Big Red Mouse Pointer

sábado, 1 de septiembre de 2012

Capítulo 13 - La casa

Con convencimiento Puma hizo girar la llave en el contacto mientras Dyssidia reclinaba el asiento hacia atrás.

-Está bien peque, lo haremos así: yo digo lo que se hace y tú te amoldas al plan, nada de ir a tu bola, aquí somos un equipo y yo como el mayor de los dos también el responsable, así que el jefe en funciones, ¿queda claro?- La cara de indiferencia y luego de asco hacia su compañero remarcó las palabras de Dyssidia:

-¿De dónde te has sacado esa mariconada?- Y ante esta pregunta Puma decidió que pasara lo que pasase no sería por su culpa, ya se lo había advertido a Dyssidia, que ella misma fuera consecuente con sus actos...

Y arrancaron el coche, pero apenas hubieron metido la primera marcha unas manos agarraron a Puma por el cuello desde el asiento de detrás, del susto y ante la presión que apenas le dejaba respirar, se le fue el volante y antes de que se diera cuenta había estampado el coche contra la fachada de la casa contigua a la de M.A..

Se oyó un disparo, después dos cuerpos de deslizaron por las ventanillas de la lata que anteriormente fue un coche hasta el asfalto. Sucios y con algunas heridas Puma y Dyssidia se miraron el uno al otro respirando agitadamente, un cuerpo en descomposición permanecía inerte aún dentro del auto siniestrado, de algún modo uno de esos zombis había conseguido colarse en el coche, cuándo y cómo siempre fue un misterio por resolver...

-Está bien peque, lo haremos así: nos volvemos con el resto y les comentamos que el responsable, el mayor y el "jefe en funciones" se ha cargado el coche, ¿queda claro?- comentó Dyss socarrona.

Pero Puma no respondió a la provocación, ya se la devolvería en otra ocasión, por mucho que se empeñara en creer que sí, el accidente no había sido culpa suya, de momento solo necesitaba inventarse un buen modo de decirles al resto que estaban sin vehículo sin que se le echaran encima como carroñeros...

En este lapso de tiempo, en el interior de la casa...

-¿Y tú quién dices que eres?- continuó Eriel el interrogatorio cuando Puma y Dyss se hubieron marchado fuera.

-Ahí está el problema, no he dicho que sea nadie...

-Muy gracioso, pero resulta que no estamos para chistes así que o hablas o eres pasto de los zombis- Casi gritó M.A. malhumorado.

-Está bien, está bien soy Lith, pero bajad los humos que no quiero problemas, así que guardad las armas y dad un abrazo a este nuevo compañero, ¿alguien necesita un ingeniero pro alguna parte? - preguntó el nuevo con una sonrisa encantadora.

Todos bajaron las armas y se tranquilizaron, suspirando aliviados, aquellos dos no suponían ninguna amenaza eso seguro, el tal Lith parecía muy buena gente, de hecho hasta demasiado, el otro si que era más rarillo y reservado, daba la impresión de que ocultaba algo... En ese justo momento Dyssidia y Puma entraron de nuevo en la estancia y todos se les quedaron mirando sorprendidos. Puma temiendo que su amiga hablase antes que él se aventuró a abrir primero la boca:

-Alice, tú odiabas la tapicería del coche. M.A. a ti te parecía que el motor hacía demasiado ruido. Eriel, el aire acondicionado estropeado no te hizo ninguna gracia. Maya, te mentí, no escondía galletitas saladas en el coche -Maya se llevó la mano al pecho escandalizada-. Vengo a daros una buena noticia: ¡Se acabaron los problemas! ¡Hemos acabado de raíz con la fuente de nuestros males!

De pronto se montó una fiesta en la sala, todos los presentes se pusieron a bailar al ritmo de la música que puso M.A.... ¿Todos? No, Sacedog permanecía de pie quieto por completo mirando a Dyssidia a los ojos sorprendido y Dyssidia hacía lo mismo desde el otro extremo de la habitación. La música sonaba a todo volumen, pero de pronto cesó, Dyssidia lanzó el aparato de música por los aires y lo estampó contra el suelo haciéndolo pedazos, entonces se acercó a Sacedog y lo cogió con violencia del cuello de la camisa. Eriel intercedió por el chico:

-Espera Dyss, Sacedog no ha hecho nada malo, es un superviviente como nosotros, ha venido con...

