Big Red Mouse Pointer

lunes, 30 de noviembre de 2015

Curiosidades de Nuestra Historia (Parte 3 de 2)

Así es, esto puede considerarse una parte extra, un apartado en las curiosidades que ningún autor que no seamos Inma o Maya se esperaba, porque en algún momento una de las dos fue a participar en las curiosidades (Maya) pero las cosas se complicaron (o no) y al final pareció que había desistido en esto. ¡Pero oye, aquí estamos! Originalmente la presentación no estaba pensada así, pero aprovecharemos que leímos las curiosidades de otros autores para no repetirnos y arrojar más luz a ciertos detalles~

Maya: Mi primera experiencia con NH fue un desconsuelo, cuando presioné el botón de Enviar en el foro, me salió el mensaje “otro usuario ha publicado un comentario”, sí, Puma, no me caíste muy bien en ese momento, pero lo superé rápido, sin rencores, la cagada que no llegué a publicar no es que fuera mejor que la que realmente publiqué. Por supuesto, no conservo el capítulo, lo borré ipso facto (creo).

Inma: En mi caso, reconozco que en primer lugar no quise participar en el fic, ya podéis entonces imaginaros las ganas con las que empecé. De no haber sido porque cierta persona me “persuadió”, jamás habría tomado parte; aunque la verdad es que no me arrepiento. El tiempo que pasé pensándomelo antes de publicar mi primer capítulo fue más largo e intenso de lo que he empleado en todo el fic... Pero en serio, luego lo agradecí.

Maya: Que esa es otra, reconozco que estuve implicada detrás de las escenas en la participación de algunos autores. Todo surgió a raíz de una conversación con Dyss, en la que nos propusimos que más gente se animara a participar en la historia, así que nos picamos (yo al menos) y me puse a buscar gente por el foro como quien no quería la cosa y a proponerle que se animara a participar como quien no quería la cosa usando diversas excusas, ¡nunca mentí, conste! Nunquita...

Inma: Doy fe, doy fe. Sobre mi personaje, lo primero que puede llamar la atención es su nombre tan particular. La idea original que se propuso era que los autores usaran, como nombre para su personaje, su nombre de usuario en el foro, pues yo eso me lo pasé por el forro un poco (perdonen la expresión tan vulgar), no porque hubiera intención, simplemente ocurrió. Eso originó la eterna polémica de si mi personaje en NH1 era Eriel, Ariel o Inma. De los creadores de The Grown Up Alice Return to the Underland, “Alicia siempre fue Alicia”, llega NH1 “Eriel siempre fue Eriel”.

Maya: Hasta yo me lié en alguna ocasión a cuenta de los nombres, tuvo tela... Bueno, lo estamos mencionando mucho, así que aclarar que el foro al que tanto nos referimos, no es otro que Residentevilcenter.net, allí nació esto, aunque a fecha de hoy, ya no existe el Rincón Escrito donde lo publicábamos, así que ya es historia...

Inma: ...Nuestra historia.

Maya: Como otros autores han mencionado antes, NH surgió como un plagio de enormes dimensiones de Resident Evil, pero hay que entenderlo, estábamos en un foro de RE y terminó siendo natural que nos dejáramos llevar mucho por la temática, en contra de los deseos originales de Javichu (autor de Alice). También es verdad que en un principio el fic nunca pretendió ser serio, sino más bien divertido, escribíamos haciéndolo todo un pelín patético en el buen sentido, lo hacíamos más con la idea de pasar un buen rato que el de escribir una gran historia.

Inma: Es por eso que el cambio de NH1 a NH2 fue algo radical, ya optamos por tomarnos las cosas más en serio y darle más forma al fic, alejándonos también de Resident Evil en la búsqueda de hacer algo más nuestro, más original. Lo cierto es que la calidad literaria subió considerablemente, pero a la vez también sacrificamos ese toque que tenía la historia que hacía que a algunos autores nos pareciera tan amena y entretenida, motivo por el cual no eran necesarias fechas límites para publicar (casi nunca?), nos salía solo.

Maya: Sep, entiendo por dónde vas, lo veo de igual forma. La verdad es que subir la calidad de la historia es algo que nos ha hecho mucho bien, pero también ha sido razón de retrasos y cambios de turnos habituales, a veces ha dado la impresión de que pretendíamos abarcar más de lo que podíamos.

Inma: Si es por longitud, actualmente, hasta el capítulo 50 “Punto muerto, Parte II”, llevamos claramente más de el cuádruple que NH1 y lo que nos queda... Eso hacen más de mil páginas de Word a letra 11 Century Schoolbook (acabo de mirárselo a Maya, que se dedica a transcribirlo todo, obsesa xD).

Maya: ¡Ey, un respeto! Que aunque todo el mundo parezca pensar lo contrario, soy la mayor de las dos (sí, somos hermanas en el mundo real). Somos las únicas autoras que tenemos una relación familiar en la realidad, aunque también es cierto que vivimos en la misma ciudad que nuestra querida amiga pelirroja (Ley), de quien me perdí su concierto porque me puse mala u.u

Inma: Eso me recuerda que no solo nos hemos visto con Ley, también nos hemos visto M.A., Ley, Maya, y yo y en una especial ocasión, Ley, Naitsirc y yo, aunque Maya y Dyss también se vieron UNA vez... A ver si nos vemos las caras los que faltamos (daos por aludidos, autores).

Maya: Cambiando un poco de tema, pero también hablando de personas reales, decir que varios de los personajes secundarios de NH están basados o inspirados en otros usuarios del foro que por alguna razón no terminaron uniéndose al fic (si es que alguna vez llegaron a planteárselo), como pueden ser por decir un par: Jose, Sizeron o Selene. Siempre me quedé con las ganas de que Selene participara, la verdad, fue para animarla a hacerlo que metí el que pensé sería su personaje, pero no pudo ser ;-;

Inma: ¡Y no solo personas reales! Creo que hablo en nombre de las dos cuando afirmo que hemos tomado varias referencias de múltiple trabajos de ficción, ya sea por escenas, guiños, personajes, citas... De tó. Escenas como la muerte de Eriel fue un claro plagio tributo a la PELIGRO SPOILER muerte de Steve en RE:Code Veronica FIN DEL SPOILER. Pero vamos, que si es por referencias, las hay de Resident Evil, Final Fantasy...

Maya: Huy, esa última se me hace muy familiar *muere*.

Inma: ...Umineko, Higurashi, Clannad, Vocaloid, Little Busters!, la Llave del Tiempo, Las Crónicas de la Torre, Daker than Black, Las crónicas de Arendar de Tyrion, las Winx, Rewrite, Piratas del Caribe, The Walking Dead-

Maya: Bueno, bueno, ya va bien. No nos enterremos antes de tiempo.

Inma: Descuida, que si te entierran de nuevo, alguien se encargará de volver a desenterrarte~

Maya: huhuhu, eso es cierto, asesina de personajes ajenos~ debe saberse que tu idea de matar a mi personaje en NH1 y luego cargarte también al tuyo (¡¡Asesinaaa!!) surgió a raíz de que veíamos que NH iba ya terminando y como pensabas que este era el final, preferías que los personajes no llegaran al final vivos. Luego, llegó NH2. Que por cierto, como dato extra, ya antes de que se planteara la posibilidad de hacer una segunda parte de NH, dije que nunca habría NH3 y que, de haberla, yo no participaría.

Inma: Si vas a sacar trapos sucios, estemos a mano. Las fichas de Eriel e Inma, las escribimos juntas también y nos propusimos en parte hacer algo dramático a la vez que ridículo, si alguien se ha leído esas fichas, debe entenderlo DEMASIADO BIEN. Lo que nos reímos creándolas.

Maya: Puf, no puedo negarlo xD Ah, eso me recuerda también que no fue Puma el primero en hacer su mención a ‘Peraile’, Inma introdujo a un personaje con ese apellido en su ficha de NH2, referencia a Naitsirc y en mi sueño de crear OTPs (One True Pair) allá donde pudiera aunque sea en la ficción e.e

Inma: *faceplam* Luego te preguntas por qué me toman a mí por la mayor de las dos...

Maya: Vale, eso no ha tenido gracia.

Inma: Olvidemos esto último. Bueno, sobre Inma (NH2, que no Eriel), decir que la chica aún echa de menos a la pobre Pamela... Está bien, no tanto. Ya en serio, Inma en un principio la quise plantear como un personaje que no pudiera aceptar la realidad que le rodeaba, que eso de sobrevivir y tener que apretar el gatillo no fuera lo suyo, que se resistiera a hacerlo, por ser eso, alguien incapaz de adaptarse a la cruda situación, porque también debe haber gente así, ¿cierto? Por supuesto, esto duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio, no puedo decir que esté descontenta con la evolución, pero afirmo que no es lo que pretendía ni de lejos en primer lugar.

Maya: Sobre Maya, decir que siempre me gustó que cada autor pusiera en ella lo que quisiera, procuraba no tocarla yo demasiado sino dejar que lo hicieran otros para ver a dónde la llevaban, razón por la cual el personaje ha recorrido los caminos de la Contradicción, la Personalidad Múltiple, etc. Aunque en un principio estaba basada en mí misma, la verdad es que ha pasado por tantas cosas a estas alturas que cuesta verse en ella, aunque oye, no tanto, algunas de sus chorradas y sermones de la montaña son tan míos que casi me da vergüenza. Como extra, es una regla de que tenemos en NH2 el no matar a personajes de otros autores, especialmente a los principales-

Inma: jeje, culpable.

Maya: Pero en mi caso y desde el principio de NH2 ya dije que cualquier autor podría cargarse a mi personaje sin necesidad de consultarme, no porque la quiera muerta, sino porque el elemento de ‘impredecibilidad’ es de lo que más disfruto de NH.

Inma: Al decir eso, recuerdo la experiencia de escribir los capítulos de NH1 de manera que terminaran con un giro extraño para fastidiar un poco al siguiente autor, eso era bastante divertido y ya no se ve tanto en NH2, hay que reconocer que daba morbillo.

Maya: *asiente con complicidad*.

Inma: Aaaah, sí, antes de que se nos olvide, algunos autores han mencionado que hubo una vez, una autora a la que dejamos participar en NH2, cuyo primer y único capítulo fue borrado de la faz de la tierra por su alto contenido erótico así como el asesinato morboso de Dyssidia.

Maya: Sé por qué lo mencionas, y es que para añadir un toquecito a la oscura leyenda, conservo una captura de pantalla de su post borrado en el foro como prueba de que aquello, realmente ocurrió...

Inma: Cuánta maldad...

Maya: Un pelín, reconozco que aún conservo el capítulo además :x

Inma: Uuh, lo que sí, también conservamos el primer capítulo que Sacedog, que fue también descartada por contener numerables incongruencias y porque levantó también algo de polémica, decir que aunque fue durillo, lo cierto es que Sacedog mejoró mucho su escritura a raíz de ese hecho, así que fue un mal menor para un bien mayor.

Maya: Os dejaremos el capítulo al final de las curiosidades. Creo que conservo también un capítulo mío que no llegué a publicar en la segunda ronda (y digo creo porque aunque sé que lo conservo, no sé si lo reutilicé más adelante, así que ante la duda me abstendré de compartirlo, sería bochornoso...)

Inma: Hay un asunto más que debemos mencionar, y es el de los abandonos y falta de participación en NH2... En mi caso, resulta evidente que no estoy muy participativa últimamente, reconozco que es por falta de tiempo, mis estudios me quitan mucho tiempo y aún así ando bastante agobiada con ellos, pero no mentiré tampoco al decir que es por falta de motivación, lo que realmente me enganchó al tren de NH fue su flexibilidd y ese toque desenfadado que tenía, al irse perdiendo, mi motivación también fue decayendo, hasta el punto de plantearme si realmente quería y debía continuar con esto o no, porque es un hobby a fin de cuentas. En realidad, he decidido seguir, pero tengo mucha tarea pendiente y espero ponerme al día más pronto que tarde, haré lo que pueda.

Maya: Por mi parte, me he planteado dejar el fic tantas veces como días de la semana...cada semana. No, tanto no, pero cada vez que entraba en crisis el fic por problemas internos o dudas, me deprimía y me daban ganas de enterrar la cabeza en el suelo, aunque a la hora de la verdad más que tirar hacia eso de cara a otros autores, me he empeñado en que estuviéramos bien y en retener en la medida de lo posible a los autores que amenazaban con su marcha (algunas veces exitosamente, yeeei), fue tal vez un movimiento egoísta, pero es que NH pierde mucho cuando un autor nos deja, hace que los ánimos por continuar se caigan al suelo y se rompan en pedazos, es una experiencia desagradable u_u

Inma: Ya, para ir cerrando esta ronda de curiosidades, un último apunte. Como el resto de autores ha comentado las ideas que tenía pensadas para sus personajes, quería decir que nosotras no podríamos hacer lo mismo. No porque no queramos, sino porque aunque quisiéramos no podríamos. Creo que hablo por las dos cuando digo que nunca supimos lo que sería de nuestros personajes hasta que lo escribíamos, no teníamos pensado si queríamos que hicieran esto o aquello... Era un poco a la locura, así como aquí te pillo aquí te mato (muy heavy todo, lo sé. Pero, ¿no es eso lo que lo hace más emocionante?). En fin, disfruté mucho con esto, es toda una experiencia.

Maya: Como última curiosidad, este documento fue escrito en su totalidad por Maya, mientras Inma, repanchingada en su asiento junto a ella, hacía en voz alta sus comentarios... (Debería darte vergüenza...)


Primer capítulo de NH2 de Sacedog  ~ descartado

Me llamo Davis, también soy conocido por muchos como Sacedog y esta, es mi historia... :


Trabajo o trabajaba en la rama norteamericana de la BSAA, una organización especial que lucha contra el bioterrorismo principalmente, aun que en un principio la BSAA solo se encargaba de resolver operaciones especiales como los SWAT, soy uno de los muchos supervivientes del incidente de Stone City. Mi historia comenzó cuando llegué a mi ciudad natal, Stone City, tras un viaje que hice con mis compañeros Allen y Riliane, salimos de la ciudad para celebrar el fin de las clases y el que consiguiera salir de la prestigiosa Marhawa School con notas altas. Tras volver a la ciudad los hermanos y yo nos separamos, cada uno fuimos por un camino diferente, de camino a casa me tuve mis primeros contactos con los no muertos, no sé cómo empezó todo eso, pero yo ya iba recorriendo las calles con escopeta en mano, tras unas horas sobreviviendo por mí mismo, conocí a un chico, un niño pequeño llamado Tom, estuve un corto periodo de tiempo con él, me encariñé rápidamente con él, me recordaba en parte a mi hermana Sara quien murió en un accidente de de tráfico hacía unos años. Tom murió y se volvió un zombie, desconozco como se infectó, posiblemente ese arañazo del brazo tenía algo que ver con que se volviera zombie, mientras intentaba morderme tuve que tomar una difícil decisión, matarle...



Unas horas después conocí a un militar del ejército americano, él estaba buscando a personas vivas para conducirlas al centro de la ciudad, donde se iba a evacuar a los supervivientes de Stone City, me informó de que había una base militar allí y estaba protegida por diversas organizaciones y decidí  ir con él, este militar se llamaba Kyle, con el tiempo nos hicimos muy buenos amigos, un tiempo después de conocerle fui con él a casa de mis padres, descubrí que se mis padres se habían suicidado con pastillas...

Ya no tenía nada que me encadenase a la ciudad y había comenzado a caer en una depresión. De camino un helicóptero nos soltó a un monstruo de oscura vestimenta, este nos atacó, dejando a Kyle inconsciente y cuando estuvo al matarme, alguien nos salvó, yo quedé inconsciente. Tras una horrible pesadilla desperté en un local de comida china, a mi lado estaba Kyle y había otro dos chicos y una chica, se llamaban Nayeli, Killer y Desmond, ambos eran soldados de las fuerzas militares de la ONU y tenían la misma misión que Kyle, poco después encontramos a una niña llamada Diana que perdió a sus padres, decidimos ayudarla a encontrarlos. Por el camino Killer, Desmond y Nayeli se fueron para hacer algo que desconozco. Kyle, yo y Diana fuimos atacados por 4 extraños militares, durante el tiroteo se unieron dos compañeros de Killer, Karen, su novia y Shaun, hermano de Karen, ambos también eran soldados de la ONU.

En el tiroteo me separé de Kyle, Karen, Diana y Shaun, quedamos en vernos en el centro de la ciudad, yo conseguí escapar de los soldados y mas tarde del monstruo de oscura vestimenta con el que volví a encontrarme, gracias a la ayuda de un extraño chico que me ayudo a derrotarlo desde las sombras lanzándome un arma muy potente con la que maté a ese ser, el cual era mucho mas fuerte y cambiado desde nuestro último encuentro y portaba un lanzacohetes.

Seguí mi camino hasta llegar a una iglesia, allí había un cura loco y una monja amable que me infundió ánimos para continuar vivo, ambos eran ya personas muy mayores, gracias a esa monja pude seguir vivo, los zombies atacaron, entraron en la iglesia y mataron al cura, la monja se sacrificó por mí, me fue imposible hacer que se viniera conmigo, solo pude darle las gracias e irme impotente al saber que moriría para que yo continuara vivo...

Continué escapando de una gran horda de zombies que me seguían corriendo, durante la huida se me agotaron las balas y me hice un corte en la pierna escalando una verja. Acabé herido, esperando mi muerte apoyado en un muro, pero cuando me iba a suicidar pegándome un tiro con la última bala de mi pistola, una chica apareció y me sacó del lugar, esta se llamaba Zoey, yo perdí la consciencia debido a que me estaba desangrando, tras soñar con el día de la muerte de mi hermana, desperté en la biblioteca pública de la ciudad, tenía la herida curada y decidí buscar a Zoey, la encontré hablando con un amigo suyo llamado Akise y que de cierta forma se me hacía muy familiar y tanto, era una vieja amistad del pasado y un... un antiguo amor.... tras explicarme porqué despareció hace 7 años de la ciudad sin decirme nada acabé perdonándole, me confesó que él fue quien me lanzó el arma para luchar contra el monstruo de oscura vestimenta y retomamos la amistad que quedó enterrada durante años y por lo tanto los sentimientos hacia él volvieron a despertar en mi. 

En la biblioteca descubrí los cadáveres de Killer, Desmond y Nayeli. Akise pirateó las cámaras de seguridad y vimos como un grupo de supervivientes lucharon contra ellos tres, también descubrí que Allen y Riliane estaban vivos, por lo que decidí ir en su busca. Zoey se fue hacia el centro de la ciudad y yo y Akise fuimos en busca del grupo, escapamos de un montón de enemigos, perros zombies y cuervos infectado por el virus nos perseguían mientras escapábamos en una moto, tras escapar atravesando unas oficinas, llegamos a la piscina de la ciudad, allí unas criaturas llamadas con forma de reptil, de escamas verdosas y afiladas garras nos tendieron una trampa, parecía que nos habían seguido desde hacía rato, yo acabé inconsciente mientras el edificio se derrumbaba mientras intentaba escapar del lugar con Akise matando a todos los monstruos que se interponían en nuestro camino, caí a la piscina, tiempo después desperté en una casa, Akise me sacó de aquel lugar y cargó conmigo todo el tiempo, cuando desperté estaba en un sillón, en una casa abandonada. 

Descubrimos que en esa casa había habido un grupo de personas hacia unas horas, tras descansar un buen rato, un enorme coloso nos atacó, nosotros le hicimos frente y entre Akise y yo acabamos con aquel enorme ser de gabardina verde, él arriesgó su vida por mí al tratar de matar al coloso subiéndose a su espalda y clavando su cuchillo en la nuca, Akise me confesó que sentía algo hacia mi desde hacía años y me propuso que fuéramos algo más que amigos, me costó responderle, pero acepté, ya todo se fue a la mierda en aquella ciudad, él era un rayo de esperanza que me retenía mas a la vida.

Continuamos y vimos soldados muertos por todos sitios, una batalla se había desencadenado hacía horas, encontré a una chica muerta, Alice, esta iba con el grupo de Allen y Riliane y más adelante me topé con los cadáveres de ambos hermanos, gracias a Akise, descubrí que dos chicas del grupo en el que iban los asesinaron, al parecer los hermanos las conocían, eran amigas de ambos hermanos, esto lo descubrí al encontrar una foto de mis amigos con unas chicas que recibían los nombres de Maya, Nika y Dyssidia y esta foto tenía un mensaje para una de ellas, Dyssidia, lo que no entiendo es que si eran amigos ¿por que asesinaron a los hermanos?... fue entonces cuando juré vengarme y encontrar a ese grupo para descubrir la verdad y en que estaban ellos implicados en todo este asunto.

Tras encontrarnos con Zoey, los tres llegamos a la base militar, nos hicieron unas pruebas para ver si estábamos infectados de alguna forma, mas tarde nos encontramos con Kyle y Karen y estos nos informaron de que Diana estaba con sus padres y Shaun murió, poco después de las presentaciones nos pusimos al día con lo que vivimos tras separarnos. Yo, Akise y Zoey entramos en la BSAA, Kyle y Karen se volvieron capitanes de su propio pelotón y yo de fui el líder del mío, formado por Akise y Zoey. Todos habitábamos en un búnker gigantesco bajo tierra, allí recibí entrenamiento especial, había muchos militares y supervivientes vivos, solo tenía que esperar a la evacuación, pasé varios meses bajo tierra debido a que la evacuación se complicó, una misteriosa organización de la que tiempo mas tarde sabría su nombre, ESGRIP, lanzó un misil que destruyó la ciudad. Los supervivientes nos quedamos a salvo en el búnker bajo tierra mientras todo el infierno se desencadenaba en el exterior... 

Un tiempo después, varios meses después, mejor dicho, creamos viviendas temporales en la superficie, usando para ello las ruinas de la ciudad y algunos materiales, la falta de aire fresco y la luz del sol durante tantos meses habían ocasionado problemas de convivencia entre los supervivientes, quienes se sentían presos al estar tanto tiempo encerrados en ese búnker, estuvimos viviendo durante unos pocos días en el exterior y usando los generadores de emergencias para poder usar algunos aparatos eléctricos, una vez que dieron con nosotros, vinieron a evacuarnos con un montón de helicópteros, al salir al exterior, vi la ciudad desde el aire, miré por la ventanilla del helicóptero y vi que la ciudad tal y como la recordaba había desaparecido, todo eran ruinas ... poco después de la evacuación, seguí trabajando para la BSAA cumpliendo misiones por todo el mundo, durante ese tiempo seguí entrenándome para mejorar y estar a la altura de muchos otros grandes soldados de alto rango, durante los dos próximos años, había perdido prácticamente todo contacto con Kyle y Karen, había ataques bioterroristas por todo el mundo, la BSAA, el ejército americano y el de la ONU, entre otras organizaciones militares.

Mandaban sus tropas por todo el mundo para contener los ataques zombies que había, en un principio fueron pocas ciudades, pero las cosa se extendió durante los dos años hasta llegar a acabar el mundo entero plagado de zombies, todo este paso se benefició a que los países comenzaron a luchar entre si y a usar bombas radiactivas para acabar con las mareas de zombis, pero si éxito, la radiación solo consiguió extender en pasos agigantados el caos por todo el mundo, las zonas radioactivas que habían por el mundo solo hicieron desaparecer la vida por toda la zona que ocupa bala radiación y volvió a los zombies radiactivos, haciéndolos peligrosos incluso a una cierta distancia, la gente que habitaba por las zonas radiactivas se refugiaban en refugios, pero lo tenían más peligroso lo de sobrevivir en comparación a los supervivientes de zonas no radiactivas, ya que la radiación se volvió un peligro mas a parte de los zombies.

Llegué a coincidir en alguna ocasión con Karen y Kyle, por ejemplo en Japón, Tokyo, donde me encontré con que Karen, estaba también de servicio y perseguía a un tipo llamado Alberto, el cual cooperó en algún momento con una organización llamada ESGRIP, la cual estaba en busca y captura de todos y cada uno de los científicos, oficiales y jefazos por las autoridades de todo el mundo, tras la caída de Stone City, un grupo de supervivientes que salió de la ciudad entregó a las autoridades pruebas que encontraron en Stone City y relacionaban a la organización con el caos de la ciudad, gracias a esas pruebas y testimonios por parte de esos mismos supervivientes de Stone City que contaron sus experiencias en la ciudad y lo que habían descubierto sobre ESGRIP, se mandó a acabar con dicha organización para que los culpables del incidente de Stone City acabaran pasando toda su vida en la cárcel, gracias a esa orden muchas personas relacionadas con ESGRIP fueron detenidas y muchas sucursales que tiene la organización por el mundo fueron cerradas, pero aún quedan muchos culpables de lo de Stone City libres, ocultándose en las sombras de las autoridades, creía que todo acabaría si ESGRIP caía, pero no fue así, de alguna forma, el virus que asoló Stone City fue liberado por el mundo.

Volviendo al tema de mi misión en Tokyo, Alberto, quien estaba en la ciudad era un bioterrorista peligroso y que tenía orden de busca y captura por diversas organizaciones, o más tarde con Kyle, con quien coincidí con él en España, en un ataque bioterrorista donde me enfrenté  a dos personas encapuchadas con Kyle mientras Akise y Zoey se ocupaban de otro objetivo, al parecer ESGRIP había estado trabajando en las sombras desde su sede en España y el ejército americano y la BSAA tuvieron que entrar para contener un ataque biológico causado por ESGRIP. 

Solíamos quedar los cinco cuando teníamos algún día de descanso y pasar tiempo juntos o intercambiar información, gracias a ellos descubrí que había una organización diferente a la que destruyó y provocó el incidente de Stone City, ESGRIP, esta organización es completamente desconocida, al menos ESGRIP era una corporación farmacéutica que vendía sus productos por todo el mundo.

Esa organización estaba dirigida por ese tal Alberto, ya había escuchado de él en Stone City, al parecer consiguió entrar a la base militar de Stone City sin levantar sospechas y robó los datos de la vacuna al virus, ``Agua gris´´ después de eso consiguió escapar, y fue cuando la ONU mandó a Karen, Killer, Desmond y Shaun a capturarlo y recuperar los datos para crear la vacuna que consiguieron crear los científicos de la base militar.

Tuve el placer de encontrarme con él en una vieja mansión abandonada y llena de BOWs en la que Alberto y los científicos de su organización hacían experimentos con sujetos humanos, al parecer estaba intentando mejorar el virus que creó la organización causante del incidente de Stone City, cuando yo, Akise y Zoey fuimos a detenerlo, este escapó. La BSAA ayudaba a otras organizaciones militares que luchaban contra las hordas de zombies que se extendían por el mundo y a salvar a los civiles, pero también cumplía sus propias misiones al margen de las otras organizaciones, mandando a algunos grupos especiales de la BSAA como el mío, para llevar a cabo misiones propias que la BSAA tenía la responsabilidad de realizar, en general estas misiones eran más peligrosas ya que solían consistir en infiltrarse en algún sitio y conseguir algo específico que nos mandaban o misiones de rescate a personas importantes. 

En otra misión en una base petrolífera en el mar, tuvimos que infiltrarnos y descubrimos que allí también se usaba el virus con formas de vidas marinas, para ver el efecto del virus en criaturas marinas, al parecer estaban intentando terminar de mejorar la cepa especial del virus ``agua gris´´ usando un tipo de virus que por sí solo no es ninguna amenaza, pero al combinarlo con el ``agua gris´´ este mejora, pero seguía presentando algunos fallos, al parecer no conseguía crear un virus tan potente como tenían pensado.

Conseguimos escapar, pero perdí a uno de mis compañeros, un novato llamado Alex, este fue infectado por el virus y mutó según me dijo Zoey, ya que nos separamos haciendo equipos, yo con Akise y ella con Alex, Zoey se encargó de eliminarlo antes de que mutara a una BOW... Tiempo después de que la misión fuera un éxito y se hundiera el lugar, perdiéndose todos los datos de investigación, fuimos a Rusia, Stone City volvió a recrearse una vez más, allí Karen quien estaba de servició se topó con Alberto, al parecer se encontraron más veces, tuve que matar a mi compañera Rachel, estaba en peligro y me llamó, pero al llegar ya era tarde, se contagió con una cepa mas potente del virus ``Agua gris´´ que creó Alberto, al parecer consiguió mejorar el virus de ESGRIP, mutó a un ser poderoso que conservaba parte de su físico humano, solo que unos tentáculos le salían de la espalda, descubrí que alguien estaba matando a los agentes de la BSAA, pero nunca supe quien fue, solo se que... se me pasó por la cabeza que hubiera un traidor en la BSAA por la llamada de Rachel y la forma en la que alguien asesinó a los demás miembros de la BSAA.

También me topé con los mismos encapuchados que enfrenté en España, no se qué demonios hacían ahí, pero uno de ellos, el chico, sujetaba un maletín con el símbolo de peligro biológico, luché con la chica, quien me trataba de distraer mientras el otro escapaba, pero no pude hacer nada, ambos consiguieron escapa, tras el ataque bioterrorista de Rusia, continué enfrentándome al bioterrorismo sin saber de Alberto ni ESGRIP, la BSAA acabó disolviéndose y sus soldados fueron separados y formaron a ser parte de otras organizaciones militares.

Pero yo, Akise y Zoey decidimos abandonar la BSAA, lo mismo hicieron Karen y Kyle con en el ejército americano y el de la ONU, decidimos ser un único grupo y actuar por nuestra cuenta, llevando nuestras acciones en secreto, teníamos que acabar con ESGRIP y con la organización de Alberto, para ello decidimos actuar e investigamos por nuestra cuenta los movimientos que hacía ESGRIP y Alberto, durante los dos años estuve en contacto con mi única familia, una prima mía, a ella le conté todo lo que viví en Stone City, a ella y a su novio, con el que tengo una gran amistad, mas tarde comprendí que ESGRIP me vigilaba, a mi y al resto de mi grupo, por lo que decidí cortar las comunicaciones con mi prima y su novio dejándoles una última nota de despedida, antes de desaparecer entre las sombras y así evitar que ESGRIP o Alberto se fijaran en ella y su novio, mi prima era mi única familia, quería protegerla y no involucrarla en nada.

