucho reconciliarse, a veces algunos amigos y familiares tenían que meterse en la relación para ayudarlos.

Podrían ser estos los motivos por los que Megan comenzó a dejar de sentir algo hacia Ryan y empezó con una relación secreta a sus espaldas. Finalmente quedó embarazada fruto del engaño y como mujer astuta y manipuladora que era, una vez teniendo sexo con Ryan fingió olvidarse tomarse la píldora para evitar el embarazo, en verdad se la tomó, pero sabiendo que ya estaba embarazada de mí, trató de engañar a Ryan con que él era mi padre biológico.

Los años pasaron, yo crecí y un día Ryan descubrió que Megan llevaba tiempo manteniendo una segunda relación con otro hombre, desconozco como se enteró, pero es posible que fuera por otra persona, y finalmente descubrió que realmente no era su hija biológica. Tras descubrir todo esto, no es muy difícil imaginar que sucedió después, Megan lo confirmó todo sin un ápice de remordimiento, para ella que Ryan descubriera eso fue más bien liberarse de dos cargas, de él y de mí. Ella se quedó con todo dejándonos a Ryan y a mí en la calle sin nada, mientras ella comenzó una nueva vida con aquel tipo.

Desde pequeña recuerdo que Megan tenía poco trato conmigo, se ocupaba más Ryan de mí que ella misma. Nunca jugaba conmigo, ni me prestaba la suficiente atención, no me hacía caricias ni me decía palabras de cariño, yo no era más que una molestia más para ella.

Sí, ya a muy temprana edad me podía dar cuenta de ello, incluso ella misma me lo dijo antes de mandarme al infierno, yo no era más que un obstáculo para ella y su amante, ya era difícil ocuparse de Ryan, con quien había estado manteniendo durante tantos años una relación porque era un hombre de familia adinerada, no porque lo amara y el que yo naciera no fue más que un accidente que no tuvo que suceder. Aquellas fueron las últimas palabras que esa mujer me dedicó antes de dejarme en la calle con Ryan.

Por aquel entonces tenían ocho años, quien lo diría, durante ocho años ella nos estuvo engañando a los dos manteniendo una vida secreta con su amante, y con su otro hijo. Aquella mujer había formado una familia y también supe que llevaba mucho tiempo sin trabajar, las horas que pasaba “trabajando”, “paseando” o con “los amigos” realmente las dedicaba a estar con su otra familia, pasaba poco tiempo con nosotros, pero en verdad no lo veía mal, ya que cuando ella estaba en casa el ambiente se ponía tenso, siempre estaba enfadada y yo y Ryan pagábamos su ira. 

Sí, aún recuerdo cuando me pegaba a base de guantazos y golpes a la cabeza cuando a esa mujer se le cruzaban los cables, no se contenía, probablemente porque me odiaba incluso más que a Ryan... Y cuando ocurría eso, siempre me miraba con odio y desprecio, me chillaba, me tiraba del pelo, destrozaba mis juguetes y me encerraba en un armario para que pensara a oscuras sobre mis supuestos caprichos y mala conducta, ciertamente, eso no era más que una excusa, estaba esperando a la mínima irritación para desahogarse conmigo y soltar todo ese odio que acumulaba contra mí y contra Ryan.

Hablando de Ryan, él no podía hacer nada, incluso Megan a veces también le golpeaba a él cuando se ponía en aquel estado de ira incontrolada, incluso Ryan le tenía algo de temor, pero incluso a pesar de eso, él la amó hasta el final, por algún motivo creía que algún día Megan dejaría de ser así y volvería a ser la mujer dulce y amable que conoció una vez, lo cual a mí me cuesta muchísimo imaginar una faceta así de esa mujer.

Al final con el tiempo comprendí que esa mujer no era más que un parásito con una vida lamentable que solo se acercó a Ryan por el dinero, no porque realmente sintiera algo por él, fue inteligente, sabiendo que Ryan la amaba con locura, no lo dejó escapar y se enganchó a él como un parásito chupando la sangre de su víctima hasta que encontrara una presa mejor.

Yo me fui a vivir con Ryan, quien quiso quedarse con mi custodia cuando Megan y el otro tipo no querían saber de mí. Los dos vivíamos en una casa elegante en un barrio de estos pijos que hay por el centro de la ciudad, como ya comenté, Ryan es de familia adinerada. Él me dejó conservar el apellido Evans a pesar de que no era su hija biológica. Tras hacerse con mi custodia y divorciarse de Megan, acabó cayendo en el tabaco, el alcohol y en los juegos de azar, por no hablar de que se entregaba mucho a su gimnasio de artes marciales, sea por el motivo que sea, pasaba mucho tiempo alejado de casa, prácticamente me pasaba todo el día sola en casa.

Tal vez yo también fui una molestia para él, tener que cargar de una hija que ni siquiera es tuya y es el fruto del engaño de tu mujer no debió de ser algo fácil para él, pero a pesar de eso me cuidó como medianamente pudo encontrándose en la manera en la que él se encontraba, no tanto como un padre, sino más bien como un tutor o cuidador hasta que tuviera la mayoría de edad. Ciertamente a pesar de que nuestra relación no era mala, nunca pudo ser una relación padre e hija, puesto que no lo éramos. No fui nada más que un accidente y una carga para Megan y Ryan.

Tres años después de una vida un tanto decadente, Ryan conoció por unos amigos a una mujer que estaba divorciada, su nombre era Linda. Recuerdo que los dos se llevaron bien en muy poco tiempo y acabaron por ser algo más que amigos, yo la conocí personalmente ya que a veces visitaba a Ryan a nuestra casa. Si tuviera que describir a esa mujer, era hermosa, de ojos azules y con cabello rubio y corto, cierto aire de dignidad la envolvía. Respecto a su personalidad, sin duda era alguien muy inteligente y perspicaz que tenía un gran sentido de la moralidad. Al parecer trabajaba en los tribunales como fiscal. Aquella mujer me irritaba un poco por su forma de ser y la manera en la que me trataba...

Siempre intentaba acercarse a mí con buenos actos y palabras, que irritante me resultaba esa mujer, pero a pesar de eso la respetaba.

Cierto día, Ryan y Linda decidieron salir a comer a un restaurante de comida rápida y luego ir al cine a ver una película, no solo ellos dos, también me arrastraron a mí, ese día conocí a la querida, amada, benévola y siempre correcta hija de Linda, Nicole Collins. Fue en este momento en el que esa molesta Nicoleta apareció para joderme la vida, ella era tres años menor que yo, tenía ocho años y yo once por aquella época.

El tiempo pasó y Ryan y Linda se casaron, tras eso Nicole y yo pasamos a ser hermanastras y los cuatro nos fuimos a vivir a una casa fuera de los barrios pijos, nos fuimos a uno más normalito, y menos mal porque ciertamente odiaba ese barrio con los niñatos pijos esos, presumiendo de lo que tenían creyéndose alguien mientras iban de populares por la vida, solo era gente superficial que presumían de su lujosa y cómoda vida.

Tuve la desgracia de estar estudiando en una escuela de niños pijos durante unos años, era odioso, todos me miraban por encima del hombro y se burlaban de mi por no ser como ellos, unos estirados superficiales que iba de lo que no era y porque no tenía madre, sin duda los niños pueden ser realmente crueles, aquella gente me daba asco, por lo que prefería aislarme de ellos y no socializar en absoluto, lo que aumentó las burlas y críticas por parte de los grupitos de niñatos pijos de clase, quienes me veían como una persona débil y antisocial con la que entretenerse.

A los doce años Ryan comenzó a entrenarme en su gimnasio de artes marciales para que supiera defenderme, le dio un arrebato o algo tras escuchar tantas veces por parte de Linda y de su amigo policía, Alan Walker, todo lo que pasaba en la cara oscura de la ciudad. Desde hacía algún tiempo había habido algunas desapariciones por la ciudad, principalmente solían ser gente sin hogar las que desaparecían sin dejar rastro, a veces eran familias enteras compuestas por adultos y niños que vivían en las calles.

Con el paso de los años, cuando entrara en Esgrip descubriría que era obra de la compañía quien comenzaba a secuestrar a gente, antes de los secuestros adoptaban niños huérfanos para sus malvados fines con el bioterrorismo, veían los orfanatos como una especie de banco de sujetos jóvenes de experimentación, pero debido a que no querían seguir levantando sospechas, tuvieron que dedicarse a secuestrar personas que vivían en las calles de la ciudad.

Que Ryan conociera a Linda fue algo realmente bueno para él, logró curar las heridas que su relación con Megan causaron y consiguió dejar el tabaco y el alcohol, incluso los juegos de azar a los que tanto gusto les acabó cogiendo. Estaba más animado e incluso trataba de involucrarse más como un padre conmigo, teniendo más cercanías intentado dejar atrás su rol como un simple tutor que me cuidaría y tendría mi custodia hasta que fuera mayor de edad, aunque por mi parte no cedía, no podía verlo como padre porque no era mi padre biológico y hasta entonces no se había involucrado tanto conmigo, ya era demasiado tarde para hacerlo.  

Lo mismo se podría decir con Linda, cada vez trataba más de acercarse a mi intentando sustituir a mi madre, Ryan le había contado toda nuestra historia con Megan, por lo que desde mi punto de vista únicamente actuaba así porque se compadecía de mí. Nicole aceptó a Ryan como su padrastro, aunque no sería capaz de quitarle el puesto a su padre biológico, con quien tenía buena relación, si mal no recuerdo se llamaba Sam y era profesor en un colegio.

Sin duda yo sobraba en aquella relación, eran una familia feliz, los padres perfectos y la hija perfecta, yo no tenía cabida en aquella familia, a medida que Nicole, Ryan y Linda se unían más y más como unidad familiar, yo me iba alejando cada vez más y más, viéndome en un segundo plano, llegando a considerarme una intrusa en esa feliz unidad familiar

Al año siguiente Linda metió a Nicole al gimnasio de Ryan para que aprendiera artes marciales, yo desgraciadamente tenía que hacer de buena hermana mayor con ella y ayudarla a entrenar, lo cual no me agradaba en absoluto, Nicole y yo nos llevábamos bastante mal ya esa edad, discutíamos mucho y lo que más odiaba de esas discusiones es que a pesar de no haber tenido yo a veces la culpa de haber empezado la discusión, de un modo u otro era yo la mala de la película a los ojos de Ryan y Linda, porque supuestamente no actuaba bien como hermana mayor y siempre estaba metiendo la pata con ella para pelearnos, esa Nicole era alguien realmente irritante desde tan temprana edad.

Los años pasaron y Nicole y yo llegamos a la adolescencia, no nos llevábamos bien, es más, nos odiábamos, éramos como el agua y el aceite, por más que intentamos llevarnos bien porque Ryan y Linda nos lo pedían, era imposible.

En su adolescencia, Nicole era una joven muy estudiosa que se preparaba para entrar a la universidad, siempre sacaba altas calificaciones, se encontraba rodeada de amigos y era bastante popular entre los chicos. Ella estaba siguiendo los pasos de su madre, a quien admiraba, siempre trataba de comportarse como Linda, siendo movida por los mismos principios, valores e ideales que su madre, movida por cosas como la moralidad y la justicia, tratando de envolverse en ese aire de dignidad que su madre poseía.

Se podría decir que ella era la viva imagen de su madre en muchos aspectos y como tal era alguien que deseaba la justicia y mientras que Linda luchaba por ella desde su posición en un tribunal como fiscal, Nicole siguió los consejos del amigo policía de Linda y decidió que cuando acabara la universidad quería entrar al cuerpo de policía de Stone City.

Nicole era el ojito derecho de Linda y se había ganado también la simpatía de Ryan, con quien al igual que yo, se entrenaba duramente en las artes marciales y con quien pasaba tiempo compartiendo algunos buenos momentos familiares, viéndolo como un segundo padre. Si, por aquella época continuaba pensando que yo no pintaba nada en esa familia, me sentía como una ocupa viviendo entre esa feliz familia de tres miembros.

Tengo que admitirlo, la vida de Nicole me causaba mucha envidia, una envidia que me mataba a medida que crecía en mi interior. Tenía todo lo que yo jamás tuve, una buena madre que la quería y la respetaba, un padre biológico que la amaba y con quien seguía en contacto a pesar de que él y su madre estuvieran separados, tuvo una infancia feliz, era querida no solo por su familia, sino también por sus muchos amigos, de los que siempre estaba rodeada, era muy popular entre los chicos, sacaba altas calificaciones en sus estudios, era admirada por mucha gente que la conocía.

Tenía una vida radiante y feliz que yo siempre envidié y observé durante tantos años desde las sombras, incluso no tuvo demasiado problema en aceptar a Ryan y ganarse su cariño... Ese es uno de los motivos por el que la odio tanto, pero no el único, como mencioné, ella y yo somos lo opuesto la una de la otra, no solo nos llevábamos mal porque teníamos personalidades totalmente opuestas que nos hacían chocar constantemente, también porque ella y yo dirigimos nuestras vidas por una serie de principios, valores e ideales muy distintos, y esto último fue algo de lo que nos fuimos dando cuenta a medida que crecíamos y madurábamos. Ella y yo somos dos seres totalmente opuestos que están destinados a odiarse.

Respecto a mí, yo crecía en la sombra de Doña Perfecta creando un gran contraste con ella. Yo no quise ingresar a la universidad y abandoné los estudios, por aquel entonces hacía ya tiempo que tenía una relación con un chico llamado Logan, llevábamos un año juntos y me hice amiga de su grupito de amigos. Recuerdo que a Linda, Ryan y Nicole no les agradaban ni mi novio ni mis amigos, me decían que eran malas compañías y no debería de estar con ese tipo de gente, pero en verdad me daba igual lo que dijeran, simplemente los juzgaban sin conocerlos, únicamente por ser distintos y no ser unos estirados como ellos lo eran.

