Big Red Mouse Pointer

martes, 11 de septiembre de 2012

Capítulo 41 - A por el Helicóptero

Nadie trató de detener a Puma, tampoco tuvieron oportunidad de ello, para cuando el chico paró en su huida estaba a un gran trecho del resto del grupo, agotado y asustado por lo que acababa de revelarle Dyssidia se dejó caer contra el escaparate de un ultramarinos, apoyó la cabeza en sus rodillas y cerró los puños con fuerza.

Un sonido muy próximo a él, le hizo levantar la cabeza, era uno de esos estúpidos zombis, esos que de alguna manera compartían algo en común con él, estaban en el mundo de los vivos sin estar realmente vivo, y por si fuera poco probablemente también compartirían los mismos gustos apetitivos, definitivamente no era una idea que le sedujese lo más mínimo…

En un principio optó por no moverse de donde estaba, tampoco sacó su arma para defenderse, pensó que el mejor destino que podía correr era morir allí mismo, así no podría causarle más daño a nadie… Eriel… Tal vez fue el estruendo de una explosión en una zona periférica de la ciudad o tal vez su apego a la vida lo que le hicieron reaccionar en el último segundo antes de que aquel cadáver viviente le clavara los podridos dientes en el hombro, impulsándose con la espalda en la pared abandonó el lugar donde había estado antes, el zombi mordió el vacío y desequilibrado calló al suelo; Puma ni siquiera sacó su arma, aprovechando la posición de su enemigo le aplastó las costillas de un fortísimo pisotón, se oyó un crujido, pero él siguió pisando con todas sus ganas aun cuando el zombi dejó de moverse… “¿Pero en qué diablos estaría yo pensando? Ni Agua Gris ni leches, aún sigo siendo Puma”.

Puma se dispuso a deambular por la ciudad, allí a plena noche, se sentía algo fatigado, peor además estaba tranquilo,, se daba cuenta de que lo que hacía era indistintamente esperar, porque sabía que de un momento a otro los verdaderos responsables de todo aquello dejarían escapar un pepinazo que arrasaría toda la ciudad, no se preocupaba por él y confiaba en que sus amigos sabrían salir de la ciudad cómo fuera…

En la oscuridad de la noche, un grito desgarrador quebró violentamente el silencio, había sonado muy cerca…

*      *      *


Ley casi obligó a Ripper ponerse en pie en cuanto estuvo recuperado de su desmayo por la pérdida de sangre, el tiempo apremiaba, después de que se debatiera sobre los actos de Puma y su actual paradero, habían concluido en que lo mejor sería salir de aquel lugar en cuanto antes, tenían que moverse, no podían permitirse quedarse quietos, no solo porque de vez en cuando se oía alguna explosión en distintas zonas de la ciudad, sino porque el toque final ya no tardaría en llegar, devastando la ciudad y todo lo que  hubiera en ella, zombis o personas indistintamente.

-Tal vez no sea buena idea levantarlo tan bruscamente –Comentó Selene indiferente mientras Ley levantaba a Ripper cogiéndole del brazo, la chica tenía bastante fuerza, especialmente cuando estaba de mal humor.

-Tenemos que salir de aquí como sea, solo él puede guiarnos.

Fue acabar de decir esto y el latino se mareó desmayándose de nuevo, realmente no parecía estar para muchos trotes. La pelirroja se giró hacia Selene quien ya no la miraba, sino que ordenaba relajadamente el contenido de un botiquín de primeros auxilios.

-Supongo que tocaría decir “te lo dije”, pero por esta vez considero que tú llevas razón –La chica cerró el botiquín y en cambio agarró una jeringuilla, se aseguró que no contuviera aire-. Tenemos que salir de aquí antes de que sea nuestra tumba.

Ley sonrió a su compañera, su compinche, le tendió el brazo del hombre desvanecido y ella buscó una vena donde inyectarle el líquido anaranjado que contenía la jeringuilla, en apenas unos segundos el hombre reaccionó y despertó de golpe, Selene ofreció una media sonrisa.

-¿Qué le has metido a ese en el cuerpo?

-Mmm… Dejémoslo en zumo de zanahoria.

Enseguida pudieron hacer que Ripper se pusiera en pie y empezara a caminar, le indicaron que les llevase hasta el punto de evacuación. Dyssidia solo comentó que en aquella ocasión Puma no les acompañaría en sus andadas, por el gesto que hizo nadie más preguntó, ni siquiera Eriel, de todos modos la morena no parecía estar dispuesta a colaborar diciendo donde se había metido el chico, con pesar por la perdida de un amigo reanudaron la marcha, con confianza en que como mucho en unas horas dejarían aquella pesadilla atrás.