Todo tiene que acabar, si esto sigue así, la raza humana acabará por desaparecer, bien por los zombies o por la radiación, para ello decidimos acabar con ESGRIP y la organización de Alberto, pesar de todo, seguiré mi lucha con mis compañeros, en secreto, hasta que las organizaciones causantes de los ataques bioterroristas sean destruidas y vengar así a todos los inocentes y compañeros que han muerto a causa de estas, a veces me pregunto...¿esta pelea contra las organizaciones será la forma de salvar al mundo? o... ¿es mi eterna maldición?, revivir una y otra vez lo de Stone City vaya a donde vaya... puede que algún día pueda aclarar estas preguntas, solo tengo la intuición de que toda esta historia no ha hecho nada más que empezar y que lo peor aún está por venir...





Actualidad
6 de septiembre del 2014

Cerca de la ciudad de Almatriche, horas antes del accidente de avión en la ciudad...


La noche había caído, oscuras nubes de lluvia estaban comenzando a aparecer ocultando las estrellas y la luna, poco a poco ya había comenzado a chispear, solo se contemplaba en aquel lugar una carretera desértica, todo estaba en silencio, no había nada a ambos lados de la carretera, entonces desde lo lejos de la carretera se pudo ver algo que recorría la carretera velozmente, una moto de color negra recorría la desértica carretera con los faros encendidos, iba conducido por una persona con un traje negro de motero y un casco negro. Tras un rato conduciendo en la misma dirección pudo ver el piloto un pequeño pueblo fantasma, sin dejar de pisar el acelerador el piloto entró en el pueblo, recorrió varias calles  y se detuvo frente a un gran edificio, la moto paró y las luces se apagaron, el chico bajó y echó un vistazo de derecha a izquierda, contemplando aquella zona fantasma en la que había parado, no había ningún alma en la calle, el único ruido era el de la lluvia que ya comenzaba a caer con fuerza, no había ni una sola luz en aquel lugar ,es como si el tiempo se hubiera parado...

- Creo que es este el lugar de las coordenadas – dijo aquella persona sacando del bolsillo derecho de su pantalón una PDA táctil que mostraba unas coordenadas.- Sí, es este el lugar acordado... – dijo quitándose el casco, mostrando a un chico de 21 años, de cabello corto, negro y ojos negros, Davis o también conocido por otros como Sacedog, superviviente de Stone City, se encontraba en aquel lugar alejado de la mano de Dios con una misión que tenía que llevar a cabo, dejó el casco encima de la moto y guardando la PDA de nuevo en el bolsillo, el pelinegro se quedó mirando a esa enorme fábrica vieja que se alzaba delante de él comenzó a andar hacia la gran puerta metálica de entrada a aquella ruinosa fábrica.

El chico vestía con un pantalón vaquero negro, el pantalón tiene dos bolsillos y en cada pierna un bolsillo extra muy espacioso donde guardaba varios cargadores de pistolas, en la cintura lleva un cinturón negro con la hebilla dorada, en ambos lados del cinturón tiene una funda de pistola con una Glock 18 metida en cada funda, una camiseta de manga corta blanca, llevaba puesta encima de la camiseta una chaqueta de cuero negra de manga corta abierta que dejaba ver la camiseta blanca, en el cuello tiene un colgante de color negro acabado en una cruz de plata sin la imagen de Cristo, sujeto al cinturón, detrás de la cintura tiene dos porras retráctiles recogidas, llevaba unas zapatillas deportivas blancas y en las manos unos guantes negros con la zona de los dedos recortados, en la oreja derecha tenía enganchado un pequeño aparato negro con un botón pequeño, se trataba de una pequeña linterna.

Una vez que estaba delante de la puesta encendió la pequeña linterna que llevaba sujeta a la oreja y la luz iluminó la puerta cerrada, Sacedog se acercó a la puerta, agarró del tirador y abrió la puerta lentamente, el chico sacó la pistola Glock 18 que llevaba en la funda de la pierna derecha y se pegó a la pared apuntando con la pistola hacia abajo, el chico asomó la cabeza para ver el interior, todo estaba oscuro y parecía vacío, su pistola tenía pinta de ser algo vieja, no parecía nueva, ya que como la otra Glock 18, ambas presentaban algún que otro arañazo de haberse arrastrado por el suelo o haberse dado algún que otro golpe, ambas pistolas duales habían sido las compañeras inseparables de Sacedog desde lo ocurrido en Stone City hacía ya dos años y tres meses, aquellas pistolas duales que le ayudaron a sobrevivir en aquel infierno también habían estado con él en una gran cantidad de misiones que hizo el chico trabajando para la BSAA.

- Parece despejado... - el chico entró dentro de la fábrica apuntando con su pistola y mirando a todas direcciones, apuntando con la pistola y con la luz de la linterna, iluminando la estancia allí a donde mirara en aquel oscuro lugar.

El chico pudo distinguir un interruptor en la pared y se acercó a encenderlo, tras presionar el botón la estancia se iluminó mostrando una gran cantidad de aparatos grandes y pesados, grúas, cintas transportadores, cajas de madera y cartón abiertas y cerradas, cristales rotos, muebles cubiertos de polvo y telarañas, maquinaria oxidada, etc. Aquellos aparatos parecía que habían estado paradas por mucho tiempo, Sacedog apagó la linterna y sacó la PDA al notar que esta vibró en el interior de su pantalón, había recibido un mensaje con unas indicaciones de lo que tendría que hacer una vez estuviera en el interior de la fábrica, el chico siguió los pasos y se acercó a una estantería con libros de mecánica y guías telefónicas entre otros tipos de libros, Sacedog se fijó que en el suelo había unas marcas que indicaban que ese mueble se había movido varias veces.

- Parece sencillo, según lo que me dijo solo tendría que mover esto – dijo Sacedog poniéndose al lado izquierdo de la estantería y empujando hacia el lado derecho.

Pero por más que empujaba aquello no se movía ni un mísero milímetro, algo se le escapaba, el chico guardó la pistola en su funda y se colocó delante de aquella vieja estantería cubierta de polvo, se cruzó los brazos y comenzó a obsérvala en busca de algún tipo de mecanismo, solo pudo notar que algunos libros sobresalían más que otros y se acercó a empujar uno de los libros aleatoriamente, este libro se echó hacia atrás haciendo sonar un chasquido como si hubiera pulsado un botón, entonces Sacedog quitó la mano y el libro volvió hacia adelante, nada ocurrió, procedió a hacer lo mismo con varios libros de forma aleatoria, pero no ocurría nada, entonces aun cruzado de brazos colocó el puño derecho debajo de su barbilla y se quedó pensativo, mirando los libros que sobresalían, algo se le escapaba, pero ¿qué?, tras un rato observando se dio cuenta de que cada uno de los siete libros tenía un número: 12, 67, 49, 90, 3, 21 y 65.

- Me pregunto si habrá que empujarlos siguiendo un orden, ¿pero qué orden ese?... - pensaba el chico mientras se llevaba las manos a la cintura y suspiraba mirando los libros.

Entonces un sonido de algo metálico cayendo que venía detrás de él le hizo ponerse alerta y en menos cuestión de unos escasos segundos desenfundó con una gran velocidad una de sus pistolas girándose y  apuntando hacia el lugar de donde vino aquel sonido.
- ¿Hola? - dijo el chico mientras echaba a andar lentamente, con los brazos extendidos hacia adelante y apuntando con su pistola hacia detrás de un enorme armario volcado en el suelo.
A medida que se acercaba vio como un cubo de metal apareció rodando detrás del muro, Sacedog apretó con fuerza su arma y pudo ver proyectada en el suelo la sombra de algo que se movía, Sacedog sin miedo alguno se asomó de golpe detrás del armario y bajó la mirada al suelo al mismo tiempo que el arma, entonces relajó los hombros y guardó su arma.

- Vaya, vaya, pero que tenemos aquí – dijo el chico sonriendo aliviado al ver que no era gran cosa, no era nada más que un pequeño felino negro de ojos amarillos, un gato callejero que había entrado por alguna ventana.

Sacedog se agachó y posó su mano en la cabeza del gato negro, haciendo que este cerrara los ojos y ronroneara al sentir las caricias del pelinegro.
- Por un momento pensé que serías algún tipo de amenaza – dijo el chico sonriendo.
El sonido de la lluvia era muy fuerte, fuera de la fábrica tenía que estar cayendo una buena. Sacedog se puso en pie, tenía trabajo que hacer y ya había perdido mucho tiempo, entonces comenzó a observar el lugar, cuando iba a dar el primer paso para volver a la zona de los libros el gato maulló atrayendo la atención de Sacedog, entonces se fijó en un papel que estaba pisando aquel felino negro, el papel atrajo la mirada de Sacedog al ver una serie de códigos apuntados, se agachó a cogerlo y el gato se apartó, tras agarrar el papel, lo primero que vio fue la huella de aquel gato en medio del sucio papel, después comenzó a echar un vistazo a aquella serie de números, los cuales coincidían con el de los libros y parecían estar ordenados en un orden

- Probaré a ver qué ocurre – el chico se encaminó hacia la estantería y el gato salió corriendo delante de Sacedog y saliendo por la puerta que el chico abrió.

Sacedog miró como el gato se perdió en la húmeda oscuridad que sumergía el pueblo fantasma, una vez que Sacedog se acercó comenzó a presionar los libros por el siguiente orden 65, 12, 21, 67, 3, 49, 90… Se quedó esperando unos segundos y la fila de baldosas sobre la que estaba la estantería hicieron un ruido extraño y la estantería se apartó sola hacia la derecha dejando ver un ascensor que se abrió segundos después de que la estantería se apartara.

- ¡Bingo! – dijo el chico tirando el papel al suelo y entrando en el ascensor, pulsó un botón y las puertas del ascensor se cerraron y comenzó a descender varias plantas, entonces Sacedog miró el techo del ascensor y sonrió.

Tras descender varias plantas las puertas del ascensor se abrieron mostrando el ascensor vacío, tras unos segundos al no oírse nada Sacedog se soltó del techo del ascensor cayendo al suelo con las rodillas flexionadas, se puso en pie y sacó una de sus pistolas, tras salir del ascensor corrió a la pared más cercana, se encontraba en una gran estancia iluminada y completamente de color blanca, su ropa oscura destacaba bastante en la pared blanca en la que se apoyaba apuntando hacia abajo la pistola, se asomó a una esquina y vio el pasillo vacío, pero una cámara de vigilancia vigilaba el pasillo, Sacedog suspiró y vio una puerta sin manillar delante de él, el chico se percató de que tendría que ser alguna de esas puertas con sensor de movimiento que había visto en otras ocasiones, entonces corrió hacia la puerta y al pisar una baldosa esta se iluminó y la puerta se abrió, la cámara no consiguió grabar al chico y este entro dentro de la sala de vigilancia, no había nadie. La estancia era un lugar grande, con un enorme panel y un montón de pantallas que mostraba lo que veían las cámaras.

- Bien, veamos que hay por aquí – dijo el chico sentándose en una de las sillas giratorias y contemplando los monitores mientras pulsaba algunos botones para bloquear la imagen de las cámaras.

Mientras pulsaba los botones y congelaba las imágenes que transmitían las cámaras pudo ver a algunas personas trabajando en la zona de laboratorios o a algunos soldados patrullando lo pasillos, Sacedog se encontraba en uno de los laboratorios de ESGRIP, tenía la misión de infiltrarse y robar datos para vigilara distancia los movimientos que la corporación hiciera, a pesar de que ESGRIP estaba prácticamente acabada, aun quedaban algunos laboratorios en funcionamiento y gente trabajando en las sombras para sacar provecho de la situación actual del mundo.

Sacedog comenzó a planear una ruta hacia la zona de los laboratorios mirando las pantallas, pero entonces el chico se fijó en algo que había sobre la mesa, se trataba de una revista y el chico desde la distancia pudo ver de que trataba la revista con solo ver la portada, lo cual provocó que se dibujara en sus labios una sonrisa mientras extendía el brazo y cogía la revista, Sacedog comenzó a ojear la revista por encima, hoja tras hoja sonriendo.

- Vaya, parece que encontré el porno del guardia de vigilancia, esto explicaría por qué no está en su puesto y se me ocurre en donde estará en este momento... jajaja – decía el chico riendo y dejando la revista encima del monitor, justo en el lugar donde la encontró y en la posición en el que la vio, entonces la PDA comenzó a vibrar en su bolsillo, lo sacó y leyó el mensaje, enseguida lo contestó y miró hacia una de las pantallas

En una de las pantallas se mostraba un pasillo vacío y en un instante se vio reflejado a un chico que andaba con toda la tranquilidad del mundo, sujetando una PDA en la mano, se paró delante de la cámara y saludó con la mano, la cámara mostraba a un chico de cabello grisáceo, prácticamente blanco que tras escribir algo en la PDA guiñó el ojo a cámara y con pistola en mano continuó recorriendo el pasillo. Sacedog sacó su PDA y leyó el mensaje con una sonrisa en los labios.

- Este Akise... – dijo el chico contestando el mensaje y levantándose de la silla.
Cuando se iba a poner en camino escuchó la puerta abrirse, lo cual le puso nervioso, guardó la PDA  y se fue a esconderse dentro de una taquilla y a vigilar a través de las rendijas, pudo ver como un hombre gordo se sentaba en la silla mientras se terminaba de poner el cinturón, Sacedog se dio cuenta de que iba con una pistola y este enseguida se percató de que alguien había tocado el teclado congelando la imagen de la mayoría de las cámaras, Sacedog comenzó a ponerse nervioso al darse cuenta de cómo cogió un teléfono y hablaba con alguien, pero por culpa de la distancia Sacedog no podía oír la conversación, pero notaba la nerviosa conversación que tenía el guardia por teléfono.


¿Me habrán descubierto?  Pensó Sacedog nervioso mientras se llevaba la mano a una de sus pistolas para salir de ahí dentro y abatir a tiros al guardia arriesgándose a que sus disparos advirtieran a los soldados de ESGRIP que vigilaban los pasillos y más le preocupaba Akise, quien deambulaba por los pasillos sin saber de  la situación y pensando que Sacedog estaba vigilando y que le avisaría por medio de las cámaras si un soldado se acercaba a su posición, pero ahora que estaba ahí el guardia no podría avisar a Akise quien al igual que Sacedog, estaban infiltrados en aquel lugar y nadie sabía de la presencia de ambos en las instalaciones.


Sacedog pudo escuchar a duras penas como decían algo de un intruso en los laboratorios y algo de dar la voz de alarma, alguien había manipulado las cámaras de vigilancia, entonces el guardia colgó el teléfono y se acercó al mando que controlaba los monitores, hacia un botón rojo que sobresalía más que el resto de botones, Sacedog de improviso abrió de golpe la taquilla y salió corriendo hacia el guardia, este se giró rápidamente intentó desenfundar la pistola, pero nada más hacerlo Sacedog dio una patada circular a la pistola, la cual fue lanzada al suelo y giró deslizándose por el suelo una buena distancia, tras dar un giro completo sobre sí mismo, el guardia agarró la porra que llevaba colgando a un lado de la cintura y Sacedog se llevó la mano detrás de la cintura y agarró una de las porras retráctiles, pulsó un pequeño botón negro que tenía en el mango y la porra se extendió.

El guardia se acercó al chico y comenzó a intentar golpearle con la porra, pero el pelinegro bloqueaba todos los golpes con la suya, haciendo chocar ambas porras y haciendo emitir un ruido metálico, el pelinegro se le daba muy bien manejar aquella arma blanca en comparación del guardia, el cual parecía un inútil con solo lanzar golpes a diestro y siniestro para intentar golpear al chico en alguna parte del cuerpo, pero sin éxito, Sacedog retrocedía al tiempo que bloqueaba los golpes que lanzaba aquel guardia de uniforme azul el cual estaba decorado en la parte derecha de su torso, en el pecho, con un carnet de identidad y con el logotipo de ESGRIP impreso en él. Sacedog ya se cansó de bloquear golpe y decidió contraatacar, el guardia alzó la porra en lo alto para golpear la cabeza del chico, pero antes de que esta pudiera golpearle en la cabeza, Sacedog agarró la porra a tiempo, dejando sorprendido al guardia, el pelinegro inmediatamente lanzó una patada lateral al pecho de su contrincante haciendo que se cayera de espaldas y soltara la porra, la cual se quedó sujetado Sacedog y después lanzó por el suelo.

- ¡Cabrón, si no te mató yo, otro lo hará, ya di el aviso por teléfono de que alguien se había infiltrado en los laboratorios! - dijo aquel guardia llevándose la mano derecha al pecho aun sintiendo el dolor de aquella fuerte patada mientras se ponía en pie.

- Idiota... no moriré hasta que ESGRIP no sea destruida y pueda vengar así a todos los que han muerto por culpa de la organización, por lo tanto si tengo que morir no será esta noche – dijo el chico instantes antes de lanzar un puño directo a la cara del guardia, haciendo que este cayera de rodillas.
Entonces el guardia comenzó a gatear hacia los mandos, en dirección al botón rojo, pero Sacedog se colocó detrás del guardia y agarrando la porra por ambos extremos, la paso por delante de la cabeza del guardia y colocándola delante del cuello, entonces el chico tiró hacia atrás con fuerza, oprimiendo con fuerza el cuello del guardia con la porra retráctil, Sacedog comenzó a asfixiar al guardia y este luchaba con fuerza moviéndose hacia adelante y hacia atrás, agarrando la porra con los dedos y tirando hacia el sentido contrario al que Sacedog tiraba mientras su cara comenzaba a ponerse más y más roja, al cabo de unos momentos el guardia dejó de hacer fuerza y Sacedog soltó la porra, el cuerpo muerto del guardia cayó de cara al suelo y Sacedog tras guardar la porra cargó con el cadáver y lo ocultó en la taquilla donde antes se había escondido.

- Vaya, el tío a luchado hasta su último aliento – decía el chico cansado de forcejear con aquel guardia.- Bueno, será mejor que me ponga manos a la obra – decía mientras desenfundaba una de sus Glocks 18 y salía de la sala hacia su próximo objetivo.

Una vez que salió por la puerta comenzó a recorrer varios pasillos apoyado a las paredes y evitando a todos los trabajadores de ESGRIP que había por la zona, dio con lo que buscaba, la sala de experimentación, el chico seguía apoyado a la pared.
-Bien, tengo que entrar ahí para coger lo que necesito...  - decía el chico asomando la cabeza, sin darse cuenta una presencia se acercaba sigilosamente hacia él.
Fue entonces cuando unas manos los agarraron por la cintura, el pelinegro sorprendido se giró y apuntó a aquella persona, quien levantó las manos mientras sonreía en señal de que no era peligro alguno para Sacedog.

- ¡Akise... joder que susto me has dado! – dijo el chico bajando el arma.

- Lo siento, ya sabes que me gusta sorprenderte – decía Akise sonriendo, él era un chico alto, de cuerpo atlético, cabello corto, al igual que Sacedog, tenía la frente tapada por el flequillo, Akise se caracterizaba por su extraño color de pelo, tenía el cabello grisáceo pálido, prácticamente blanco, era un chico 23 años, mas alto que Davis, ojos marrones, vestía con un pantalón vaquero azul marino, zapatillas deportivas blancas, una camiseta de manga corta blanca, llevaba un reloj en la muñeca derecha, en el pantalón, en la pierna derecha, llevaba una funda de pistola a la derecha con una mágnum desert eagle, detrás, en la cintura, tenía sujetos y en unas funda dos cuchillos kukris de empuñadura negra, en la pierna derecha tenía dos bolsillos extras como los de Sacedog, muy espaciosos en los que guardaba munición de la mágnum.

- Veo que llevas el collar que te regalé – dijo el chico agarrando la cruz del plata que llevaba Sacedog colgada del cuello.

- Sí, pero basta de palabrería, ahora estamos trabajando y quiero terminar en cuanto antes – dijo el chico apartándose de Akise y doblando la esquina.
Akise lo siguió y ambos entraron en la sala y vieron un enorme ordenador, Sacedog se acercó a él y comenzó a tocar botones, mientras, Akise recorría la sala mirando los aparatos que había por la zona.
- Vaya, vaya, mira lo que tenemos aquí Akise – decía el chico mientras leía algo en la pantalla.
Akise se acercó y vio lo que parecía unas órdenes, ponía de título ``En busca y captura, vivos o muertos´´ ambos chicos comenzaron a leer y salían varias fotos y datos de personas, Sacedog pudo ver algunos nombres a medida que veía las fotos: Maya, Puma, M.A, Naitsirc.... Sacedog sabía quiénes eran, no era la primera vez que se infiltraba en laboratorios de ESGRIP y descubría algún documento que hablaba de que la organización buscaba a aquellos supervivientes de Stone City y los estaban intentando localizar, de la misma forma que a él y a su grupo y también a un tercer grupo que escapó de Stone City.

La diferencia de este informe, era que Sacedog y Akise leyeron que ya tenían localizados a varios de aquellos supervivientes en la ciudad de Almatriche y que se estaban preparando para mandar a unos grupos de soldados que dieran con ellos, además de un segundo plan, consistía en hacer que se estrellara un avión en la ciudad para provocar el caos y así distraer a los militares, para que así sus tropas pudieran entrar en la ciudad y los militares no les resultaran un problema y hacer más difícil que los supervivientes que buscaban pudieran salir de la ciudad, todo gracias a aquel avión lleno de infectados

- ¿Crees que deberíamos ir a buscar a ese grupo y ayudarlos Sace? - preguntaba al Akise mirando al chico.

- Sí, tal vez podríamos ayudarles e informarles de que ESGRIP los tiene vigilados desde hace tiempo – contestó el chico viendo como en los informes tenían señalado algunos de los lugares donde habían estado algunos de aquellos supervivientes.- Bien, pues pongámonos en marcha, Akise, programa la autodestrucción de los laboratorios – decía el chico mientras comenzaba a moverse por la sala.
Akise comenzó a tocar algunos botones del teclado, cuando ambos escucharon un sonido que venía detrás de una puerta semi oculta en un rincón de aquella estancia...



#Inma y #Maya

domingo, 29 de noviembre de 2015

NH2: Capítulo 050 - Punto Muerto (Parte 2)

Su cuerpo se encontraba totalmente rígido y frío como el de un muerto ante la escena, siendo alumbrada por la luz de un foco inexistente que descendía sobre ella. No había suelo, ni techo, ni paredes, no había nada, nada más que la más densas de las oscuridades. Un mundo silencioso, frío y completo de sombras envolvía a Nicole Collins. Sus ojos abiertos de par en par, expresaban junto a su facciones, el más hermoso y pálido rostro del terror puro. No podía apartar la mirada de aquellos cadáveres que yacían dispersos por el suelo con múltiples y brutales heridas mortales, y rostros de dolor enmarcado en sus caras instantes antes de morir dolorosamente. Algunos de los cadáveres que se esparcían al rededor de Nicole presentaban grandes y profundos tajos que cortaban sus gargantas, como era el caso de Eva, cuya profundidad era tal que dejaba entrever parte de su tráquea entre la carne que componía su delicado cuello ensangrentado abierto de manera horizontal. Otros tenían miembros mutilados como brazos, manos o piernas, siendo este el caso de M.A e Inma, miembros que se encontraban esparcidos al rededor de los cadáveres de sus propietarios como si piezas de un puzzle se trataran a la espera de ser una vez más encajados en su lugar para completar aquel macabro puzzle. Otros cadáveres como los de Maya y Alice tenían sus rostros ensangrentados y deformados a causa de violentos golpes, tal era la atrocidad plasmada en sus rostros sanguinolentos, que era imposible identificar en que lugar debían de localizarse los ojos, la nariz o la boca, no muy lejos de aquel dúo femenino se encontraba Adán, había muerto acribillado a balazos reventándole algunas áreas de su infantil cuerpo a base de escopetazos, y finalmente, no muy lejos del chico, Jessica se encontraba yaciendo en el suelo con un profundo tajo en su vientre que había segado no solo su vida, si no la de la criatura que crecía en el interior de su madre.

Leonard había desaparecido repentinamente entre las sombras de la misma manera que había emergido de ellas, en algún momento, el joven había aparecido para guiarla en silencio hasta el lugar en el que ahora mismo se encontraba, siempre andando unos metros por delante de Nicole, en completo silencio, con la cabeza agachada, sollozando y sin dejar de darle la espalda en todo momento. No importaba cuantas veces tratara de preguntarle a donde la guiaba, porque lloraba o que hacían ambos en aquel extraño lugar, no importaba que preguntara, Leonard jamás le respondería. Si ella se paraba, el joven también lo hacía, si esta se movía, el joven igual, si Nicole corría, él la imitaba, ambos a la misma velocidad, de tal forma que para Nicole le era imposible acercarse al joven y mirar su juvenil rostro.

Las luces provenientes de unos focos invisibles en la oscuridad alumbraban directamente cada uno de aquellos cadáveres que yacían sobre el oscuro y profundo suelo de la nada bañados en sus propios charcos de sangre. Sí, ella sabía quienes habían sido los causante de aquellas muertes, sin duda. Cada muerte habían sido efectuada por Michaela Evans, la reina tirana y psicópata de Zodiaco. Y por encima de todo, su hermanastra. Así como por sus cómplices, los cuales la habían ayudado con la tarea de asesinar a aquellas personas.

Sin lógica alguna, un nuevo foco se prendió en la oscuridad, y Davis apareció frente a Nicole, a unos pocos metros de esta. El único superviviente era agarrado por unas manos que emergían de las sombras, sujetándolo de tobillos, piernas, torso, cintura, brazos y hombros como si de múltiples tentáculos opresores se trataran, brazos y manos de piel grisácea y descompuesta. Pataleando y víctima de la ira, Davis luchaba tratando de liberarse de aquellas manos lanzando gritos sordos a la nada. Su rostro, lleno de ira incontenible y lágrimas de rabia y dolor, le daban a entender que se encontraba discutiendo fieramente con alguien escondido entre las sombras. Sí, sabía quien era, Michaela, Davis discutía con Michaela, y si esas manos lo soltaran, este sin duda la mataría con sus propias manos para vengar la vida de sus compañeros, que cruelmente habían sido asesinados sin piedad alguna.

Y como ya sabía, como una cinta de vídeo que había visto tantas veces, ya sabía lo que a continuación sucedería, en efecto, Nicole impotente había visto con sus propios ojos las brutales muertes de sus compañeros, y ahora era el turno de Davis. Michaela salió de entre las sombras. Aquella macabra visión congeló una vez más a Nicole. La tirana de Zodiaco caminaba lentamente, con unos andares tranquilos, elegantes y seguros hacia el enfurecido Davis, mostrando en su rostro una amplia sonrisa burlona. La mujer de larga cabellera oscura iba dejando un rastro de sangre con cada paso que daba, pues la goteante hoja de su machete Kukri dejaba escapar gota a gota el tiempo que quedaba hasta que la Parca alcanzara a Davis y alzara contra él su letal guadaña, arma con la que había segado la vida de otros de los amigos de Nicole. Medio rostro de Michaela era cubierto por su alborotado cabello oscuro, y su medio rostro visible estaba pintado con el rojo carmesí de la sangre fresca de sus víctimas, así como toda su vestimenta y partes del cuerpo visible eran decoradas con aquella carmesí coloración.

Un diálogo sordo se escuchó entre Michaela y Davis. Nicole intentó correr hacia el dúo alterada en un intento de salvar a Davis. No obstante, no importaba cuanto corriera o gritara, pues de alguna manera, sentía que corría en el sitio, sin moverse un mísero centímetro mientras sus voces eran apagadas mucho antes de poder gesticular palabra alguna, pues en aquel extraño mundo de oscuridad, reinaba el silencio, el concepto ruido o sonido parecía no existir allí. Finalmente, se detuvo en cuanto Michaela encajó un potente gancho en el abdomen del joven, y este, bruscamente, se echó hacia adelante sintiendo que su respiración se cortaba ante el fulminante golpe. Segundos después, ese mismo puño se alzó en un gancho ascendente que chocó violentamente contra la barbilla de Davis. El joven escupió sangre en el rostro de Michaela, y como si nada, como si de un simple gesto estúpido se tratara, la bruja rió fuertemente sin darle importancia a aquel gesto hostil por parte de su próxima víctima.

Aquella risa era sin duda el sonido de la trompeta del día del juicio final para Davis Taylor. Sin aviso alguno, Michaela agarró al joven por detrás de la cabeza, y agarrando con brusquedad de sus oscuros cabellos, obligándole a mirarla a los ojos, juntando frente con frente, extendiendo en su rostro una perversa sonrisa, y sin aviso alguno, el machete empaló el abdomen de Davis, quien de inmediato dibujó en su rostro una mueca de dolor y terror sin poder quitar de su campo visual los oscuros ojos de Michaela y su gran sonrisa enfermiza. Michaela torció el filo del machete dentro del cuerpo de Davis volviendo aquella herida mortal, y sin delicadeza alguna lo volvió a sacar acompañado de una gran cantidad de sangre. Taylor cayó de rodillas frente a Michaela cuando las manos que lo apresaban lo soltaron desapareciendo en la oscuridad de la que habían emergido.

Gritaba y gritaba dejándose la garganta en aquellos gritos que jamás llegaban. El cansancio en sus piernas ya la habían hecho tropezarse varias veces en aquella carrera hacia el objetivo al que jamás llegaba. Davis, pálido y tembloroso, a la par que la sangre emanaba de su boca tiñendo su barbilla de un intenso rojo carmesí, dirigió lentamente la mirada hacia la mujer que se alzaba frente a él, quien con la cabeza alta y con aquella emblemática sonrisa cargada de malicia, lo observaba con superioridad. Michaela, excitada ante aquella visión del rostro pálido y descompuesto de Davis, así como por las lágrimas de dolor e impotencia que se podían apreciar asomándose en sus ojos, lo agarró una vez más del cabello mientras este trataba irremediablemente de parar la sangre que salía a borbotones de su abdomen ayudándose de sus manos, en vano, aquel cálido líquido rojizo se filtraba entre sus dedos. La guadaña se alzó una vez más, sobre la cabeza de aquella cruel bruja que reía por lo bajo ante el sacrificio que estaba llevando a cabo para su ritual. Veloz como el viento, el filo del machete descendió hasta clavarse de un solo tajo en un lateral del cuello de Davis, y con la misma velocidad, el tajo que se había abierto pasó entre la carne del cuello del joven, salió de este, provocando que una gran cantidad de sangre saliera derramándose sobre el hombro y torso de Davis, quien finalmente se desplomó en el suelo pereciendo ante aquel mortal golpe.