La visión que tenían de ellos se debía a algunos rumores de la calle que había acerca de que aquel grupo al que pertenecía Logan, se había metido en varios líos con la justicia y la vida que llevaban era algo decadente si lo comparamos con la vida de Nicole y los amigos que tenía por aquella época.

Mientras Nicole estaba en la universidad, yo estaba trabajando en un restaurante de comida rápida y sacándome el carnet de conducir. Sin duda odiaba aquel trabajo, era aburrido, mal pagado, el jefe era un cabrón, los empleados eran unos falsos que se criticaban los unos a los otros por la espalda y siempre tenía que lidiar con la clientela con una estúpida sonrisa en el rostro.

Dos años después Nicole acabó la universidad y estaba lista para prepararse para su siguiente objetivo, entrar en el cuerpo de policía, por aquel entonces Linda y Ryan decidieron mudarse a una ciudad vecina por lo insegura que Stone City se estaba volviendo debido a los secuestros que se cometían cada vez con más frecuencia, entre otros muchos crímenes.  

Yo tuve que irme con ellos y encontrar un nuevo trabajo, por aquel entonces Logan y yo íbamos a comprar una pequeña casa para los dos en un barrio de clase media en Stone City, pero aún estábamos juntando dinero para ello, a pesar de mudarme a otra ciudad, continuamos la relación visitándonos el uno al otro cuando podíamos y manteniendo el contacto, también con mi grupo de amigos.

Con el tiempo, Nicole logró entrar al cuerpo de policía bajo la tutela de Alan Walker, jefe de la comisaría en la que prestaba sus servicios y buen amigo de Linda y Ryan, ella se quedó viviendo en la casa en la que anteriormente vivíamos los cuatro juntos.

Yo por esa misma época entré a Esgrip, al parecer uno de los amigos que teníamos Logan y yo, Morgan, trabajaba para la compañía en el bando militar de la cara oscura de la organización, este fue metiendo al resto de compañeros en Esgrip tentándolos con el dinero y Logan y yo no fuimos menos, necesitábamos dinero fuera como fuera.

Quería independizarme y alejarme de Ryan y Linda saliendo de sus vidas, quería empezar una nueva con Logan y nuestros amigos, vivir como me plazca, dejar esos trabajos de mierda con los que me ganaba el sueldo y salir de la monótona vida que tenía, y para eso necesitaba mucho dinero, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de conseguir aquellos objetivos y Logan también, por lo que decidimos ingresar a Esgrip, aun sabiendo en lo que nos metíamos.

El tiempo pasó y fui entrenada para volverme una militar junto a Logan y el resto adquiriendo conocimientos en el manejo de las armas de fuego, las armas blancas, supervivencia y defensa personal, también escogí aprender un tipo de conocimiento optativo pero a la vez obligatorio, entre las diversas especialidades secundarias decidí adquirir conocimientos sobre explosivos.

Fue en aquella época en la que conocí a Lucy y Marcos, ellos también eran nuevos reclutas que Esgrip cogió y formó y con los que tendría relación tiempo después. Esgrip tiene una forma curiosa de reclutar a gente sin levantar sospechas, no solo para las filas militares, sino también para las científicas, ambos destinados a trabajar para el lado oscuro de Esgrip.

La organización les pide a todos sus miembros que busquen posibles reclutas para ambos grupos, el científico y el militar, personas que necesiten dinero y estén dispuestas a todo por obtenerlo, a cambio de cada recluta conseguido, la organización le paga un incentivo a quien ha llevado a cabo el reclutamiento de personas. Esta no es la única forma en la que Esgrip busca milicias, también les da trabajo a asesinos que son buscados por la justicia, quienes a cambio de trabajar para la compañía, esta les da protección y dinero, incluso contratan a personas que han estado en la cárcel, gente que lo ha perdido todo y nada le espera tras salir de su prisión. 

Cuando acabé el periodo de entrenamiento, me volví un miembro activo de las fuerzas militares de Esgrip y como tal comencé a cumplir misiones con mi grupo poniendo a prueba a las armas biológicas de la organización, deshaciéndome de los cadáveres que la empresa dejaba detrás de si con sus investigaciones, cooperaba en el secuestro de personas, especialmente nos pedían que fueran niños, aun que seguían aceptando a los adultos y cooperaba también en el reclutamiento de novatos para las milicias de la compañía, en ocasiones nos encargábamos de solucionar las catástrofes que los infectados causaban cuando había una fuga, esas son algunas de las muchas misiones que se nos encomendaba.

Mi equipo estaba formado por Logan, Cindy, Alex, Morgan, Ben, Ross y yo, estaba con mi novio y mis amigos, exceptuando a Ross y Ben, quienes eran ajenos al grupo de amigos.

Todo iba bien, me divertía con lo que hacía para la organización, cada día era algo nuevo y todo era acompañado de Logan y el resto, me pagaban un buen salario y pude comprar aquella casa que Logan y yo queríamos para los dos, sí, todo era perfecto.

Por aquel entonces ya me había independizado de Ryan y Linda, decidí salir de sus vidas creando una gran mentira, supuestamente había roto la relación con Logan y el resto y me había ido a una ciudad grande en busca de un trabajo más decente y una nueva vida, esa fue la única información que les escribí en aquella carta que les dejé en casa antes de irme.

A veces me llamaban por teléfono para saber de mí, pero no les daba demasiada información, lo único que hacía era hacer más grande mi mentira contándoles otra serie de mentiras para que no sospecharan nada. La verdad de todo esto es que me fui a vivir a Stone City de nuevo, a la casa que anteriormente comenté que Logan y yo queríamos comprar, he informé de toda esa mentira a Logan y al resto para que me siguieran la corriente de llegar a intentar Ryan y Linda de dar conmigo por alguna razón.

Con el tiempo mi corazón se fue oscureciendo a medida que llevaba a cabo las misiones que Esgrip me encomendaba a mí y a mi grupo, sin duda el pertenecer a esa organización distorsiona la moral y con cada misión y cada cosas que ves y oyes acabas alejándote cada vez más de algo como la moralidad. Pero no me importaba que aquello sucediera mientras pudiera vivir mi vida con la única persona a la que he amado y a mis únicos amigos, no me importaba que para estar con ellos tuviera que dejar de lado mi humanidad con cada acción que hacía. Por fin la vida me sonreía.

Tenía a Logan como novio, Cindy se volvió una íntima amiga mía a la que contarle todo mi pasado y mi sufrimiento, siempre estaba ahí para mí, Alex y Morgan eran los fiesteros del grupo, quienes siempre me sacaban unas risas con las estupideces que hacían y decían, tenía una casa propia, ganaba bastante dinero, mi trabajo me resultaba entretenido, perdí de vista a Nicole y me independicé de Ryan y Linda comenzando una nueva vida, sí, todo era perfecto, por fin estaba teniendo una vida feliz, algo que ansiaba desde que tuve uso de razón. Pero si algo aprendí con el tiempo, es que tanto para bien como para mal, las cosas no duran para toda la vida...
 

Un día hubo una fuga en una pequeña instalación en un pueblecito en las cercanías de Stone City, era un lugar escondido en un pequeño bosque, este lugar permanecía semioculto de la civilización donde las personas vivían de una manera muy rústica. En aquel sitio estaban probando el Agua Gris, el virus que usa la organización para sus propósitos con el bioterrorismo en animales salvajes que habitaban en el bosque. Mamíferos, aves, peces e insectos de todas clases eran capturados y llevados a las instalaciones para ver los efectos que el Agua Gris tenía en ellos.

Un día un par de especímenes se escaparon, una pareja de osos salvajes corrieron por las instalaciones causando multitud de destrozos liberando a algunos animales infectados que permanecían en jaulas, a su paso, estos animales mataron a todo aquel que se cruzaba en su camino. La huida de los animales los llevó a salir de las instalaciones y provocar el caos en el pueblo. Ahí entramos nosotros.

Esgrip nos ordenó eliminar a los animales infectados y no dejar testigos. El grupo Alpha, que éramos nosotros, teníamos que destruir las pruebas de lo que había pasado allí deshaciéndonos de los cadáveres y destruyendo el pequeño pueblecito. Mientras, el grupo Bravo se encargaría de sacar a los empleados de Esgrip de la instalación afectada junto a todas las investigaciones y los llevarían a Stone City.

Y ya está, una vez eso sucediera la pequeña instalación que Esgrip tenía allí quedaría abandonada e inaccesible. Las cosas no fueron sencillas, allí pasaron una serie de cosas que me afectaron. Logan, el único hombre al que había amado, aquel hombre con el que había comenzado a crear un futuro, incluso con quien hablé de tener hijos en ese futuro juntos... Ese mismo hombre con el que llevaba cuatro años de relación me abandonó ante el peligro, me dejó atrás cuando uno de los osos estaba a punto de matarme.

Ambos conseguimos acorralar a uno de los dos osos en la escuela del pueblo, la cosa se puso fea durante el enfrentamiento, era muy resistente y teníamos poca munición, todo parecía que iba a acabar en tragedia para nosotros, pero no tenía miedo, Logan estaba conmigo, al menos moriríamos juntos. Si, vaya pensamiento más cursi ¿verdad? Las cosas no pasan siempre como uno espera. Escuché la puerta cerrarse tras de mí, Logan había desaparecido, en plena confusión intenté abrir la puerta, pero Logan la había bloqueado desde el exterior encerrándome con la bestia.

Aún recuerdo cuál fue su última frase cuando le grité pidiendo explicaciones: Lo siento Michaela, pero antes está mi vida que la tuya. Fue bonito mientras duró. Nos veremos en el infierno. Aquellas palabras no tenían ni el más mínimo rastro de remordimiento, tras eso solo pude escuchar sus pisadas alejándose. Finalmente logré matar al animal y escapar de la escuela tras encontrar una salida de emergencia.

No tuve demasiada prisa en salir del lugar, necesitaba estar sola y pensar mientras asimilaba lo que acababa de suceder. Unos terribles y dolorosos sentimientos de tristeza y decepción se apoderaron de mí, me sentía abatida y por primera vez en mucho tiempo lloré como nunca lo había hecho... 

Tiempo después encontré a Logan y a Cindy, aún recuerdo aquella escena que vi con total claridad. Los dos estaban en una casa de madera, recuerdo que me acerqué por un lateral del edificio escuchándolos hablar, me asomé un poco por unas de las ventanas y fue entonces cuando vi aquella repugnante escena. Cindy, mi íntima amiga, aquella en la que tanta confianza había depositado estaba sobre una gran mesa de madera gimiendo mientras Logan se la tiraba, entre gemidos y risas recuerdo escuchar mi nombre en repetidas ocasiones, probablemente hablarían acerca de cómo habría acabado destrozada y devorada por aquel oso zombificado. Follando en el trabajo, que poco profesionales ¿verdad?

Me sentía totalmente impotente, lo único que podía hacer era quedarme mirando asomada por una esquina de la ventana grabando aquello en mis ojos sin dejar de llorar, es por eso que a día de hoy aún recuerdo la escena con todo detalle, mi mejor amiga y mi novio me habían traicionado, ambos llevaban una relación a mis espaldas.

En aquel momento, incluso a día de hoy, no puede evitar comparar mi historia con Logan con la de Ryan y Megan, solo que esta vez no fui una víctima indirecta, esta vez fui yo la víctima, fui a quien engañaron, igual que a Ryan. Cuando acabaron, yo sostenía con fuerza mi pistola, víctima de la ira que me consumía y tenía la intención de entrar y disparar a matar sin permitirles tiempo a reaccionar, pero me esperé a que acabaran, quería que aquel momento fuera el último placer que tuvieran en vida. Pero la cosa se torció, Morgan y Alex aparecieron y tuve que ocultarme.

Ambos llamaron a la puerta y la pareja de traidores salieron ya vestidos y armados de la casa, como si nada hubiera pasado. Y como no, por sus comentarios supe que aquellos dos a los que consideraba mis amigos sabían de la relación secreta entre Cindy y Logan, cuando supieron de mi supuesta muerte, apenas reaccionaron, se lamentaron un poco por la muerte que debí de tener, pero nada más, de inmediato continuaron con su labor de cazar a los animales mientras el equipo Bravo se encargaba de eliminar a los habitantes del pueblo.

Tristeza, odio, decepción, tal era mi abatimiento que mandé a la mierda la misión por un tiempo, llevada por la ira, tan solo quería acabar con la vida de aquellos cuatro traidores en busca de venganza, pero no podía mientras estuvieran juntos. Por suerte, Morgan y Alex decidieron ir a la escuela para matar al oso que Logan encerró allí, mientras que Cindy y él se reunirían con Ben y Ross a la caza de los animales.

Todo fue rápido, oculta entre la maleza los seguí hasta la escuela, una vez desbloquearon la puerta entraron y contemplaron el cadáver del oso dándole la espalda a la puerta, entré alzando mi fusil MP5, no quise abatirlos por la espalda, por lo que revelé mis pasos cuando ya estaba a una distancia muy corta de ellos. Si, recuerdo que tenía la necesidad de ver sus rostros antes de morir, quería ver que reacción tenían y sin duda lograron complacerme.

Al escuchar mis pasos se giraron y al contemplar mí enfurecido rostro mientras alzaba el arma contra ellos se quedaron pálidos y con la boca abierta sin saber cómo reaccionar y cuando lo hicieron fue demasiado tarde, coloqué mi dedo en el gatillo y los acribillé sin piedad alguna. 