-Ni siquiera se llama Sacedog, ¿No es cierto... Allen?- Murmuró escéptica la de las mechas rosas, mientras el aludido la separaba de sí.- Y ahora quiero que me digas dónde has estado tanto tiempo, qué haces aquí y qué demonios...

-Tal vez en otro momento, escucha pelirrosa, no sé de qué conoces a Allen, pero él me ha ayudado a llegar hasta aquí con vida, se lo debo, por favor, tengamos la fiesta en paz, ya habrá tiempo de tirarnos los platos a la cara- Lithium sujetó a Dyssidia por los brazos para que lo mirara a la cara, ella con los ojos aún entrecerrados por el sentimiento de furia desatada accedió.

-Está bien, por el momento sois bienvenidos. Ambos.

El ambiente permaneció algo tenso, pero al menos poco a poco fue volviendo a la normalidad, Puma se metió en la cocina sin decir nada a nadie ya solamente para tratar de mantener su orgullo personal aunque fuera como pinche del tres al cuarto, su hermano tendría que esperar por desgracia... Eriel le siguió hasta la cocina:

-Tal ve pueda ayudarte en algo querido Puma.

-Ah, gracias Eriel, pues sí mira, la verdad es que me haría falta que te hicieras cargo de...

-Tal vez, solo tal vez... -Y con esto salió de la cocina dando saltitos desentendiéndose del asunto.

M.A. sacó un mapa de su bota derecha y lo extendió por el escritorio planeando su siguiente paso para salir de aquella pesadilla y sin coche, Alice que ya estaba más animada se le unió:

-¿Sabes? Tengo una idea en mente, podráimos recurrir a los conductos del alcantarillado para salir de aquí, en las pelis eso suele  funcionar... ¡O mejor! Podemos construir un avión casero y salir volando de la ciudad- Ante tal idea a la propia Alice se le iluminaron los ojos "Soy un genio"

-Recuérdame por qué te llamaban Proyecto Alice... -Le bajó los humos M.A. volviendo a centrarse en el plano.

En al escalera, Dyssidia permanecía sentada junto a su hermana con la mirada apagada y una pregunta martilleándole en el cerebro una y otra vez sin descanso. Maya solo la miraba impotente sin saber qué hacer o qué decir, cuando intentó aliviar el ambiente las cosas no fueron mejor...

-¿Recuerdas tu último cumpleaños cuando me hiciste llorar?- preguntó Maya divertida y con una sola mirada asesina Dyssidia cortó la risa a su hermana y consiguió que se fuera corriendo escaleras arriba llorando, pero en ese momento ni le importó, ya se le pasaría...

-Te estás desentendiendo, es tu hermana.- dijo Allen apareciendo junto a Dyssidia- Yo aún busco a mi hermana, sé que sabe cuidarse sola, pero Riliane es demasiado instintiva, conociéndola podría estar ahora mismo en un lío.

-¿Y a mí que me cuentas? Lo que le pase a tu hermana ni me viene ni me va, es solo asunto tuyo.

-Pensé que te interesaría ayudarme a encontrarla.- el gesto de Allen era serio, pero el tono de Dyss no podía ser más sarcástico.

-Así que hasta piensas... De cualquier modo estás equivocado, me amargaste la vida cuando conseguiste apartarla de mi lado y ahora no pretendas que te haga un favor.

-Riliane no está sola, por eso pensé que te interesaría: Nika está con ella.

No hicieron falta más palabras, Dyssidia se quedó boquiabierta y por fin su pregunta encontró respuesta, así que Nika aún estaba viva, Allen sabía como llevarla hasta ella, las cosas no podían marchar mejor, lo único que le daba rabia es que hubiera tenido que llegar el "apocalipsis zombi" para que su deseo de volver a encontrar a Nika pudiera ser de nuevo realidad. Con renovadas energías dejó a Allen allí donde estaba sin mediar palabra y subió las escaleras con intención de consolar a su hermana. Si estaban a punto de emprender una búsqueda más le valía tener a Maya de buen humor que si no podía llegar a ser insufrible...

# Maya

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