El foco que alumbraba a Michaela se apagó, y tan solo el que iluminaba el cadáver de Davis quedó encendido sobre su cuerpo sin vida. Finalmente, Nicole de alguna manera y sin paso alguno, se encontraba arrodillándose ante el cadáver bañado en sangre de su compañero. Pálido como el mármol y aún con un par de lágrimas recorriendo el rostro en el que aquella mueca de dolor y terror había quedado enmarcada, pudo ver en sus ojos aún abiertos y fijos en los de Nicole, que la vida de este había llegado a su fin, pues la luz de sus ojos se había apagado para él, sucumbiendolo a una eterna, silenciosa, solitaria y profunda oscuridad. Nicole llorando miró sus manos tras zarandear inútilmente el cuerpo sin vida de su gran amigo. Sus manos blancas se encontraban ahora humedecidas por la sangre del joven. Collins temblaba violentamente, pues había presenciado todas y cada unas de las brutales muertes de sus compañeros sin poder hacer nada, y tras ello, el último que quedaba con vida había muerto sin haber podido hacer nada para remediarlo.

Lloraba, temblaba y gritaba sordamente en aquel oscuro y frío mundo de la nada en la que ella y los cuerpos sin vida de sus amigos se encontraban. Las únicas luces de aquel mundo se dedicaban exclusivamente a alumbrar a los cadáveres y a ella misma como si de un castigo se tratara, recordándole su pecado con cada una de aquellas personas. Nicole, totalmente descompuesta y pálida, sin dejar de llorar y sujetándose la cabeza como si aquella acción la asegurara de que no la perdería, miró al suelo. Este era oscuro, como todo en aquel mundo de sombras, pero de alguna manera sentía como si fuera un enorme vórtice que giraba y giraba violentamente hasta que algún día se la tragaría a ella y a los cadáveres, para dejarla caer eternamente en la oscuridad carente de gravedad, o en el caso de que representara la puerta al infierno, la conduciría hasta aquel mundo una vez que su castigo se hubiera repetido lo suficientemente como para haberla hecho perder la cordura y la esperanza, pues en el infierno, todo el que entraba en él tenía que saber que la esperanza debería de abandonarla antes de cruzar las puertas de aquel mundo, pues una vez pasaran por esta, ya sería imposible volver atrás.

Disparos, gritos, llantos y risas invadieron la mente de Nicole con tal volumen que sentía que su cabeza iba a explotar, gritó, una y otra vez ante los fuertes sonidos que sonaban dentro de su cabeza al mismo tiempo. El suelo se extendió bajo las rodillas de Nicole, y los cadáveres desaparecieron junto con sus luces, quedando Nicole sola alumbrada por su foco en aquel mundo. Sin apartar su mirada del suelo, poco a poco comenzó a apartar las manos de sus oídos, pues finalmente un incómodo silencio había caído sobre ella, cesando las voces y sonidos de su cabeza. Tras unos eternos segundos en aquel inusual e incómodo silencio, pudo escuchar el sonido de unos pasos y apreciar como en el campo de la luz que había sobre ella y se veía proyectada bajo sus rodillas, aparecieron tres sombras intrusas acompañadas por el sonido de unas escopetas cargando al unísono, obligando a Nicole a ponerse en pie. Inmediatamente, se encontró con el cañón de una escopeta a escasos centímetros de sus ojos. Tres personas la rodeaban a punta de escopeta, con unas perversas sonrisas dibujadas en sus rostros y sus ropas ensangrentadas. Marcus, Anna y Fox la miraban con miradas confiadas y burlonas de arriba a abajo.

—Lo siento, hermosa dama —Habló Fox—. No lo tomes como nada personal. Sólo hacemos nuestro trabajo. —Finalizó aquella frase entre risas sin dejar de apuntarla.

—Ohhhh, poooooobrecita Nicole. ¿Has perdido a tus amigos? Bueno, que más da, tarde o temprano esto tendría que pasar. ¡¡¡No existen los finales felices, idiota!!! —Gritó Anna sumando su risa a la de Fox.

—Vamos, no te preocupes, pronto te reunirás con ellos. Para la nueva utopía de nuestra reina, la gente como tú no debe existir. Deben de ser suprimidas de nuestro mundo. ¡Aquí no hay lugar para ti ni los tuyos, morid de una jodida vez! —Las risa de Marcus se sumaron a la de los dos altos mandos restantes, quienes no cesaban de reír de manera ruidosa y vulgar.

Las fuertes carcajadas le levantaban un fuerte dolor de cabeza que iba creciendo más y más, en su cabeza, aquellas carcajadas eran equiparables al molesto sonido de alguien arañando una pizarra. Sus ojos, fuertemente cerrados, no dejaban de derramar lágrimas mientras su corazón latía fuertemente. Nicole, con los ojos cerrados, gritaba y suplicaba múdamente para que aquellos tres cesaran con sus horribles y molestas risas dementes. Cuando abrió los ojos, la culata de la escopeta de Fox golpeó su rostro, y tirada en el suelo, fue objetivo de insultos, golpes y crueles burlas por parte de aquellas tres personas que abusaban de su debilidad sin ser capaz de defenderse. Tan solo podía quedarse hecha un ovillo en el suelo sin dejar de llorar mientras las horribles muertes de sus compañeros se reproducían nuevamente en su cabeza.

Los golpes cesaron, y los tres altos mandos de Zodiaco se abrieron dejando espacio a Nicole, pues el eco de unos pasos comenzaron a escucharse en la oscuridad, dirigiéndose hacia su posición. Nicole se levantó con esfuerzo mientras contemplaba a aquellas tres personas alejándose hacia una dirección en silencio, a unos pocos metros de ella dándole la espalda. En medio de la oscuridad, Marcus, Anna y Fox mantuvieron sus miradas clavadas en un lugar fijo entre las sombras, haciendo un saludo militar. Sí, lo sabía, había llegado su hora y no podría hacer nada. Finalmente, de entre las sombras, de pies a cabeza comenzó a materializarse el cuerpo de Michaela bañado en la sangre de sus compañeros, con su triunfante sonrisa y una mirada confiada clavada en los ojos de la ex agente de policía. Lentamente, comenzó a dirigirse a sus tres compañeros portando el machete goteante en una mano y algo redondo en la otra.

Nicole no podía soportarlo más, simplemente no podía, en pie, mirando a aquella mujer saliendo de entre las sombras con aquel macabro y terrorífico aspecto, no podía evitar sentirse un paso más cerca del abismo a la locura. —Esto es una pesadilla, esto es una pesadilla, esto no puede ser real... —Comenzó a susurrar con su temblorosa voz, una voz muda que ni ella misma era capaz de escuchar. — ¡¡¡NO PUEDE SER CIERTO!!! ¡¡¡TENGO QUE DESPERTAR, TENGO QUE SALIR DE ESTA LOCURA!!!! ¡¡¡TODO ESTO ES UNA PESADILLAAAAAAA!!! —Vociferó mudamente entre las sombras, siendo observada por aquellas cuatro personas que la miraban con diversión.

—¿Crees que esto es un sueño? —Preguntó la voz de Michaela ladeando ligeramente el rostro con una fingida preocupación en su rostro.

Si, Nicole no era capaz de escuchar su propia voz, pero aquellos cuatro demonios si podían escucharla. Atónita, retrocedió unos pasos sin apartar su mirada de aquellas sonrisas dementes dibujadas en sus demoníacos rostros.

—¡Mis compañeros están vivos, todos escapamos aquel día con vida de vuestra base! ¡¡Nadie murió aquel día!! ¡¡¡NADIEEEEEEEEE!!! ¡¡¡¡NOSOTROS GANAMOS VUESTRO JODIDO JUEGO!!!! ¡¡¡LOS ÚNICOS QUE MURIERON AQUEL DÍA FUERON VUESTRA GENTE!!! ¡¡¡YO Y MIS COMPAÑEROS SOBREVIVIMOS A AQUEL DÍA!!! !!!!ESCAPAMOS DE VUESTRA PUTA GUERRA!!!! ¡¡¡ESTO NO ES REAL, ESTO ES UNA PESADILLA, ESTO SOLO ES UNA MALDITA ILUSIÓN!!!!—Vociferó Nicole luchando contra aquellas oscuras presencias lanzándoles una poderosa y única verdad procedente desde el odio y desesperación más profunda de su ser, desgarrándose la garganta en aquella afirmación.

Como respuesta, un coro de sonoras y dementes carcajadas procedente de aquel demoníaco grupo le respondió y una serie de luces se encendieron mostrando una vez más los cadáveres de sus compañeros, solo que esta vez todos los cadáveres habían cambiado de posición y ahora se encontraban yaciendo ensangrentados a los pies de Nicole, rodeándola con sus rostros de dolor y heridas abiertas aún emanado sangre a borbotones. Acto seguido, procedente de la oscuridad, una serie de sonidos comenzaron a escucharse, gritos agónicos, llantos, disparos, súplicas, varias voces, risas, entre otros sonidos fueron además acompañados por un olor a sangre y humo.

Nicole apartó la mirada de los cadáveres de sus compañeros, quienes tenían sus miradas clavadas en ella. Negando con la cabeza no quería aceptar aquella realidad, no podía aceptar aquella ilusión como real. ¿Pero por cuanto tiempo podría seguir luchando contra aquella realidad que intentaba por todos los medios de entrar en la mente de Nicole sustituyendo los recuerdos de lo que aquel día sucedió realmente? Sus esperanzas estaban mermando a un nivel crítico y en breve, no sería capaz de resistirse a caer en la demencia aceptando aquella realidad. Una realidad o ilusión en la que sus compañeros murieron por su culpa.

—No.. no... esto no es real.. no lo es... —Susurró con su temblorosa voz mientras luchaba por mantener la cordura y retener las lágrimas, pero su voz tan solo pudo ser escuchada por el grupo de demonios que la miraban con burla.

—Vaya, ¿no quieres aceptarlo, querida? Entonces déjame decírtelo, déjame imponer mi verdad sobre la tuya. ¡Déjame decirte lo que aquel día paso! ¡Esta es mi verdad!—Respondió Michaela elevando poco a poco la voz— ¡¡Nicole Collins, tú fuiste la verdadera asesina, la única culpable del asesinato de tus amigos. Todos y cada uno de ellos murieron aquel día bajo mis manos y la de mis hombres, todos y cada uno de ellos tuvieron una muerte horrible y agónica, incluso Adán, aquel por el que me entregaste a tu grupo acabó muriendo!!

—¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!! ¡¡¡ESO NO ES CIERTO!!! —Chilló Nicole sin poder retener las lágrimas.

—¡¡¡Déjame decírtelo una vez más Nicoleeeeee!!! —Insistió Michaela elevando la voz aún más mientras exponía su tan malévola sonrisa ante aquella reacción de desesperación por parte de su indefensa víctima. Con reafirmarle su verdad una vez más, lograría finalmente destruir la última esperanza de Nicole, imponiéndole así su trágica verdad sobre la de su querida hermanastra.—¡¡¡¡NICOLE COLLINS, TODOS TUS AMIGOS MURIERON AGÓNICAMENTE ESE DÍA Y TÚ AL TRAICIONARLOS Y ENTREGÁRMELOS A MI, TE CONVIERTES EN LA ÚNICA CULPABLE DE SUS MUERTES, TU ERES LA AUTÉNTICA ASESINAAAAAAAA!!!!

—¡¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!! —Nicole chilló con fuerza cayendo finalmente al abismo de la demencia tras sentir como su último rayo de luz, su última esperanza, era destruida en diminutos fragmentos como si de un jarrón de cristal se tratara tras precipitarse desde una gran altura.

Nicole cayó de rodillas al suelo, manchando sus rodillas con la sangre de sus amigos, la cual se esparcía a sus pies como si de un lago de sangre se tratara. Sujetándose la cabeza y tapando sus oídos gritaba en un intento de no aceptar aquello ni escuchar las carcajadas de esas cuatro personas que se divertían con su sufrimiento. Gritando y con los ojos abiertos de par en par sin capacidad alguna de retener las lágrimas, las muertes que presenció de sus amigos invadieron su cabeza de golpe una vez más, sintiendo como si la realidad de Michaela se estuviera imponiendo en su mente sobre la realidad de aquel día que residía en su memoria. Su cabeza latía emitiendo un intenso dolor a medida que la versión de los hechos de Michaela entraba en su mente expulsando a los recuerdos de lo que realmente sucedió aquel fatídico día. Fue tras unos eternos segundos, que la atención de Nicole se centró en el objeto esférico que Michaela aún portaba en una de sus manos, la cual mecía débilmente siendo aquello oculto aún por las sombras. Nicole, aún escuchando las carcajadas y con la ansiedad aún latente en ella, comenzó poco a poco a ponerse en pie, sin fuerzas. Fue en ese instante cuando algo brilló en la oscuridad, proveniente del cielo, detrás de Michaela y sus compañeros, y en ese instante en el que Nicole elevó su mirada a aquel brillo, algo veloz y sin emitir sonido alguno atravesó la oscuridad empalándola de lleno en el sitio.

Una larga lanza metálica de doble punta había descendido desde las sombras para empalarla en el lugar en el que se encontraba, evitando cualquier movimiento o intento de lucha por parte de la mujer. Nicole, encorvada ligeramente hacia atrás aún de pie en el sitio, no había muerto, sentía un dolor indescriptible, y aquel empalamiento hubiera supuesto una muerte certera, no obstante no murió. Nicole la identificó, se trataba de la lanza de Davis, la cual anteriormente había pertenecido a Nick, pero había una diferencia en aquella arma blanca que era imposible de no percibir, tanto su longitud como su grosor eran tres veces las proporciones originales de la lanza. Esta la había empalado atravesando diagonalmente su pecho y espalda, clavándose la punta que la empaló profundamente en el suelo, mientras que por el extremo que sobresalía de su espalda corría la sangre de la mujer derramándose en el oscuro suelo de la nada, sumándose a la sangre del resto de los compañeros de Nicole. Dolía, y mucho, pero no pudo gritar, pues al intentar hacerlo la sangre emanó de su boca a la par que una enorme rosa carmesí se dibujaba en las zonas donde se localizaban los orificios de entrada y salida del filo del arma blanca.

La mujer sujetó la lanza con las dos manos en un intento absurdo de sacársela, pero tan solo con tocarla, el indescriptible dolor aumentaba, incapaz de gritar más sangre descendió por su boca. Nicole lo sabía, aquello no era la lanza normal de Davis, lo sabía desde el momento que esta la empaló limitando sus movimientos, y ahora, entre lágrimas lo sentía. Aquella lanza era en aquel mundo de oscuridad era la representación de la creciente culpa e impotencia que sentía por haber entregado la vida de sus compañeros a Michaela. Una vez más, la mirada de Nicole se sintió atraída por la esfera que sujetaba Michaela, la cual de inmediato fue bañada por la luz desvelando su auténtica forma.

Michaela y sus tres compañeros la miraron con una macabra sonrisa, y sin aviso alguno, la bruja lanzó el objeto, el cual rodó dejando un rastro carmesí a su paso hasta que chocó contra los pies de Nicole deteniendo su rumbo. La mujer estaba en shock ante aquella visión, temblando violentamente sin poder evitar apartar su mirada de su propia cabeza, la cual se encontraba cercenada a sus pies, pálida, manchada en sangre y lágrimas, mostrando una horrible mueca de miedo y dolor parcialmente oculta entre los rubios y alborotados cabellos que ocultaban la mitad de sus facciones. En pleno estado de shock, y sin poder evitar apartar la mirada de su propio rostro muerto, una serie de susurros se escucharon, solo que esta vez no venían del interior de su cabeza, si no del exterior, una multitud de susurros...

Una serie de focos se encendieron sobre ella misma, deslumbrándola, y de inmediato el suelo tembló y los susurros se intercambiaron por voces y aplausos. Cuando abrió los ojos, esta se encontraba en un teatro bien iluminado. Se encontraba localizada en un gran escenario ante la mirada de los eufóricos soldados espectadores que la observaban desde los asientos del teatro, del cual no había ni un solo asiento vacío. Aún se encontraba en el sitio empalada por la lanza, cuya punta atravesaba el suelo de madera agrietado del escenario en vez del suelo oscuro de la nada, los cadáveres de sus amigos, así como la gran mancha de sangre proveniente de estos y su propia cabeza cercenada también habían desaparecido junto con aquel mundo de oscuridad. Frente a sus ojos, un gran y lujoso teatro bien iluminado se alzaba junto con el entusiasmado público. En el escenario no estaba sola, con ella, se encontraban el grupo de demonios que la habían acompañado todo el rato, quienes tras saludar al público formado por soldados de Zodiaco, se giraron observándola con superioridad. Ellos no eran los únicos que se encontraban subidos al escenario, sentado al borde de ese, detrás del cuarteto de demonios, pudo ver agitando tranquilamente las piernas en el aire y dándole una vez más la espalda a Leonard.

Confusa aún en estado de shock, sintió que una mano fría la agarraba del hombro, una mano de piel grisácea. Lentamente, muy lentamente debido a que sus movimientos eran muy limitados por la existencia de la lanza, Nicole, aún sin salir de su más confuso asombro, giró la cabeza para encontrarse con el rostro de un zombificado Davis, quien la sujetaba fuertemente como si tratara de evitar que huyera de su presencia. Su piel era grisácea y estaba en estado de descomposición, en sus ojos, una membrana blanquecina había aparecido, y eran visibles las heridas aún sangrantes que Michaela le había provocado. De la nada, un olor a podrido emergió de la espalda de Nicole, y más y más manos emergieron detrás de ella, sujetándola con firmeza de hombros, brazos, piernas, tobillos, cuello, torso y cabello.

Todas y cada una de aquellas manos de piel grisácea, y en avanzado estado de descomposición pertenecían a cada uno de los zombificados miembros de su grupo. Como congelada en el tiempo, así como por la lanza que atravesaba diagonalmente su cuerpo, Nicole no fue capaz de reaccionar ante aquellos podridos que lucían como sus amigos. Adán, a sus pies, con su infantil cuerpo reventado a escopetazos la sujetaba de uno de sus tobillos. Maya, con su rostro cruelmente deformado y ensangrentado a base de violentos golpes, fue la primera en morder con fuerza a Nicole, provocando que la sangre de la joven emergiera tiñendo una nueva zona de su cuerpo. Poco después, Jessica se aventuró a ser la segunda en morder el cuerpo de Nicole, y uno a uno se sumaron el resto de integrantes zombificados del equipo de Nicole, quienes con ansiedad mordieron todo lo fuerte que pudieron el cuerpo de la mujer en un intento de devorarla viva y castigarla por su traición.

Nicole gritó de dolor al comenzar a ser devorada viva por sus antiguos amigos, y fue en ese momento capaz de escuchar su voz por primera vez desde que estaba en ese mundo de oscuridad. Gritó muy fuerte ante el indescriptible dolor totalmente inmovilizada mientras su propia sangre teñía una vez más su piel y vestimenta. Ante aquel macabro espectáculo, los espectadores silbaron, gritaron eufóricos y aplaudieron pidiendo aún más espectáculo.

—Lo siento, querida. Este es el final. —Declaró Michaela en un tono burlón e indiferente contemplando su sufrimiento.

El machete Kukri de Michaela había sido sustituido por una escopeta, arma que elevó junto con las escopetas de Marcus, Fox y Anna apuntando a Nicole mientras exponían diabólicas sonrisas en sus divertidos y burlescos rostros. Finalmente, las cuatro escopetas rugieron al unísono, reventando el cuerpo de Nicole y de sus zombificados amigos, esparciendo sangre, miembros, trozos de carne y huesos sobre el escenario. Nicole cayó muerta de espaldas, quedando su cuerpo colgando inerte de la lanza, y la oscuridad se la tragó por completo. El conjunto de luces que la alumbraban se apagaron para siempre, quedando como único recuerdo temporal en su consciencia las dementes, sonoras y vulgares carcajadas de aquellas cuatro personas mientras de fondo se escuchaban los aplausos y silbidos del público instantes antes de que sus ejecutores apretaran los gatillos de sus armas, sonidos que fueron mermando lentamente dando paso a un último y triste sonido, el llanto de Leo fue el último sonido en reproducirse en su memoria antes de dar este paso al mas absoluto silencio...

Nicole se levantó incorporándose en la cama violentamente, agitada, con su frente llena de gotas de sudor y sus ojos a punto de desbordar en lágrimas. La mujer tocó su pecho pudiendo sentir las agitadas pulsaciones de su corazón. Estaba viva, si, el palpitar de su corazón así se lo confirmaba, todo había sido una pesadilla, la misma pesadilla que tantas veces se le había repetido. La joven se abrazó a sus piernas hundiendo su rostro en las rodillas intentando despejar las oscuras sombras de su mente en la que se proyectaba aquel sueño tan real a la par que trataba de tranquilizarse. Poco a poco, sus pulsaciones comenzaron a volver a la normalidad y aún con los ojos desbordados en lágrimas, miró a través de la ventana que había a su lado, pudiendo observar que en el exterior ya había amanecido, el sol se alzaba sobre el azulado firmamento. Nicole secó sus lágrimas y tras varios minutos con la mirada dirigida al cielo azul, se levantó de la cama.

Entre jadeos, MA huía de sus perseguidores, por el flanco izquierdo le perseguía Davis mientras que por el derecho Adán. —¡Alice! —llamó el joven para que esta la cubriera.

La mencionada se interpuso en el camino de Davis extendiendo sus brazos dando pasos a izquierda y derecha. —¡No te voy a dejar pasar, chavalote! —respondió con una sonrisa desafiante en el rostro.

—¡Joder! —Davis se percató de que su joven compañero de equipo se esforzaba en adelantar al rubiales que iba botando la pelota de baloncesto hacia la canasta del equipo de Adán y Davis, riéndose a carcajadas mientras lanzaba pequeñas pullas al dúo por su lentitud y mala coordinación —¡¡Adán, no dejes que escape ese boca chancla!! ¡¡Quítale la pelota para que se trague sus propias palabras!! —se picó el pelinegro mientras escuchaba como su compañero se burlaba y fardaba de ganar aquel partido.

Davis no era el único que se estaba picando, Adán también sentía unas ganas enormes de quitarle el balón de las manos a ese presumido que no paraba de fardar de sus habilidades con el baloncesto. M.A se impulsó para lanzar la pelota a la canasta con total confianza de que podría encestar incluso con los ojos cerrados. Pero por presumir, no tuvo en cuenta la distancia de Adán, y en cuanto la pelota comenzó a sobrevolar el suelo dirección a la canasta, el chico dio un saltó todo lo alto que pudo logrando con la punta de los dedos cambiar la trayectoria de la pelota anaranjada.

—¡Eso te pasa por bocazas! —gritó Adán corriendo hacia el objeto esférico.

Al rubio bocazas le costó asimilar que el joven Adán hubiera logrado errar su tiro a canasta.

—¡¡Pero no te quedes embobado que se lleva la pelota!!— gritó Alice despertando a su novio de su estado de shock.

—¡Lo mismo te digo a ti, Alice! —comentó Davis pasando por un lateral de la joven, quien torpemente trató de evitar que el pelinegro escapara. —¡Tienes que estar más atenta!

Adán logró hacerse con el balón antes de que saliera de la pista de baloncesto, pero de inmediato M.A se lanzó a arrebatárselo.

La puerta de la iglesia se abrió dando paso a su interior a Jessica e Inma, el interior era bastante sencillo y no muy grande, a izquierda y derecha se alineaban varias filas de bancos de madera, material del que también estaba hecho el suelo, el cual crujía a los pasos de ambas féminas a medida que entraban dentro. En las paredes, a izquierda y derecha, había algunos pequeños vitrales religiosos de vivos colores plasmando algunas escenas bíblicas, al frente, recorriendo la alfombra roja que atravesaba la estancia a la mitad hasta un pequeño altar de madera, había otro vitral mucho mas grande que ocupaba casi toda la pared, y en las cuatro esquinas de la edificación, había una escultura religiosa.

—¿Estás segura de esto, Jessica? —comentó Inma teniendo en cuenta que su compañera había decidido a acompañarle a la iglesia a rezar por el bien del grupo. —Pensaba que no creías en Dios.

—Sí, estoy segura. Quien no cree en Dios es Davis, él es ateo. Yo en cambio, no sé que es lo que habrá más arriba, pienso que hay algo, pero no sé si es ese Dios del que hablan los curas u otra cosa. —comentó la joven con una sonrisa cerrando la puerta detrás de si.

—Mmmm... Tengo curiosidad, ¿sabes en que cree Nicole? —se interesó por las creencias de la ex agente.

—Nicole cree en Dios, pero no en el de los curas. Para ella solo hay un único Dios, que es para ella una representación de la moralidad y la justicia, y los distintos dioses de las distintas religiones no son más que distintas representaciones de ese Dios con ciertas alteraciones convenidas por esas distintas religiones.

—Interesante punto de vista el de Nicole. Bueno, gracias por venir conmigo, Jessica.

Ambas se acercaron a uno de los bancos de la primera fila de la margen derecha dispuesta a a rezar en silencio por el bienestar de todos los integrantes del grupo y de sus seres queridos, así como por el alma de los compañeros caídos. Naitsirc, Selene, Dyssidia, Florr, Ley y su gente, así como por la familia y el grupo de Jessica, incluso en sus ruegos,la joven de ojos azules recordó a los fallecidos amigos de Davis, a quienes conoció tiempo atrás y que murieron dando la vida para que su chico y Nicole escaparan con vida de las cavernas, se trataban de Kyle y Karen, incluso tuvo en cuenta al pobre Matt a quien recordó en sus ruegos desde que supo que no tenía intención de traicionar a Davis. Ambas temían olvidar a algún amigo o familiar cercano a ellas en su ruego, pero se sintieron aliviadas al saber que no se quedaron a ninguno atrás.

Los pasos de Eva se detuvieron en el almacén, sintiéndose alterada al ver que en su interior no se encontraban los muertos vivientes, alguien debió de liberarlos y llevarlos a algún sitio, aquel fue su primer pensamiento tras pensar racionalmente en que de haber sido alguna clase de traición, los podridos estarían campado a sus anchas por la aldea.

—Buenos días. —la saludaron por la espalda.

La joven se giró para ver a Maya con una sonrisa.

—Buenos... días... —respondió sintiéndose algo cortada teniendo en mente lo sucedido la noche pasada— ¿Sabes que ha pasado con los zombies que había aquí? Se supone que hoy los íbamos a masacrar —preguntó sin pasar por alto que Maya no se sorprendió en absoluto al ver el almacén vacío de muertos vivientes.

—Si, ayer por la noche Inma y yo no podíamos dormir, por lo que las dos decidimos ayudar a Nicole a masacrarlos y ahorrarnos así el trabajo que teníamos para hoy. Los llevamos hacia el lugar donde M.A y el resto incineraron los zombies que matamos ayer por la tarde, y allí matamos a todos los del almacén.—Maya sabía que había dicho la verdad, pero había sido sutilmente modificada, puesto que el tema de masacrar a los zombies fue todo cosa de Nicole, pero desconociendo como podía reaccionar Eva tras la discusión con ella, decidió involucrarse así misma y a Inma en el tema.

—¿Nicole y vosotras dos? Eso fue algo un poco irresponsable. ¿Qué hubiera sucedido si algunos se hubieran escapado del grupo sin daros cuenta? Se podría haber liado una buena. —realmente pensó que aquello fue algo irresponsable, pero por otra parte no se sentía con ganas de echarle la bronca, por lo que su regañina carecía de su típico mal humor.

—Tranquila, nos aseguramos de que estaban todos y los matamos a todos en el bosque, a cierta distancia de la aldea. —aseguró con firmeza.

—Bueno, está bien, al menos nos ahorráis trabajo. —respondió cerrando de nuevo las puertas del almacén.

—¿Qué tal la noche? —preguntó Maya tratando de empezar una conversación casual.

—No muy bien, me costó un rato dormirme, y para cuando me levanto me doy cuenta que Adán se ha levantado antes, y sin decirme nada se fue, para cuando lo encuentro me lo veo jugando al baloncesto con Alice, Davis y M.A como si nada, cuando sabe perfectamente que no me gusta que se vaya por ahí sin decirme nada. Luego también he visto a Jessica e Inma dirigiéndose a la iglesia, seguramente a rezar.

—Respecto a Adán, no creo que sea malo que se haya ido sin decirte nada, ya sabes que va a estar por aquí y que darás enseguida con él, no es que sea muy grande esta aldea, además sabes que este sitio es seguro, no es como si fuera a entrar un puma por la noche a matarnos y comernos mientras dormimos ¿no?. Por otra parte, me sorprende que esté jugando con esos tres, parece que se está adaptando a la gente del grupo.

—Si, bueno, eso está bien, que se adapte a esta gente... —respondió no muy convencida —Oye Maya, quiero que me respondas a algo. ¿Me pasé ayer por la noche?

—¿Quieres que te sea sincera?

—Si te lo pregunto es por algo, ¿no crees? —respondió algo moleta por la pregunta.

—Si, pienso que te pasaste, y bastante, en especial con Nicole.

—Probablemente ahora todos me odiarán, parece que no puedo estar nunca tranquila con este grupo. ¿Acaso dije alguna mentira? ¿Es que acaso no puedo manifestar lo que siento yo? —quiso saber molesta ante la respuesta de Maya.

—No sé si todos te odiarán o no, pero déjame decirte que no dijiste una mentira, y si que puedes manifestar tus sentimientos. En cierto modo, te comprendo, pero tu error no radica solamente en la malas maneras en las que te has expresado poniendo a todos de putas para arriba, sino en el hecho de juzgar a la gente sin hacer el esfuerzo de comprender los motivos de los actos de cada uno de ellos. Eva, juzgar a alguien como culpable o inocente solo teniendo en cuenta sus actos no es algo tan fácil, y creo que Nicole te lo demostró cuando te devolvió tus propias palabras y usó tu forma de juzgar contra a ti con aquel ejemplo de que dejaste a Adán atrás sin importarte que pasara con él si hubieras muerto en aquella misión. Eso fue lo que realmente le hizo daño a todos, que los juzgaras sin intentar ni siquiera comprender los motivos de cada uno para actuar como lo hicieron.