Esa fue la primera vez que asesiné a un ser humano, hasta aquel día, únicamente había matado a las aberraciones de Esgrip, había hecho daño a gente, pero nunca había matado a una persona, se supone que debería de haberme quedado impactada o algo, pero no fue así, me pareció un acto tan natural que me sentí aliviada al acabar con aquel par de traidores que una vez fueron mis amigos. Supongo que cuando has disparado tantas veces a matar te acabas acostumbrando, sin importarte que sea un zombi o un ser humano lo que haya frente al objetivo de tu arma. Mis siguientes objetivos eran Logan y Cindy.

Y finalmente los encontré, estaban luchando contra el segundo oso causante de la catástrofe y no les iba nada bien. El indefenso Logan estaba herido, el animal le desgarró el torso de un zarpazo, aún con vida, no podía hacer nada más que quedarse sentado en el suelo apoyándose contra un árbol. Cindy yacía en el suelo herida y desarmada, su pistola se encontraba algo lejos de ella, por lo que en un momento se volvería comida para el oso. El animal se acercó a ella andando sobre sus dos patas traseras entre rugidos y con sus poderosas garras alzadas, yo no estaba dispuesta a que murieran a manos de ese animal.

Para entonces yo ya había escrito el destino de ambos para ser yo quienes los condenara a la muerte y que murieran a manos de aquel animal no entraba en mis planes, por ese motivo decidí salvar la vida de aquella puta acribillando al zombificado animal por la espalda. Tras eso, me dejé ver saliendo de entre la maleza mostrándome ante ellos todo lo hostil que podía, quería que grabaran en sus mentes mi rostro enfurecido.

Me acerqué a mi primera víctima, la puta de Cindy, quien se arrastraba por el suelo como una babosa mientras dejaba un rastro de babas allá por donde se arrastraba mientras trataba de alcanzar su pistola, ella debió de comprender por qué motivo estaba allí y trataba de matarme antes de que yo acabara con ella. Pero no pudo, se lo impedí, en cuanto alzó la mano para coger el arma le empalé la mano al suelo con mi cuchillo mientras le dedicaba mi sonrisa más burlona y la mirada más desafiante que tenía y mientras chillaba, deleitada por sus gritos de dolor, desenfundé mi pistola M92F y dibujé una bonita rosa carmesí en su frente, después recuperé mi cuchillo.

En aquel momento sentí que me quité otro peso de encima al darle lo que merecía, con cada una de las muertes me quitaba los sentimientos que me abatían, podría decirse que Alex y Morgan simbolizaban la decepción, Cindy el odio y Logan la tristeza que me consumían lentamente.

Tras eso me dirigí a Logan, me rogaba por su vida entre lágrimas, me pedía disculpas diciendo que tenía miedo y por eso me dejó atrás, me decía que me quería y mil cosas más intentando que le perdonara la vida, realmente se veía muy patético. Comprobé que sus armas estaban sin munición y no era capaz de huir por el zarpazo que le dio el oso, se estaba desangrando, rogar era lo único que le quedaba a esa miserable rata. Sin duda de entre los cuatro traidores a él era al que más ganas tenía de ejecutar, no tenía intención de darle una muerte rápida, necesitaba desahogarme. Lloré, le grité, le dije todo lo que pensaba y lo que sentía, cada lágrima y cada palabra fue acompañada de una patada, impotente no era capaz de protegerse de mis golpes.

Temblando, entre llantos, ensangrentado y con su cuerpo hinchado de moratones suplicaba por su vida, en vano, mi ira no quedaba satisfecha tras darle aquella paliza, pero por otra parte me estaba divirtiendo viéndolo sufrir.

Agarré mi cuchillo y se lo clavé en la pierna derecha hundiéndolo en la carne todo lo que pude, haciendo movimientos con el cuchillo clavado buscando oírle gritar de dolor, ciertamente sus gritos me excitaron, aquella visión de Logan en tan mal estado, gritando de dolor, llorando, suplicando... fue tan divertido que no pude evitar reírme sintiendo un gran regocijo dentro de mi mientras mis lágrimas aún surcaban mi rostro, le estaba devolviendo todo el daño que él me hizo.

Me lo arrebataron todo destruyendo el futuro que estaba creando con todos ellos, una vez más iba a volver a perderlo todo y a no tener nada. Logan, Cindy, Alex y Morgan, mi novio y mis amigos, ellos eran todo lo que tenía, por ellos ingresé a la organización y ensucié mis manos trabajando para esta, distorsionando mi moral y corrompiendo mi corazón. Ellos me dieron un futuro y ahora me lo han arrebatado, por lo que lo justo era que yo les arrebatara sus vidas uno a uno, como ellos hicieron con la mía.

Cuando me cansé de torturarlo y sabiendo que estaba muy débil porque se estaba desangrando, saqué mi pistola y le disparé en puntos no vitales, rodillas, hombros y manos, buscando hacerle sufrir hasta el final. Ya agonizando, apunté a su frente y apreté el gatillo dejándolo morir finalmente. Me sentí bien, ya no sentía odio, tristeza o decepción, no tenía remordimientos por lo que hice, los cuatro traidores pagaron por el daño que me hicieron. Tras eso el sol comenzó a ponerse y acabé por encontrarme de nuevo con Ben y Ross, les notifiqué que aquellos cuatro habían fallecido a manos de los osos y que ambos animales habían sido abatidos.

Aquellos asesinatos fue algo que hice a espaldas de la organización, sabía que podía meterme en problemas por asesinar a mis compañeros, por lo que tenía intención de deshacerme de alguna manera de los cuerpos y toda prueba de cómo habían muerto. Después de que me notificaran que tanto los animales infectados como los civiles habían sido eliminados, tocaba eliminar las pruebas quemando todo el lugar, sin duda la mejor manera de deshacerme de aquellos cadáveres sería incinerándolos, cosa que haría.

Mientras el equipo Bravo evacuaba a los empleados de Esgrip de la instalaciones de aquel pueblo, yo me separé de Ben y Ross y me largué sin levantar sospechas a quemar los cadáveres de los cuatro traidores y los dos osos para que nunca nadie pudiera saber que fui yo quien asesiné a mis compañeros y ciertamente nunca lo supieron, a día de hoy la forma en la que murieron oficialmente fue a manos de aquellas dos bestias.

Sí, me sentía bien conmigo misma por haberme vengado, pero por otra parte sentía un extraño y oscuro vacío en mi interior que iba creciendo con cada una de mis respiraciones, estando en ese extraño estado escuché un ruido de vuelta al pueblo, la puerta de la iglesia se había cerrado, de inmediato fui a ver. 

Allí había gente viva, aún recuerdo esos rostros pálidos de terror, entre llantos, suplicando que no les hiciera daño, un grupo de doce niños cuyas edades rondaban los diez años se abrazaban los unos a los otros mirándome como tiernos corderitos ante la presencia de un lobo hambriento.

Las órdenes eran claras, no podía haber supervivientes, si no era yo, otros los encontrarían y los matarían, por lo que pensé que debía de cumplir la misión ya fueran niños o adultos a los que tuviera que asesinar. Les apunté con mi fusil recargado mientras escuchaba sus llantos y observaba sus rostros descompuestos de terror, contemplando mi arma todos cerraron los ojos sabiendo que no habría escapatoria y entonces apreté el gatillo fusilándolos a todos en la casa del Señor, llenando el interior de la iglesia y mi uniforme militar de la sangre de aquellos niños inocentes que murieron sin comprender el motivo.

Bajé mi fusil cuando el grupo de niños yacían muertos unos sobre otros bajo la escultura de Jesús crucificado en la cruz de madera. La sangre comenzó a extenderse sobre el suelo de madera hasta llegar a mis pies y la luz que entraba por las ventanas y vidrieras de colores comenzaron a disolverse con los últimos rayos del atardecer, llenado aquel santo lugar de sombras y muerte.

Ahora que lo pienso, aquel extraño cambio en la atmósfera del lugar sucedió justo tras llevar a cabo la ejecución, puede que no fuera nada más que una coincidencia, pero también podría interpretarlo como si la santidad me hubiera abandonado tras contemplar el crimen que cometí profanando su morada. Pero en aquel momento no percibí algo como aquello, recuerdo que únicamente podía mirar fijamente aquella pila de cadáveres con la mente en blanco mientras las sombras del lugar me envolvían, no sentí absolutamente nada. Es posible que fuera en aquel momento en el que mi corazón terminó de corromperse por la oscuridad, volviéndose tan oscuro como la noche, tan duro como el diamante y tan frío como un témpano de hielo.

Tras eso levanté los ojos para clavarlos en la mirada perdida de Jesús y a través de mis pensamientos hablé con él. Recuerdo perfectamente que le dije que no sentía absolutamente nada tras cometer aquel crimen tan abominable profanando aquel lugar santo con la sangre de esos inocentes niños, ni por vengarme de Logan, Cindy, Morgan y Alex y mucho menos por trabajar para Esgrip ayudándola a secuestrar a gente inocente para los experimentos de la compañía.

No me arrepentía de lo que había hecho ya que ese es mi trabajo y que sabiendo que no habría perdón para mí por todos mis crímenes, no me detendría, continuaría haciendo lo que hacía mientras Esgrip me pagara por ello. Ante las esculturas de Jesús, María y todos los santos, así como ante la lejana mirada de Dios, negué mi humanidad, ya que aquellos actos inhumanos solo pueden ser llevados a cabo por un demonio.

En ese momento acepté que si para lograr lo que quería debía de volverme un demonio, así lo haría. Puede que sea una tontería lo que voy a decir, pero mientras pensaba aquello tenía la sensación de que todas las esculturas de aquel sitio clavaban sus miradas vacías en mí, quien sabe, puede que en aquel momento no estuviera lo suficientemente cuerda por todo lo que había pasado y había imaginado algo como eso.

Lo más probable es que la manera en las que estaban pintadas las esculturas hiciera que dieran la apariencia de que te estaban mirando, es algo que sucede con algunos retratos antiguos. Si, esa es la única explicación posible, yo no creo en algo como en Dios, para mí no existe Dios, por lo que niego su existencia, todo es una estratagema de la iglesia que sabe bien que tiene una poderosa arma en sus manos con la que comerles la cabeza a las masas ignorantes.

Dios no es algo que se pueda reducir a explicarse simplemente utilizando algo como la prueba diabólica, demostrando o no con ella la existencia de la divinidad y el mundo que lo rodea. La prueba diabólica es un contraargumento, un arma de doble filo que te reta a probar algo de manera certera que es imposible de demostrar, como la no existencia de algo como Dios o los extraterrestres, al no poderse demostrar, automáticamente existe la posibilidad de que realmente existan. Es por esto mismo que yo no creo en la prueba diabólica como método para demostrar a Dios, puesto que es imposible para mí con mis conocimientos humanos demostrar su no existencia.

Dios es algo más complejo desde mi punto de vista, es una gran caja de gato como la explicada en la paradoja de Schrödinger, la cual dice que pueden coexistir varias realidades al mismo tiempo y en un mismo lugar mientras todas ellas puedan ser justificadas y la caja de gato permanezca cerrada. No tengo la manera de abrir esa caja de gato que contiene a Dios y saber de entre todas las verdades justificadas existentes en su interior, cual es la verdad absoluta para descartar las demás, mientras la caja permanezca cerrada, todas las verdades justificadas que hay en su interior son igual de verídicas.

Es por esto mismo por lo que no me voy a preocupar de algo que ni siquiera puede que exista, mi verdad es que no existe y tengo mis motivos para pensarlo y justificar mi verdad. No creeré en algo como la prueba diabólica, pero si en la paradoja de Schrödinger. Para mí las razones por las que defiendo mi verdad son más que suficientes, no necesito probar con certeza absoluta que Dios no existe, puesto que no puedo, la prueba diabólica es algo demasiado simple, no se puede explicar a Dios únicamente probando con certeza que exista o no, al fin y al cabo cuando hablamos de Dios nos referimos a nuestro Dios, al cristiano.

¿Pero y si ese Dios existente realmente no es como el que nosotros conocemos y tiene una naturaleza distinta al del Dios que nos describen los curas? En tal caso ese no sería nuestro Dios, sino otro, pero tampoco se podría decir que no exista, puesto que a pesar de ser un Dios distinto a como lo imaginamos, si existe, en este caso nos encontramos con la posibilidad de que Dios exista, pero sería una versión diferente a la que se nos hace creer.

Explicar un asunto tan complejo como es Dios usando la prueba diabólica es absurdo, ya que esta se basa únicamente en diferenciar entre el blanco y el negro, el sí y el no. Por otra parte la paradoja abarca entre el blanco, negro, gris, azul, rojo, amarillo, el sí, el no, el tal vez y muchas más posibilidades.

Bueno, creo que me he enrollado demasiado con mis teorías que no vienen a cuento, volviendo al tema. Tras hacer aquella declaración usé el lanzallamas para quemar los cadáveres de aquellos niños y toda la iglesia. Finalmente al caer la noche los que quedábamos del equipo Alpha, Ben, Ross y yo, logramos reducir a cenizas todo el pueblo y los cadáveres, tras eso abandonamos el lugar dejándolo olvidado hasta día de hoy.

Al mes siguiente de aquella misión, Marcos y Lucy, de quienes hablé anteriormente, entraron al equipo junto conmigo, Ross y Ben y Esgrip me volvió la capitana del equipo tras el fallecimiento del antiguo capitán, Morgan. Seguí cumpliendo misiones de todo tipo para la organización y con el tiempo fui mejorando hasta el punto de que mi persona fue reconocida por muchos de los que trabajan para la empresa, volviéndome popular entre las filas de Esgrip.

Fue mi propia inhumanidad lo que me fue haciendo ascender rápidamente, tras lo que viví aquel día, mi pasado y mi día a día en Esgrip, olvidé cosas como el amor, la amistad, la confianza y el compañerismo, todo aquello que abarcara el gran concepto de humanidad fueron totalmente borrados de mi mente, como dije, yo misma me transformé en un demonio y gracias a ello pude liberarme de las restricciones de la moralidad haciéndome más y más fuerte.