Todo parecía marchar bien, tener compañía de zombis a cada rato era lo habitual, pero con unos pocos disparos certeros el grupo mantenía el ritmo mientras avanzaban. Mas, cuando llegaron a la zona del mercado algo cambió; M.A. que iba en la retaguardia, caminando junto a Ley, sintió como algo caliente y viscoso se le enredaba en el tobillo, antes de que le diera tiempo a  girarse se encontró tirado en el suelo mientras lo que se le había enganchado en el tobillo tiraba de él hacia atrás. Sin poderlo evitar oyó como un grito de socorro rompía el silencio y se percató de que había salido de su garganta.

Lithium se dio la vuelta enseguida y apuntó antes de disparar una sola bala. La criatura emitió un chillido de dolor al recibir el balazo en su larguísima lengua, lo que bastó para que M.A. quedase liberado de su presa. El grupo se detuvo inmediatamente, Ley ayudó a su hermano a ponerse en pie, la criatura salió de entre las sombras, su cuerpo de forma humanoide, parecía estar en carne viva y se mantenía en pie sobre las cuatro extremidades acabadas en unas poderosas garras, la cabeza era redonda, carecía de ojos, en la parte superior tenía lo que parecía el cerebro al descubierto… El extraño ser volvió a abrir las fauces y proyectó su larguísima lengua de nuevo hacia M.A. y Ley, pero esta vez la pelirroja desenfundó rápidamente la katana y le rebanó la lengua antes de que los hubiese alcanzado. La criatura volvió a chillar.

Dyssidia se adelantó a los dos hermanos interponiéndose entre ellos y la extraña criatura, levantó su arma y de tres disparos a la cabeza lo dejó muerto tendido en el asfalto, se permitió una sonrisa complacida antes de volver a poner el seguro a su arma y darse media vuelta para reanudar la marcha, o al menos lo intentó… Una bala pasó zumbando a pocos centímetros de su cara, la chica se agachó y miró a su espalda a tiempo para ver como otro de esos bichos caía muerto a poco más de un metro de ella. Nika sostenía su arma en alto.

-Estos fetos mal paridos parecen ir en grupo… -Puma surgió de entre las sombras y acertó a un tercero que corría por la acera de enfrente.

El grupo pareció sorprenderse de su llegada, pero la emergencia de la situación les obligó a centrarse en vigilar su posición de nuevo, Puma llevaba razón casi una decena de esas criaturas corrían entre las sombras merodeándolos, esperando el momento idóneo para alcanzarlos con sus lenguas o abalanzarse sobre ellos.

Ley dejó a M.A. en brazos de Maya, el rubio parecía aturdido y como la chica tampoco era muy diestra en el manejo de armas prefirió acompañarlo hasta donde estaban Selene y Ripper y confiar en que sus compañeros sabrían sacarlos de aquel peligro, y es que además aún no se fiaban del todo del latino, por lo que alguien tenía que quedarse vigilándolo.

En cuanto se abrió fuego en un tiro al blanco la situación se descontroló un tanto porque los seres, sensibles al sonido, se desorientaron y se lanzaron directamente al ataque desde varios puntos a la vez. Empezó una batalla campal y por desgracia para las criaturas los chicos consiguieron reducirlos en pocos minutos sin sufrir ninguna baja aunque no se lo habían puesto nada fácil. Cuando la batalla hubo acabado volvieron a reunirse todos formando una especie de corro, todas las miradas recayeron sobre Puma.

-Lo siento, no sé qué debería decir ahora…
-¿Qué tal si empiezas por contarnos por qué te has largado así de repente?
-Pues sí, eso tendría sentido…

De forma breve explicó lo que Dyssidia le había explicado sobre el Agua Gris, aunque prefirió dejar a la morena al margen, no mencionó que ella lo sabía, no era necesario generar más desconfianzas en el grupo, cuando llegaba a la parte final de la explicación el pelinegro se giró exclusivamente hacia Eriel, que le observaba ojiplática.

-…Por eso es importante que sepas que tal vez llegue el momento en el que deje de ser simplemente yo y trate de abalanzarme sobre alguno de vosotros, si llegara a darse ese caso… Quiero que seas tú la que me mate –Puma depositó su propia pistola en manos de Eriel, quien después de mirarla un rato la cogió con la mano derecha y tras quitar el seguro apuntó a la frente del pelinegro, Puma solo reflejó una triste sonrisa-. Claro que si quieres que sea ahora no te lo reprocho, adelante, te he dado motivos más que sobrados para ello.