Eva se quedó unos instantes en silencio, reflexionando para sus adentros lo que Maya acababa de decir.

—¿Hablaste con Nicole después de la discusión? —se interesó la joven.

—Si, hablé con ella por la noche cuando volvimos de matar a los zombies.

—Supongo que me pondría a parir.

—No, la verdad es que no dijo nada malo de ti. Solo me dijo que estaba enfadada, dolida y decepcionada por la manera en la que la juzgaste, siendo su amiga, le dolió que ni siquiera trataras de comprenderla antes de lanzarla al hoyo. —Maya no pasó desapercibida los momentos en que Eva se tomaba su tiempo para pensar. —¿Sucede algo?

—No, no sucede nada. Oye, voy a ir a la taberna a ver los alimentos que quedan y racionarlos para tomarlos al medio día, después ya veremos que hacemos... ¿Vienes?

—Claro. Oye ¿no deberías de llevar el traje de protección?

—No lo veo necesario, creo que la radiación de este lugar es baja, por estar un rato sin el puesto no va ha pasar nada.

El dúo abandonó el lugar y se fue hacia la taberna charlando entre ellas. Inma y Jessica terminaron de rezar sus plegarias y se disponían a marcharse cuando los pies de Jessica se detuvieron al pisar algo que sobresalía de debajo del banco en el que habían estado rezando.

—¿Qué sucede, Jessica? —preguntó al percatarse de que la joven se detuvo mirando al suelo.

—Creo que pisé algo... —comentó quitando el pie para ver de lo que se trataba.

Inma se acercó al ver como recogió algo del suelo.

—¿Un panfleto? —comentó a medida que se acercaba.

—Sí, parece de una fiesta de un pueblo cercano.

Jessica lo abrió como si fuera un libro al tiempo que Inma se colocaba a su lado para ver lo que ponía. Entre la vistosa y colorida publicidad, la fecha, horas y demás, había un pequeño mapa donde podían contemplar la localización del pueblo respecto a su aldea y a otras cercanas a este, así como las calles en donde se harían los espectáculos, la localización de los comercios, el centro médico, entre otros lugares de interés para el turista que se viera animado a visitar aquel pueblo para unirse a celebrar la fiesta local.

—¡Esto nos viene genial, Jessica! —comentó animadamente tras leer lo que ponía en el panfleto —¡Podríamos hablarlo con el resto para hacer expediciones en busca de recursos a ese pueblo, no está a mucha distancia de aquí!

—Cierto, me parece buena idea. —respondió asintiendo la cabeza —Parece que la suerte nos empieza a sonreír un poco.

Ambas chicas salieron del edificio religioso en busca de Eva para comentárselo, querían que fuera la primera en saberlo para ver como se lo tomaba, puesto que estaba seguro que el resto de sus amigos les parecería buena idea, al fin y al cabo, necesitaban recolectar recursos, con los víveres que tenían solo podían hacer una comida ese día, y después...

M.A trató de cubrir a Adán con todo su cuerpo, extendiendo sus brazos y lanzando manotazos en un intento de arrebatarle el balón que pasaba botando de una mano a otra de Adán. El joven no sabría por cuanto tiempo podría continuar adueñándose de la pelota sin que el pesado de M.A se la quitase.

—¡¡Adán, por aquí!! —Davis se acercó por un lateral alzando las manos.

El joven hizo un pivote para girar el cuerpo mirando a Davis y lanzarle el balón, el cual atrapó de inmediato.

—¡¡Mierda!!— rabió M.A ante la situación. —¡Alice, no dejes que marque, si no perdemos el partido! —recordó el joven apuntando con el dedo a Davis, quien corriendo botando el balón se dirigía hacia la canasta del grupo M.A y Alice.

—¡Entendido! —Alice de inmediato salió disparada hacia Davis con el objetivo de arrebatarle la pelota e impedirle marcar el último punto que alzaría al equipo rival con la victoria.

Adán por su parte se zafó de M.A y corrió junto a Davis, acción que el rubió imitó de inmediato. Alice logró colocarse frente a Davis cortándole el paso, pero astutamente el joven lanzó la pelota por debajo del brazo de Alice, haciéndola botar unos metros hasta que Adán la recuperó, y ante la atónita mirada de la pareja de rubios, lanzó la pelota logrando meterla en el aro marcando con aquel tiro veintiún un puntos para su equipo formado con Davis, proclamándose como vencedores respecto a los dieciocho puntos del equipo de M.A y Alice, ganando dos partidos mientras que el dúo de rubios solo ganó uno, finalizando con aquel dúo como vencedor del partido.

—¡¡Nooooooooooo!! —gritó el rubio viendo sus esperanzas de ganar totalmente perdidas. —¿¡Cómo ese enano ha podido marcar!? —el asombro de M.A fue tal que no pudo evitar poner los ojos como platos, incrédulo tras perder con un niño.

—Jajajajajaja ¿Qué pasa, M.A? ¿No decías que podrías ganarnos sin problema alguno? —recordó el joven Adán con cierta malicia.

—¡No deberías de vender la piel del oso antes de cazarlo, rubito! — se sumó Davis a la burla junto a Adán.—¡Choca esos cinco, chaval!— ofreció el joven de cabellos oscuros la palma de su mano, quien de inmediato el joven chocó con una sonrisa en el rostro.

—Venga, tranquilo, ya nos tomaremos un día la revancha. —trató de animar Alice dando unas palmaditas en la espalda a su pareja.

Los cuatro se sentaron en el suelo a descansar, mirando al cielo azulado y despejado.

—No ha estado mal para entrar en calor ¿verdad? Esta mañana hacía bastante frío, y ahora estoy algo sudada. —comentó Alice dejando caerse hacia atrás para tumbarse en el suelo.

—Hacía tiempo que no practicaba deporte. Desde que esto del apocalipsis empezó no he tenido demasiados momentos divertidos para jugar o para hacerlo con alguien como cualquier niño. —dijo Adán con una radiante sonrisa en su rostro sintiéndose realmente satisfecho con el momento que había pasado con aquellos tres jugando al baloncesto. —¡Deberíamos de jugar otro día y traer al resto para jugar al baloncesto o al fútbol!

—Claro, eso estaría bien. —respondió Davis alzando el pulgar ante su proposición.

—Pero... —Adán agachó la cabeza tristemente. —¿Qué pasaría con Eva? Supongo que a ella no la dejareis jugar después de lo de ayer, ¿no?— preguntó con cierta tristeza en sus palabras.

Alice se incorporó e intercambió unas miradas en silencio con Davis y M.A, mientras el joven Adán se limitaba a mirar al suelo.

—¿Y por qué no? —preguntó Davis.

—Pues porque os trató mal, discutisteis con ella, por eso supongo que la odiáis. A ti y a Alice os echó una buena bronca por la traición, demostrando que os odia por eso, y a M.A le echó en cara que no le importaba que su hermana hubiera muerto. —respondió mirando a aquellos tres que se encontraban frente a él.

—Por mi parte, no me importa que juegue con nosotros. —comentó M.A —Ella es incapaz de entendernos, por eso ella no tiene ni idea de que siento hacia la muerte de mi hermana, mientras que yo sepa lo que siento realmente, ella no es nadie a quien deba de hacer caso. Además, es verdad que me siento mal por perder a mi hermana, pero... Sé que tengo a mis amigos y a mi novia a mi lado, tengo a gente que me importa de verdad y a quienes yo les importo, como Davis y Alice —comentó colocando las manos en los hombros de los mencionados. —Tengo que aprender a valorar lo que tengo en estos momentos, y lo que tengo son a persona realmente valiosas para mi, gente que me apoya y me ayuda a llevar mis problemas personales. —respondió clavando una mirada sincera en los ojos de Adán. —Tu hermana y yo no congeniamos muy bien, eso es algo mas que evidente, si fuera mas amable y dejara de estar siempre a la defensiva con todo el mundo, puede que fuera algo mas sencillo el trato entre nosotros dos.

—Respecto a mi, y creo que hablo también por Davis, no tenemos nada en contra de Eva a pesar de como nos juzgó, en cierto modo la comprendemos, pero si no nos agrada acercarnos a ella es precisamente porque nos odia por lo que hicimos, y no queremos ocasionar mas problemas a nadie. ¿Me equivoco, Davis? —comentó la rubia mirando a su amigo, quien de inmediato negó con la cabeza.

—Es solo que no queremos que vuelva a haber problemas y se vuelva a repetir una discusión como la de anoche. —comentó Davis —Como ha dicho Alice, en parte la entendemos, pero en parte también creo que fue muy injusta al juzgarnos de aquella manera.

—¿Eso significa que si las cosas fueran mejor entre todos los del grupo, no os importaría que Eva jugara un día con todos nosotros? —quiso reafirmar el joven.

—Exacto, pero mientras la cosa siga mal entre ella y nosotros, será mejor dejar las cosas quietas para que se tranquilice la situación. —respondió Alice.

Los pasos de Inma y Jessica se dirigieron a la taberna, en su interior se encontraban Maya y Eva comprobando las raciones de comida que quedaban mientras hablaban sobre como las racionarían para tomarlas al medio día.

—Buenos días. —saludó Jessica entrando por la puerta.

—¿Qué tal andamos por aquí? —comentó Inma entrando tras Jessica.

—¡Buenos días! —saludó Maya animadamente. —Jess, tengo lo que me prestaste para curarle la herida de la mano a Nicole. —comentó la castaña sacando del bolsillo los utensilios que le pidió prestado ayer a la joven. —Toma.

Mientras Jessica guardaba lo que Maya le dio en la mochila que llevaba en la espalda y le preguntaba por Nicole, Inma se acercó a Eva para preguntarle que tal estaba, aunque no recibió una respuesta precisamente animada, estaba preocupada por los alimentos, a medio día se comerían lo que sobró de ayer y luego, no habría nada para llevarse a la boca. En ese instante Inma colocó el panfleto sobre el mostrador y con una sonrisa lo deslizó hasta Eva.

—¿Qué es esto? ¿Rockrose Newville? —Eva echó un vistazo al panfleto — Mmmm... ¿Queréis que vayamos allí?

—Claro, estoy segura de que allí debe de haber recursos, y como ves, no está muy lejos. En el mapa ese viene las localizaciones de las calles en las que hay comercios, e incluso un centro médico, entre otras cosas. Necesitamos recursos, tu misma has dicho que esta es la última comida que nos queda.

—Inma y yo ya hemos hablado de que estamos dispuestas a ir de expedición en busca de recursos a ese pueblo. —anunció Jessica escuchando la conversación junto a Maya.

—En verdad no me parece mala idea, es imprescindible que consigamos comida. Lo que tenemos no es mucho, y ayer tampoco es que nos pegáramos una buena cena que digamos, no sé vosotras, pero yo a Adán le escuché un par de veces el estómago por la noche, así que me parece bien ir a ese sitio. —opinó Eva apoyando la idea de las chicas.

—Deberíamos de comentárselo al resto. —comentó Maya. — Tenemos que planear como hacerlo.

—Alice, M.A, Adán y Davis estaban en la pista de baloncesto la última vez que los vi. Puma cuando me levanté aún seguía durmiendo, y Nicole no tengo ni idea. —informó Eva devolviéndole el panfleto a Inma.

—Nicole creo que continuaba durmiendo para cuando Davis y el resto dejamos la casa esta mañana. —dijo Jessica llevándose las manos a la cintura —Ayer escuché sonidos en la planta baja a altas horas de la mañana, por lo que debió de dormirse muy tarde.

—Bueno, tal vez deberíamos de comentarlo después de comer y así los dejamos descansar, yo fui de las últimas en despertarme y cuando lo hice la puerta de la habitación de Puma seguía cerrada. Sería mejor que lo habláramos cuando estuviéramos todos reunidos. —propuso Maya mirando a sus compañeras.

—Me parece una buena idea, no me gustaría ir por ahí contándoselo uno a uno... —comentó con un suspiro la joven Eva. A decir verdad, no le gustaría ni siquiera hablar con la gente del grupo cuando los tuviera a todos delante para explicarles lo de las expediciones, desde lo de ayer no sabía que sucedería cuando todos volvieran a reunirse en la taberna.

—Bueno, creo que voy a echar un vistazo a ver como les va el partido a esos, ¿queréis venir? —propuso Maya acercándose a la puerta de la taberna dispuesta a salir.

—No, gracias, prefiero quedarme aquí. —respondió Eva. —Oye Inma, tengo que hablar contigo, así que no te vayas.

—Ah, ok. ¿Te importa si se queda Jessica? Íbamos a buscar a Nicole para algo.

—Claro, no me importa.

—Bueno, nos vemos mas tarde. —se despidió la castaña saliendo por la puerta. 


En el cielo se podían ver varias nubes blancas vagando por aquel inmenso mar azul, la brisa mecía los árboles cercanos haciendo sonar las hojas de sus ramas, a pesar de que era un día radiante, el sol no calentaba demasiado. Aquellos cuatro continuaban sentados en el suelo contemplando el mar azul que se extendían sobre sus cabezas.

—Oye Davis. —inició M.A la conversación — ¿Cuándo vas a pedirle a Jessica que se case contigo?

Ante la noticia, Adán y Alice miraron de inmediato al chico de cabellos oscuros que permanecía con la mirada perdida en el cielo esbozando una ligera sonrisa.

—¿¡Qué vas a pedirle a Jessica que se case contigo!? —reaccionó Alice ante la sorpresa. —¿¡Pero qué me he perdido yo!?

—¿¡Una boda!? ¿¡Cuándo!? ¿¡Estoy invitado, Davis!? ¿¡Lo estoy!? —insistió el joven ante la noticia con una ligera idea de lo que era una boda a pesar de no haber ido nunca a una.

—Claro Adán, ese día estaréis invitados todos.

Davis se avergonzó un poco ante la idea, nunca habría imaginado que algún día le pediría casarse con él a una chica con la que quisiera pasar toda su vida juntos, aunque tampoco imaginó ser padre, tal vez por la edad que tenía, veintiún años, casi tirando para los veintidós. Padre y esposo adolescente, no pudo evitar pensar que todo le vino muy rápido, aunque por otra parte no le disgustaba, tampoco tenía hecha la idea en la cabeza que en aquel mundo moriría de viejo.

—Bueno, en el fuerte de Ley, antes de la guerra medieval Jessica me dio un anillo de plata como símbolo de nuestra relación. Lo tengo puesto en el dedo anular de la mano derecha, aunque suelo llevar la mayor parte del tiempo el traje anti radiación, y con los guantes del traje puestos no se me ve. —respondió el joven mirando a sus dos compañeros desconocedores de aquel hecho mientras les mostraba el anillo del que sus compañeros no se habían percatado. —Y bueno, había pensado en buscarle un anillo en alguna de nuestras salidas, si es que tengo la suerte de encontrar alguna joyería, y pedirle matrimonio con ese anillo. —confesó con una avergonzada sonrisa.

—Aunque celebrar una boda en estos tiempos y con la seguridad de que no va a ser una boda como las del mundo antiguo... —comentó M.A con cierta desilusión.

—Lo sé, no habrá una gran tarta, ni un impresionante banquete, ni una banda de música, y mucho menos elegantes vestidos... Dudo que ni siquiera pueda encontrar un traje blanco para la novia y un traje con corbata para mi, ciertamente será algo cutre... Pero de todos modos, eso es lo de menos, lo importante es casarnos frente a los testigo y jurarnos nuestro amor, todo lo demás es un negocio para que los comercios saquen dinero. En la antigüedad la gente se casaba y no existían esas cosas, se hacían fiestas más humildes y sencillas, tal vez para cuando eso suceda, pueda preparar algo para la celebración de llegar a tener la oportunidad. No sé, tal vez buscar un lugar especial en el que pedirle que se case conmigo, una comida medianamente decente para el mundo en el que estamos, algo de música quizá por medio de una vieja gramola o tirar de un casete a pilas y algunas viejas cintas, pedirle a alguien del grupo que nos case... Va a ser cutre como dije, pero al menos, me gustaría intentar hacer alguna fiesta como medianamente pueda para todos. —comentó Davis acerca de sus intenciones sobre aquella futura boda que tenía en mente.

—Ciertamente es cutre en comparación a las bodas que conocemos del viejo mundo, pero para un mundo como este, pienso que sería una fiesta ideal que todos disfrutarían, algo de lo que no se puede disfrutar o ver a menudo. —comentó Alice. — Pero más importante que la fiesta, es conseguir el anillo para desposarla y declararos marido y mujer delante de todos. Cuando lo tengas, ya irás preocupándote de hacer esa fiesta y conseguir lo necesario para hacerla el día en que decidas ponerle el anillo a tu futura mujer.

—Aunque me pregunto en donde encontrarás a un cura. —preguntó Adán sabiendo que no había nadie en el grupo que pudiera hacer ese papel — ¿Realmente hace falta que sea un cura para que os caséis?

—No, en verdad hay dos vías por las que las personas pueden casarse, no tiene porque casarte únicamente un cura quien una a dos personas en matrimonio. Pero dejando eso de lado, a lo que Davis se refiere es a alguien que ocupe el papel de cualquiera de esas dos autoridades que están cualificadas para casar a las personas.—aclaró M.A. — Debería de ser en ese caso, alguien que haya asistido a varias bodas y sepa, aunque sea por encima, el discursito ese, o sea capaz de inventarse uno similar.—tras comentar aquello, todos asintieron con la cabeza conforme a lo que el rubio había explicado.

—Oye, Davis, me estaba preguntando, ¿qué te gustaría que fuera tu bebé? ¿niño o niña? —preguntó Alice sintiendo curiosidad hacia la opinión de su amigo.

—Pues... —comenzó a responder dubitativo ante una pregunta que nunca se había parado a cuestionarse.

En la taberna solo quedaban Inma, Jessica y Eva después de que Maya abandonara el edificio en busca de sus compañeros a la pista de baloncesto. Inma se quedó a petición de Eva, quien parecía ser que algo tenía que decirle, y Jessica, se quedó para esperar a Inma e ir luego juntas a comprobar si estaba ya Nicole despierta.

—Verás, Inma, estuve pensándolo hace poco. Desde que Ley nos acogió dejé de entrenarte por falta de tiempo entre las misiones y los entrenamientos en el fuerte de Ley , y bueno, estaba pensando en volver a retomar contigo los entrenamientos, si te parece bien. —propuso la joven de buena fe. — ¿Te gustaría? Si no te interesa ya, lo entiendo... Ha pasad... —no pudo terminar la frase cuando la joven Inma asintió enérgicamente con la cabeza.

—Claro, me parecería genial. —respondió con una sonrisa. —Precisamente estábamos buscando a Nicole también por este tema.

—¿A Nicole? ¿Por tu entrenamiento? —preguntó extrañada. —¿No acabas de decir que querías volver a entrenar conmigo?

—No, no es por mi, es por Jessica. Ha decidido que también se quiere entrenar para volverse más fuerte y proteger al grupo. Quiere mejorar sus habilidades. —respondió Inma de inmediato para evitar confusiones con Eva.

—Davis me dijo que Nicole podría entrenarme, es buena y, cuando era policía instruía a policías novatos. Y yo necesito que me entren. Quiero cambiar, ser fuerte, quiero saber valerme por mi misma cuando esté sola y poder proteger a Davis y mis compañeros. —continuó Jessica con la respuesta captando con su mirada decidida la atención de Eva.

La joven se quedó unos instantes en silencio, pensativa ante lo que Jessica acababa de decir, sin apartar la mirada de aquellos decididos ojos azules.

—Jessica te propongo, solo si tú quieres, entrenar conmigo y con Inma. Que conste que no dudo en absoluto de la capacidad de Nicole para entrenarte, sé perfectamente que está tan cualificada como yo para ello, ya la he visto en acción varias veces y reconozco sus habilidades. Es solo por matar a dos pájaros de un tiro, entrenáis las dos juntas, y bueno, supongo que Nicole estará suficientemente liada con sus problemas personales como para ponerse a dedicar parte de su tiempo a entrenar a alguien... —Tanto Jessica como Inma no pudieron evitar percatarse de lo sutilmente que había mostrado parecer preocuparse por el estado de Nicole al dar la segunda explicación sobre porque quiso ofrecerse a entrenar a Jessica.—¿Entonces que dices? —respondió algo irritada ante el silencio y la mirada que intercambiaron aquellas dos tras decir aquello de Nicole. —¿Quieres entrenar conmigo y con Inma?

—Claro, sería un placer entrenar con vosotras. —respondió animadamente.

—Está bien, pero te aviso e Inma ya lo sabe, te voy a exigir mucho, mis entrenamientos son duros que lo sepas. Por lo tanto hazte a la idea de que te vas a tener que esforzar mucho. —advirtió Eva dando a entender que como a Inma, no le pasaría la mano y le exigiría igual que a ella. Jessica lo entendió a la perfección y asintió enérgicamente.

La brisa mecía las ramas de los árboles y hacía correr a las nubes por el cielo azul. En silencio, en soledad, una mujer de cabellos rubios abandonaba la realidad para bucear en lo mas profundo de sus recuerdos. Su cuerpo era arrojado sobre un banco de madera, así como su sombra era lanzada al suelo por los débilmente cálidos rayos del sol. La tierra crujía bajo los pies de Maya de camino a la pista de baloncesto, aunque no estaba del todo segura de donde se localizaba, solo recordaba que debía de cruzar la plaza, y las pistas de fútbol y baloncesto debían de encontrarse cerca de la iglesia. Tras llegar a la plaza miró a un lado y a otro en busca del camino a la iglesia, pero en mitad del recorrido visual, sus ojos se pararon al contemplar a una solitaria figura humana sentada en un banco al fondo de la plaza.

—¿Nicole? —susurró extrañada.

La joven castaña desvió su camino de destino para acercarse a su compañera, y a medida que se acercaba podía ver a la mujer cabizbaja, lanzando su mirada a su propia sombra, sin hacer movimiento algunos. Maya desveló sus pasos haciéndolos algo ruidosos, pero Nicole no se inmutó, ante esto, la joven frunció el ceño.

—¿Nicole? ¿Hey, estás bien? —hasta que la joven no colocó la mano en el hombro de su compañera esta no reaccionó.

—¿Maya? —la nombrada no pudo evitar sorprenderse al ver aquellos ojos azules, pálidos, inexpresivos, carentes de vida como los ojos de una muñeca... Era como aquella vez tras discutir con Eva, su mirada se había vuelto fría y distante, como ahora... —¿Qué haces aquí? —preguntó con un débil tono de voz.

No obstante, Maya no respondió, simplemente se sentó a su lado en silencio, sin quitar la mirada de aquellos ojos azules inexpresivos.

—¿Que te ha sucedido? Cuéntame. —pidió la joven castaña con un tono similar de voz mientras le sostenía de la mano.

—He vuelto a tener esa pesadilla en donde todos morían uno a uno de maneras crueles y dolorosas. Ella y sus altos mandos los mataban y a mi me dejaba para el final, para que los viera morir a todos sin poder hacer nada para evitarlo. Y cuando todos murieron, me tocó a mi... Me golpeaban, me insultaban, se reían de mi, me humillaban... Y luego me atormentaban una y otra vez echándome la culpa de que ellos murieran, mientras me mataban lentamente, para después, frente a un montón de soldados, presentar mi asesinato como un espectáculo y rematarme sin poder defenderme. Era como aquel juego del ahorcado que celebró en la base a modo de espectáculo con Alice, Inma, M.A y conmigo... —confesó la joven casi susurrando. —Leonard aparecía en mi sueño, como todas las veces anteriores, quien sabe si huyendo de mi o guiándome a la masacre, siempre dándome la espalda, aunque no se lo reprocho, lo dejé allí. De no haberle dicho que se quedara esperándome escondido tal vez hubiera podido traérmelo...

Maya se mordió el labio inferior sintiendo rabia y preocupación ante su palabras. Estaba sufriendo, y no sabía que hacer para poder calmar sus sentimientos. Aquella discusión con Eva destruyó la barrera que ella misma había logrado crear en el corazón de Nicole para protegerlo de los sentimientos maliciosos por medio de su apoyo y sus palabras.

—Oye vamos a la iglesia, quiero verte la herida de la mano mientras hablamos... —Maya no quería estar ahí con Nicole, no quería que alguien las viera y las interrumpiera, por lo que decidió llevársela a un sitio a solas con la excusa de verle la herida de la mano, que por supuesto, sabía que estaba bien. —¿Vamos?

No les tomó mucho tiempo llegar a ella. En su interior, Nicole se quitó el guante que ocultaba su herida para mostrársela a su compañera, y Maya le examinó la mano comprobando que tenía mejor aspecto y que se curaría sin problemas. Sin soltarle la mano, la castaña miró una vez más aquellos ojos vacíos en silencio, sin saber qué decir o hacer para lograr animarla. Maya, junto a Nicole, eran quienes más sabían sobre los acontecimientos de aquel día. Nicole le había contado absolutamente todo lo que vivió aquel día, y a cambio, Maya le contó lo que ella y Davis vivieron juntos en la base de Michaela, menos cierta experiencia personal que prefirió guardarse para si misma y que solo Davis sabía, a quien le pidió que no contara a nadie, quería que quedara entre ellos dos.

—Nicole... Solo es una pesadilla. No es verdad lo que has visto en ella. Estamos todos vivos. No es tu culpa. Nadie te ha echado en cara nada de ese día... Por favor, deja de culparte... —comentó dolorosamente tratando de ponerse en su lugar. —Nicole, tienes que olvidar lo que pasó allí, por tu bien, y por el de tus amigos.

—Pero dejé a Leo atrás. No todos salieron de allí con vida. Es bastante seguro que el muriera cuando fue descubierto...

Maya no pudo decir nada ante eso, ya que ella misma pensaba que era el destino más probable que le esperaba al chico tras lo que sucedió allí. Pero, tenía que superarlo, de lo contrario se ahogaría en la oscuridad de su alma muriendo poco a poco...

—Maya, algún día ella volverá para vengarse y masacrarnos a todos. Después de lo que le hicimos, estoy bastante segura de que no se va a quedar de brazos cruzado. Cuando logre recuperarse de aquel día nos buscará, y cuando nos encuentre, hará mi pesadilla realidad... Ella te quiere a ti, a Puma y a Alice para sus experimentos, además de la venganza personal que tiene contra mi, y también estará deseando matar a aquellos que lograron escapar de ella... Y no pienso permitírselo.

La castaña percibió un ligero cambio en el tono de voz de Nicole al decir aquello último de que no se lo permitiría, pero a pesar de que tuvo un instante de duda, prefirió no decir nada sobre porque ese cambio en el tono de voz, tal vez fuera imaginaciones suyas o simplemente lo dijera con rabia, pero por algún motivo que no comprendía, le hizo temer por aquello que acababa de decir.

—Cuando eso pase Nicole, estaremos preparados, ahora estamos todos juntos y sabemos de lo que esa mujer es capaz, por lo que no nos volverá a coger desprevenidos. Después de lo que todos pasamos allí y sabiendo que esa mujer sigue viva y que por lo tanto existe la posibilidad que vuelva para contraatacar, dudo que el resto de nuestros compañeros vayan a contenerse en ese enfrentamiento, en esta ocasión nos ayudaremos los unos a los otros, ya que tendríamos un enemigo en común, por lo tanto, entre todos impediremos que alguien del grupo muera. —le respondió la castaña sujetando con firmeza a Nicole de los hombros. —Entiendo que quieras vengarte, pero ten cuidado porque la venganza no suele ser el camino correcto, Nicole. De darse ese enfrentamiento, no es solo tu guerra, es la guerra de todos y cada uno de los integrantes de este grupos. Ten cuidado de no hacer ninguna locura de la que te puedas arrepentir, Nicole.

—Está bien. —respondió dibujando una leve sonrisa volviendo a recuperar algo la esperanza y el ánimo.— Pero por favor, no le digas nada de esto a Davis, ni a nadie en general, prefiero que lo que veo en la pesadilla, como me afecta y mi punto de vista de lo que me sucedió a mi en la base siga siendo desconocido para el resto. Ya lo diré yo cuando lo crea conveniente. No quiero preocupar a nadie con mis problemas.

—De acuerdo, nada saldrá de mis labios, ya lo contarás tú si lo crees conveniente. —le afirmó con una sonrisa viéndola recuperar un poco el ánimo.—Por cierto, a medio día comeremos en la taberna, dentro de una hora o así.

—Am, si... ¿Por casualidad sabes algo de Eva? —se interesó la rubia apartando la mirada de Maya mientras comenzaba a ponerse de nuevo el guante.

—Parece estar mucho mas calmada, ella también me ha preguntado por ti ¿sabes? —informó la castaña sonriendo — Creo que deberías de hablar con ella.

—Ya veré, no sé tampoco como estará ella, te habrá parecido a ti tranquila, pero si aparezco yo frente a ella tal vez se enfada otra vez, y no quiero mas discusiones...

Maya la miró con curiosidad, sentía que tanto una como la otra estaban arrepentidas de haber llegado hasta aquellos extremos ayer, pero debido al orgullo, no eran capaces de decirlo abiertamente o dar el primer paso a un dialogo pacífico para poder arreglar las cosas entre ellas.

—Bueno, voy a dar una vuelta, ¿vienes? —propuso Nicole a su compañera mientras la veía equipándose con su traje de protección.

—No, tengo que ir a las pistas a... —Maya se detuvo cortando la respuesta.

—¿A qué? ¿Maya?

La joven cayó de inmediato sobre sus propias rodillas poco después de terminar de ponerse el traje, y llevándose las manos a la cabeza, comenzó a apretar los dientes y a cerrar los ojos con fuerza, como si un fuerte dolor de cabeza le hubiera entrado de repente.

—¿¡Maya!? ¿¡Estás bien!? ¡Maya! —se acercó de inmediato Nicole arrodillándose para mecer sus hombros.

Un intenso dolor de cabeza, un agudo y molesto pitido que no le permitía oír con claridad lo que Nicole le decía... Otra vez, otra vez se esta repitiendo lo de ayer por la noche, lo del almacén, el puma, Nicole, otra vez... y como no, las imágenes no pudieron faltar... Era algo borrosos, pero podía ver a Adán corriendo hacia algún sitio, a Nicole de espaldas, la boca de un chico joven moviéndose como si hablara con alguien... Y de repente oscuridad, junto a las imágenes, el dolor y el pitido se desvanecieron.