Logré obtener bastante reputación debido a mi fama por lograr hacer las misiones exitosas por más difíciles que estas fueran, mis habilidades físicas y mentales fueron reconocidas, así como mi lealtad a la empresa y poder para mandar y dirigir a mi grupo haciéndolo destacar rápidamente sobre otros grupos de milicias.

Fue en ese momento de mi vida en que encontré la felicidad en cosas que para otros serían repugnantes, como el dinero y el poder, no necesitabas cosas tan livianas como el amor, los amigos y la familia, eso no son más que estupideces para los fracasados que no tienen nada y únicamente se conforman con cualquier cosa de poca importancia sobrevalorándolas.

Mi reputación alcanzó los oídos de la gente de las altas esferas y comencé a codearme con algunos altos mandos del bando militar y científico. Por esa misma época, Lucy abandonó las milicias tras un año sirviendo en mi equipo, para sumarse al bando científico y pasar a trabajar para un miembro del alto mando, uno de los científicos más reconocidos de la organización.

El tiempo pasó con el grupo reducido a cuatro miembros, pero aquella situación no duró demasiado, a los seis meses de que Lucy nos abandonara, se produjo un tiroteo contra un grupo de mercenarios que trataron de ingresar en las instalaciones con el fin de robar algunas muestras del virus para alguna empresa de la competencia, Ben y Ross fallecieron, por lo que tan solo quedamos yo y Marcos.

Un mes antes del fallecimiento de Ben y Ross, el jefe de Lucy se fue de la compañía, su puesto fue sustituido por su primera ayudante, Alyssa Warren y Lucy acabó volviéndose la primera ayudante de esa mujer. Pasaron unos meses y únicamente nos daban trabajos relacionados con el secuestro de personas, el reclutamiento de novatos a las filas militares y el adiestramiento de novatos, es en este periodo en el que recluté a una chica de veinte años llamada Zoey, una fugitiva de la ley y que posteriormente tras acabar su entrenamiento y pasar al servicio activo se volvería parte de mi equipo. Hasta entonces solo Marcos y yo componíamos el grupo, no podíamos hacer gran cosa hasta que no ingresaran nuevos miembros al equipo.

Cierto día nos llamaron los doctores Javier y Payne, otro par de altos mandos de la rama científica y nos dieron la misión de encargarnos de la tutela de los tres primeros supersoldados de la compañía, tres menores de edad de distintas edades llamados Matt, Ashley y Maya mientras el grupo continuara formado por dos integrantes y no hubiera reclutas nuevos aún formados para pasar al servicio activo y así poder acogerlos en nuestro grupo.

Al chico, Matt Dawson ya lo conocía de mucho antes, en el pasado, cuando aún pertenecía al grupo de Morgan, tuvimos la misión de impedir que una pareja de científicos escaparan de la ciudad con varias pruebas sobre las actividades oscuras de la compañía, querían hacerles ver al mundo la verdadera naturaleza de Esgrip.

Los chicos provocaron un accidente de tráfico y la pareja murió, logrando recuperar informes que robaron a la empresa con el objetivo de presentarlas como pruebas cuando acusaran a la compañía de los crímenes que cometía a espaldas de la sociedad y la justicia.

Aquella pareja no estaban solos, iban con su hijo de catorce años, quien logró sobrevivir al accidente, como no teníamos nada mejor que hacer, lo capturamos como futuro sujeto de experimentación. No sería hasta que tuvo dieciséis años cuando el muchacho se volvió importante para la compañía, cuando tras inyectarle una de las muchas muestras del virus, este lograra adaptarse al Agua Gris sin volverse un zombi. Recuerdo que ante el gran logro que se consiguió, el chico pasó año y medio siendo sometido a todo tipo de pruebas a medida que se descubrían los efectos que el virus había tenido en él.

Tal fue la revolución que tuvieron con el éxito de Matt, que la compañía exigió más sujetos tras pensar que solo algunos humanos con un ADN adecuado serían capaces de adaptarse al Agua Gris, por lo que comenzó una oleada de secuestros para aumentar más de lo normal el número de sujetos de experimentación, no solo niños sino también adultos, lo que llevó a la policía y a la ciudadanía a alarmarse a niveles críticos, hasta el punto de que las noticias de las desapariciones de Stone City salieron de los límites de los Estados Unidos.

Antiguamente la organización prefería secuestrar niños o adoptarlos de un orfanato debido a que sus cuerpos estaban aún en pleno estado de evolución, por lo que se tenía la creencia de que el virus podría adaptarse más fácilmente a sus organismos que al de una persona adulta, con el tiempo descubrieron que esta teoría era errónea, debido al gran número de fracasos que se producía.

El tema de los secuestros es algo que Esgrip lleva haciendo desde hace muchos años, pero era algo que controlaban mucho más que ahora, hay una gran diferencia entre el número de secuestros de antes y en el momento de la oleada, por no hablar que antes se secuestraba a gente que vivían en las calles, por lo que los secuestros pasaban un poco más desapercibidos, pero en esta ocasión les daba igual que fueran o no gente sin hogar.

Finalmente la ola de secuestros se detuvo con un total de cincuenta y tres sujetos de experimentación entre niños y adultos, desgraciadamente todos acababan volviéndose zombis, por lo que el ánimo comenzó a mermar de nuevo entre la rama científica, fue entonces cuando apareció Ashley, volviéndose la segunda supersoldado exitosa de la organización, y posteriormente Maya entró en juego motivándolos de nuevo. Maya por aquel entonces era una chica de catorce años y es hermana de Dyssidia, una ayudante de la doctora Lucy, quien por aquella época le había quitado el puesto a la doctora Alyssa tras su fallecimiento, sustituyendo también su papel de alto mando en la rama científica de la organización.

Tras lograr que Ashley y Maya se adaptaran al virus, no lograron obtener más resultados y dirigieron las investigaciones por otros caminos, mermando a grandes niveles el número de los secuestros de conejillos de india. Nuestro trabajo era cuidar de esos tres niños, ayudando a Javier en sus investigaciones con los supersoldados de Esgrip.

Un día, aburrida de la monotonía de estar únicamente vigilando al trío del Agua Gris, propuse liberarlos por determinadas áreas de las instalaciones con el fin de ver como interactuarían de llegar a encontrarse los tres mientras eran vigilados sin saberlo. La idea le pareció interesante y decidimos abrir las celdas médicas en las que se les encerraban. Matt y Maya fueron los primeros en encontrarse, posteriormente Ashley se reunió con ellos.

Matt llevaba cuatro años bajo las garras de Esgrip, tenía dieciocho años y el virus se había adaptado de manera increíble y de forma equilibrada dotándole de una fuerza superior a la de un humano adulto fuerte y sus cincos sentidos se habían desarrollado de manera increíble. Por otra parte tuvo algunos efectos secundarios, su cabello anteriormente castaño, había perdido su color degradándose a un color blanco, por otra parte la pigmentación de su piel y el iris de sus ojos habían perdido parte de su coloración original.

Luego estaba Ashley, una chica de quince años que llevaba dos años con nosotros, sus habilidades le dotaban de una gran capacidad de regeneración celular, pero por otra parte tenía un efecto secundario para nada conveniente, a medida que utilizaba su habilidad, tenía más posibilidades de sufrir un infarto.

Y finalmente Maya, quien llevaba tan solo dos meses con nosotros, a pesar de que el virus se adaptó a ella, parecía que sus habilidades aún permanecían dormidas, por lo que no sabíamos por aquel entonces cuales eran sus habilidades y efecto secundario. 

Debería aclarar algo, Matt y Ashley por aquel entonces ya llevaban unos años muertos, la organización probaba el virus tanto en sujetos vivos como muertos para comprobar si había algún cambio en el virus al infectar un organismo vivo y uno muerto. Antes de inyectarles el virus, a Matt y Ashley se les administraron un veneno letal que al cabo de un tiempo se disolvía en el organismo, preferíamos usar ese veneno en vez de un arma para no dañar el cuerpo, un supersoldado que naciera ya herido sería defectuoso e imperfecto.

Una vez murieron se les inyectaron el Agua Gris y acabaron reviviendo sin pasar por el paso de zombificación, con el paso del tiempo tanto las habilidades como los efectos secundarios fueron apareciendo. Maya por su parte no fue asesinada, en ella se probó el virus estando viva y se logró que su organismo adaptara el virus, aunque sus habilidades y posibles efectos secundarios no aparecieron, Javier pensaba que tal vez por estar viva sus habilidades tardarían más tiempo en despertar.

Al mes de aquello, me enteré de algo relacionado con parte de mi pasado. En cierta ciudad se cometió el asesinato de una famosa fiscal... Sí, creo que ya se puede intuir de quien se trataba, Linda, la madre de Nicole, mi madrastra y esposa de Ryan. Al parecer Linda estaba en un caso importante en el que logró demostrar en un tribunal que Nelson Blair, líder de un importante grupo que estaba relacionado con la prostitución de chicas menores de edad, secuestros y tráfico de drogas, había asesinado a varias personas y un par de policías. Linda ganó el caso y tanto a Nelson como a sus subordinados les cayeron varios años de prisión y su banda fue desmantelada, haciéndose cargo la policía de los restos de esta.

Linda había recibido por algunos compañeros de Nelson amenazas de muerte de llegar a meter entre rejas a su líder, pero Linda, valiente como ella sola, no hizo caso a las amenazas y metió a Nelson entre rejas. Unos días después, unos subordinados de Blair que estaban en busca y captura, acorralaron a Linda por la noche de camino a su casa y le pegaron tres tiros en el pecho acabando con su vida. Varios testigos que escucharon los disparos vieron la escena y fue así como la prensa y los medios se enteraron de como tuvo lugar su asesinato.

Sé que Ryan trató de contactar conmigo, pero no hice caso a sus llamadas, de haberlo hecho y haber vuelto a tener contacto con él, hubiera sido como dar un paso atrás para mí, relacionándome de nuevo con mi pasado.

Esa mujer era la madre perfecta, en verdad envidiaba a Nicole por la estupenda madre que tuvo en comparación a mí, seguramente Nicole sufrió mucho por aquel entonces, es una pena Nicole, pero la vida no es siempre buena con nosotros y contigo estaba siendo demasiado buena. Ya era hora de que algo malo le sucediera a tu vida.

Tres meses después comencé a arrepentirme de mi decisión de dejar a esos tres críos solos, fueron lo suficientemente inteligentes como para planear una fuga de las instalaciones de Esgrip provocando daños a su paso y haciendo que varios infectados escaparan de sus celdas. Por suerte capturamos a Matt y Maya y eliminamos a las armas biológicas que andaban por la instalación, pero Ashley escapó y al parecer también algunos especímenes de humanos zombificados, aunque no nos enteramos de esto hasta tres años después, cuando en Stone City ocurrió el primer ataque de canibalismo en un profundo y denso bosque situado en los límites de la ciudad.

Tras el intento de fuga, los jefazos decidieron que era demasiado peligroso dejar a esos tres juntos, por lo que se decidió que la custodia de Maya pasaría al doctor Barboza, el cuarto alto mando de la rama científica, tras eso no volví a saber nada de Maya, solo que fue liberada por algún motivo a los seis meses de ser capturada por la empresa. Yo por mi parte me quedé custodiando a Matt, a quien Marcos y yo castigamos severamente por haber sido quien ideó el plan para huir de Esgrip.

Visto esto, los peces gordos decidieron que Matt era el más cualificado como súper soldado y por lo tanto nos dieron a mí y a Marcos la tarea de adiestrarlo y entrenarlo para transformarlo en el soldado perfecto y leal a Esgrip, que posteriormente sería integrado a mi grupo. Un par de meses tras el intento de fuga, fui ascendida a uno de los miembros del alto mando militar de Esgrip.

Pasaron tres años hasta el día de hoy y formé un nuevo grupo conocido como los Silver Wolfs, formado por mí como la capitana del equipo, estoy especializada en el uso de explosivos y el combate cuerpo a cuerpo. Marcos Anderson, un miembro experto en la elaboración de trampas y entrenado en el arte de la tortura. Matt Dawson, su especialidad abarca la informática y la mecánica y por último Zoey Sullivan, la médica del grupo y experta en robar. A Matt y Zoey también los mandé a entrenarse juntos en el campo del espionaje al poco tiempo de formar parte de mi equipo.

Todos los miembros de Silver Wolfs, como cualquier militar activo, han sido entrenados en el manejo de armas de fuego y las armas blancas, en supervivencia y combate cuerpo a cuerpo, incluso, Esgrip enseña a conducir a aquellos novatos que no tienen el carnet, es obligatorio que todas la milicias sepan manejar un vehículo, Matt y Zoey por ejemplo, tuvieron que asistir a clases que la organización da como una formación más, debido a que cuando ingresaron nunca habían conducido un vehículo ni sabían cómo hacerlo.

A parte, cada uno se especializó en una o más habilidades especiales. Gracias a mis esfuerzos y disciplina, logré que los Silver Wolfs se volviera uno de los grupos militares más temidos y respetados entre las milicias de Esgrip y fuera capaz de rivalizar con los grupos militares que servían a los altos mandos militares restantes.

Para no hacer líos explicaré la jerarquía militar en Esgrip. Aquí en Estados Unidos hay cuatro ciudades donde se sitúan cuatro grandes sedes de la compañía y distribuidas por otras ciudades o en la ciudad en la que se encuentra la sede principal, hay instalaciones secundarias que usa la compañía para sus misiones e investigaciones. Cada sede principal tiene un alto mando militar y científico representativo, en Stone City somos yo y el doctor Javier. Bien, vamos de abajo a arriba en esta pirámide jerárquica.