—¿¡Maya!? ¿¡Estás bien!? ¡Espera voy a por ayuda! —pero los intentos de salir de allí se vieron interrumpidos cuando la castaña la sujetó de la mano reteniéndola— ¿Maya?

—Tranquila, ya estoy bien... —contestó algo agotada mientras poco a poco se ponía en pie.

—¿Qué fue eso? ¿Estás enferma o algo? —se preocupó la rubia ante el susto que le dio su amiga.

—No, no es eso, es solo que, bueno, la resaca, al parecer bebí mucho Vodka anoche... —respondió quitándole importancia al asunto.

La joven suspiró ante la contestación. —Y se supone que fuiste tú la que dijo de no emborracharse porque no habría nada para la resaca... Tendrías que vigilar más lo que bebes. —la recordó a modo de regañina.

—Sí, si, lo siento jajajaja... Oye Nicole, por un casual... ¿Tienes planeado verte con Adán? —preguntó volviéndose algo mas seria.

—¿Con Adán? No, no tenía intención alguna, de hecho no he hablado con él desde ayer por la noche. ¿Por que lo preguntas?

—Ah, no, no es por nada, es que lo estaba buscando y solo quería saber si habías hablado con él...

—Está bien entonces, nos vemos luego en la taberna. —se despidió la ex agente abandonando la iglesia.

Maya se sentó en uno de los bancos pensativa. ¿Qué sería aquello que vio? No mostraba mas que lo que parecía una charla de algún tipo... ¿Podría significar esa visión que a Nicole o a Adán, incluso a los dos le podía suceder algo que les hiciera poner en peligro su vida? ¿Como lo de Nicole siendo devorada por el puma? Ciertamente, vio la muerte de Nicole aquella noche, pero al intervenir ella e Inma lograron salvar la vida no solo de Nicole, si no del resto de sus compañeros al matar al puma, de no haberlo hecho, Nicole y algunos de sus compañeros hubieran muerto presas del animal salvaje, y por lo tanto M.A, Davis, Alice y Adán no estarían jugando al baloncesto, Puma no podría estar durmiendo tranquilamente, ni Inma y Jessica podrían haber ido a la iglesia a rezar sin preocupación alguna, sus actos cambiaron el futuro que vio... No, aquello no podía ser una corazonada, y dudaba que fuera algún efecto secundario cuando ya no tenía poderes, tal vez era...

¿Una nueva habilidad del Agua Gris? ¿Un nuevo poder que le permitía ver el futuro de las personas a las que tocaba? ¿Es posible que este nuevo poder hubiera suprimido lentamente la fuerza y la habilidad humana que poseía al inicio? De ser así, ese pitido, ese agotamiento e intenso de dolor de cabeza debería de ser los efectos secundarios de usar la habilidad nueva que poseía, pero de igual forma, no le importaba sufrir un rato con tal de ver el futuro de alguien y evitar que algo malo le sucediera a cualquiera de sus compañeros. Ella intervino en la muerte de Nicole, produciendo el efecto mariposa que afectó no solo a salvar su vida, también la del resto de sus amigos, logrando despertar todos sanos y salvos en el pacífico día de hoy. Acababa de ver una visión al tocar a Nicole en el que esta se reunía con Adán, a pesar de que no tenía planeada aquella conversación, por lo tanto, debía de ser cosa de Adán lo de reunirse con ella y hablar, si lo tocaba a él, tal vez tendría otra visión. Ayer cuando tuvo las primeras al tocar la puerta del almacén que vio en sus visiones, otras nuevas acudieron a su mente, manifestándose como nuevas pistas que le permitieron saber que Nicole estaba en peligro. Iría a las pistas deportivas en busca de Adán y lo tocaría para ver si nuevas pistas sobre la visión acudían a su mente. La castaña de inmediato abandonó la iglesia para dirigirse a las pistas deportivas.

Sus ojos se abrieron con dificultad, y de inmediato la luz solar que entraba por la ventana le dio un fogonazo que provocó que cerrara los ojos por unos momentos mientras trataba de colocar la mano frente a su rostro para protegerse de los dañinos rayos solares. Puma resopló molesto ante el nuevo amanecer, se sentía cansado a pesar e haber descansado por unas horas notaba realmente pesado su cuerpo, pero a pesar de esto, tras tardar unos momentos en adaptarse a la luz que entraba desde el exterior, se incorporó para sentarse en un lateral de la cama sintiéndose mal. Puma trató de levantarse lentamente masajeando su vientre, se sentía mareado y tenía la sensación de tener nauseas, por lo que entre algunos tambaleos bajó al piso de abajo y se dirigió al baño, en donde no pudo evitar vomitar a causa de la borrachera de la noche anterior. Suerte tenía de que sus habilidades del Agua Gris le hacía inmune al dolor de cabeza, de lo contrario sería insoportable aquella borrachera, mezclar alcohol y tabaco era una mala combinación.

Puma se percató de que la casa estaba completamente vacía, por lo que decidió salir, pero nada mas abrir la puerta otro fogonazo de luz lo recibió con los brazos abiertos recordándole una vez mas que era de día.

—Puta luz... —susurró irritado a medida que cerraba la puerta detrás de si.

Miró a un lado y a otro. No había rastro alguno de vida. ¿Tal vez estaban en la taberna? Con pasos lentos y desganados, Puma entró al interior del local, en donde Jessica, Inma y Eva charlaban tranquilamente. Las chicas se quedaron observando como aquel muerto andante se acercó casi arrastrando los pies y lentamente al mostrador, para agarrar un vaso y una de las botellas de agua de un litro que había sobre la superficie de esta con el fin de saciar su sed. Las chicas miraron en silencio la escena hasta que el joven se tomó al menos dos vasos de agua de un par de tragos cada uno.

—Se dice buenos días. —comentó Inma desde su asiento.

—¿Y por qué tengo que ser yo el primero en decirlo? Podríais decirlo vosotras tres y luego os contesto yo. —respondió refunfuñando ante el comentario de la joven.

—Pues porque eres tú quien te acabas de levantar. —defendió Eva. —También eres el que acabas de llegar. No esta mal que saludes al llegar aquí, ¿sabes?

—Bueno, bueno, no es para tanto... —restó importancia Jessica percatándose de que el joven no estaba de muy buen humor por su forma de responder. —Buenos días, Puma.

—Muy buenos días a ti también, hermosa dama de ojos azules. —respondió cortesmente con cierto tono bromista a la espera de la contestación de las otras dos.

Y como ya se había visto venir, Inma y Eva intercambiaron una mirada arqueando la ceja, mientras Jessica se reía ante aquella contestación.

—¿Con que hermosa dama de ojos azules solo por darte los buenos días para no escucharte refunfuñar? Pero que pelota estás hecho. —le recriminó Inma.

—No le hagas ni caso, se ha cogido una buena borrachera y está molesto por los efectos de la resaca. Puede que se salve del dolor de cabeza, pero no de las nauseas, los vómitos, los mareos, visión borrosa, el cansancio... Simplemente está molesto por los otros efectos de la resaca. —aclaró Eva finalizando con un suspiro.

—Quizá. —le respondió el joven secamente.

Los pasos descubrieron la presencia de Maya a los cuatro que tan alegremente charlaban de manera despreocupada sobre sus asuntos en la pista de baloncesto.

—Anda, así que vosotros tres también estáis sin el traje de protección puesto. —miró la joven con cierta molestia a Davis, M.A y Adán cruzándose de brazos.— Tendríais que tener mas cuidado con el efecto de la radiación, además, a ti Adán, dudo que le agrade a Eva verte sin el puesto.

—Que suerte tengo de que la radiación no me afecte y no necesite llevar ese molesto traje puesto. —se jactó Alice tumbándose en el suelo mientras cruzaba los brazos tras su cabeza.

—A mi Eva ya me vio sin el y no me dijo nada. Ella tampoco lo lleva puesto. —respondió el joven Adán defendiéndose de la regañina. —No sabes la suerte que tiene de no necesitar usarlos Alice, es un aburrimiento estar la mayor parte del tiempo con esto puesto, es incómodo.

—Es cierto que es un coñazo llevarlo puesto la mayor parte del tiempo, pero este traje te salva la vida. —defendió Maya su posición.

—Pero con esos trajes no podríamos jugar al baloncesto, y desde que tengo la prótesis que me dio mi hermana tengo ganas de hacer algo como practicar ese deporte. Ahora puedo volver a hacer cosas que antes no podía hacer. —respondió un alegre M.A contemplando tan valioso regalo que le dio su hermana.

—Igualmente, Maya, examinando la vegetación y los animales, se ve que aquí no puede haber niveles altos de radiación. La vegetación no se ve muy dañada, y de los pocos animales que he visto algunos no presentaban ninguna mutación, y lo que visto mutados tampoco tenía grandes deformidades. —comento Davis.—Por una o dos horas que estemos sin los trajes de protección no va a pasarnos nada malo.

—Pero solo es una intuición Davis, no podemos asegurar que la radiación de la aldea sea baja. Es mejor prevenir que curar. Parece que solo Inma, Jessica, Nicole y yo sabemos eso.

—¿Se ha levantado ya Nicole? ¿Has hablado con ella?

—Si, he hablado hace poco con ella, Davis, parece que esta mejor de lo de ayer, se encuentra mas tranquila.

—Am, Adán ¿vas a ver a Nicole para hablar con ella?

—Si, tenia pensado en hablar un rato con ella. ¿Cómo lo sabías? —Adán no le había dicho nada a nadie de que quería ver a Nicole, estaba seguro de eso, pero, ¿como sabía Maya lo que planeaba?

—Solo es una corazonada que he tenido, nada mas. —respondió sin dar mas explicaciones. Maya percibió algo brillante en uno de los dedos de la mano derecha de Davis. —Vaya, así que ese es el anillo que Jessica me comentó.

Davis fue a mostrárselo, pero la castaña de inmediato se quitó el guante de su mano derecha y sujeto la mano de su amigo para contemplarlo. —Vaya, si que es bonito, supongo que algún día le darás tu otro ¿no?

—Am, si, algún día le daré uno y le pediré que se case conmigo... ¿Te comentó que me lo dio? Pensaba que nadie se había dado cuenta de él porque no suelo llevar la mano al descubierto por el guante del traje de protección.

—Sí, me lo comentó a mi, a Inma y Nicole en la taberna ayer por la noche... —Maya de inmediato se cayó por un momento ante la mirada de sus compañeros.

—¿Maya? —la llamó Davis ante el súbito silencio de su compañera.

¿¡Pero que demonios hacía cogiéndole la mano a Davis!? ¡¡Se supone que tenía que tocar a Adán, no a él!! Pero seré idiota... Genial Maya, genial, no se te pudo ocurrir otra cosa para quitarte el guante y tocar a alguien sin que se viera ese acto raro después de lo que dije de los trajes y la radiación.

Davis sintió una ligera presión en la mano que Maya e sujetaba, suerte que había perdido su fuerza sobre humana, de lo contrario tendría ya a esas alturas los huesos de la mano rota. Aquel acto le llamó la atención, pero prefirió fingir que nada sucedía al percatarse de como su compañera cerraba los ojos con fuerza.

Maya ya comenzaba a sentir los efectos de su habilidad, una vez más. Las imágenes acudieron rápidamente a su mente: Jessica acercándose a alguien sonriendo, un local de aspecto rústico, vitrinas con botellas, y finalmente a Davis diciéndole algo a Eva. Las visiones y el malestar cesó, la primera interpretación que tuvo era una posible discusión entre Davis y Eva, debía de tratar de comprobar si algo le sucedía a Eva ante de que viera a Davis y diera inicio a una posible discusión. La joven se percató de la mirada seria que su compañero clavaba en ella, pero de inmediato negó lentamente con la cabeza mientras sonreía.

—Hey, Maya, ¿te encuentras bien? —preguntó Alice colocando la mano sobre el hombro de su compañera.

—Sí, estoy bien, no te preocupes.

—¿Seguro? Parece que te has mareado... —se preocupó el joven M.A dudando de sus palabra.

—Si, estoy bien. Ayer bebí un poco mas de la cuenta y siento algunos de los efectos de la resaca, nada mas. —trató de justificar aquella reacción.

—Está bien, entonces creo que deberíamos irnos, dentro de poco será medio día y debería de servirse la comida, como hablamos ayer. —irrumpió Davis cuando M.A estaba por volver a decirle algo. —Deberías tener cuidado con lo que tomas.

El tono de voz de Davis y su mirada no pasaron desapercibidos para Maya, por lo que se lo agradeció en silencio sabiendo que trataba que los demás no la insistieran demasiado llevándoselos a otro sitio. La joven se acercó lentamente a Adán haciéndose la distraída y colocó lentamente la mano en su cabeza para acariciarsela como un simple gesto afectivo. —Yo iré mas tarde, voy a dar una vuelta antes de ir a la taberna. —anunció la castaña con una sonrisa.

—Está bien, nos vemos entonces. —se despidió Davis iniciando la marchar al local seguido de sus otros tres compañeros.

Maya se dio la vuelta y se sentó en el suelo viendo venir una vez mas los efectos de su nuevo poder, no quería que alguno se girara a medio camino y la viera otra vez pasándolo mal para volver sobre sus pasos preocupándose por ella. Una vez mas cerró sus ojos sintiendo una presión en su cabeza y un pitido invadiendo su canal auditivo. Pudo ver a Eva mirando hacia una dirección, a Adán y Nicole hablando sentados en algo, el almacén, un coche rojo. Maya abrió los ojos comprendiendo donde tendría lugar la charla. Sería en la entrada al pueblo que cruzaron la noche anterior ella e Inma en busca de Nicole al bosque.

La joven no pudo evitar percatarse de que la intensidad del dolor había variado entre unas visiones y otras, la de ayer por la noche en la que vio a Nicole muriendo en el bosque asesinada por el puma fue mucho más intensa que la visión del muro en la que ella hablaba con Adán o la visión de Davis. ¿Era posible que cuanto más lejano estuviera ese futuro, mayor sería la intensidad de sus dolores? ¿O puede ser que se estuviera adaptando al dolor? Lo que si estaba segura, es que quería comprobar si lo que había visto se hacía realidad, para ello debía de buscar a Eva, puesto que salía en las visiones de Adán y de Davis. La joven se levantó colocándose una vez más el guante de su traje, cuando se giró pudo ver que sus amigos habían desaparecido ya de su campo visual. Maya echó a andar de camino a la taberna, en donde estaría tanto Adán como Eva, pero apenas fue dar unos pasos y se detuvo, algo iba mal, algo dentro de ella...

El pitido volvió una vez mas a sus oídos, y el dolor de cabeza comenzó de nuevo a manifestarse, pero esta vez era distinto... No, no solo eso, su visión comenzó a volverse borrosa, comenzó a oscurecerse lentamente mientras todo a su alrededor daba vueltas y vueltas a una velocidad increíble, incapaz de mantenerse en pie, se desplomó sobre sus propias rodillas cerrando con fuerza los ojos y la mandíbula. Fuerte, intenso, el dolor de cabeza ejerció una increíble presión en ella, mucho, mucho más fuerte que cuando tuvo su primera visión ayer por la noche, no solo eso, a medida que la intensidad del dolor aumentaba , también lo hacía el pitido de sus oídos, el cual fue distorsionándose a un ruido similar al de una radio rota.

—Duele... duele... duele...—susurraba sin poder evitar que algunas lágrimas asomaran en sus ojos.

Pero por mas que se quejaba, el dolor no se detenía, continuaba aumentando. Maya ya no lo pudo aguantar mas y se desplomó contra el suelo retorciéndose de dolor sin poder evitar chillar por el daño que su mente le estaba ejerciendo. Sus ojos se abrieron de par en par poniéndose en blanco mientras gritaba de dolor. Ahí venían las visiones, pero esta vez eran distintas. Oscuras, borrosas, confusas... velozmente, muy velozmente, mas que en otras ocasiones, se manifestaron en su cabeza permitiéndole ver algo que la dejó totalmente desorientada: Un sonido metálico, sangre, jadeos, voces incomprensibles, una sombra humana mirando con frialdad hacia algo a sus pies, una lanza metálica tirada en el suelo... Las visiones, así como aquel indescriptible dolor desapareció tan rápido como se manifestó en ella. Maya se quedó tendida en el suelo tratando de calmar sus pulsaciones mientras tomaba grandes bocanada de aire tratando de recuperarse del intenso dolor que bombardeó cruelmente su cabeza. Hundiendo sus dedos en la tierra, no pudo intentar evitar buscar algún tipo de explicación a aquellas extrañas visiones. Sin duda, tenía algo claro, aquella visión solo podía pertenecer a alguien, al portador de aquella característica lanza metálica de doble filo, Davis...

Jadeos, sangre, aquella sombra mirando algo con frialdad que yacía a sus pies... ¿Podría ser que Davis iba a asesinar a alguien? ¿O por el contrario sería él a quien asesinarían? Aquel sonido metálico era obvio que debía de tratarse de la lanza al precipitarse contra el suelo. ¿Y aquella sombra? ¿Sería Davis o alguien distinto? Aquellas visiones fueron tan rápidas, oscuras y borrosas que fue imposible averiguar si aquella figura oscura pertenecía a un hombre o a una mujer, tampoco pudo fijarse en la tonalidad de sus ojos, ni en la forma y color del cabello, y mucho menos en la ropa o armas que llevaba, no era mas que una sombra simulando una figura humana. Sintiéndose mejor, Maya se incorporó tratando de pensar en que significaba aquella serie de visiones, pero nada venía a su cabeza, no lo entendía, no sabía como ni donde tendrá lugar aquella visión, pero lo único que tenía claro, es que tal vez la lanza fuera un objeto desencadenante que le mostrara otras visiones, como fue el almacén con lo de las visiones de la muerte de Nicole. Por un momento dudó al recordar aquel intenso dolor, pero mas lo lamentaría si resultaba que era Davis quien moría en aquella visión, debía de tratar de tocar la lanza del joven, aunque no se la había visto equipada, por lo que probablemente la tuviera en su habitación. De inmediato Maya se puso en pie y corrió hacia la taberna.

Davis, M.A, Alice y Adán ingresaron al local, en su interior estaban todos a excepción de Maya y Nicole. —Hola. —saludó Davis siendo el primero en entrar por la puerta. Saludo que repitieron el resto de los compañeros que iban entrando al local. —¿Todavía no ha venido Nicole?

—A mi se me ha hecho verla antes tirando para la zona del almacén. —respondió Puma desde una mesa algo lejana al resto del grupo leyendo un panfleto. —Aunque no sé que iría hacer allí. Ayer por la noche masacró a los zombies de dentro con las primas. Nos quitaron la diversión del día... —informó despreocupadamente sin levantar la vista para dejar de leer.

—Ya veo...

—Hey, Davis. —llamó Jessica su atención acercándose a su chico.—¿Sabes? Eva se ha ofrecido para entrenarme junto con Inma, y le he dicho que sí. —explicó alegremente.—Dice que piensa que Nicole estará seguramente demasiado liada con sus problemas personales como para encargarse de mi, y además así puedo estar entrenando también con Inma.

Los rápidos pasos de Maya se escucharon desde el exterior, y de inmediato, la joven entró dando grandes bocanadas de aire atrayendo la atención de los presentes.

—¿¡Sucedió algo!? —preguntó Eva de inmediato preparándose ante una mala noticia.

Maya se quedó en silencio pensando que aquella entrada fue demasiado dramática, puesto que todos cambiaron sus rostros relajados ante uno preocupado por una posible amenaza que la haya obligado a llegar corriendo a la taberna con la lengua fuera. La castaña no pudo evitar avergonzarse ante su llamativa entrada.

—Yo.. eh...

—¿¡Zombies!? —preguntó Inma levantándose de su asiento.

—¿¡Mutantes!?—la siguió Jessica frunciendo el ceño.

—¿Bandidos, quizá? —se interesó Alice acercándose a la recién llegada.

—Yo.. eh... esto...

—¿Qué, Maya? ¿Qué sucedió tan grave como para que te comiera la lengua el gato? —insistió Davis arqueando una ceja ante su extraño comportamiento.

—Solo... que tengo hambre, vine corriendo pensando que habíais empezado sin mi... —respondió lentamente avergonzándose del espectáculo que había provocado ante su inminente llegada.

El silencio y el estupor se hizo evidente en el ambiente, siendo motivo de miradas incrédulas, la joven no pudo evitar agachar la cabeza ante tal estúpido argumento. Mirando a un lado y a otro, no podía evitar ser el centro de atención, a excepción de su prima, quien desde su asiento solo podía llevarse la mano a la cara tapándose el rostro ante tal bochornosa escena protagonizada por su querida prima, Maya.

Jessica soltó un suspiro ante el argumento de la recién llegada. —Bueno, me alivia de que sea eso y no algún problema con mutantes o infectados. Te alegrará saber que aún no hemos empezado, estábamos esperando a que estemos todos, y solo faltabas tú y Nicole. Así que tranquila, porque aunque llegaras tarde, nadie se iba a comer tu ración. —respondió con una amable sonrisa tratando de cambiar el silencioso y asombrado ambiente a su alrededor.

—Ah, vale, perfecto entonces... Esto... ¿Todo guay por aquí, no? —preguntó fijándose en que Jessica estaba junto a Davis.

—¿Por qué no lo iba a estar? —quiso saber Alice cruzándose de brazos.

—¿Qué? No, o sea, lo decía en plan saludo tipo... ¿Todo bien por aquí? o ¿Qué hay? No hacía falta responder... —respondió entre unas fingidas risas.

Para Inma era mas que evidente la vergüenza que su prima estaba sintiendo en ese mismo momento, y viceversa. —Maya, esta es la última vez que dejo que te emborraches. No vuelves a tocar el alcohol en lo que te queda de vida. —mencionó la joven desde su posición clavando una mirada penetrante en los ojos de su prima.

—Yo voy a buscar a Nicole. —anunció Adán. —Ahora vuelvo.

Tras abandonar Adán el local, todos volvieron a lo que estaban haciendo, dándole un respiro a Maya.

—¿Entonces? ¿Qué te parece que entrene junto con Inma y Eva? —insistió Jessica a su chico.

Eva miró para otro lado desde detrás del mostrador, por la reacción que Davis pudiera tener por haberle propuesto a Jessica entrenarla ella en vez de Nicole, como Davis le dijo. El joven de oscuro cabello se acercó al mostrador atrayendo la atención de Eva, a la joven le parecía serio y temía que comenzaran una discusión, no tenía ganas de iniciar otra. Maya miró con preocupación la escena, al fin y al cabo, uno de los motivos por el que llegó rápidamente a la taberna fue para impedir una posible discusión entre Eva y Davis. Pero los malos pensamientos de Eva y Maya acerca de las intenciones de Davis se disolvieron cuando este sonrió a Eva amigablemente, sorprendiendo a ambas.

—Muchas gracias por proponerle y aceptar a Jessica para entrenarle tú. Estoy seguro de que aprenderá mucho contigo, por lo tanto te encargo a Jessica. Gracias, Eva. —le contestó con un tono suave de voz sin dejar de sonreír a la joven que tenía en frente por su acción.

Decir que solo Maya y Eva se quedaron mirando la escena era incorrecto, todos, sutilmente miraban a aquel dúo. La joven se sintió algo cortada al ver sus expectativas sobre las intenciones de Davis totalmente lanzadas por los suelos.

—De nada. Pero ya le dije que no quería que se quejara, le iba a exigir mucho, y si no era capaz de seguir mi ritmo, yo no seguiría con ella. Si quiere volverse fuerte va a tener que trabajar duro. —anunció a Davis colocándole las cartas sobre la mesa, como hizo con Jessica e Inma en su momento.

—Claro, me parece perfecto. —asintió Davis con toda seguridad.

Maya se percató de que las visiones que vio al tocar a Davis se habían hecho realidad, aunque al ser algo ambiguas pensó que habría una discusión, en vez de una charla pacífica como acababa de suceder. Ahora solo quedaba comprobar la visión de Adán y Nicole, y por último el que más le preocupaba, el de la segunda visión que tuvo con Davis, necesitaba tocar la lanza. Los pasos de Adán les llevaron a una de las entradas de la aldea, una que estaba bloqueada por un coche rojo, y sobre su techo se encontraba sentada una figura femenina envuelta en un traje de protección que miraba hacia el exterior de la aldea, hacia ese gran bosque de aspecto otoñal. Adán se acercó lentamente al coche, pero Nicole no lo miró hasta al cabo de unos momentos, cuando ya había empezado a subirse encima del vehículo.

—¿Qué haces aquí, cielo? —preguntó con una sonrisa mientras le frotaba la espalda una vez se sentó a su lado.

—Nada, solo vine a verte. ¿Y tú?

—Nada, supongo. —respondió con una pequeña sonrisa.

Ambos permanecieron en silencio unos momentos, contemplando aquel bosque dorado en pleno julio, un bosque sacado de su temporada por el efecto de la radiación. La brisa mecía las ramas haciendo sonar el follaje mientras movía lentamente aquí y allá algunas de las hojas doradas depositadas en el suelo.

—Es bonito. —comentó Adán sintiendo la brisa mecer sus cabellos mientras veía a las hojas danzar en el aire como si fueran pequeñas hadas doradas.

—Si, lo es. Esto es por la acumulación de la radiación con el paso del tiempo, la radiación se ha ido depositando y acumulando en la vegetación y en la fauna del bosque haciendo mutar a algunos animales y haciendo que este bosque tenga un aspecto otoñal cuando no debe de ser así estando en julio. A nosotros no debería de afectarnos mucho, parece que la radiación aquí es baja, por estar unas poquitas horas sin traje no nos pasará nada, pero ten cuidado Adán, no deberías estar todo el día sin el.

Adán asintió en silencio con la cabeza. —¿Aquello que dijiste anoche de que no le importaba a mi hermana lo dijiste en serio? —preguntó el chico mirando a Nicole.

—No, por supuesto que no. Pienso que realmente tienes una hermana que te quiere con locura y te protegería de cualquier cosa mala que intentara acercarse a ti. Cuando dije eso fue para demostrarle algo a tu hermana sobre la manera en la que me juzgó a mi y a mis compañero, no porque realmente pensara eso. —respondió tranquilamente mirando a los ojos del muchacho.

—Entiendo. —respondió el joven mirando una vez más al bosque en silencio junto a Nicole.

Eva salió de la taberna para buscar a Adán, estaba tardando y quería saber si había ido realmente a donde dijo, Maya decidió acompañarla. No tardaron mucho en llegar, tan solo unos pocos minutos, y ya desde lejos podían ver al dúo de espaldas. A medida que se acercaban, seguida por Maya, Eva comenzó a ralentizar sus pasos hasta detenerse, a unos metros del dúo que les daba la espalda sobre el vehículo estacionado en la entrada.

—¿Odias a mi hermana por la discusión de ayer?

—Odiar no sería la palabra correcta... Simplemente estoy molesta, triste y decepcionada, pero no la odio.

Ambos permanecieron unos instantes en silencio sin dejar de mirar las profundidades del bosque. Adán miró una vez mas a Nicole, atrayendo de nuevo la mirada de esta. —¿Sabes? Creo que mi hermana tampoco te odia, ella siente otras cosas, pero no odio. —O al menos, esa era la intuición que tenía Adán.

—Quien sabe, puede que no me odie, pero puede que si que lo haga realmente... Al fin y al cabo no actué bien, debería de haberme comportado de forma mas madura.

—Ella tampoco actuó bien, se comportó de una forma inmadura. Las cosas hay que resolverlas hablando, y mas cuando sois un par de amigos en desacuerdo por el motivo que sea. Las discusiones no llevan a nada, y me da pena que para una amiga que mi hermana ha hecho realmente en este grupo acabéis de esta manera... Yo quería que jugáramos todos juntos. —respondió el joven en voz baja agachando la cabeza.

—¿Jugar todos juntos? —preguntó sin entender a lo que se refería.

—Hoy he jugado al baloncesto con Alice, M.A y Davis hará cosa de hora y algo. Davis y yo éramos equipo y hemos ganado, lo hemos pasado muy bien los cuatro, hacía tiempo que no me divertía tanto. M.A quería hacer una revancha y hablamos de que algún día la haríamos, y dije que estaría bien que esa próxima vez pudiéramos jugar todos juntos, Inma, Maya, Jessica, Davis, Puma, M.A, Alice, yo, mi hermana y tú, todos. —comentó el joven echando la vista al cielo azul.—Pero hasta que no se arreglen las cosas entre mi hermana y tú, y también el resto, ese día nunca llegará, aunque creo que con el resto está intentando arreglar las cosas a su manera tras lo que pasó ayer. Mi hermana no es una mala persona, a veces se equivoca y hace cosas de las que se acaba arrepintiendo, pero luego trata de arreglar el daño que hace, por eso sé que en el fondo no es mala. —susurró el joven mirando a las nubes pasar sobre su cabeza.

Nicole sonrió tristemente tras escuchar aquello. —Suena divertido, jugar todos juntos... —susurró mirando al cielo junto con Adán.

—Nicole, gracias. —pronunció mirando tiernamente a su amiga con una bonita sonrisa en los labios.

Nicole no entendía aporque le daba las gracias, pero ciertamente, el rostro de aquel chico estaba cargado de una sincera gratitud que salía de dentro de su corazón, una gratitud que sintió en lo mas profundo de su ser.

—¿Por qué?

—Por haberme ayudado aquel día cuando nos seguían los zombies, estando dispuesta a entregar tu vida para que yo pudiera huir con vida, también por haber cargado todo ese sufrimiento tras entregar a tus amigos a Michaela para salvarme la vida, y por volver de aquella misión preocupándote de que no me quedara solo cuando estábamos con Ley, y también por tus muestras de cariño, tu atención, y por este tipo de momentos juntos. Gracias, Nicole. —pronunció regalándole otra de aquellas bonitas sonrisas mientras clavaba su cálida mirada en los ojos de su amiga.

—Adán... —susurró sorprendida ante sus palabras, sintiendo una vez mas como estas tocaban su corazón.

El joven se percató de las lágrimas que asomaban en los ojos azules de Nicole, y de inmediato, se arrimó mas a ella dejándose caer hacia un lado, para apoyarse en sus hombros. Ante esto, la mujer no pudo evitar contener las lágrimas y envolvió con su brazo la espalda del chico que yacía tranquilamente a su lado. A lo lejos, Eva y Maya, quienes no eran capaces de escuchar la conversación vieron aquello en silencio, embobadas ante la bonita escena. Eva sonrió tristemente y se dio la vuelta, mirando a Maya.

—Espera un rato, y cuando creas que han acabado les avisas para que vayan a comer, no quiero interrumpir esa escena. —susurró Eva con un suave tono de voz y una ligera sonrisa en el rostro.

—¿Estás segura?

—Adán, tienes que cuidar de tu hermana como ella lo hace de ti. Si ves que se mete en problemas, ayúdala a salir de ellos, o si ves que una situación la supera, reconfórtala. Los adultos tendemos a hacernos los fuertes, y mas aún cuando tenemos a alguien a quien proteger, los adultos también necesitamos que nos ayuden de vez en cuando. ¿Entendido?

—Sí, entendido Nicole.

—Sí, por favor. —le pidió Eva a Maya antes de comenzar a volver sobre sus pasos.

Adán y Nicole se separaron tras compartir aquel momento de apoyo juntos, en ese momento el joven miró hacia atrás percatándose de la presencia de Maya a unos metros de ellos, al igual que Nicole, y por supuesto, de la figura de Eva a medida que doblaba una esquina.

—Ve con ella. —le susurró Nicole.

El joven asintió enérgicamente y de inmediato bajó del coche para salir corriendo hacia donde Maya se encontraba, quien antes de poder llegar a su posición le señaló con el dedo el camino que debía de tomar, y el joven no se detuvo, corrió y corrió siguiendo los pasos de su hermana, dobló la esquina y la vio andando de espaldas hacia la taberna.

—¡Evaaaaaaaa! —llamó el joven a su hermana para que se detuviera.

La mencionada se detuvo para girarse al escuchar la voz de su hermano detrás de ella, y de inmediato, este saltó a los brazos de su hermana, quien lo agarró al vuelo.

—¿¡Adán!? —la joven no pudo evitar sorprenderse ante su aparición.

—¡Eva, yo te ayudaré, te protegeré, y te apoyaré cuando estés mal, cuidaré de ti como tu cuidas de mi, por eso, cuenta conmigo, hermana! —pronunció el joven con seguridad clavando una sincera mirada en los ojos de aquella persona a la que tanto quería.

Eva se sintió conmovida por sus palabras, y, a pesar de que le gustaba hacerse la fuerte, no pudo evitar derramar varias lágrimas ante su querido hermano, con quien permaneció fundida en aquel maravilloso abrazo, lejos de las miradas del resto del grupo, totalmente a solas confesándose sus sentimientos el uno al otro por medio de aquel simbólico y significativo abrazo entre hermanos.

Finalmente Maya pudo comprobar asomándose un momento por una de las esquinas a la calle en la que los hermanos se abrazaban, que el desenlace de su visión no llegó a acabar en algún tipo de discusión entre las dos mujeres, igual que con la visión en la que el Davis y Eva hablaban en la taberna. Ella no hizo absolutamente nada más que mirar lo que sucedía, no intervino de ninguna manera, por lo que es posible que aquellas visiones no la estuvieran advirtiendo de que algo malo pasaría, puede que al fin y al cabo, no todas las visiones que tenía debían de ser de desgracias, aunque... todavía le faltaba una por comprobar, la que mas le preocupaba...

Aunque no era eso lo único que tenía en mente, una cuestión le surgió, ¿cada vez que mantenía contacto físico con alguien acababa viendo el futuro de esa persona? Quería comprobar si eso era cierto. La joven de inmediato escuchó los pasos de Nicole y corrió hacia ella.

—Nicole, necesito comprobar la herida de tu mano un momento. —solicitó la chica de cabellos castaños acercándose a su compañera.

—¿Pero no me la habías visto hace un rato? Dijiste que la tenía bien.

—Ya, pero es por comprobarlo. Por favor, quítate el guante.

Nicole se lo quitó dejando ver su mano herida, mano que de inmediato se hizo Maya agarrándola con las suyas clavando una intensa mirada en la herida tratando de fingir observar algo. Ambas permanecieron quietas unos momentos, durante ese tiempo Nicole no pudo evitar pensar que de seguir mirando de aquella manera la palma de su mano, le haría un agujero con la mirada.

—Digo yo que en el minuto que llevamos aquí, habrá sido tiempo suficiente para ver si está o no curándose, ¿no? —rompió la joven el silencio.

—Am... Sí, claro que sí, está perfectamente. —respondió liberando su mano.

—Perfecto... —comentó poniéndose de nuevo el guante que formaba parte del traje. —¿Vamos a comer?

—Bueno, si a lo que hay se le puede llamar comida, está bien. —respondió caminando junto a Nicole hacia la taberna.

Cuando doblaron la esquina de la calle mas cercana, Eva y Adán ya no estaban ahí. Había pasado tiempo más que suficiente, pero ninguna visión vino a su mente, ni se manifestaron los síntomas de siempre... ¿Tal vez era porque en menos de veinticuatro horas había tocado demasiadas veces a Nicole contemplando su futuro? No, no podía ser eso, ¿verdad? Su primera visión sucedió cuando tocó a Nicole mientras se colocaba el traje tras discutir con Eva e irse de la taberna, no pasaría mas de un minuto cuando los efectos que acompañaban a las visiones se materializaron en su mente, y, varios minutos mas tarde, cuando estaba en la casa con Inma, los síntomas volvieron junto a sus primeras visiones. Después se dirigió con Inma al almacén y nada mas tocar la estructura del edificio, una serie de visiones se desencadenaron instantáneamente en su cabeza.

Sí, esa fue la primera vez que su poder se manifestó en ella, pero hubo otra ocasión en la que debieron de manifestarse y no fue así, en la taberna cuando se quedó a solas con Nicole curándole la herida de la mano, la tocó y no se produjo ningún tipo de visión, como ahora. A la mañana siguiente, hoy, volvió a tocarla cuando pasaron aquel rato en la iglesia hablando, y una vez mas se manifestaros los síntomas y las visiones, lo mismo cuando tocó a Adán y a Davis, las visiones y los síntomas acudieron a ella casi de inmediato, aunque es probable que eso se debiera junto a la disminución del malestar, a que las visiones que vio se trataban de un futuro cercano, o al menos era la teoría que tenía, las visiones relacionadas con Nicole y el puma fueron mucho más dolorosas, y la diferencia es que aquel hecho sucedió en un plazo de tiempo mas amplio a la de aquellas últimas tres visiones que había visto hoy.

Y luego estaba aquella cuarta visión, aquella era realmente peculiar a diferencia de todas las anteriores, los efectos y las imágenes de aquel futuro tardaron varios minutos en aparecer, también fue una visión a parte que se manifestó tras tocar a Davis. Previamente habiendo tenido ya aquella visión de la taberna, y había que remarcar que el dolor que sintió de los síntomas previos a aquel vistazo al futuro fueron tres veces mas intensos a su primera experiencia ayer por la noche, si tenía en cuenta su teoría, eso podía significar que lo que vio tendría lugar en un futuro lejano ¿no es así? Lo único que tal vez podría arrojarle pistas como objeto desencadenante era la lanza de Davis. Aquellas imágenes oscuras y borrosas, al contrario que las de visiones anteriores, solo le habían dado a entender que alguien a quien no podía identificar mataba a alguien o a algo, y la lanza de Davis estaba en aquel escenario. Teniendo esa poca información en cuenta, podía plantearse así misma tres escenarios, en el primero, aquella silueta oscura era Davis y le arrebataba la vida a algo, en el segundo escenario, la silueta era de otra persona y Davis era la víctima y en el tercero, alguien le quitaba la lanza para matar a alguien o a algo... Maldita sea, no tenía nada claro, debía de conseguir la lanza en cuanto antes.

Una vez todos se encontraban en la taberna, el grupo se dividió en varias mesas para comer su única ración del día. Al fondo, Puma y Maya charlaban sobre algo, en otra mesa no muy lejos de ellos, Inma le explicaba a Jessica sobre sus propia experiencia en los entrenamientos con Eva, en una mesa al lado del dúo femenino, Nicole y Davis hablaban sobre lo que habían hecho a lo largo de la mañana, más alejados, en la otra punta del local, Alice y M.A charlaban sobre el panfleto que Puma les entregó para que lo leyeran, y mas alejados del resto, Eva y Adán se ponían al día.

—¿Cómo van tus heridas? ¿Ya han sanado? —preguntó Maya al hombre frente a ella.

—Sí, no eran gran cosa, he recibido daños peores señorita Maya. —respondió dibujando media sonrisa haciéndose el fuerte frente a su vieja amiga.

—Vaya, me alegra de que no fuera para tanto. ¿Pero como está tu corazón? —se interesó manteniéndole la mirada al joven de oscuros cabellos.

Puma tardó un momento en responder. —¿Corazón? ¿Qué es eso? —respondió con una triste sonrisa tratando de hacer una broma que no cayó en gracia.

—A mi no me parece un tema para bromear, Puma...

—Bueno, pues estoy todo lo bien que se puede estar cuando pierdes todo aquello por lo que uno ha luchado, el hospital, Florr, Ley y los suyos... Y me queda esto. —finalizó la frase con un tono de insatisfacción en su voz. — Lo único que me queda es este futuro incierto con esta gente, vagando de aquí para ya con el único objetivo en la vida de sobrevivir todo lo que podamos hasta que algo o alguien nos mate. Si, esto es lo que me queda después de todo... —susurró con tristeza.

Maya frunció el ceño ante la actitud derrotista de su viejo amigo, y con sus manos envolvió a las de Puma tratando de infundirle ánimos. —Sé que es difícil, pero tienes que tratar de tirar hacia adelante. No tengas miedo de encontrar la felicidad, la verdad del futuro, supera la verdad del pasado.— le susurró su compañera con una tierna mirada.

Puma no contestó de inmediato, únicamente se quedó mirando como sus frías manos eran cubierta por las de Maya, quien en comparación a las suyas, eran realmente cálidas. El joven no pudo evitar esbozar una triste sonrisa analizando las palabras de su amiga. —¿Realmente piensas que algo como eso es posible? ¿Dónde se puede encontrar eso a lo que llamas felicidad? —respondió tranquilamente sin apartar la mirada de las manos de la joven.

—Se puede encontrar de muchas formas, deduzco que para ti la felicidad es tener un objetivo en la vida que realmente te importe, llegar a alcanzarlo y no perderlo. Puma, hasta que encuentres ese objetivo en la vida, trata de apoyarte en todos nosotros, en tus amigos.

—¿Mis amigos?

—Si, tus amigos, los amigos están para apoyarse los unos a los otros.

—¿Esta gente? ¿Mis amigos?

Maya se cayó de inmediato prediciendo lo que opinaba del tema por su forma de interrogar lo que decía. La joven no pudo evitar suspirar con tristeza al ver que su compañero no la miraba a los ojos, por lo que ella bajó la mirada para ver las frías manos que envolvía.

—Yo considero a esta gente compañeros de supervivencia, gente con la que colaborar en esa tarea del día a día, nada mas. Solo hay tres personas de aquí que me importan de verdad, Eva, Adán y tú, Maya. El resto me da igual... ¿Cuándo alguien de este grupo que no seáis vosotros tres ha hecho algo por mi? ¿Acaso alguno de esos compañeros de supervivencia se ha preocupado por mi preguntándome como estaba por lo de Florr o por perder a Ley y los suyos como habéis hecho tú y Eva? No, por lo tanto, si yo no les importo a ellos, ¿porque ellos me iban a importar a mi? Una cosa es ser un compañero, y otra un amigo.

—Está bien, entiendo Puma. —respondió con un suspiro— Si así son las cosas apóyate en nosotros tres y permanece a nuestro lado hasta que encuentres algo por lo que luchar mas allá de la supervivencia del día a día. De hecho, estar con tus seres queridos es ya de por si un objetivo en la vida ¿no? —le contestó con una sonrisa iniciando de nuevo el intercambio de miradas que se perdió por unos momentos.

—Si, es un inicio... Pero necesito algo mas que eso, necesito encontrar la forma de no perderos como perdí a mi hermano, a Eriel, a Dyssidia, a Florr, a Ley y al resto... Necesito asegurarme que no os perderé a vosotros tres como perdí a mi familia y a mis amigos sin poder hacer nada para evitarlo, pero no se me ocurre nada, mañana mismo o a lo largo del día algo te podría matar y acabaría perdiéndote a ti también...

—La única manera de tratar de evitar que nos pierdas o nosotros perderte a ti, es que nos protegamos los unos a los otros y tratar de alcanzar algún futuro juntos, y para ello, necesitamos la ayuda del resto de compañeros.

Puma no respondió, solo se limitó a mirar una vez mas con tristeza las manos de Maya dejándose consolar por la calidez de su piel. —Ayer me preguntaste como perdí mis poderes ¿no? —comentó la castaña atrayendo de nuevo la mirada de su compañero. —Está bien, te lo contaré, puede que necesites saberlo. —ante la decisión que tomó, Puma asintió en silencio.

Inma finalizó su comida y se dispuso a proponerle algo a Jessica.—¿Sabes? Estuve pensando que con todo este alcohol, botellas vacías y las telas que sobraron ayer de hacer las antorchas, podríamos fabricar algunos cócteles molotov. —le propuso Inma a su compañera. —¿Me ayudarás a fabricar algunas?

—Claro, después de la reunión lo hacemos, nos vendrían muy bien de encontrarnos con grupos zombies. —respondió Jessica antes de dar un par de tragos a su vaso de agua.

No muy lejos del dúo de amigas, otra pareja de buenos amigos charlaban tranquilamente. Desde ayer por la noche, Davis y Nicole no habían vuelto a intercambiar palabra alguna, y aunque el joven de cabellos oscuros estaba preocupado por el estado emocional de su compañera, prefirió no meter el dedo en la llaga. Cuando Nicole y Eva se juntaron de nuevo bajo el mismo techo, pondría la mano en el fuego a que todos se esperaban a que el ambiente se enrareciera y hubiera problemas, pero la verdad es que no fue así, ninguna de las dos intercambió palabra alguna ni lanzaron indirectas, cierto es que Davis se percató que en alguna ocasión, tanto la una como la otra se lanzaron algunas cortas miradas, pero para nada parecieron hostiles, no obstante, continuaron separadas sin relacionarse mas allá de aquellas ocasionales miradas.

—Asi que... aniquilaste una veintena de zombies con Maya e Inma ayer por la noche ¿no? Que cara tenéis, hoy me apetecía matar algunos caminantes, se ve que el día de hoy será aburrido... —suspiró el joven apoyando la barbilla sobre su man. —Podríais haber dejado unos poquitos para mi y el resto, al menos un zombie por cada uno de nosotros.

—Lo siento Davis, lo tendré en cuenta para la próxima vez. —respondió con una amable sonrisa en su rostro. —Igualmente, me ha dicho Adán que jugasteis al baloncesto con M.A y Alice y os lo pasateis bien, incluso que ganasteis, parece ser que de igual forma estuviste entretenido esta mañana.

—Mmmmm... eso parece. —respondió despreocupadamente.

Davis sabía que Nicole se había levantado tarde y luego había estado por ahí, paseando y pensando en sus cosas. No podía evitar pensar en si era acerca de la discusión con Eva o si todavía le daba vueltas a lo que sucedió en la base de Michaela. Nicole no estaba bien, esas pesadillas que tenía a veces, su actitud decaída, las veces en las que desconectaba de la realidad para pensar a solas en sus cosas... Le preocupaba, pero por algún motivo sentía cierto temor a preguntarle, puesto que ella no le había hablado directamente del tema, no había acudido en su ayuda, aunque tenía la sensación de que Maya sabría algo mas que él, puesto que desde hace un tiempo las veían pasando mucho tiempo juntas hablando algo alejadas del resto, no obstante no quiso preguntarle a la chica de cabellos castaños, prefería esperar a que Nicole se lo contase a él si quería, si no lo hizo hasta ahora, sus motivos tendría, y no se veía dispuesto a tocar unos temas tan delicados como aquellos sin saber muy bien lo que sucedía.

—¿Sucede algo? Te veo muy pensativo desde hace rato.

—No, no es nada en verdad, solo tonterías mías.

—Ya veo, oye deberías de ir empezando a ponerte el traje de radiación. ¿Cuantas horas llevas sin el puesto? Vale que examinando el terreno la radiación tenga pinta de ser baja en la aldea y sus alrededores, pero tampoco hay que abusar de pasar mucho tiempo sin el traje.

—Mmmm... Llevaré en torno a un par de horas, me lo quité para jugar al baloncesto, pero si, me lo pondré cuando tengamos la charla esa que ha dicho Eva.

M.A dejó el panfleto sobre la mesa tras terminar de leerlo y miró a Alice pensando en lo que decir al respecto. —No me parece mala idea, creo que es vital llevar a cabo esas expediciones que Inma y Jessica propusieron, la comida ya se ha acabado, necesitamos víveres para sobrevivir en este lugar.

—Opino lo mismo, además de comida, agua y medicinas, nos vendría bien tratar de encontrar munición, vamos muy mal de eso. —respondió Alice.— Esta aldea está genial, es segura y no es muy grande, pero la desgracia es que aquí no hay nada con lo que abastecerse en cuanto a víveres se refiere, sin alimentos y agua, no aguantaremos mucho aquí.

Al fondo, en la otra punta del local, los hermanos continuaban una partida de parchís a medio terminar que Adán y M.A comenzaron la noche anterior y que fue abandonado sobre la mesa, Eva quiso continuar la partida con su hermano, aunque sus opciones de ganar eran bastante reducidas...

—Pufff... Realmente este tipo iba mal, es obvio que tienes todas las de ganar, Adán.

—Si, no parece tener mucha suerte con los juegos. Hoy Davis y yo le ganamos a él y Alice en el baloncesto.

—¿Si? ¿Y como te lo pasaste? —preguntó lanzando los dados.

—¡Fue muy divertido, tengo ganas de volver a jugar otro día, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien! —respondió alegremente viendo avanzar a Eva su ficha por el tablero.

—Ya veo... Eso está bien, que lo pasaras bien con ellos. Venga, te toca tirar los dados.

—¿Te molesta que jugara con ellos? —quiso saber al percatarse de la actitud pensativa de su hermana.

—No, la verdad es que no me importa, ya te dije que me parece bien que lo pasaras bien con ellos.

—Me alegro entonces. —el joven Adán logró llegar de inmediato al final del recorrido ganando el juego.

Puma se quedó pensativo ante lo que Maya le contó. Le dijo todo lo que le sucedió en la base de Michaela a ella y a Davis sin ocultar nada, revelándole así que hizo que perdiera sus poderes, así como le reveló lo de sus nuevas habilidades y las visiones que tuvo, a excepción de la última relacionada con Davis. Ciertamente era algo importante que podría afectarle directamente tanto a él como a Alice, debía de tener en cuenta aquella información.

—Además, tras eso que me pasó, durante el tiempo que estuvimos con Ley, a medida que perdía mis poderes también recuperaba mi memoria, lo recuerdo todo, mi infancia, mi experiencia con Matt y Ashley en los laboratorios de Esgrip cuando fui capturada, cuando te conocí a ti y me fui con mi hermana a vivir a tu casa, mis recuerdos sobre Allen, Riliane y Nika, cuando conocí a Eriel, lo que vivimos en Stone City... Lo recuerdo absolutamente todo.—confesó la joven manteniendo el contacto visual con su compañero.— Bueno, todo... casi todo más bien... —Maya frunció casi imperceptiblemente el ceño por un instante.— Pero igualmente, es probable que con el tiempo esa laguna que me queda acabe por desaparecer y recuerde todo por completo.

—Ya veo... ¿Se lo has comentado a alguien mas?

—Todo esto que te he contado lo sabéis tú y Davis. También se lo diré a Alice. No quiero que le cuentes nada de esto a nadie. —respondió seriamente manteniendole la mirada a su compañero. — Ya lo contaré yo si lo creo necesario, por ahora, quiero estudiar mis nuevos poderes y ver si la cosa se detiene a como está ahora, si desarrollaré nuevas habilidades, o efectos secundarios, o yo que se... Puede que al fin y al cabo, ahora sea mucho menos humana que antes...

—Está bien, comprendo, no le diré nada de ese suceso a nadie. Gracias por compartirlo conmigo.

—Creía que sería necesario contártelo ya que tiene que ver con nuestras habilidades. —Puma asintió con la cabeza y dirigió una vez mas la mirada a las manos de Maya.

—Me estas tocando, ¿no deberías de haber tenido una visión de esas?

—Parece que no, tengo la sensación de que las visiones vienen de forma involuntaria ya que de las cuatro veces que toqué a Nicole, solo en dos de las ocasiones tuve las visiones.

—Ya veo, es curioso ese poder tuyo, ver el futuro teniendo la posibilidad de manipularlo con tus acciones. Me pregunto de llegar a pasarme lo mismo que te pasó a ti, que clase de habilidades podría tener.

—¡Gente, ya es hora de hablar del tema! —advirtió Eva elevando un poco el tono de voz haciendo cesar todas las conversaciones. —Juntemos las mesas para debatir.

El grupo se tomó unos momentos para reorganizar el local y juntar varias mesas pequeñas para hacer una mesa de reuniones, y a su alrededor se colocaron varias sillas para que tomaran todos asiento. A la izquierda se encontraban Jessica, Inma y Eva, a la derecha, Nicole, Puma y Alice, y en los dos lados restantes del gran cuadrado de madera, Davis y Maya por un lado y M.A y Adán por otro.

—Alice por favor, déjame el panfleto. —solicitó Eva, quien de inmediato lo obtuvo deslizándose por la superficie del conjunto de mesas. —Gracias. Bueno gente, Inma y Jessica encontraron esta mañana en la iglesia un panfleto publicitario de una fiesta que se realiza en un pueblo vecino, Rockrose Newville. Como ya sabréis, acabamos de comernos toda la comida que encontramos en la aldea, ya no queda nada para alimentarnos, y los suministros de agua se han reducido a poco mas de medio litro. —comenzó a plantear la joven mirando los rostros de aquellos que le rodeaban.—Bueno, es mas que obvio a donde quiero ir a parar ¿no? Necesitamos recursos lo antes posible, por lo tanto deberíamos de ir allí a buscarlos. Inma y Jessica han estado planeando conmigo como ir ha por esos recursos. —Eva miró a Inma y esta de inmediato asintió con la cabeza cogiendo el turno de palabra.

—En ese panfleto hay un pequeño mapa del bosque y de los asentamientos que hay dentro de el, en donde se ve reflejada varias aldeas de los alrededores y el pueblo al que debemos de ir, el mapa tiene una ruta señalada que debemos de seguir para llegar de aquí hasta allí. En el panfleto viene una guía para los turistas que vayan a la festividad en el que se mencionan las calles del pueblo en donde hay edificios de importancia para el turista, calles en las que se localizan algunos pequeños comercios, una gasolinera, unas pistas deportivas o el centro médico son algunos de los lugares señalados en el mapa, además de las zonas en donde se harán los eventos de la fiesta. La cosa es simple, es ir y recoger todos los artículos que podamos, agua, comida, medicinas, munición, armas blancas, gasolina, utensilios de supervivencia, ropa... Todo aquello que necesitemos para sobrevivir. Esta aldea es pequeña y segura, al menos hasta ahora, pero tiene el gran inconveniente de que aquí no hay nada con lo que abastecerse, por eso es necesario que vayamos a saquear ese pueblo. —explicó una Inma bastante decidida esforzándose en dar la talla tratando de estar a la altura delante de aquellos que solían dirigir el grupo, teniendo en mente en todo momento los consejos que anteriormente recibió de su amiga Jessica para hablar en público. —Jessica por favor, explica el plan. —cedió el turno de palabra a la compañera situada al margen izquierdo de Eva.

—Bueno, la cosa es que aún disponiendo del mapa del panfleto desconocemos por completo el terreno y el número de enemigos que pueda haber dentro del pueblo, por lo tanto hemos estado hablando de hacer varias expediciones por grupos a lo largo de varios días, expediciones cronometradas. Es decir, tendremos por ejemplo tres grupos de dos personas, a cada grupo se le asignará un objetivo propio que debe de tratar de conseguir, y tendrán para ello por ejemplo hora y media para tratar de conseguir el objetivo asignado, si en esa hora y media los grupos no han podido conseguir el objetivo asignado, volverán con las manos vacías o con lo que tengan a un punto de encuentro, una vez los grupos estén reunidos deberán de volver juntos a la aldea con lo que hayan conseguido. —Jessica se vio interrumpida al ver la mano artificial de M.A alzarse en alto. —Dime, M.A.

—¿Y vamos a dejar la aldea a solas durante esas expediciones? Vale que por ahora no haya peligro y solo estemos nosotros aquí, pero podrían llegar bandidos, zombies o animales mutantes a la aldea mientras no estamos en ella. —propuso el joven ante el planteamiento de Jessica.

—Contábamos con esa posibilidad, por eso no iremos todos a las expediciones. Haremos uno o dos viajes por día, dependiendo tanto del momento del día en que hagamos las salidas, como del número de recursos que logremos conseguir en el primer viaje, y en cada expedición nos iremos turnando quienes irán a ellas, de ese modo podremos saquear el pueblo y al mismo tiempo tener vigilados este sitio teniendo a todo el mundo participando. Actualmente somos diez personas, y pensábamos en ir en dos grupos de tres personas a las expediciones, mientras cuatro se quedan en la aldea cuidándola. Es decir, a la hora de cambiar de personal para cada nueva expedición, al menos a dos de los que ya hayan hecho una salida previa, deberán de participar de nuevo en la siguiente.

Davis se percató de la seriedad y seguridad que Jessica mostraba ante sus compañeros explicando los pasos a seguir a la hora de realizar las expediciones en busca de recursos al pueblo, no solo eso, también de su forma de hablar optando por un lenguaje mas formal en el debate. Aquella faceta de Jessica la había aprendido por su experiencia como miembro del consejo que lideraba a su grupo, al fin y al cabo, ahora mismo no era muy distinta esta reunión a lo que ella estaba acostumbrada a la hora de debatir con los demás miembros del consejo los pasos a seguir para su grupo. No era solo él de quien se percató de aquella actitud que tenía la joven, sus compañeros la miraban con cierta sorpresa en sus rostros por la seguridad que mostraba en sus palabras, sonaba convincente lo que decía, e Inma también lo había hecho muy bien a la hora de exponer su parte del planteamiento.

Davis había estado escuchando parte de la conversación de Inma y Jessica anteriormente, su chica le había estado dando consejos a su amiga para hablar en público tratando de convencer a este con sus palabras y actitud. Jessica sabía que para convencer a la gente debías de ser tú el primero en creer en tus palabras, si te veían indeciso, no solo en lo que decías, si no en tu forma de expresarte por medio del lenguaje o los movimientos que hacías, rápidamente perderías el interés y la confianza de aquellos que te escuchaban. Debías de tratar de mostrar seguridad y confianza ante todo por medio de tu lenguaje verbal y no verbal. Desde que había comenzado a explicar su planteamiento, la joven había optado por ponerse en una actitud seria, mirando a sus compañeros a los ojos y haciendo a veces algunos movimientos con las manos a medida que hablaba. El joven recordó que Jessica quería trabajar en el mundo de la política en el futuro, para ello había estudiado varias ruedas de prensa la actitud que muchos políticos de renombre expresaban por televisión cuando hablaban a un público, así como asistió a clases de oratoria y practicaba con las numerosas exposiciones y debates sobre diversos temas en la universidad.

—Ahora, compañeros, necesito que hagamos un recuento del inventario armamentístico que poseemos, por eso me gustaría hacer un inciso para que todos traigáis aquí las armas blancas y de fuego que poseáis, mochilas y municiones incluidas, necesitaremos hacer una estrategia antes de entrar a lo loco a un terreno desconocido. —propuso la joven mirando los rostros de sus compañeros. —Además, así lo tendremos ya todo preparado, ya que planeábamos hacer hoy la primera expedición. Reunámonos aquí en cinco minutos para que traigáis todas las armas de las que dispongáis.

—Ya habéis escuchado a la señorita, a mover el culo. —incitó Eva siendo la primera en levantarse de su asiento, y con ella, el resto de los compañeros se dispusieron a ir a sus habitaciones a por el material solicitado por Jessica.

Pasado los cinco minutos, todos volvieron a reunirse con lo que Jessica solicitó, poniendo la mayoría de las cosas de la mesa. La joven de cabellos oscuros se acercó y comenzó a comprobar el material armamentístico, separándolo en tres grupos.

—Vale, a la izquierda tenemos la siguientes armas blancas: La Falcata y el cuchillo de combate de Alice, la lanza retráctil de Davis, los dos machetes Kukris de Nicole, mi cuchillo de supervivencia, la maza con cadena de M.A, el martillo de guerra de Maya, la espada nazarí de Puma y en el suelo, la Bisarma de Nicole y la Alabarda de Eva. Después tenemos seis Scramasax pertenecientes a Alice, Maya, M.A, Puma, Davis y Eva. Estas son todas las armas blancas de las que disponemos. —anunció Jessica señalándolas todas a medida que las contaba. Todas eran colocadas a la izquierda de la improvisada mesa de reuniones.

Eva se acercó esta vez a la mesa para continuar con el recuento de las armas. —En el centro de la mesa tenemos las armas de fuego de las que disponemos: Las dos pistolas Glock 18 de Davis, el fusil G36 de Nicole, tres pistolas P226 pertenecientes a Jessica, Alice e Inma, un par de pistolas Walther P99 de M.A y Puma, y por último mi Beretta M9. En total son ocho pistolas y un fusil. —puntualizó Eva terminando el recuento. —Vale, ahora lo mas importante... La munición. ¿Cómo vamos? —pregunto a los compañeros que se localizaban al otro lado de la mesa.

—Yo estoy seco. —comentó Davis.

—Estoy exactamente igual, ni una bala. —habló esta vez Puma.

—Lo siento, pero mi situación es la misma... —respondió esta vez Alice.

—Bueno, yo tampoco tengo munición. —confesó Eva suspirando— ¿Y los demás?

—Yo tengo quince balas, tengo el cargador intacto. —comentó Jessica. —No he tenido necesidad de usar el arma.

—A mi me quedan once balas, ayer tuve que pegar cuatro tiros en el bosque. —anunció Inma.