Primero están las milicias, estas una vez que han sido entrenadas y pasan al servicio activo, se dividen en diversos grupos militares liderados por un capitán, este capitán obedece a cualquiera que esté por encima de su rango, es decir, a los altos mandos de las ramas científicas y militares, así como a los fundadores de Esgrip, cuyo rango es superior al de los altos mandos y por lo tanto a ellos se les tiene que obedecer por encima de todo.

Los altos mandos militares tiene a parte su propio equipo de soldados, en mi caso son los Silver Wolfs, el equipo militar que trabaja para un miembro del alto mando normalmente suele estar mucho más especializado que los grupos comunes de milicias que dirigen los distintos capitanes que están por debajo de mi rango. Con la rama científica es el mismo esquema.

Hoy tengo una reunión importante con los siete altos mandos restantes que componen la rama científica y militar de Esgrip, además de que nos reuniremos también con los fundadores de la compañía para debatir el plan de emergencia que tiene Esgrip para manejar el tema del apocalipsis zombi que está comenzando a tener lugar en Stone City.

Por lo tanto creo que hasta aquí ha sido suficiente para explicar mi vida y hacer intentar comprender a cualquiera por qué motivo soy como soy. Ahora lo tengo todo, poder, dinero y entretenimiento, yo ya no soy la misma Michaela Evans del pasado, esa mujer murió hace años y ahora renací como otra Michaela, ahora esta es mi manera de vivir y la única que conozco, esta es mi vida.

Memorias de un demonio.
Por Michaela Evans.


Michaela soltó el bolígrafo tras plasmar su vida en el papel de aquel diario, la mujer no pudo evitar estirarse un poco sintiéndose entumecida, llevaba varias horas escribiendo con la finalidad de poner en orden su vida hasta el día de hoy y recordarse así una vez más porque estaba en la situación en la que estaba ahora y porque había cambiado tanto con el paso de los años.

Cerró el diario y se levantó de su asiento para mirarse a un espejo y peinarse sus oscuros cabellos con las manos, tras eso le echó un vistazo al reloj de muñeca, recordando que dentro de media hora tendría lugar la reunión, sacó un pequeño manojo de llaves del bolsillo de su pantalón y se dirigió a la puerta de su domicilio. Fuera, otra radiante mañana veraniega se alzaba sobre Stone City. La mujer se dirigió a su pequeño garaje para abrir la puerta y coger su veloz vehículo con el que llegaría al lugar de encuentro, el gran hotel casino Castiglioni.

Los jefazos habían alquilado una sala de reuniones en el lujoso hotel donde llevarían a cabo su conferencia acerca de los problemas de la ciudad y la situación actual de la compañía, en total asistirían los ocho altos mandos de la rama científica y militar, los cuatro fundadores de Esgrip, un apuntador de la organización que tomaría nota de todo lo que allí se hablara y un agente secreto del Gobierno.

En total asistirían catorce personas a la conferencia, mientras que los agentes de seguridad de la compañía, quienes no entraban en la ecuación, vigilarían desde fuera que nada malo interrumpiera aquella reunión. Michaela no pudo evitar sonreír mientras se colocaba el casco de seguridad de su moto, aquella reunión le parecía algo interesante, las reuniones tan importantes como aquella no solían tener lugar y tenía bastantes ganas de asistir al evento. Tras sacar el vehículo, se montó partiendo hacia su lugar de destino.

#Sacedog


martes, 27 de octubre de 2015

RNH: Juego de la Supervivencia

Capítulo 10 - Enfrentamiento

11 de julio del 2012
22:20 de la noche

La mujer tras dejar claro que aquella arma era real, dio unos pasos hacia atrás

—Tira las armas, ahora. Si intentas algo no dudaré en apretar el gatillo. —advirtió con el objetivo de negarle cualquier acción defensiva a Nicole.

Collins lanzó la pistola P226, su rifle Dragunov y el cuchillo de combate lejos de ella, siguiendo las órdenes de su atacante. 

—Ahora, levanta las manos y gírate para que te pueda ver. —Le ordenó la autoritaria voz.

Nicole obedeció y se giró con las manos en alto. Aquella mujer vestía con una armadura ligera negra y de aspecto resistente que cubría prácticamente todo su cuerpo, brazos y manos era lo único que no cubría, por otra parte unas coderas de igual tonalidad que la armadura cubrían sus codos. Nicole pudo verse reflejada en las lentes rojas de su máscara de gas negra. Aquella persona iba realmente preparada, con tal equipamiento era obvio que debía de pertenecer a las fuerzas militares de Esgrip. Portando una pistola M92F, retrocedió unos pasos más por precaución.

—Jajajajajajajaja esto debe de ser cosa del destino. No, no me lo puedo creer, es demasiado bueno para ser cierto, que seas tú precisamente quien haya entrado a este lugar jajajajajajaja. El mundo es un pañuelo. ¿Verdad, mi querida Nicole? —comentó entre carcajadas.

—¿De qué me conoces? —aquellas carcajadas le resultaban realmente desagradables, y desde luego, aquel tono de voz tan burlón y confiada no la tranquilizaba en absoluto. Nicole trató de poner sus sentidos alerta ante lo que pudiera suceder.

En respuesta a la pregunta de Nicole, la mujer cesó sus alocadas carcajadas para quitarse la máscara una vez recobró la compostura. Aquel rostro produjo una gran impresión en Nicole.

Una mujer de cabellos y ojos tan oscuros como una noche sin luna ni estrellas, de mirada soberbia y confiada con la que miraba con un profundo desprecio y superioridad a aquellos que se reflejaban en sus ojos y de sonrisa burlona y maliciosa que rozaba el límite de la demencia.

Sin duda, jamás podría olvidar un rostro como aquel, aquella persona, quien representaba todo aquello contra lo que ella luchaba, quien era la personificación de todo aquello que abarcaba la palabra inmoralidad. Aquella mujer era alguien a quien había tenido la desgracia de conocer y de convivir por muchos años, alguien que había generado un gran odio y rencor en el corazón de Nicole. Su nombre era Michaela Evans.

—Nos volvemos a ver, Nicole. Es increíble la expresión de tu rostro cuando me has visto, deberías haber podido verte en un espejo, parecía que hubieras visto al mismísimo demonio. —se burló la mujer ante el escepticismo de Nicole al conocer su identidad — Han pasado varios años desde la última vez que estuvimos una enfrente de la otra.

—No ha pasado el tiempo suficiente, créeme. —respondió con un tono de voz seco y cortante— Así que trabajas para Esgrip. Ya veo, sin duda es un trabajo genial para alguien de tu calaña.

—Oh, vaya, vaya... Pero que borde eres, Nicole. Por qué no dices algo así como Oh, mi querida Michaela, me alegro tanto de verte. Sigues tan hermosa como de costumbre. ¿Cómo te ha ido estos últimos años, hermanita? —respondió usando un tono de voz bastante burlón intentando imitar la voz de una niña pequeña. —¿Ves? Algo así, venga, venga, inténtalo que no es tan difícil.

—Púdrete. —respondió con un profundo desprecio.

—Jajajajajajaja, sí, tienes razón. Sería bastante patético verte diciéndome algo como eso. Esa respuesta tuya es más propia de ti a la hora de hablarme. Por favor, Nicole, nunca cambies. —contestó con una sonrisa enfermiza.

Aquella vulgar y despreciable actuación obligó a Nicole a mirarla con odio y desprecio. La impresión de Nicole le parecía graciosa, aunque ciertamente, ella tampoco se esperaba que el destino las volviera a juntar bajo aquellas circunstancias. Por una parte maldecía aquel encuentro para sus adentros, le repugnaba mirar a la cara a esa maldita mujer, pero por otra parte era una situación perfecta para divertirse un poco con ella.
— Sí, trabajo para Esgrip desde hace varios años. Ahora mismo estoy realizando una misión para la organización.

—¿¡Por qué Esgrip ha provocado esta catástrofe!? ¿¡Qué sacan de esta masacre!? —exigió saber alzando un poco más la voz mientras fruncía el ceño clavando una mirada desafiante en los oscuros ojos de Michaela.

—Vamos, vamos, no te enfades, querida. Te lo contaré todo, te concederé tu último deseo antes de morir. Aunque te cueste creerlo, Esgrip no provocó esto intencionalmente. Todo se debe a un accidente en uno de los laboratorios situados en los límites de la ciudad, hace ya tres años. Esgrip trataba de usar un virus que descubrió llamado Agua Gris, con el objetivo de crear una raza de superhumanos, o mejor dicho, supersoldados. Uno de los sujetos humanos que logró adaptar el virus a su organismo huyó con la ayuda de otros dos a los que logramos capturar antes de que se fugaran. Con su fuga, el laboratorio se dañó y unos zombis escaparon al bosque, desgraciadamente no nos dimos cuenta hasta que fue ya demasiado tarde. Al parecer lograron sobrevivir perdidos en el bosque, seguramente alimentándose de animales salvajes.

—Que irresponsabilidad por vuestra parte...

—Es lo que hay, querida. Fueron varios los especímenes que se escaparon por los laboratorios, estábamos por aquel entonces liados acabando con las criaturas que andaban por las instalaciones a sus anchas y castigando a los dos supersoldados que capturamos a tiempo como para darnos cuenta de que un pequeño grupo de muertos vivientes decidieron salir a dar un paseo al bosque. Hace unos meses, cuando se produjeron los primeros ataques caníbales, comenzamos a sospechar de la posibilidad de que se escaparan algunos zombis cuando tuvo lugar aquel intento de fuga. Ese bosque es un laberinto, es peligroso internarse mucho en el por su profundidad y por los animales salvajes, aunque no todo el mundo hace caso a las advertencias ¿verdad? a pesar de que mucha gente se ha perdido en él. Teniendo en cuenta esas características y el clima que envuelve al bosque, es fácil comprender como lograron sobrevivir tres años y pico sin descomponerse o ser vistos, incluso que pudieran alimentarse de la gente que se perdía o de los animales que viven allí.

—¿Cómo puedes decirlo tan tranquilamente? Esto es por vuestra culpa, por ser unos irresponsables.

—¿Y a mí que me cuentas? Es cierto que tengo parte de la culpa, al fin y al cabo estaban bajo mi tutela, pero un accidente lo puede tener cualquiera. Pero mirando el lado positivo para la organización, ahora podemos poner a prueba real a las armas biológicas que Esgrip fabricó para recoger datos de ellas en combate real contra los militares, civiles y otras criaturas. Nuestro objetivo es recolectar todos los datos de las investigaciones que se llevaban a cabo en los laboratorios de la ciudad, recopilar información de las armas biológicas en acción, eliminar a civiles y soldados para evitar que salga el menor número de testigos con vida de la ciudad, localizar y capturar o asesinar a ciertas personas en las que la organización tiene sus ojos puestos, y finalmente se cumplan los objetivos, volar la ciudad por los aires con una serie de misiles. Esa es la manera en la que enmendaremos nuestro error sin dejar prueba alguna que incrimine a Esgrip con lo que le ha sucedido a la ciudad.

—¿¡Es que no te importa la vida de tantas personas inocentes que han muerto por culpa de esa maldita organización tuya!?—preguntó Nicole sintiendo una horrible oleada de ira y desprecio consumiendo todo su ser.

—Oh, pobrecita Nicole, eres tan humanista... Nunca he logrado comprenderlo ¿Por qué te agarras a esos ideales, principios y valores morales tuyos? Son tan frágiles como el cristal. Siempre has pensado que puedes ayudar a todas las personas haciendo siempre lo correcto, pero eso no es así. ¿Realmente crees que puede existir algo como la paz y la justicia mundial, Nicole? —Al preguntar aquello, el rostro de Michaela se tornó serio. Aquel aura de despreocupación y burla en a que había estado envuelta hasta hace unos instantes había desaparecido por completo — Mientras el ser humano exista, algo como la paz y la justicia mundial jamás podrán existir. Cada ser humano es un mundo regido por sus propios valores, principios e ideales, los cuales pueden ser totalmente opuestos entre una persona y otra, llevándolas al conflicto. Mientras el ser humano exista, siempre existirá el mal. ¿Por qué tus ideales son los correctos y no los míos? ¿Por qué hay que ir contra mis ideales y no contra los tuyos? ¿Quién eres tú y esta sociedad hipócrita para juzgar los motivos por los que una persona vive de una manera u otra? —Michaela clavó una mirada penetrante en Nicole— ¿Por qué es políticamente correcto? La gente olvida a las personas como tú, Nicole. Dedicar tu vida para ayudar a otros, que tontería... Deberías de preocuparte de tu vida, no de la de los demás. ¿Por qué te preocupas y das la vida por gente a la que no le importas nada y se olvidan de ti y de lo que hiciste por ellos?

—Es verdad. Una sociedad tan utópica como la mía jamás podrá existir porque existen los humanos. Pero no te olvides que al existir los humanos, no solo existirá el mal, también el bien. —pronunció seriamente Nicole, manteniendo la mirada de Michaela. —¿Por qué me preocupo de dar mi vida por gente que me olvida y para quienes yo no soy nada? Porque si no lo hago yo, ¿quién lo hará? Ahí fuera hay gente que necesita ayuda, gente que sufre, gente inocente que no merece lo que les está sucediendo... Trato de ponerme en el lugar de aquella persona que necesite ayuda, trato de sentir lo que esa persona siente, como si yo misma estuviera en esa situación. Yo ayudo a las personas porque a mí también me gustaría que alguien me ayudara de encontrarme en una situación complicada para mí. Las personas como yo, luchamos para mejorar la sociedad, y hacer de esta algo mejor, una sociedad en el que la gente esté más unida, pueda ser feliz y sean capaces de convivir unos con otros sin problemas. Cambiando la sociedad, se puede cambiar el mundo para hacer de este un lugar mejor.