—A mi me quedan doce balas en la pistola. —informó M.A. —Ayer utilicé algunas balas para acabar con algunos de los zombies del pueblo.

—Está bien, entonces tenemos treinta y ocho balas de pistola en total. ¿Y tú, Nicole? —le preguntó a aquella mujer dirigiéndole la palabra por primera vez desde que discutieron.

—Desgraciadamente también estoy sin munición.

—Ya veo... treinta y ocho balas ¿no? No es mucha munición que digamos... —pronunció desanimada ante la noticia. —Inma, continúa tú con el recuento.

—Oh, claro. Bueno, finalmente tenemos el montón de otras cosas. —presentó la joven examinando lo que allí se encontraba. —Tenemos un par de relojes de pulsera de Eva y Nicole, el arco de Adán y su carcaj con doce flechas, y también tres mochilas pertenecientes a Eva, Adán y Jessica. Eva tiene en su habitación su walkie y el de Adán, lo bajará después de comprobar el estado de ambos. Am, también tengo que decir que Jessica y yo íbamos a fabricar algunos cócteles molotov con las botellas de alcohol y trozos de tela para que los uséis de tener problemas con grupos de zombies. —comentó Inma a sus compañeros.

—Que pena, desperdiciar esa bebida para hacer molotovs para los zombies. —suspiró Puma ante la idea de Inma.

—¿Es que tienes planeado beberte todo lo que hay aquí? —le respondió Eva de inmediato. —Solo usaremos varias botellas, no vamos a vaciar la taberna entera.

—Además nos vendrá bastante bien tener esas molotov, con treinta y ocho balas y las armas blancas no podremos hacer mucho si nos topamos con grupos grandes. —comento Alice. —Pero si los quemamos eso ya es otra cosa, podríamos matar a varios con uno solo sin desperdiciar balas ni ponernos en peligro para usar las armas blancas.

—Alice tiene razón en eso, hay que atesorar las pocas balas que tenemos como podamos y tratar de ponernos en peligro lo menos posible. —defendió Eva la opinión de la rubia. —Además, teniendo en cuenta que vamos a ciegas por ahí, uno de los objetivos principales será explorar el pueblo.

—¿Explorarlo? Para buscar recursos ¿no? —se interesó M.A ante la palabra que usó.

—No, hemos pensado que de llegar a ser un buen sitio con recursos suficientes de los que abastecernos por una temporada y haber un número de enemigos que podamos controlar, deberíamos de trasladarnos a ese pueblo, y para ello, tendremos que explorar el lugar buscando lo que este nos pueda ofrecer y ver si es posible eliminar a los zombies para tomar el pueblo.

—Es lógico, creo que de poder tomar el pueblo deberíamos de hacerlo. Eso de ir todos los días a hacer uno o dos viajes de la aldea al pueblo y del pueblo a la aldea es un coñazo. Por no hablar del tiempo límite que tenemos para conseguir recursos. —argumentó Nicole en esta ocasión.

—Está bien, tenéis razón. —respondió Puma. —Pero hay un problema, si somos dos grupos los que nos dividiremos en cada salida para buscar recursos mientras exploramos en las expediciones, y solo hay un mapa, ¿como lo hacemos para que uno de los dos grupos no se pierda?

—Alguien podría coger el mapa del panfleto y calcarlo o dibujarlo en un papel aparte. —propuso Inma ante el problema presentado por Puma. —Alguien que dibuje decentemente.

—Yo puedo hacerlo. —se ofreció Maya. —Creo que podría dibujarlo, no es que el dibujo sea mi especialidad, pero tampoco considero que lo haga tan mal.

—Yo podría hacer otro mapa de repuesto, por si se perdiera el panfleto o el mapa que va a dibujar Maya. —comentó Puma alzando la mano.

—Está bien, entonces Maya y Puma se encargarán de hacer algunas copias del mapa del panfleto, también hay que incluir las calles donde se localizan los lugares que a nosotros nos interesa. —respondió Eva ante el ofrecimiento del dúo.

—De acuerdo. ¿Y quienes van a ir a la primera expedición? ¿Lo habéis decidido ya? —preguntó Maya en esta ocasión.

—Pues como sabéis son dos grupos de tres persona por viaje, el primer grupo estará formado por Davis, M.A y Alice y el segundo grupo por Puma, por mi y por ti, Maya. —contestó Eva mirando a cada uno de los que fue nombrando. —En esta ocasión se quedarán en la aldea Adán, Nicole, Jessica e Inma para vigilarla.

Jessica e Inma no estaban muy conformes, ella querían ir, además de que fueron quienes encontraron el panfleto, pero Eva les dijo que como era la primera vez y no sabían con que se podían topar, era mejor que aquella vez se quedaran en la aldea. Nadie dijo nada al respecto sobre la manera en la que se decidió hacer los grupos de la primera expedición al pueblo.

—Os recuerdo, cada día, hasta que se decida si se puede o no tomar el pueblo y se acabe por tomar de poder hacerlo, se hará una expedición, de ser necesario por lo pocos recursos recolectados, serán dos expediciones. Cada expedición será llevada por dos grupos de tres personas, que se moverán por su cuenta en el pueblo y conseguirán unos objetivos en un tiempo límite, pasado ese tiempo deberán volver a algún lugar asignado como punto de encuentro y volver todos a la aldea con lo que tengan. No siempre irán las mismas personas de expedición. —recordó Eva una vez mas lo que Jessica explicó.

—Hemos pensado en una estrategia para entrar al pueblo a ciegas y poder defendernos igualmente. —comento Jessica en esta ocasión. —Teniendo en cuenta la escasez de munición para las armas de fuego, solo una persona por grupo debe de portar una de estas armas, mientras que las dos restantes empuñarán armas blancas. Hemos estado pensando entre las tres la manera de aprovechar la utilidad de las armas blancas, y hemos decidido la organización que los dos grupos deberían de tomar. —guardó un momento de silencio. — M.A y Puma portarán las armas de fuego, aunque tendréis que usar vuestras armas blancas, la maza con cadena y la espada nazarí todo lo que podáis antes de recurrir a la munición. Recomiendo que a la hora de utilizar las pistolas os cubráis tras vuestros compañeros guardando distancias con el objetivo, para así poder tomaros el tiempo necesario de apuntar y aseguraros de acertar el tiro, cuantas menos balas se desperdicien mejor. Davis y Eva deberían de encabezar los grupos despejando el camino de zombies usando la lanza y la Alabarda, y tras estos, de apoyo con sus armas blancas de menor longitud, Alice y Maya portarán la Falcata y el martillo de guerra para cubrir tanto a los que van delante encabezando el grupo, como a los que van detrás. —terminó de explicar la joven.

—Bueno, ese es el plan y la organización. —continuó Eva. —¿Que opináis?

Nadie del grupo dio quejas al respecto acerca de la manera en la que ellas tres estaban dirigiendo el tema de la primera expedición al pueblo, estaban conformes.

—¿Y que objetivo se le asignará a cada grupo? —quiso saber Alice levantando la mano para pedir turno de palabra.

—Eso lo hablaremos después, antes de partir. Ahora nos tomaremos un rato para preparar las molotovs, sacar las balas de las pistolas y dibujar el mapa, hasta entonces podéis hacer lo que queráis. —respondió Eva. —Dejad aquí las cosas, ya las cogeréis para cuando nos vayamos de misión.

Tras decir esto, todos los que no tenían nada que preparar comenzaron a abandonar la taberna.

—Oye, Davis, Alice, ¿nos podéis hacer un favor? —les pidió Inma antes de irse.

—Claro, no hay problema. —respondió Alice de inmediato.

—¿Qué necesitáis? —preguntó Davis.

—Nos faltan las telas. Tras usarlas ayer para las antorchas las dejamos en el salón, amontonadas en una esquina. ¿Podéis traer algunas? También necesitaremos un cúter y unas tijeras para cortarlas, creo que las dejamos encima de la mesa. Am, y traed también la gasolina que usamos ayer y productos inflamables para mezclarlos con el alcohol para tratar de hacer una mezcla mas potente.

—Claro, iremos en un momento a por ellas. —respondió Alice mostrándose participativa.

Mientras las chicas hablaban, Davis se percató de la figura de Maya, quien dándole la espalda al resto, se encontraba en la mesa de las armas sujetando su lanza.

—¿Vamos? —pronunció Alice colocando la mano en el hombro de Davis.

—Am, si, claro, vamos.

—Chicos, esperad un momento, voy con vosotros. —advirtió Maya al percatarse de que sus compañeros estaban al abandonar la taberna.

Alice y Davis volvieron a su casa acompañados de Maya.

—Chicos. —llamó la castaña cuando el dúo se disponía a coger los elementos solicitados para las molotovs. —Tengo algo que deciros.

Davis y Alice intercambiaron miradas ante sus palabras, aunque ya se hacían a la idea que quería hablar con ellos por su propuesta para acompañarlos. La joven les contó todo acerca de sus nuevas habilidades, lo que había aprendido sobre estas y las visiones que había tenido hasta ahora, a excepción de aquella tan confusa que involucraba a Davis. No solo eso, al igual que a Puma, la joven le reveló a Alice lo que Davis y ella vivieron en la base de Michaela y la experiencia que tuvo allí que la llevó a perder sus antiguos poderes y tener unos nuevos, así como el hecho de que había recuperado su memoria. Como a Puma, les pidió que no dijeran nada nadie.

Una vez hechas las revelaciones, Davis le pidió a Alice que fuera buscando las tijeras y el cúter, y llevando algo de la tela que había amontonada en el salón a la taberna, mientras él se llevaba a su habitación a Maya para entregarle un cuaderno y algunos lápices que tenía en el escritorio de su habitación para que pudiera dibujar con Puma el mapa del panfleto, después llevaría él algunos productos inflamables que hubiera por la casa y el recipiente de gasolina. La puerta se cerró tras Davis, quien de inmediato se dejó caer suavemente contra la puerta apoyándose en esta. Maya observó aquel gesto sin sorprenderse mucho, intuía a que venía eso y aquella excusa del cuaderno que ella no le había pedido, aunque falta le hacía. Davis no dijo nada, simplemente se quedó mirando en silencio a su compañera, hasta que esta finalmente le sonrió levantando las manos.

—¿Sabes? Eres bastante intuitivo, no se te escapa ni una.

—Me gusta observar a las personas, haciéndolo puedes llegar a aprender mucho de ellas por la forma de hablar, gesticular o mirar, entre otras cosas, el lenguaje no verbal dice mucho de nosotros, ¿sabes?

—¿Te gusta observar a las personas? ¿Es que eres un acosador? —bromeó mirándolo con algo de malicia.

—Déjate de bromas, no soy un acosador. —respondió con un suspiro. —Pero el observar a alguien y aprender de su comportamiento te puede ayudar a hacerte una idea de que clase de persona es y saber como tratar con ella. A veces te sirve para saber con quien no te conviene tener ningún tipo de trato. Pero, ese no es el tema, ¿que te sucede? No pasé por alto cuando cogiste mi lanza, y supongo que la cogiste como un objeto desencadenante, como lo fue la cerradura del almacén, aunque la visión que tuviste de mi ya había dado lugar para cuando la cogiste.

—Hay una visión que no os mencioné, ni a Puma. —respondió Maya mirando fijamente a los ojos de su compañero. —Varios minutos después de tener aquellas visiones tras tocarte a ti y a Adán, tuve una tercera, una cuyos efectos fueron tres veces mas fuertes a la de mi primera visión... —la joven se sentó en un lateral de la cama de la habitación recordando lo que vio.

—¿Era sobre mi? —quiso saber sentándose a su lado.

—Eso creo. —Maya cerró los ojos un momento tratando de llamar nuevamente a su mente aquellas imágenes que había visto anteriormente. —Pude escuchar un sonido metálico, jadeos y voces incomprensibles, también pude ver sangre, una sombra humana mirando algo a sus pies y tu lanza tirada en el suelo. No se el cuando, ni el como, ni mucho menos el porque de ese suceso. Me resulta imposible identificar esa silueta, ni siquiera sé si es de hombre o de mujer... Traté de tocar tu lanza con el objetivo de que desencadenara otra serie de visiones en mi mente, pero no sucedió nada. Aquellas visiones eran borrosas y oscuras, me resulta imposible entender lo que vi para tratar de alterar ese futuro por medio de mis acciones...

—¿Quieres decir que en esa visión esa figura podría haberme asesinado? ¿Cómo el puma con Nicole?

—No es algo tan claro como eso... Esa figura puede ser alguien asesinándote, también podrías ser tú matando a algo o alguien, o incluso alguien que te quite la lanza para arrebatar una vida. Esas son todas las posibilidades que se me ocurren. Según mi teoría, eso debe de suceder en algún futuro lejano... Lo siento, siento no poder serte de mas ayuda, Davis. —susurró tristemente cerrando los puños sobre sus piernas, sintiendo una impotencia dentro de si al no saber como alterar ese futuro para impedir una posible tragedia para su amigo.

La mano de Davis se posó lentamente sobre la de Maya. —¿Lo sientes? ¿Por qué? Ya me has ayudado mucho con decirme eso, a partir de ahora estaré mas atento para tratar de evitar esa posible desgracia cuando tenga lugar. —respondió mirándola con una sonrisa en el rostro.

Maya se dejó caer lateralmente hacia Davis para apoyarse en él, dejando reposar la cabeza en su hombro. —¿Maya? ¿Qué sucede? ¿Estás bien? —preguntó el joven ante la actitud de su compañera, quien en respuesta soltó un pesado suspiro.

—Solo estoy algo cansada... No sabía que esto de apoyar a tus compañeros moralmente llegaba a cansar tanto. —susurró la joven cerrando los ojos. —Y ni siquiera sé si mis palabras habrán servido para algo. Nicole, Puma... también tuve alguna pequeña charla con Eva... He tenido que hacer de psicóloga en tres ocasiones tratando de ayudarlos con sus problemas. Por no hablar del tema de preocuparme y comerme la cabeza con las visiones que tuve de cada uno. He estado realmente liada toda la mañana con esos temas... —la joven fue abriendo lentamente los ojos para ver como Davis aún tenía la mano sobre la suya. —Y encima tenemos la misión esa...

—Mmm... Has estado bastante liada por lo que veo. Me parece genial que quieras apoyar moralmente a todos y calmar los conflictos entre las personas del grupo, pero recuerda vigilar tu salud, Maya. No es bueno cargarse de tanta negatividad de los problemas de las personas de tu alrededor, puedes desgastarte a ti misma anímicamente al tener que tragarte tantos malos rollos para ayudar a quien sea a desahogarse para poder tirar por el buen camino. Si a eso le sumas el estrés, las preocupaciones y el malestar que te producen las visiones esas, es normal que te sientas como te sientes ahora. —analizó el joven la situación de su compañera. —Deberías de tratar de relajarte lo que queda de día y dejar de pensar tanto en los demás, al menos por hoy ya hiciste suficiente como para poder despreocuparte de todos.

—Si, puede que tengas razón... —susurró la joven separándose poco a poco de Davis. —Creo que deberíamos de ir ya a la taberna con las cosas para ayudarlos. Y por cierto Davis, el traje... —ante el recordatorio de Maya, el joven no pudo evitar suspirar levantándose de la cama.

—Siiiiiiiii... Mira que estáis pesadas Nicole y tú con lo de ponerme el traje de protección, tenía intención de ponérmelo tras acabar de hablar, pesada. —se quejó mientras abría el armario dispuesto a sacar y equiparse el traje.

Maya rió por lo bajo ante su amargamiento. —¿Sabes? Te noto distinto, con el paso del tiempo tu actitud ha ido cambiando. Cuando te encontramos con Nicole en el hotel Sozza y te trajimos con nosotros al hospital, eras distante, serio e introvertido, no te abrías ni te relacionabas demasiado con tus nuevos compañeros, solo lo hacías si era necesario, por no hablar de que estabas casi siempre con Nicole y con nadie mas. En cambio ahora, eres mas abierto a relacionarte con todos los del grupo, mas con unos que con otros, pero en general socializas con todos, Nicole no tuvo tantos problemas como tú en eso.

—Si bueno, ella siempre ha sido alguien extrovertida, se le da bien eso de acercarse a la gente. Yo por otra parte soy lo contrario a ella, soy introvertido y mas desconfiado, me cuesta mas eso de relacionarme y abrirme a las personas, pero con el tiempo lo acabo haciendo.

—Ya veo, de hecho no eres tan serio como pensaba que eras, en confianza eres un poco payasete ¿sabes? —bromeó la joven viendo a su compañero de espaldas terminando de ponerse el traje.

—Si, eso me dice Jessica, que a veces me comporto como un crío, y otras veces como un adulto. Bueno, no creo que sea tan malo que sea un poco infantil, es mejor que comportarse como un estirado que está siempre serio y amargado. —respondió terminando de equiparse con la indumentaria anti radiación.

—No dije que fuera malo, creo que está bien que tengas esa faceta, te hace alguien entretenido desde mi punto de vista.

—¿Has cogido el cuaderno y los lápices? Están en el cajón del escritorio. —señaló Davis viendo a Maya cogiendo el material necesario de donde su compañero le indicó. —¿Nos vamos? — Una vez listos, el dúo de amigos salió por la puerta dejando una vez mas vacía la habitación. En la planta baja, Alice ya se había ido, la pequeña montaña de ropa había menguado y las tijeras y el cúter ya no se encontraban sobre la mesa. —Creo que en la cocina había un armario con productos de limpieza que son inflamables, tú ves a ver si encuentras algo en el baño. —sugirió Davis antes de separarse de su compañera. En el armario de la cocina encontró un par de botes medio llenos, uno de amoniaco y otro de insecticida.

Maya volvió del baño con un bote de quitaesmalte. —Esto es todo lo que he encontrado, Davis. —informó enseñándole el bote a su compañero.

—Bueno, tengo un insecticida y amoniaco. También llevo la gasolina. —comentó el joven portando los productos. —Volvamos a la taberna.

—Ya era hora... —respondió Jessica al verlos entrar al local. —Llevamos un rato esperando.

—Lo siento, nos entretuvimos un poco. —respondió su chico vagamente sin entrar en explicaciones.

—Bueno, veamos que habéis traído, dejad que os ayude a coger las cosas. —Inma colocó todos los productos sobre el mostrador del local. —Veamos, la gasolina, un insecticida, quitaesmalte y amoniaco. Está bastante bien, y me viene genial que el insecticida esté en un bote normal en vez de en uno de spray, de lo contrario dudo que me sirviera.

—¿Con eso es suficiente? —preguntó Davis tras ver a Maya marchar a una mesa con Puma para dibujar el mapa del panfleto.

—Por supuesto, si mezclamos pequeñas cantidades de cada uno de estos productos junto al alcohol en cada una de las botellas que usemos para fabricar una molotov, estoy segura que se producirá una reacción muy fuerte al entrar en contacto con el fuego, causando bastantes daños a un grupo de podridos. —respondió Inma de inmediato. —Jessica, trae las botellas vacías y algunas bebidas alcohólicas a la mesa que hemos preparado para preparar las molotovs, por favor. Alice, las telas que has cortado en tiras llévalas a las mesas que juntaste antes. Davis vamos a llevar esto a las mesas. —indicó Inma las acciones a seguir por parte de sus ayudantes. Una vez todos los elementos reunidos, Inma dio las siguientes indicaciones para fabricarlas. —Bien, vamos a hacer una tanda de doce cócteles. Coged una botella vacía, llenáis un treinta por ciento de esta con cualquier alcohol de los que Jessica ha colocado aquí, un cinco por ciento de quitaesmalte, otro cinco de amoniaco, otro cinco por ciento de insecticida y por último un cinco por ciento de gasolina, la botella tendrá que quedar llena mas o menos por la mitad. Después coged un trozo de tela y lo metéis dentro de la botella, que el extremo del interior se hunda en el compuesto líquido, y el otro extremo quede por fuera de la botella, ese extremo mojadlo un poco en la gasolina, y ya está, eso es todo lo que tenéis que hacer. —explicó cada uno de los pasos a la perfección a medida que preparaba un cóctel de ejemplo. —¿Veis? Así tiene que quedar, luego a la hora de usarlo es prenderle fuego al extremo impregnado de gasolina y en cuanto empiece a arder hay que lanzarlo contra el objetivo. Cada grupo llevará un total de tres molotovs, como las mochilas de las que disponemos no son muy amplias y necesitamos guardar en ellas lo que se recolecte, no podrán llevarse muchas. —Tras decir aquello, sus tres compañeros asintieron con la cabeza y comenzaron con la fabricación de los cócteles.

—Inma, Jessica, tengo que reconocer que estoy bastante sorprendido con vuestra actitud, estáis manejando la planificación de la misión bastante bien. Estáis haciendo un gran trabajo, chicas—comentó Davis alabando el trabajo de aquel dúo. Alabanza que alegró escuchar a ambas chicas, quienes de inmediato agradecieron las palabras de su compañero.

—Bueno, todo esto lo hemos organizado con la ayuda de Eva. —respondió Jessica ante su comentario. —Queríamos hacer bien las cosas y sorprender al grupo con el plan y su organización, quisimos utilizar esta oportunidad para mostraros a todos que podemos ayudar y aportar ideas a la hora de dirigir al grupo.

—Eso está genial chicas, la verdad es que se os ve bastante seguras de lo que hacéis. Es increíble lo motivadas que se os ve con esto. —comentó Alice en esta ocasión. —¿Cómo es que sabes hacer estas cosas Inma? No tenía ni idea que supieras hacer una molotov.

—Bueno, la verdad es que tampoco tiene muchas ciencia hacer una. Cuando estábamos con Ley di algunas clases sobre compuestos químicos y productos que son inflamables que podría combinar para fabricar explosivos caseros como son por ejemplo las cócteles molotov o las bombas de humo. —explicó Inma orgullosa de los conocimientos que adquirió, que aunque estos fueran básicos, les estaba siendo de utilidad al grupo.

Mientras el grupo de cuatro se encargaba de preparar los cócteles que llevarían los grupos a la expedición, Puma y Maya estaban sentados uno al lado del otro, dibujando en unas hojas de cuaderno un mapa cada uno teniendo el panfleto entre ellos dos. Mientras ellos trabajan en la taberna, Nicole le pidió ayuda a M.A para ir al bosque para enterrar los cadáveres de los zombies y el puma que la ex agente y las primas aniquilaron la noche pasada, con el fin de no atraer a ningún depredador a la zona. Por otra parte, Adán y Eva volvieron a su casa. Mientras el joven Adán estaba sentado en la silla del escritorio escribiendo en un cuaderno los últimos acontecimientos del grupo, Eva comprobaba el buen funcionamiento de su walkie y el de su hermano, puesto que los necesitarían para las expediciones, para que ambos grupos se mantuvieran en contacto el tiempo que permanecieran por separados. Pasado un tiempo, Eva volvió a la taberna dejando a Adán en la habitación, quería comprobar como iba la gente trabajando. —¿Cómo vais? —preguntó acercándose a la mesa donde se elaboraban las molotovs tras dejar los dos walkies en la mesa de armas.

—Bien, Alice y Davis están con terminando de hacer las dos últimas, mientras, Jessica y yo estamos limpiando y recogiendo los utensilios. —informó Inma levantándose de su asiento junto a Jessica para realizar la tarea.

—Perfecto, dejad también los cócteles en la mesa de las armas. —informó dirigiéndose esta vez a la mesa donde Puma y Maya terminaban con los dibujos.

—¿Y vosotros? ¿Os queda mucho? —quiso saber cogiendo uno de los dibujos de Maya.

—Yo si, hice un par de dibujos. —informó Maya. —Puma está acabando con el último.

—No están nada mal, Maya, aunque tengo que reconocer que los de Puma están mejor, son mas claros y detallados.

—Si, bueno, a él se le da mejor que a mi el dibujo por lo que se ve. Pero mientras se entienda creo que mis dibujos son útiles ¿no?

—Claro, estos tuyos sirven, no te preocupes. —respondió dejando el dibujo de nuevo sobre la mesa.

—Ya he terminado. —comunicó Puma soltando el lápiz para estirarse un poco en el sitio.

—Perfecto. Inma y Jessica id al bosque para avisar a M.A y Nicole para que vuelvan. Me dijeron que estarían en el lugar donde hicisteis la fosa para quemar los cadáveres zombies ayer. Maya, tú por favor avisa a Adán para que vuelva. —solicitó Eva mirando a cada una de las mencionadas a la que dirigía las órdenes. —Vamos a ir preparándonos para la primera expedición.

Tras abandonar las tres chicas el local, en su interior solo quedaron Puma, Alice, Eva y Davis. Puma se acercó al mostrador para agarrar una bebida aleatoria y llenar un par de vasos para él y Eva.

—Bueno, ya están las dos molotovs que faltaban hechas. —anunció Alice llevando ambas a la mesa de las armas.

—Ok ¿Habéis recogido las cosas de la mesa? —respondió Puma agitando el líquido alcohólico de su vaso.

—Sí, todo está ya ordenado, Jessica e Inma se habían encargado de ello antes de irse. —contestó la rubia sentándose en una de las sillas del mostrador junto con Davis, al lado de Puma.

—¿Os apetece una copa mientras esperamos? —ofreció Eva algo indiferente mientras esperaba aburrida tras el mostrador rellenando una vez mas el vaso de Puma.

—Si, por favor. —respondieron al unísono.

—Gracias, guapa. —respondió Puma cunado vio una vez mas su vaso lleno.

—¿Sabes? Deberías de controlar lo que bebes. —aconsejó Eva mirándolo tomar su primer trago. —¿Tengo que recordarte que hoy te has levando algo irritado por la borrachera de anoche? Vamos a salir de misión, así que procura no ir como una cuba a ella.

—Ajam, lo tendré en cuenta. —contestó sin hacer mucho caso a su consejo antes de abrir sus labios para degustar una vez mas aquella bebida.

—No sé para que digo nada... —respondió Eva irritada ante el tono despreocupado de su compañero mientras llenaba el vaso de Alice. —Haz lo que te plazca, pero te quiero sobrio para la misión. ¿Queda claro?

—Que siiiiii... —contestó de inmediato alargando el brazo esperando a que rellenara su bebida.

—¿Acaso no me escuchaste, Puma? —suspiró ante la manera en la que ignoró su comentario anterior. —Aún estoy llenando el vaso de Davis y ya estas pidiendo otro.

—Esta es la última, lo prometo Eva. —respondió ante la insistencia de su compañera. —Veeeeenga, una mas, por favor... No tengo tabaco ¿sabes? Necesito matar el tiempo de espera hasta que inicie la misión de alguna forma.

Eva resopló y sin decir nada rellenó su vaso. —Gracias cariño, eres un ángel caído del cielo. —contestó al ver su vaso llenarse nuevamente poco a poco.

—No me seas pelota, Puma. Esta es la última, tú mismo lo dijiste. —cortó tajantemente a su compañero mirándolo con el ceño fruncido.

—Aham.

El silencio se adueñó por unos momentos del local, de vez en cuando había algún intercambio de comentarios sin mucha importancia entre los cuatro, pero sin duda era el silencio lo que reinaba mayormente dentro de aquellas cuatro paredes de madera. Entre trago y trago, cada uno se perdía en sus propios pensamientos, contemplando sus reflejos en aquel líquido que reposaba en el interior de sus recipientes de vidrio. Tic- tac, Tic -tac... el repetitivo sonido de las agujas del reloj era a veces lo único que llenaba por un largo tiempo sus oídos. ¿Qué era ese aura tan triste y solitaria que envolvía el lugar? ¿Tal vez sería por lo que allí mismo sucedió la noche pasada? Alice miró a Davis con mirada triste, quien yacía a su lado izquierdo, después a quien se encontraba a su derecha, Puma, y por último a Eva, quien detrás de la barra, al igual que aquellos dos chicos, cabizbaja, fijaba su mirada en el interior de su vaso, una mirada pensativa... El ambiente era extraño, para nada violento como el de la noche anterior, pero si que estaba cargado de un aura deprimente del que probablemente ellos tres también también percibían.

“¡Fue muy divertido, tengo ganas de volver a jugar otro día, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien!”

“La única manera de tratar de evitar que nos pierdas o nosotros perderte a ti, es que nos protegamos los unos a los otros y tratar de alcanzar algún futuro juntos, y para ello, necesitamos la ayuda del resto de compañeros.”

“Respecto a mi, y creo que hablo también por Davis, no tenemos nada en contra de Eva a pesar de como nos juzgó, en cierto modo la comprendemos, pero si no nos agrada acercarnos a ella es precisamente porque nos odia por lo que hicimos y no queremos ocasionar mas problemas a nadie.”

“Tenía miedo, miedo de que algo como eso pudiere repetirse otra vez... Eva, Puma, M.A, todos... Lo siento, siento el daño que os hice...”


Cuatro voces prendieron una luz en aquellas mentes oscuras y confusas... Las palabras de Maya se materializaron para Puma, viniéndole el rostro de aquella vieja amiga con la que había estado intercambiado un momento de confidencialidad apartados del resto del mundo, momento en el que solo existía él y ella. Para Eva, el rostro del animado Adán se dibujó en su mente mientras pronunciaba aquellas palabras en mitad de aquel juego de parchís, relatando entusiasmado aquel divertido juego y el resultado satisfactorio de este para su equipo. Para Davis, las tristes palabras de Nicole sonaron en su memoria acompañado de aquel rostro de ojos fríos y distantes de su querida amiga, recordándole una vez mas la culpa que recaía sobre sus hombros. Y para Alice, sus propias palabras le recordaron lo que le respondió a aquel triste Adán en la pistas deportivas... Tic-tac... Tic-tac... Tic-... Davis sintió la mano de Alice posándose sobre su rodilla, dándole pequeños toquecitos con el dedo índice para atraer su atención. El joven la miró en silencio, no hacían falta palabras para comprender lo que aquella mirada seria quería decirle, tras eso dirigió su mirada a Eva y Puma, quienes aún seguían sin salir de su momento de desconexión de la realidad. Davis volvió a mirar una vez mas a su compañera y asintió con lentitud.

Tras unos momentos pensando en lo que decir, finalmente Davis dirigió la mirada a aquellos dos ausentes —Eva, Puma, quería hablaros de lo de ayer... —atrajo el joven las miradas de aquellos dos, quienes en silencio lo observaron desde sus posiciones. —Acerca de lo de la traición a vosotros y a Ley.