—Ya veo, es una pérdida de tiempo... Fue estúpido preguntar, después de todo, sigo sin poder comprenderte, yo no puedo ver como otros son más importantes que tu propia vida. Igualmente, no se puede salvar a todo el mundo ¿comprendes? Este mundo necesita de sacrificios, para salvar a unos hay que abandonar a otros. Dices que no me importa que muera gente inocente, en verdad no me importa, pero entiéndelo de esta forma, sacrificamos a unos miles para salvar a unos millones. El destruir la ciudad acabará con todos los monstruos y contendrá el virus, obviamente morirá mucha gente, pero son sacrificios necesarios para que el virus no salga de la ciudad y acabe por extenderse por todo el mundo.

—Ese no es el objetivo por el que destruiréis la ciudad, lo haréis para limpiar las pruebas que os incriminan con lo sucedido con esta catástrofe. Además, tú misma has dicho que actualmente Stone City es un escenario perfecto para poner a prueba a las armas biológicas, es decir, su uso era innecesario, solo estáis jugando con ellas. Esa es la verdad que se esconde tras el plan de destruir la ciudad, las personas os importan una mierda, solo queréis lavaros las manos. Cuando todo eso pase volveréis a jugar de nuevo con ese virus, creando la posibilidad de provocar otro incidente como el de esta ciudad.

Michaela suspiró.

—Sí, eso es cierto, es el único motivo por el que destruiremos la ciudad. Prevenir al mundo de un apocalipsis es algo secundario, pero también algo importante. Bueno, es momento de volver a lo que estábamos. Desgraciadamente Nicole, tengo que eliminarte por haber descubierto todo esto. No puedo permitir que salgas de la ciudad con vida. —Michaela apuntó a la cabeza de la agente Collins dibujando una amplia sonrisa en su rostro—Adiós Nicole, ha sido bueno verte por última vez, y sobre todo acabar contigo. Coge esos ideales, valores y principios tuyos y húndete con ellos en la más absoluta miseria.

—¿Estás segura de matarme? —el dedo de Michaela se apartó del gatillo del arma.

—¿A qué te refieres? ¿Por qué no iba a hacerlo? —preguntó frunciendo el ceño.

—El matarme no solucionará nada —–Dijo Nicole en un claro tono desafiante.

—¿A qué coño te refieres, rubia de los cojones? —pronunció con rabia destruyendo aquel ambiente de regocijo que hasta hace unos momentos la había acompañado —¡¡Habla!! —Michaela odiaba que jugaran con ella, pero que encima fuera ella quien se permitiera aquel lujo, era algo que le sentaba como una patada en los ovarios.

Nicole sonrió con chulería al percatarse de que el júbilo de su hermanastra había desaparecido por completo. —Digo que aun que me mates, el mundo sabrá que tú y Esgrip sois quienes habéis provocado todo esto.

El rostro de Michaela se arrugó de ira ante aquella actitud de Nicole. La mujer perdió la poca calma que le quedaba, y mostrando sus dientes como una bestia enfurecida, agarró sin delicadeza alguna a Nicole por el cuello estampándola contra una pared.

—¡¡Te aconsejo que no juegues conmigo si no quieres que te mate de la forma más lenta y dolorosa que se me ocurra!! —amenazó estrangulando con más fuerza el cuello de la joven —¡¡¡Habla de una puta vez, Nicole!!! —gritó Michaela pegando su frente con la de su víctima al tiempo que colocaba el cañón de la pistola en su sien derecha.

Nicole no pudo evitar apretar los dientes de dolor al sentir las uñas de Michaela clavándose en su cuello, así como por la fuerza ejercida por su mano izquierda. Todo lo que ocupaba su campo visual era el rostro de aquella mujer, quien a pesar de estar tan cerca de ella como para poder lanzarle un ataque cuerpo a cuerpo, se veía frustrada a realizarlo por la amenazante pistola. No le quedaba más remedio que continuar jugando un poco más con ella.

La conocía, sabía que cuando Michaela era incapaz de controlar su ira, cometía acciones ilógicas que le podían dejar al descubierto varios puntos débiles en un intento de recuperar su orgullo. Normalmente Michaela era una mujer muy egocéntrica que pensaba y actuaba para sí misma, cualquier acción que supusiera el ayudar a alguien o hacer algo por alguien, siempre tenía de fondo algún motivo que la beneficiaba a ella. Pecaba de soberbia, sin duda, no solo en cuanto a sus habilidades físicas se refiere, sino también de inteligencia.

Ella había sido siempre una persona muy inteligente y astuta, que a la hora de planear algo, le da mil vueltas buscando la manera de encontrar algún fallo o elemento que no hubiera tenido en cuenta. Tal era la cosa, que cuando ideaba algo en lo que sabía que se estaba jugando algo importante, ella misma se metía dentro de su propio juego mental, y como jugador trataba de ponerse en la piel de su adversario para buscar la forma de salir de aquel problema, si lograba rendirse como jugador, es que aquel plan era perfecto.

Tal era su soberbia intelectual, que si alguien lograba desbaratar sus planes perfectos, esta perdía de inmediato el juicio dejándose llevar por la ira al sentir su intelecto pisoteado y superado por otra persona. Nicole sabía de aquella manera de pensar debido a que había logrado alguna que otra vez detener los planes de Michaela cuando en el pasado esta había tratado de gastarle alguna broma de mal gusto o meterla en algún lío. Llevada por la ira, le había revelado aquella manera que tenía de pensar.

—Yo y mis compañeros encontramos una carpeta repleta de documentos de Esgrip en la comisaría, alguien los dejó allí. En esos documentos venía todo lo que has dicho de recuperar las investigaciones, vigilar a esas personas, volar la ciudad por los aires... Absolutamente todo, con el sello y el nombre de Esgrip impreso en muchas de sus páginas. —reveló Nicole mostrando una sonrisa desafiante. —No importa que me mates, los documentos están en manos de mis compañeros, ellos las entregarán a las autoridades una vez lleguen a la base militar. Jaque Mate, Michaela.

El rostro de Evans palideció ligeramente a la par que su rostro enfurecido desaparecía dejando lugar a un rostro de incredulidad y asombro.

—¿¡Dónde coño están esos putos amigos tuyos!? —exigió saber cerrando aún más su mano entorno al cuello de Nicole.

—No... no te lo diré...prefiero morir a entregarte esos documentos —pronunció con algo de dificultad mientras soportaba aquellas afiladas uñas clavándose en su torturado cuello.

Michaela sabía que Nicole iba en serio con eso de que prefería morir antes que entregarle aquellos documentos. Aquella maldita mujer... El plan de Esgrip era perfecto, también la manera en la que ella y su equipo habían decidido cumplir las misiones que la organización le encomendó, pero jamás pensó que Nicole y esos amigos suyos pudieran interferir de alguna manera, eran un elemento inesperado en el plan de la organización, y ahora, todo lo que había hecho ella y los demás agentes de Esgrip se iría a la mierda de llegar a caer esos documentos en las manos de las autoridades.

—¿Qué me vas a hacer? ¿Me vas a disparar? ¿Estando desarmada vas a hacer eso? Que sucio por tu parte Michaela, sabía que habías caído bajo, pero no pensé que tanto —–comentó con una mirada y una sonrisa burlona intentando provocar a Michaela para que soltara el arma.

—Maldita... —Evans no era capaz de aguantar más su rabia. Por lo que se alejó de Nicole cierta distancia sin dejar de apuntarle con el arma —Está bien, hagamos esto más justo con un combate cuerpo a cuerpo, a muerte. No usaré mis armas para darte así una oportunidad y estar en igualdad de condiciones. ¿Te parece?

Nicole permaneció quieta en el sitio manteniéndole la mirada a aquella odiosa mujer mientras se frotaba el cuello tratando de comprobar si le había hecho alguna herida con las uñas —Me parece bien, Michaela. No me contendré. —respondió finalmente con un suspiro.

—Lo mismo digo, querida.

Michaela sin previo aviso lanzó un directo a Nicole, quien rápida en reflejos pudo evitar su trayectoria ladeando su cuerpo lateralmente. 

De inmediato atrapó la muñeca de su adversaria y le ejecutó una llave retorciéndole el brazo, pero para Michaela, quien en destrezas de combate estaba en igualdad de condiciones respecto a Nicole, no le supuso demasiado problema liberarse. Con una patada en el abdomen de la rubia pudo zafarse de su cautiverio.

Nicole retrocedió varios pasos llevándose sus brazos al abdomen a la vez que se quejaba de aquella fuerte patada. Sin detenerse, Michaela se acercó con puño en alto dispuesta a golpear el rostro de Nicole cientos de veces hasta que quedara irreconocible.

Un enfrentamiento se desencadenó entre ambas féminas optando Nicole un papel defensivo evitando o bloqueando los golpes con sus antebrazos, mientras que Michaela optaba por lanzar una ofensiva de sus mejores combinaciones de puñetazos laterales, directos y ganchos sin dejar de obligar a Nicole a retroceder y cubrirse. Sí, quería arrinconarla y Nicole lo sabía, no podía quedar entre la espada y la pared, si quedaba arrinconada difícilmente podría ejecutar combinaciones de artes marciales para ganar terreno a su tan odiada rival.

Nicole concentró todos sus sentidos y determinación en contrarrestar las tácticas de Michaela, debía acabar con ella, si no, su hermanastra sería quien la mataría. Finalmente Michaela con todas sus ganas pudo atinar un fuerte puñetazo en el abdomen de la agente de policía. Con una sádica sonrisa en su rostro se lanzó a un segundo golpe aprovechando que su adversaria estaba dolorida y con las defensas bajas. Hubiera podido dar un gran golpe lateral en el rostro de la rubia, de no ser porque esta aguantó el dolor de su abdomen y con una de sus manos agarró violentamente el brazo de Michaela.

—Ahora me toca a mí— pronunció con rabia apretando los dientes.

—¡¡Maldita!!—respondió una sorprendida Michaela al ver aquel puñetazo lateral parado por la rubia.

Sin dilación alguna y soportando el dolor físico, Nicole tiró del brazo de Michaela para sí misma y aprovechando la cercanía le dio un cabezazo a la vez que soltaba a su rival, esta tan solo dio un par de pasos atrás, necesitaba más espacio para contraatacar... ¡Necesitaba más espacio para luchar! Velozmente aprovecho la guardia baja de Michaela y se lanzó contra ella ejecutándole un placaje que la hizo retroceder aún más, sin parar, Nicole corrió hacia su adversaria dispuesta a ejecutar una combinación de veloces y potentes patadas. Cuando estuvo próxima a Michaela, ejecutó una patada giratoria alta a la altura del cuello de su contrincante. 

El ataque se vio frustrado cuando esta contraatacó con un golpe de su antebrazo la patada de Nicole, pero la ofensiva de la agente no acabó ahí, velozmente ejecutó el mismo movimiento con la otra pierna y en sentido contrario en un intento de golpear el otro lateral del cuello de Michaela.
Pero el mismo resultado obtuvo. Evans se lanzó hacia adelante ejecutando un directo al rostro de la rubia atinando de lleno en este.

—¿Te hice daño querida? ¡¡¡Pues eso no es nada en comparación a cómo te haré sufrir en este combate!!!—gritó ansiosa y en júbilo al ver como Nicole se quejaba del dolor a la vez que retrocedía llevándose una de sus manos al rostro. —¡¡¡Prepárate Nicole!!!

La rubia no fue capaz de reaccionar a tiempo, y de lleno se tragó un puñetazo lateral y un gancho. Cuando esta fue a retroceder estando a punto de caer de espaldas debido a los golpes, Michaela le agarró del brazo y la atrajo hacia sí misma para devolverle el cabezazo que anteriormente recibió por parte de la agente. Nicole finalmente acabó cayendo por los suelos quejándose y retorciéndose de dolor. Sin piedad alguna Michaela pisó con fuerza en repetidas ocasiones el estómago de la indefensa Nicole, quien yaciendo en el suelo, no era capaz de otra cosa más que gritar de dolor con cada pisotón.

—¡¡¡¡SUFRE, SUFRE, SUFRE NICOLE, SUFREEEEEEEE!!!!—gritó fuera de sí excitada por tan violenta escena ejecutada contra su hermanastra. —¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! ¡¡¡¡MUERE, MUERE, MUERE, MUEREEEEEE!!!!

Entre gritos, Nicole trataba de soportar el intenso dolor de su abdomen cruelmente pisoteado una y otra vez. La mujer reuniendo fuerzas de donde pudo, pateó la rodilla de la pierna izquierda de Michaela, sobre la que mantenía el equilibrio, logrando que esta cayera de rodillas.

—¡¡¡NO ERES MAS QUE ESCORIA!!! ¡¡¡LA GENTE COMO TÚ NO TIENE DERECHO A EXISTIR EN ESTE MUNDO!!! —gritó una Nicole furiosa dispuesta a propinarle un punta pie en el rostro a su atacante.

Desgraciadamente como contraataque, Michaela agarró el pie de Nicole y tiró de este haciendo que cayera de nuevo de espaldas al suelo. Velozmente se colocó encima de Nicole y agarró su delicado cuello con todas sus fuerzas en un intento de estrangularla.

—¿¡Qué yo no debería de existir!? ¡¡Estás muy equivocada!! —respondió con tal éxtasis que ya no era capaz ni de sentir los dedos de sus manos por la fuerza que ejercía estrangulando a Nicole —¡¡Soy una máquina de matar, Nicole, a diferencia de ti a mí me entrenaron para eso!! ¡¡Me entrenaron para matar a gente, no para salvarlas como haces tú!! ¡¡Menudo desperdicio de habilidades las tuyas!! —llena de júbilo, Michaela no fue capaz de reprimir una horrible sonrisa enfermiza al contemplar el rostro de Nicole enrojeciéndose — ¡¡¡SOLO LOS FUERTES COMO YO TIENEN DERECHO A EXISTIR EN ESTE MUNDO, VOSOTROS LOS DÉBILES SOIS QUIENES NO TENÉIS EL DERECHO A VIVIR!!! ¡¡¡¡¡MUERE, DESAPARECE DE ESTE MUNDO, NICOLEEEEEEEE!!!! —entre dementes carcajadas, no era capaz de sentir los arañazos que Nicole le hacía en las manos con tal de liberarse. Aquella visión de una Nicole pataleando, arañando, tratando inútilmente de tomar una bocanada de oxígeno mientras la sangre subía le subía a la cabeza, era tan placentero...

Michaela había matado a tantas personas que hacía tiempo que ya había perdido la cuenta de a cuantas había liquidado, pero esta vez era algo distinto. Ira, envidia, desprecio, rencor... Tales sentimientos tenían hacia Nicole, que matarla la hacía algo realmente valioso para ella, algo que solo sucedería una vez en su vida. Necesitaba disfrutar, gozar hasta el último momento agónico de aquella odiosa Nicole, saborear hasta su último aliento en vida. Nicole siempre había sido para ella algo así como tener una piedra en el zapato, y ahora por fin lograría quitársela de una vez por todas.

Los esfuerzos de Nicole por liberarse y apartar las manos de Michaela de su cuello no servían para nada, sus pulmones comenzaban a quejarse, le faltaba el oxígeno.... ¡No podía acabar muriendo a manos de aquella odiosa mujer! ¡¡Podría perder contra cualquiera, pero nunca contra Michaela!! Nicole colocó su pie bajo el estómago de Evans, y antes de que esta pudiera hacer algo, la empujó con todas sus fuerzas haciéndola caer de espaladas quitándosela así de encima.

El tan deseoso oxígeno por fin llenó de nuevo sus maltratados pulmones. No podía negarlo, las habilidades de Michaela eran muy superiores a lo que ella recordaba, sin duda ella tenía razón, Michaela había sido entrenada para matar usando el combate cuerpo a cuerpo, y los entrenamientos de Nicole no eran más que defensa personal, cuyo objetivo principalmente era el de saber defenderse, no matar a alguien, aunque pudiera. No quedaba más remedio que optar por la vía fácil, usar las armas.

Nicole se levantó con algo de esfuerzo sintiendo todo su cuerpo estremecerse del dolor, y sin perder segundo alguno, emprendió una rápida huida hacia el lugar donde sus armas se encontraban. Pero por desgracia, Michaela quien estaba en mejor estado, la alcanzó de unas zancadas y alargando el brazo la retuvo agarrándola de la coleta. Collins para liberarse, lanzó una coz al abdomen de Michaela obligándola a soltarla, llevándose consigo el coletero de Nicole dejando libre sus dorados cabellos.

Michaela observó que sujetaba el oscuro coletero de Nicole y con una sonrisa se lo lanzó por los aires cogiéndola esta al vuelo y guardándolo en uno de los bolsillos de su pantalón. Nicole sabía que estaba a una distancia muy corta de Michaela, si trataba de darle la espalda para recuperar sus armas, esta de una zancada la acabaría atrapando. No quedaba más remedio que ponerse seria. Nicole alzó los puños preparada para la pelea, ya no huiría más, era hora de enfrentarla.

—Tienes agallas Nicole, estando en el estado en el que estás no tienes intención alguna de rendirte hasta que una de las dos acabe con la otra. Es de admirar, sin duda, a pesar de que te odio con toda mi alma tengo que decir algo positivo de ti y es que eres una contrincante perfecta para mí, una rival que está a mi nivel. Siéntete privilegiada de escuchar estas palabras, no se las dedico a cualquiera, querida. —dijo con una emblemática sonrisa sintiéndose bastante confiada respecto a la situación.

—Lo tomaré entonces como un cumplido Michaela. Lo que me motiva a seguir en esta pelea a muerte, es saber que tengo la posibilidad de quitarle al mundo a alguien como tú, un monstruo que solo vive para hacer daño a los demás y aprovecharse del sufrimiento que causa a otros. Es simplemente imperdonable que haya gente como tú haciendo cosas tan viles a gente inocente. Vas a pagar por todos los crímenes que has causado tú y esa maldita organización tuya. —respondió con el ceño fruncido decidida a cumplir con sus palabras.

—¿Por qué somos tan distintas, Nicole? ¿Por qué no soy capaz de comprenderte? ¿Cómo puede ser que no busques lo mismo que yo? Todas las personas buscan saciar su avaricia con placer, dinero y poder. Vivimos en un mundo hipócrita en el que bajo la fachada de lo políticamente correcto, entre las sombras, unos se pisan a otros buscando lo que ansían. ¿Por qué tú no? En este mundo si no tienes dinero y poder, no eres nadie. Las personas buscan el placer, ya sea de forma consciente o no. Ese deseo interno se manifiesta a través de los intereses y las preocupaciones. Hacer lo que deseas es el verdadero sentido de la diversión, esta lleva al placer, y el placer a la felicidad.

—Yo sigo mis ideales ante todo. Hay muchas formas de obtener la felicidad, y la mía es ayudando a otros y haciendo de la ciudad un lugar mejor, de esa manera le doy un sentido a mi vida. El simple hecho de que haya gente que se dedica a hacer daño a otros viviendo de las desgracias ocasionadas a sus víctimas... ¡¡Me ponen mala, es asqueroso, injusto, intolerable, imperdonable!! ¿¡Quién te crees que eres tú y esa asquerosa organización tuya para controlar las vidas de personas inocentes!? ¡¡No se puede jugar con la vida de las personas como si fueran juguetes!! Realmente, si existe un Dios ahí arriba, espero que te del castigo que te mereces por tus pecados, avaricia, soberbia, ira, espero que pagues por todos ellos...

—Bla, bla, bla, bla.... Sinceramente Nicole, no soy capaz de comprenderlo. —Michaela algo más seria lanzó una mirada penetrante a Nicole, una mirada de desprecio e incomprensión— ¿Pecados? Por supuesto, tengo muy en cuenta los pecados capitales, disfruto diariamente de ellos. Sinceramente, no puedo entender a alguien que da su vida por los demás. Acabemos con esto Nicole, estoy deseando matarte con mis propias manos— Sonrió desafiante antes de lanzarse la una contra la otra.

Ambas intercambiando entre la posición defensiva así como ofensiva, hacían gala de sus mejores movimientos de combate cuerpo a cuerpo haciendo combinaciones de puñetazos y patadas, así como alarde de sus reflejos evitando o bloqueando todos los golpes que podían una de la otra, aunque más de uno se les escapaba a una y otra recibiendo con cada doloroso golpe una muestra del odio que sentían la una hacia la otra. Nicole finalmente logró empujar a Michaela obteniendo cierta distancia, y sin más dilación corrió hacia el arma más cercana que tenía, su cuchillo de combate. Velozmente agarró el arma blanca y se giró de cara a Michaela, optando por una posición defensiva, colocó el filo del arma por delante deteniendo la trayectoria de su atacante.

—¿Jugando sucio, Nicole? Muy bien, no pensaba usarlo hasta el final, quería degollarte tras haberte molido y roto todos los huesos, pero para estar en igualdad de condiciones lo sacaré yo también. —con una sonrisa confiada sacó un cuchillo de combate que ocultaba en su bota.

—¿Jugando sucio? Que acusación más hipócrita. Desde el principio tenías ese arma guardada.

—¿Lo sabías? ¿Es que ahora eres vidente y puedes ver el futuro?

—No, simplemente es que te conozco demasiado bien. Eso de que no usarías armas para darme una oportunidad y estar en igualdad de condiciones... ¿Realmente creerías que me creería algo como eso? Tú no eres precisamente de las que juegan limpio, Michaela. Conociéndote era obvio que tramabas algo.

—Vaya, que perspicaz Nicole. Pero no te olvides que crecimos juntas, yo también sé cómo es tu manera de actuar —respondió fríamente.

Ambas féminas se lanzaron al unísono la una contra la otra haciendo sonar el metal de sus cuchillos al chocar sus hojas metálicas. Una y otra vez, los cuchillos replicaban con agudos sonidos metálicos entre los diversos golpes que sus portadoras lanzaban la una contra la otra. A medida que la batalla se desarrollaba, por mucho que tratara de agudizar sus reflejos esquivando o bloqueando un golpe con otro, Nicole no pudo evitar que alguna que otra cuchillada por parte de Michaela rasgara sus ropas y dibujara ríos de sangre en su piel. A diferencia de Nicole, su contrincante poseía una enorme ventaja.

Michaela apenas había recibido algún corte superficial en sus brazos gracias a que aquella armadura ligera que portaba la defendía no solo de los golpes de Nicole, también de sus cuchilladas. Desgraciadamente Nicole tenía todo su cuerpo expuestos a golpes y cuchilladas, mientras que Michaela únicamente exponía sus brazos y su rostro. Collins vio venir el inminente ataque de su contrincante y con sus reflejos a flor de piel lo esquivó ladeando su cuerpo hacia la derecha evitando una puñalada directa de parte de Michela dirigida a su rostro.

Nicole retrocedió varios paso y se apartó algunos mechones dorados de la cara con la mano que tenía libre. Michaela corrió hacia Nicole ejecutando un veloz movimiento con el cuchillo de izquierda a derecha que estuvo a punto de rozar el cuello de la rubia, quien gracias a sus reflejos, logró retroceder unos pasos a tiempo evitando la afilada punta del arma por tan solo unos escasos centímetros.

Ambas féminas se alejaron la una de la otra manteniendo cierta distancia mientras se observaban agotadas. Nicole aún con el filo del cuchillo por delante en posición defensiva, no podía ocultar a la vista de Michaela su cansancio, pues entre jadeos, sus hombros no paraban de subir y bajar, así como la mano portadora del cuchillo no podía ocultar su débil temblor de la mirada de la asesina. Sin duda, para Michaela quien a pesar de sentirse agotada, se encontraba en mejor estado que su contrincante gracias a la defensa que le otorgaba su armadura de golpes y cuchilladas, Nicole estaba llegando a su límite.

Sus jadeos, el temblor de su mano con la que sujetaba el cuchillo, las gotas de sudor de su frente, los moratones que apreciaba en casi todo su cuerpo, la sangre que emanaba de los cortes superficiales... Poco le quedaba para caer rendida. ¿Cuánto tiempo lograría Nicole mantenerse en pie? En verdad, Michaela respetaba a Nicole como contrincante, a pesar de su clara desventaja y su estado físico, aún permanecía en pie plantándole cara para continuar el combate hasta que una de las dos cayera muerta.

—Que aún sigas en pie es de admirar, a estas alturas muchos habrían caído ya muertos.

Nicole prefirió no malgastar energías en responderle, esa breve pausa la prefería aprovechar para tomar aire y tratar de descansar un poco antes de que el enfrentamiento estallara una vez más.

—Te ves realmente mal, Nicole. Deberías de verte en el estado en el que te encuentras, estás lamentable —dijo con una sonrisa burlona tratando de irritar a su contrincante.

Por parte de Nicole, la única respuesta que emitió en respuesta al comentario de Michaela, fue dibujar media sonrisa en su rostro. Nick terminó de comprobar la segunda planta que abarcaba los laboratorios sin encontrar nada especial, lo único que podría destacar era un extraño dispositivo adherido a algunas columnas. Aquel dispositivo lo había visto colocados en algunas columnas de las otras plantas, pero no le había hecho demasiado caso debido a que no sabía de qué se trataba. Era parecido a una calculadora, pero mucho más grande, con un teclado y una pantalla electrónica ancha, el dispositivo parecía estar apagado.

—Esa persona no está aquí, y solo queda un lugar en el que mirar, espero que Nicole se encuentre bien. —se dijo para sí mismo ingresando una vez más al ascensor en busca de Nicole.

—¿Todavía tienes fuerzas como para sonreír? —preguntó Michaela—Es una pena que vaya a borrártela.

Nicole se preparó para el siguiente y devastador ataque de Michaela. ¿Sería capaz de soportarlo? ¿Podría contraatacar de llegar a aguantar el golpe? Esa maldita armadura había amortiguado todos los golpes que habían ido directo al torso, sin importar que fueran puñetazos o patadas, absolutamente todos los impactos no habían supuesto más que un empujón casi indoloro para ella, los únicos moratones producido por sus golpes se encontraban en el rostro de Michaela, y aun así, no eran muchos los golpes que había logrado encajar en la cara de su enemiga. Respecto a los cortes, tan solo le había logrado hacer unos pocos en los brazos y antebrazos, pero ninguno lo suficientemente profundo como para suponerle algún peligro a esa mujer.

Maldita sea... Si tan solo no tuviera esa armadura la situación sería muy distinta, desde el principio, Michaela había hecho trampas al no desprenderse de ella, por no hablar del cuchillo que ocultaba. ¿Acaso tendría una oportunidad para acabar con ella? Se encontraba en clara desventaja respecto a Michaela, pero aun así lucharía hasta el final, por pequeña que fuera aún había esperanza de que lograra matarla, no se rendiría mientras esa esperanza existiera.

Michaela se preparó para el siguiente movimiento que derribaría a Nicole de una vez por todas. Collins al percatarse de que su contrincante se preparaba para atacar, agudizó sus sentidos centrando toda su atención en el cuerpo de Michaela con el fin de buscar algún tipo de movimiento que le avisara por donde se lanzaría para atacarla.

—¿¡Nicole!? ¿¡Dónde estás!? —la voz de Nick llegó a los oídos de Collins, quien inconscientemente dirigió su mirada a la entrada de la sala descuidando su guardia.