—Habla. —respondió Eva mirando a los ojos oscuros del chico.

—Quería deciros porque motivo volví atrás... —Davis alternaba en ocasiones la mirada entre uno y otro, una mirada triste, seria y sincera. — No quiero continuar callando el motivo de mi traición, no me siento bien conmigo mismo ignorando el tema, por eso quiero contaros el motivo por el que llevé a cabo aquel acto. Soy una persona que con el paso del tiempo ha ido perdiendo todo lo que tenía, incluso antes de que este mundo plagado de zombies diera inicio. Primero perdí a mi hermana en un accidente de tráfico, luego a mi mejor amigo de la infancia, después vino la tragedia de Stone City y el resto del mundo haciéndome perder todo lo demás, mi familia, mi hogar, mis amigos, mi futuro... —el joven guardó un momento de silencio. Ciertamente aquello era una manera muy resumida de explicar su vida, pero tampoco tenía intención de enrollarse a hablar de sus sentimientos como su soledad durante parte de su niñez, la falta de cariño por parte de sus padres, la culpa que sintió tras la muerte de su hermana o la depresión que lo llevó a intentar suicidarse en Stone, entre otras muchas cosas... — Pero desde que entré al grupo las cosas comenzaron a cambiar para mi, con el paso del tiempo inicié una nueva historia con todos vosotros, y ahora ¿que tengo? —preguntó Davis sin esperar una respuesta. —Tengo a mi lado a la chica a la que amo, voy a ser padre, tengo grandes amigos en este grupo, con estas cosas obtuve un motivo por el que vivir, y por lo tanto un futuro que proteger y por el cual vivir... —el joven se quedó un momento en silencio. — Eva, Puma, lo siento mucho... Aquello fue una traición, no hice bien en dejaros allí, por supuesto que no, realmente me arrepiento de ese momento... Aún recuerdo con todo detalle la situación en la que os encontramos en aquel sitio, realmente lo siento... Quería que supierais porque motivo volví, tuve miedo de perder todo lo que tanto tiempo me había costado conseguir.

Puma y Eva intercambiaron una mirada en silencio cuando el joven dejó de hablar. Entonces Alice, quien había estado en completo silencio observando su rostro en la poca bebida que quedaba en su vaso, elevó la mirada tras escuchar a su compañero y miró al dúo a quien dirigiría sus palabras.

—Yo también tengo algo que decir al respecto. —pronunció la joven captando en esta ocasión la mirada de los tres allí presentes. —También tengo un motivo por el que me fui de aquel lugar con Nicole y Davis, tenía miedo de morir y separarme de M.A y de todos, de morir una vez mas y no poder volver a la vida teniendo otra nueva oportunidad para vivir... Cuando morí en Stone, aquella organización me resucitó para transformarme en una marioneta sin vida, sin futuro, sin voluntad... para transformarme en una herramienta con la que hacer cosas horribles sin que ellos tuvieran que mancharse las manos, porque para eso ya estaba yo. Era una esclava, y nada podía hacer para luchar contra el destino que se me impuso con mi resurrección. Pero cuando Esgrip se hundió y obtuve la libertad, me apoyé en mis recuerdos y sentimientos del pasado, en el amor de M.A y en la amistad de mis compañeros, con el tiempo volví a humanizarme y a lograr reparar los lazos rotos con M.A y mis amigos, empezando de nuevo una vida como un ser humano con la gente que me importa. Pero desde que mi vida comenzó a normalizarse hasta que sucedió lo de la traición pasó muy poco tiempo, estaba insatisfecha, no quería morir todavía en una misión suicida como aquella, quería vivir, quería continuar sintiendo lo que era tener una vida rodeada de la gente a la que quieres... —pronunció la joven con una débil voz, observando a Puma y Eva a medida que narraba. — Había comenzado a vivir, y no quería que todo se acabara tan rápido. Lo siento, sé que hice mal en volver atrás, pero el miedo a perder lo que mas valoraba en este mundo pudo conmigo... Lo siento, chicos.

El silencio cayó una vez mas entre los cuatro, siendo aquellos dos que habían hablado examinados minuciosamente por las miradas de Eva y Puma. Fue tras unos eternos segundos que Puma resopló mirando a aquellos dos. —Está bien que nos digáis porque os fuisteis y os disculpéis. Pero igual que cuando Nicole dio sus razones, tampoco voy a meterme esta vez en vuestros asuntos, cada uno tenéis vuestros motivos para hacer lo que hicisteis. —respondió Puma despreocupadamente antes de suspirar y tomar su último trago.

Viendo su vaso vacío nuevamente lo agitó mirando a través de él, después, dirigió una mirada a Eva, quien no se había mencionado sobre el asunto. Desde que terminaron de hablar la joven no había quitado la vista de encima a aquellos dos, parecía pensarse en algo. Cuando salió de aquel estado Eva solo pudo suspirar, agarrando de nuevo la botella de alcohol rellenó los vasos de Alice y Davis.

—Esta es la última para vosotros también, os necesito en plenas facultades. Saboread hasta la última gota, hasta que no volvamos de la misión no habrá mas alcohol, para ninguno de los tres —respondió lanzando una mirada de reojo a Puma, ahogando una petición que aún no había ni logrado articular con los labios.

—Gracias. —respondieron Alice y Davis al unísono.

—Ya traje al chavalote. —anunció Maya entrando al local con Adán.

—¿Ya tenéis todo listo? —preguntó el chico mirando a la mesa de armas.

—Por supuesto, solo esperamos a que vengan los que quedan para dar las últimas órdenes antes de partir a la misión. —respondió Eva de inmediato. —Aunque puede que tarden algo mas en venir los que faltan... —suspiró la joven echando un vistazo al reloj de la pared, cuyas agujas marcaban las cuatro menos veinticinco de la tarde.

—Ya veo, en ese caso antes de partir me gustaría echarle un vistazo a tus heridas de Davis. —comentó Maya mirando al joven. —Quiero ver como estas antes de que nos vayamos.

—Mmmm... esta bien.— respondió este levantándose de su asiento.

Maya se acercó a la mochila de Jessica para sacar de su interior un rollo de vendas, el desinfectante, un paquete de pañuelos y un botella cuyo agua estaba por menos de la mitad del recipiente. —Vamos a mi cuarto, no tardaremos mucho. —propuso la castaña.

El dúo tras abandonar la taberna se dirigió al cuarto que Maya e Inma compartían. Tras entrar, la chica cerró la puerta con suavidad y se dirigió a la cama para dejar las cosas que cogió.

—La herida de la cabeza no la tengo tan mal, prácticamente no me duele. —informó Davis tras quitarse el molesto traje anti radiación, situándose a un lado de la cama. —No creo que sea necesario comprobarla, estoy seguro de que está en perfecto estado.

—No, no es eso lo que quiero verte, Davis. —pronunció la joven mirando al chico. —Quítate la camiseta y siéntate en la cama, por favor. Quiero ver aquella herida de bala que te hizo Payne en el hospital.

—Payne... Nicole y Puma dijeron que la palmó antes de llegar a la base de Michaela, menos mal que el cabrón ese está muerto. —comentó el joven recordando su último encuentro en aquel local después de abandonar la residencia de Hawk. Encuentro en el que Fox y sus soldados los atacaron para llevarse a aquel vejestorio matando en la confrontación a Florr y Crow. —Aunque la piedra y la baliza acabaron llegando igualmente a las manos de Michaela...

Davis se quitó la camiseta y se sentó en la cama. Maya de inmediato se arrodilló y comenzó a desenvolver las vendas enrolladas al torso que tapaban la herida. —No deberías de darles vueltas ahora a ese tema, dejemos el pasado quieto por un tiempo. —aconsejó la joven finalizando aquella conversación. —Mmmm... No tiene mala pinta. —comentó viéndola tras dejar caer las vendas usadas al suelo. —Pero parece que está tardando algo en cicatrizar. ¿Te duele? —preguntó mirando al chico.

—Solo cuando hago movimientos bruscos, normalmente no suele darme problemas.

—Ya veo. —La joven cogió la botella de agua y los pañuelos. —Túmbate en la cama. —ordenó con el fin de limpiar la herida.

Siguiendo el mandato de la castaña, Davis se tumbó.

—¿Qué opinas de la herida? —se interesó viendo a la joven humedecer un pañuelo con la botella de agua.

—Bueno, está bastante bien, se está curando sin problemas. Pero por otra parte, a pesar de que han pasado ya en torno a un par de meses desde que te dispararon, no está todo lo curada que debería. —respondió la joven limpiando su herida con delicadeza.— Es debido al esfuerzo físico que has estado haciendo tiempo atrás, como en las misiones de Ley, lo de la base de Michaela, la huida de los zombies, el enfrentamiento con la Chimera, cuando te caíste por el hueco del ascensor y aquel ataque por parte de Fox y sus soldados. Todo ello ha conllevado que la herida esté tardando mas en cicatrizar, pero generalizando, se podría decir que está prácticamente curada, únicamente necesitas descansar y no hacer demasiados movimientos bruscos, haciendo eso se cicatrizará sin problema alguno. —recomendó la doctora Maya cogiendo el desinfectante y otro pañuelo tras limpiar la herida de bala de Davis.

—¿Podré hacer la misión esa al pueblo, no?

—Claro, no hay problema. El disparo no fue grave ya que no dañó nada importante y la bala salió de tu cuerpo en el momento del disparo. Puedes moverte y actuar sin problemas, pero te recuerdo una vez mas, trata de no hacer movimientos muy bruscos, ¿ok? —insistió aplicándole el desinfectante.

—Claro, tendré cuidado doctora. —aseguró el joven con una sonrisa.

—Oye Davis, hay algo que me estoy preguntando. —mencionó cogiendo en esta ocasión las vendas y un pañuelo limpio para ponerle un nuevo vendaje. —No tienes un mal físico, la verdad es que te ves entrenado, pero, ¿como lo mantienes? no te he visto nunca haciendo ejercicio.

—Bueno, en días alternos de la semana madrugo para hacer ejercicio a solas o entreno con la lanza, en otras ocasiones practico con Nicole en el combate cuerpo a cuerpo. Hay que estar entrenado para estar preparado para cualquier situación. Si quieres, un día podríamos hacer ejercicio juntos una mañana tranquilamente.

Maya no pudo evitar reírse ante su propuesta.

—Lo siento Davis, pero la pereza puede conmigo, me resulta muy difícil salir de la cama temprano solo para hacer ejercicio.

—Mmmm... ya veo. Pues cuando te apetezca ejercitarte un poco solo dilo, a veces lo hago por las tardes si tengo tiempo libre.

—Claro, lo tendré en cuenta. Bueno, esto ya está. —informó la joven haciendo un nudo para quedar bien atado el vendaje al torso del joven. —Respecto al ejercicio, no debería de haber problemas siempre que sea de una intensidad moderada, pero tampoco te mates a ejercitarte, y después de hacer ejercicio, tómate un buen descanso. —puntualizó la joven respecto a las actividades que el chico llevaba a veces a cabo. —¿Cuando fue la última vez que te cambiaste el vendaje?

—Ayer por la noche cuando dejamos la taberna y nos fuimos a casa, Jessica me hizo el mismo procedimiento que me acabas de hacer.

—Está bien. Bueno, pues ya estás listo, ponte la camiseta y volvamos a la taberna.

Tras equiparse una vez mas con el traje anti radiación, el dúo volvió a la taberna, en donde todos estaban ya reunidos esperando al dúo. Todos se reunieron alrededor de la mesa de armas esperando a que Eva, Inma o Jessica comenzaran a explicar los movimientos a realizar para la misión.

—Bueno, daré las últimas instrucciones antes de salir. —inició Eva la explicación. — Iremos dos grupos de tres personas, el primer grupo estará formado por Davis, Alice, y M.A, el segundo grupo por Puma, Maya y por mi. Cada grupo portará una serie de objetos claves. Alice y Maya llevarán uno de los mapas dibujados para orientar al grupo y una mochila para guardar recursos, en cada una de las mochilas hay tres cócteles molotovs, luego Davis y yo llevaremos un walkie talkie cada uno para estar ambos grupos en contacto y un par de relojes de pulsera para controlar el tiempo, y por último M.A y Puma llevarán una pistola cada uno, con solo siete balas. —terminada la primera parte de la explicación, Eva le dio palmadita en la espalda a Inma indicándole que era su turno de palabra.

—Bien, dicho lo anterior, el punto de encuentro será la entrada al pueblo. Tendréis dos horas para explorar lo que podáis del lugar y encontrar lo que necesitamos, cuando pasen las dos horas tendréis que volver al punto de encuentro independientemente de lo que llevéis o de lo que hayáis explorado, tratad de no tardar mas de dos horas en volver. Ambos grupos una vez lleguen al pueblo se separaran cada uno por su cuenta para llevar a cabo su propia misión. El grupo encabezado por Davis deberá de encontrar agua y comida en los comercios, actualmente no tenemos nada de comida y el agua se está agotando, coged lo que podáis, y el grupo encabezado por Eva, deberá de ir a por medicinas al centro médico, con lo que tenemos solo podemos tratar heridas superficiales, necesitaremos medicamentos y materiales sanitarios, como vendas, algodón, tiritas y cosas por el estilo. —explicó la joven mirando a cada uno de los miembros de la primera expedición a medida que daba las instrucciones. — Tenemos tres mochilas, la de Eva, la de Adán y Jessica, pero debido a que no son demasiado espaciosas, hemos decidido que el equipo de Davis portará la tercera mochila, y será M.A quien la lleve. —comentó mirando al mencionado en esta ocasión. —Debido a que vosotros tendréis que encontrar agua y comida, lo mejor será que llevéis dos mochilas para coger todo lo que podáis. Esas serán por ahora vuestras misiones.—la joven miró a Jessica, y esta de inmediato se preparó para hablar.

—Ahora que sabéis el inventario que portareis y los objetivos que cumpliréis, toca mencionar la parte de la confrontación con los peligros que pueda haber allí esperándoos. Desconocemos el número de enemigo que podéis encontrar allí, teniendo en cuenta que parece un pueblo pequeño, es posible que tuviera en torno a tres mil habitantes, no obstante, no significa que deba de haber allí tres mil podridos esperando vuestra llegada, es bastante probable que el número de enemigos sea muy inferior a la cifra de los habitantes que había originalmente, aun así, incluso cien enemigos serían muchos para vosotros. —explicó Jessica con seriedad mirando los rostros de aquellos a los que les daba las instrucciones. — Sois seis personas y vais separadas, tenéis que tener mucho cuidado, y es por eso que ideamos una táctica que ya comentamos anteriormente. En espacios abiertos Davis y Eva encabezarán sus grupos, utilizando la longitud de la lanza y la Alabarda se encargarán de limpiar el camino de enemigos manteniendo la distancia con estos, Maya y Alice, quienes llevan armas de una longitud media irán en la formación tras los líderes, siendo de apoyo a estos y a los que van en la retaguardia tras ellas, Puma y M.A. Vosotros dos usad también las armas blancas y las de fuego solo si es necesario, antes de disparar tomaros vuestro tiempo y el espacio necesario para tratar de disparar con toda la precisión posible para matar de un solo disparo a la cabeza, recodad que lleváis cada uno siete balas, procurad no malgastarla. Chicos, procurad pasar inadvertidos para no atraer la atención del enemigo, y también que en las mochilas de Maya y Alice hay tres cócteles molotov para que los uséis si lo veis necesario.—dicho su parte del discurso, Jessica dejó que Eva tomara una vez mas la palabra.

—Recordad que la exploración también es un punto muy importante en esta primera expedición, como es la primera que hacemos, nuestros objetivos serán los que Inma mencionó y los que mas importantes son ahora mismo, las medicinas, el agua y los alimentos. Mañana haremos otra expedición por la mañana con dos nuevos grupos y nuevos objetivos, planeábamos que para la segunda salida, un grupo buscará ropa y productos de higiene personal y otro grupo gasolina y productos que puedan ser útiles para la supervivencia, como cerillas, cuerdas, brújulas, pilas, mecheros y cosas así. Aunque los objetivos de mañana dependerán de lo que traigamos de esta primera expedición, si es muy poco lo que logremos recolectar, es posible que mañana hubiera que volver a buscar lo mismo que hoy y dejar los objetivos programados para mañana para hacerlos otro día. —comentó Eva observando la mesa de armas en la que todos se reunían a su al rededor. —Con cada expedición habrá que ir explorando y dependiendo del número de enemigos y los recursos que haya allí, es bastante probable que un día vayamos todos a tomar el pueblo y limpiarlo de enemigos para asentarnos allí, como hemos hecho con la aldea, pero hasta que no evaluemos bien las posibilidades que tenemos y lo que el lugar nos ofrece, seguiremos haciendo solo expediciones. —La joven se acercó al montón de armas blancas. —Davis, M.A, Puma, Maya y Alice, acercaros y colocaros frente a mi. —ordenó Eva al tiempo que ella, Jessica e Inma se colocaban cada una en uno de los montones de armas e inventario que había sobre esta. —Ahora iremos repartiendo el inventario que cada uno llevaréis.

Eva se colocó frente al montón de las armas blancas, Jessica junto a las armas de fuego, e Inma junto al equipamiento variado, dejando un cuarto montón que al momento de reunir las armas no estaba allí, este nuevo montón estaba compuesto por las cosas que las tres mochilas guardaban en su interior. Davis recibió su lanza y su Scramasax de las manos de Eva, nada mas recibirlas, se pasó al montón del grupo de equipamiento variado, en donde Inma le entregó el walkie de Adán y el reloj de Nicole. Tras recibir Davis su equipamiento para la misión, le siguió M.A, a quien Eva le entregó la Scramasax y su maza con cadena, después pasó al grupo de las armas de fuego, en donde Jessica le devolvió su Walther P99 con siete balas en el cargador, tras eso, Inma le entregó la mochila vacía de Jessica. Le siguió Puma, quien recuperó su Scramasax y su espada nazarí, así como su Walther P99 con siete balas. Maya obtuvo su Scramasax y su martillo de guerra devuelta, así como la mochila de Eva con tres molotovs y uno de los dibujos del mapa del pueblo. Finalmente Alice recogió también su Scramasax, su cuchillo de combate y la Falcata, así como la mochila de Adán con las tres molotovs y una de las copias del mapa. Eva por su parte apartó de los montones de armas, su Scramasax y su Alabarda, así como su reloj y su walkie.

—Bueno, cada uno tenéis ya el equipamiento que llevaréis a la expedición. Las cosas que no necesitareis para la misión cogedlas y llevárosla a vuestras habitaciones, y también los que no iréis a la expedición podéis recuperar vuestras cosas. —habiendo dicho Eva aquello, cada integrante del grupo se acercó para recuperar sus pertenencias para guardarla en los baúles de sus habitaciones. —Yo me quedaré con las balas para las futuras expediciones. Los que no tengáis los trajes de protección ponéroslo y volved a la taberna, saldremos de inmediato. Jessica, Inma, habéis hecho un gran trabajo ayudándome con la planificación de la misión. —reconoció Eva colocando sus manos en el hombro de sus ayudantes. —Bien hecho, chicas. —felicitó la joven con una sonrisa en el rostro. —Procuraré llevaros conmigo en la próxima expedición, por ahora quedaros aquí vigilando el sitio con Nicole y Adán. —Ante su mandato, el dúo femenino solo pudo asentir aceptando su decisión.

El grupo comenzó a abandonar la taberna para dejar el inventario que no se usaría en sus habitaciones y prepararse para partir al pueblo, pero en mitad del desalojo del local, Jessica retuvo un momento a Maya sujetándola del brazo. —Un momento Maya, me gustaría pedirte algo. —solicitó la joven atrayendo la atención de su compañera.

—Claro, dime ¿sucede algo?

—Verás, quería pedirte un favor, ya que tú irás al centro médico. Si ves algún libro relacionado con la medicina del tipo que sea, ¿podrías traérmelo si no te es mucha molestia, por favor? Aunque especialmente estoy interesada en alguno que hable sobre el embarazo y el parto, para ir preparándome para el momento.

—Mmmm... supongo que podría, no creo que Eva y Puma me pongan ningún impedimento. ¿Pero por qué quieres un libro de medicina?

—Bueno, hace tiempo que quería tener conocimientos de medicina para tener un rol de apoyo con el grupo además de ser un miembro activo al enfrentar amenazas. Llegará un momento en el que tendré que quedarme atrás cuando mi embarazo esté muy avanzado, y por lo tanto no podré luchar, por eso me gustaría continuar ayudando mediante los conocimientos de medicina que vaya obteniendo a través de lo que estudie por libros.

—Vaya, vaya... ¿Quieres quitarme mi puesto, Jess? Me vas a hacer la competencia, ojos azules—respondió la castaña fingiendo molestarse ante las intenciones de su compañera.

—No, por supuesto que no quiero quitarte el puesto ni hacerte la competencia, tú tienes mas experiencia que yo en estas cosas, no podría estar a tu nivel. —trató de excusarse la joven. — Solo quiero sentirme útil cuando no pueda luchar por el embarazo, además pienso que dos curanderas son mejor que una.

—Por supuesto, estaba en broma Jess. Veré que puedo hacer, no creo que Puma y Eva me pongan impedimentos, pero tampoco te puedo prometer nada.

—Claro, si no puedes, no pasa nada, ya veré si yo puedo hacer algo la próxima vez que salga. Y por cierto, quería proponerte algo. ¿Podría ser tu ayudante a la hora de ayudar al grupo con sus heridas? Me gustaría aprender de ti.

—Bueno, no hay problema en eso, puedes ayudarme y te puedo enseñar algunas cosas, aunque no soy una licenciada en medicina ni nada por el estilo, que conste. Pero si que tengo algunos conocimientos. —advirtió de antemano para que su compañera a no se llevara ninguna desilusión cuando se percatara de sus limitados conocimientos.

—Claro, no te preocupes. ¿Y donde aprendiste lo que sabes? Inma me comentó que no sabe nada acerca de que tuvieras algunos estudios o algo por el estilo para tener los conocimientos que tienes.

—Bueno, un tiempo después de salir con vida de Stone City, antes de todo este apocalipsis, tenía la necesidad de hacer algo para distraerme y olvidarme de todos mis problemas, por lo que decidí estudiar y adquirir algunos conocimientos de medicina básica, primeros auxilios y asistencia al parto, por supuesto, mi nivel como médica no se puede comparar a Selene, pero al menos mis conocimientos son útiles, además que ya he tenido varias circunstancias en las que he tenido que poner a prueba mis conocimientos y habilidades.

—¡Eso es genial, Maya, estoy segura que aprenderé mucho de ti! —respondió realmente ilusionada ante lo que aprendería de su nueva maestra. —Gracias por tu ayuda Maya.

—De nada, trataré de traerte algún libro ¿vale? Ahora vámonos, en nada tendré que irme con el resto.

Dicho aquello, el dúo femenino abandonó el local. Al cabo de un rato, los seis integrantes del grupo se reunieron en la taberna con el traje e inventario equipados, y acompañados por aquellos que se quedarían cuidando de la aldea, se dirigieron a una de las salidas de la zona Este del refugio del grupo, cuya carretera conducía directamente al pueblo al que harían la expedición. Por el camino, cada uno de los miembros integrantes del grupo mantenían sus últimas conversaciones antes de separarse, y atrás del todo, las primas mantenían una charla que Inma tenía pendiente con Maya, y que debido a que había estado liada a lo largo del día, había tenido que esperar hasta tener un momento a solas.

—Oye, quería preguntarte algo de lo de ayer, lo que pasó con Nicole y el puma. —inició Inma la conversación percatándose de como su prima torcía los labios no muy conforme de hablar sobre el tema. —Dijiste que viste cosas en tu cabeza, que tenías corazonadas y tal... ¿Es que tienes nuevos poderes? Sospecho que los que tenías antes los has perdido, ya que ayer fue obvio que te costó cargar con Davis, además de que escuché por M.A lo que sucedió en la iglesia contigo, con Nicole y aquellas cadenas.

—Estás en lo correcto, he perdido mis poderes y ahora tengo unos nuevos en los que puedo tener visiones del futuro de algunas personas a las que toco, aunque esas visiones vienen solas, no soy yo quien decide cuando tenerlas. Lo de mis poderes también lo saben Puma, Alice y Davis, y ahora tú, nadie mas sabe de ellos. Sabes, al final no soy tan humana después de todo, por un momento comencé a pensar que a medida que perdía mis antiguas habilidades estaba volviendo a ser una persona normal, pero no es así. —reveló la joven agachando la cabeza con una triste sonrisa. —Pero por otra parte, aunque siga siendo esto que soy, puedo ayudar a la gente, es gracias a estos poderes que Nicole sigue con vida, por eso, supongo que no es tan malo después de todo, creo que merece la pena pasar ese malestar previo a las visiones. Aunque por otra parte, me gustaría que mi poder me ayudara a combatir, como cuando tenía la superfuerza, ahora el poder que tengo me hace algo mas pasiva en ese aspecto. Puedo ver el futuro y cambiarlo mediante mis acciones, pero no me sirve para pelear contra algún enemigo.

Inma frotó la espalda de su prima con la mano tratando de infundirle ánimos.

—Es cierto que no te sirve para luchar, pero por otra parte es una habilidad realmente útil, podrías evitar algunas desgracias para este grupo, pero ten cuidado, no te excedas con su uso... ¿De acuerdo? Tienes que vigilar tu salud. —Recomendó a la joven preocupada por los malestares que debía de sufrir por cada una de aquellas visiones que tenía. —Por otra parte... —Inma se quedó unos instantes en silencio.

—¿Por otra parte?

—¿Sabes lo que es el efecto mariposa, Maya?

—Mmmm... mas o menos, escuché algo hace algún tiempo.

—Se dice que el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo. Pequeñas acciones pueden ayudar a crear grandes cambios. Las cosas que hagamos influirán en el futuro. Te pondré un claro ejemplo que mencioné ayer, cuando fuimos al bosque cambiamos un futuro predeterminado en el que Nicole moría por culpa del puma, entre las tres matamos al animal, y no solo salvamos a Nicole, provocamos un efecto mariposa inconscientemente en el que también protegimos al resto de la amenaza del puma, quien sin duda hubiera acabado entrando en algún momento a la aldea y hubiera matado a alguien.

—Cierto, inconscientemente salvamos al resto de la amenaza del puma. Esto está bien, pero... ¿A que viene esa preocupación?

—Porque el efecto mariposa no significa que siempre tenga que dar un buen resultado. Cambiar el futuro de alguien puede afectar al de un tercero sin que tu tengas conciencia de ello. Es decir, salvar a alguien que esté destinado a morir, puede suponer la muerte de otra persona sin tu saberlo, y al mismo tiempo, la muerte de esa persona puede causarle algún problema a una cuarta persona, suponte que esa tercera era un ser querido que lo representa todo para la cuarta persona, y al morir hace que la cuarta acabe cayendo en una fuerte depresión y acabe por suicidarse llevado por sus sentimientos. Lo que quiero decir, es que alterar el futuro puede ser algo peligroso, ya que no eres consciente de que tipo de efecto tendrá tus acciones mas allá del que tenías en mente.

Maya se quedó mirándola pensativa sin dejar de andar, en ningún momento había pensado en aquella posibilidad.

—A lo que quiero ir Maya, es a que si se diera ese hipotético ejemplo que te he puesto... ¿De que manera te afectaría? ¿Podrías superarlo? A veces es mejor vivir en la ignorancia... De darse el caso que te he descrito, no importa lo que hagas, interfieras o no, se dará una muerte u otra. —comentó clavando una mirada seria en lo expectantes ojos de su prima.

Maya fue incapaz de responder, no sabía que decir ante las palabras de Inma. Tras unos instantes reflexionando en silencio, la imagen de la visión de Nicole muerta a manos del puma volvió a su mente, y después la visión de la lanza de Davis y la sombra con silueta humana. “Salvar a alguien que esté destinado a morir, puede suponer la muerte de otra persona sin tu saberlo” La castaña no pudo evitar pensar en si el haberle salvado la vida a Nicole, supondría de alguna manera la posibilidad de que Davis muriera en un futuro... No, no le veía lógica alguna a eso, era absurdo pensar en aquello, no era capaz de ver ningún tipo de relación entre aquellas dos visiones.

La joven sacudió la cabeza tratando de quitar aquella inquietud que había aparecido en su mente. Inma la observó durante unos momentos, viendo aquella acción tratando de borrar alguna idea de su mente. Sin decir nada, la joven colocó la mano sobre el hombro de su prima y le mantuvo un momento la mirada expresando la preocupación que sentía hacia su prima tras ponerle aquel ejemplo del efecto mariposa. Sin decir nada, Maya negó con la cabeza sonriendo para que no se preocupara por ella. Tras quitar el vehículo que bloqueaba aquella entrada a la aldea, el grupo formado por Eva, Maya, Alice, Davis, Puma y M.A, partió hacia el pueblo siguiendo aquella carretera dejando atrás a Nicole, Inma, Adán y Jessica, quienes tras la despedida permanecieron unos momentos viéndolos alejarse antes de volver a bloquear una vez mas la entrada del pueblo con el vehículo.

Finalmente llegaron a la entrada del pueblo. Eva miró su reloj un momento para comprobar la hora. —Son las cinco en punto de la tarde, nos encontraremos todos aquí, junto al cartel que da la bienvenida al pueblo, Rockrose Newville a las siete en punto independientemente de que tengamos algo o no respecto a los recursos que necesitamos. Estaremos en contacto por los walkies, recordad que la misión no es solo conseguir los objetivos, sino también el explorar el lugar. Seguid la estrategia de la que hablamos cuando os encontréis en un espacio abierto, tratad de no malgastar las balas de la pistola e intentad no llamar demasiado la atención del enemigo. ¿Queda claro? —recordó la joven mirando a sus cinco compañeros. Sin objeción alguna y sabiendo lo que debían de hacer, asintieron con la cabeza. —Está bien, tened cuidado.

Los seis miembros del equipo cruzaron juntos la entrada al pueblo, y de inmediato se dividieron por equipos. Davis, Alice y M.A tomaron un camino hacia la izquierda en busca de las zonas donde se encontraban los pequeños comercios en el pueblo, por otra parte, Eva, Maya y Puma tomaron un camino hacia la derecha en busca del centro médico. Ambos equipos, dividieron sus caminos en aquel lugar desconocido para ellos. 




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