Aquel error fue fatídico, esa simple distracción fue aprovechada por Michaela quien en un abrir y cerrar de ojos se abalanzó a toda velocidad hacia su contrincante. Nicole al percatarse no pudo evitar soltar un grito ahogado tratando de poner el cuchillo enfrente de ella como barrera a la par que retrocedía unos pasos, pero para su desgracia un veloz cuchillazo lateral golpeó la hoja del arma de Nicole haciendo que esta al no estar bien sujeta saliera volando por los aires. En un segundo Michaela aprovechó la sorpresa de Nicole así como el poco espacio que había entre ambas para ejecutarle un placaje que acabaría por derribar a su contrincante haciéndola caer de espaldas al suelo. Nicole por un instante pensó que el ataque había acabado con ese último placaje, pero se equivocó, pues de inmediato Michaela lanzó otro rápido movimiento para su asombro.

Michaela dio un par de zancadas y saltó cayendo encima de su víctima con el filo del cuchillo hacia abajo con el fin de empalar el cuello de la indefensa Nicole. La rubia por suerte consiguió agarrar de las muñecas a Michaela instantes antes de que el cuchillo atravesara su garganta. La punta metálica del cuchillo rozaba la delicada piel de su cuello, pudiendo notar el frío de la hoja metálica. Ambas féminas forcejeaban violentamente con todas sus fuerzas, una para asesinar y otra para no ser asesinada. Nicole notó como la hoja bajó unos milímetros abriendo una pequeña fisura en su cuello provocando que emergiera un hilo de sangre. El corazón de Nicole latía veloz y con fuerza, sentía ansiedad, impotencia, agotamiento, desesperación, miedo, dolor...

—¡¡¡NIIIIIIIIICK, ESTOY AQUÍ, AYÚDAMEEEEEEE!!!—avisó lanzando un grito desgarrador a pleno pulmón presa de la situación.

—¡¡Aguanta Nicole, estoy de camino!! —respondió Nick iniciando una carrera hacia la localización de su compañera.

—¡¡No dejare que salgas con vida de esta, Nicole!!

La joven viéndose reflejada en los ojos de Michaela, trataba por todos los medios de resistir la fuerza ejercida por su adversaria cogiendo fuerzas de la ansiedad y desesperación que se estaban adueñando de ella. No podía permitirse morir a manos de alguien como ella, no, no lo permitiría. Sintiendo la punta de del filo del cuchillo arañando su garganta, Nicole lanzó un grito de desesperación mientras trataba de ejercer fuerza en sentido contrario a Michaela al tiempo que trataba de mover a izquierda y a derecha el cuchillo para desviarlo de su trayectoria.

Con rápidos y sonoros pasos, sin detenerse ni un solo instante, Nick entró en la estancia con el propósito de embestir a Michaela para quitársela a Nicole de encima. A tiempo, la mujer de cabellos oscuros se levantó y se apartó de la trayectoria. Nick se detuvo a los pies de Nicole y de inmediato que agachó dándole la mano para ayudarla a incorporarse.

—¡¡No voy a dejar que un entrometido como tu fastidie mi momento!! ¡¡¡¡MUERE ESCORIA!!!!— chilló una Michaela presa de la ira cargando contra el descuidado Nick a punta de cuchillo.

El hombre bloqueó el golpe del cuchillo con el cuerpo de la escopeta. Michaela al ver el problema que aquel potente arma podía suponerle, lo desarmó rápidamente con un veloz movimiento de manos y le golpeó el rostro con la culata de esta, aprovechando su aturdimiento la fémina tiró lejos el arma y lanzó una veloz y mortífera puñalada al corazón de aquel entrometido.

—¡¡NICK CUIDADO!! —advirtió Nicole.

Collins empujó a Nick hacia un lado apartándolo de la trayectoria, y de inmediato, Nicole en un ataque casi suicida embistió desprovista de arma alguna a la portadora del cuchillo con el fin de alejarla de ellos, logrando que Michaela se alejara de ellos varios pasos perdiendo parcialmente el equilibrio. Nicole de inmediato la desarmó por medio de una llave, y aprovechando la escasa distancia entre ambas, le propinó un codazo en la sien a su contrincante, finalizando con una patada en el abdomen para abrir distancias entre ambas.

—¡¡Michaela, tu adversaria soy yo!!— gritó Nicole lanzando un ataque cuerpo a cuerpo aprovechando el instante en el que su contrincante se tambaleó sintiéndose algo aturdida.

La mujer de oscuros cabellos se agachó en el último momento logrando que una errada patada lateral giratoria pasara por encima de su cabeza. Aprovechando la posición desventajosa de Nicole, Michaela de una zancada se plantó frente a esta encajando un puñetazo en su estómago, seguido de un puñetazo lateral por la izquierda al rostro. Nicole retrocedió algo desorientada a la vez que con el dorso de su mano se limpiaba el hilo de sangre que descendía por sus labios.

Michaela preparaba otro movimiento con el fin de abatir a Nicole sin darle descanso alguno, pero su intento de ataque se vio fallido cuando los rápidos pasos de Nick tras ella la advirtieron haciendo que esta se girara y retrocediera. Unos escasos centímetros se abrieron entre su rostro y el puño de Nick. El mismo puñetazo lateral se repitió, viniendo esta vez por el frente izquierdo, y una vez más, Michaela lo evadió sin mucho esfuerzo agachándose. La mujer agachada, pasó rápidamente por un lateral de Nick logrando colocarse a su espalda para encajar con todas sus fuerzas un puñetazo en mitad de su columna, dejando a Nick desvalido momentáneamente víctima del fuerte dolor que recorrió cada fibra de su ser.

—Tus esfuerzos son patéticos... —pronunció con desprecio por el poco combate que aquel hombre le daba.

Nicole intervino golpeando con un par de puñetazos laterales y directos que fueron evadidos por su contrincante. Nick haciendo esfuerzo, logró levantarse para incorporarse a la encarnizada pelea cuerpo a cuerpo entre las féminas, cambiando la balanza a un dos contra uno. La pareja se lanzó a la vez contra Michaela, Nicole atacó por el frente derecho haciendo rápidas combinaciones alternando entre patadas y puñetazos, llevando al límite sus fuerzas sobre cargándose a sí misma ante el agotamiento, dolor y enorme esfuerzo que estaba realizando.

Por otra parte, Nick se lanzó a atacar desde el flanco izquierdo a base de puñetazos, desgraciadamente carecía de conocimientos de lucha necesarios para enfrentar a Michaela, pero sabiendo cada uno la limitaciones que tenían en aquel preciso momento, el atacar a la vez tal vez les daba una oportunidad de asestarle un buen golpe a su contrincante.

—¡¡Dos contra uno y no tenéis cojones ni tan siquiera a rozarme!! —anunció entre carcajadas. —Por favor, pero que patético... —opinó bloqueando con el antebrazo una patada de Nicole y de inmediato evadir un directo de Nick.

Michaela retrocedió varios pasos contemplando al dúo a punto de desfallecer de agotamiento, entre grandes bocanadas de aire no eran capaces de disimular que habían llegado ya a su límite, sus cuerpos apenas podían mantenerse en pie debido no solo al agotamiento, sino también al dolor producido por los múltiples golpes que les había propinado a ambos. No obstante, a pesar de que ella estaba en mejor estado físico que aquel dúo, también se encontraba bastante cansada y los dolores latentes de los pocos golpes que le alcanzaron en brazos y rostro le resultaban una molestia constante.

Michaela se agachó para recuperar su cuchillo del suelo y camino a pasos lentos pero decididos hacia el dúo con una sonrisa triunfante en su rostro dispuesta a asestarles el golpe final a ambos. Para desgracia de Michaela, un molesto pitido llamó su atención obligándola a dirigir la mirada a la gran pantalla del superordenador y ver la barra de carga al cien por ciento, y encima de esta, un mensaje que anunciaba la que la descarga de datos había sido completada satisfactoriamente.

Michaela cogió el dispositivo y lo guardó en uno de los bolsillos de su pantalón.

—Bien, parece que mi trabajo está hecho, ahora solo me queda remataros. Y respecto a los documentos que tienen vuestros amigos, no me supondrá ningún problema ahora que lo pienso, la ciudad entera volará por los aires y eso incluye la base militar, de una manera u otra, acabaréis muriendo junto con Stone City. Por lo tanto... —su discurso se vio interrumpido cuando recibió un mensaje en su PDA.

—Ya veo... —tras leer el contenido guardó el dispositivo de nuevo y se dirigió al panel de control del superordenador para pulsar una serie de teclas— Habéis tenido mucha suerte, me acaba de salir algo importante y no puedo permitirme el lujo de perder el tiempo jugando con vosotros. Parece que tendremos que dejar esto para otro momento, si es que nos volvemos a encontrar. —informó acabando la frase con una sonrisa maliciosa. Tras dejar el panel de control, se giró para mirar al dúo y sacó un pequeño aparato para pulsar un pequeño botoncito frente a la mirada de Nicole y Nick.

—¿Qué acabas de pulsar? —preguntó Nicole arrodillada en el suelo.

—Puse por toda la instalación unos dispositivos explosivos que harán volar este sitio por los aire una vez acabe una cuenta atrás, además, acabo de despertar a unos amiguitos míos para que os hagan compañía antes de que esto vuele por los aires.

—Maldita perra... —blasfemó Nick con rabia.

—Nos vemos. —se despidió Michaela emprendiendo una carrera hacia el ascensor.

Nick ayudó a Nicole a ponerse en pie y a recuperar y equiparse de nuevo con su armamento.

—Tenemos que salir de aquí antes de que sea demasiado tarde, no sabemos cuánto tiempo tenemos para abandonar las instalaciones. —pronunció Nicole con cierto esfuerzo soportando las quejas de su cuerpo.

—Usemos el ascensor, no te veo en muy buenas condiciones como para ponerte a subir escaleras...—respondió Nick preocupado por el estado físico de su compañera mientras recogía su escopeta del suelo —¿Puedes andar? ¿Necesitas ayuda para moverte?

—Tranquilo, aún puedo...No te preocupes. —restó importancia la maltratada mujer mostrando una dolorosa sonrisa.

El dúo llegó al ascensor lo más rápido que pudo, desgraciadamente, la toca pelotas de Michaela le había hecho algo y no funcionaba.

—Genial... Habrá que ir por las escaleras. ¿Cómo te sientes, Nicole? ¿Crees que podrás? Hay un buen trecho hasta llegar a la superficie. —Preguntó preocupado por el lamentable estado físico de su compañera.

—He estado mejor, pero no tengo intención de morir aquí, vamos... —respondió con cierto esfuerzo, decaída y luchando contra si misma para no desfallecer en aquel mismo lugar.

A la vista de Nick, su compañera Nicole se encontraba bastante demacrada físicamente, con sus ropas rasgadas por varias zonas y con partes del cuerpo hinchadas, llenas de moratones y manchas secas de sangre. Su más que evidente agotamiento físico le resultaba un problema para avanzar, pero a eso además había que sumarle el dolor que estaba soportando todo su cuerpo por culpa de los fuertes golpes de Michaela. Incluso él que llegó al final de la batalla, había comprobado la fuerza de sus golpes en carne propia teniendo que soportar el dolor de aquellos impactos, si a él le dolía unos pocos golpes, no quería ni imaginarse el dolor que Nicole sentía en todo el cuerpo, quien había recibido mucho más daño que él.

Comprendiendo el gran esfuerzo que estaba haciendo Nicole para no dejarse vencer por las reacciones de su martirizado cuerpo, decidió ayudarla a subir las escaleras. Colocándose a su lado pasó el brazo de Nicole por detrás de su cuello para que su compañera pudiera apoyarse en él y le resultara más sencillo caminar.

—Veo que te cuesta permanecer en pie y caminar, deja que te ayude a desplazarte. —le propuso con una sonrisa.

—Gracias, Nick. —respondió con una agradable sonrisa y una mirada cargada de gratitud que sostuvo durante unos segundos la de su compañero.

—Si aparecen los amiguitos de Michaela necesitaré que me cubras con la pistola, mientras esté cargando contigo no puedo utilizar las dos manos para manejar la escopeta.

—Claro, no hay problema.

Finalmente, Nick y Nicole se dispusieron a ascender por la larguísima escalera tratando de abandonar el lugar, con abandonar la instalaciones y salir del ayuntamiento no servía, ya en la calle necesitarían alejarse cierta distancia para que la explosión no les alcanzase. Al mismo tiempo, Morís y Carley se dirigieron al ayuntamiento dejando atrás a Liam, Débora y Emi a la espera, temían que algo les hubiera sucedido a Nick y Nicole debido al tiempo que había pasado desde que se habían ido.

Llegando al ayuntamiento, vieron a una persona salir del edificio y montarse en una moto para instantes después marcharse a algún sitio. Ante la extraña visión, el dúo ingresó rápidamente en el edificio y encendieron la luz bañando todo el lugar. En una de las columnas vieron un extraño dispositivo con cierto parecido a una calculadora, y en su pantalla marcaba una cuenta atrás de diecinueve minutos en números rojos.

—Esto debe ser un explosivo... —mencionó Morís.

—¡Tenemos que dar con esos dos de inmediato! —respondió Carley echando un vistazo a la sala —¿Dónde demonios se habrán metido?

Unos disparos dirigieron sus miradas a una puerta abierta de par en par, tras asomarse por ella vieron una larga escalera que descendía a algún lugar.

—Sin duda los disparos vienen de ahí abajo —puntualizó la mujer.

—¡¡Y parece que están en problemas, vamos!! —propuso Morís siendo el primero en descender aquellas escaleras con pistola en mano.

#Sacedog