Eriel mantuvo la pistola en alto un par de interminables segundos, pero luego bajó el arma, agarró al mano del pelinegro y se la volvió a dejar a su cargo.

-Guárdatela tú, y por favor, no te vuelvas un caníbal, a mí no me hará falta tu arma, si llegara el momento ahora sé que no sería capaz de usarla contra ti.

Los dos se sonrieron, había sido una prueba difícil pero habían conseguido comprobar que estaban juntos en eso, los amigos le dieron la bienvenida de nuevo al grupo, contentos de poder salir juntos de aquella ciudad infesta, tan solo M.A. parecía más retraído en sus propios pensamientos, aquella escena entre esos dos le había resultado de algún modo dolorosa…

A lo lejos se oían rugidos y explosiones, el grupo marchaba lento y sumido en un profundo silencio, algunos caminaban vacilantes, cansados y doloridos, otras se apretaban fuertemente cogidas de la mano, solo uno de ellos se mostraba ausente, como ajeno a todo lo que ocurría.

Para un desconocido y además tachado en condición de enemigo, aquel silencio era más que incómodo, aplastante, por eso después de habérselo pensado bastante dejó escapar un comentario.

- Esos cabrones vivientes también deben estar cansados, si se encuentran con nosotros se llevan la peor parte -se dibujó en su cara una sonrisa casi grotesca.

Jose se dejó de ir para él y le propinó un puñetazo en el estómago sin piedad. El latino se desplomó al suelo doblado del dolor por el golpe recibido.

- Tú sí que eres un maldito cabrón, métete tus mierdas por el culo.

El hombre se quedó tirado en el suelo, callado. Ley entonces se encaró con Jose

- ¿Pero qué coño...? ¿Eres idiota? ¿¡Por qué has hecho eso!?
-... -Jose definitivamente perdió los estribos- Has visto lo que pasó cuando nos encontramos con los de su unidad... ¿En serio me preguntas por qué?
-Joder, él lleva razón, muchos de nosotros han caído por la culpa de él y de los suyos -Puma se situó junto a Jose.
-Necesitamos que él esté bien, se os olvida que es nuestro billete de salida - Lith trató de relajar el ambiente.
-No es amigo nuestro -casi escupió Jose.
-Sois unos críos... -Ley negó un par de veces la cabeza con gesto de desaprobación, Puma frunció más aún el ceño y la chica se alejó de allí, acercándose a su hermano.

M.A. tenía la mirada fija en el vacío, aunque su cuerpo estaba presente, su mente seguramente estaba muy lejos de allí, atrapada en otro tiempo y lugar, ley dedució que ello se limitaba a rememorar el momento en que su... amiga... había muerto. Cuando los ojos del chico se pudieron vidriosos su hermana sintió una intensa punzada de dolor y le abrazó por la espalda, consoladora.

-No te culpes por ello, sabes bien que la situación no estaba  en tus manos.
-Era a mí a quién quería matar, mierda Alice, siempre exponiéndote al peligro... -murmuraba el rubio para sí- ...Me salvaste la vida sin embargo ahora me siento como una de esas cosas, un muerto viviente, mortuus animantis...
-Deja de decir odioteces, el único parecido entre tú y esos zombis es que tenéis una cabeza sobre los hombros, deja la autocompasión a un lado y demuéstrame que tu aún sabes como usarla -M.A. pareció reaccionar, su hermana sonrió con tristeza-. Ella no querría que estuvieras así, te dio oportunidad de seguir viviendo, aprovecha esa oportunidad por los dos.

M.A. entonces se abrazó también a su hermana y aún con el insalvable corazón herido se prometió a sí mismo volver a vivir... Por los dos...
Mientras tanto la discusión entre Puma y Jose vs Lithium continuaba.

-Abrid los ojos y usad el sentido común, aunque sea por intereses propios nos es más de ayuda vivo que muerto -decía el ingeniero ya subiendo de tono.

Eriel quiso aportar algo llegados a este punto y se acercó por la espalda de Jose, quién con el acaloramiento de la discusión ni se percató de ello.

-Nadie habla de matarle, es solo que tampoco hay que tratarle a cuerpo de rey.

En ese momento Eriel suspiró y desistió en su intento de tranquilizar el ambiente, elevó la mirada al cielo en un gento de desesperanza, "No tienen remedio". Fue entonces cuando descubrió la presencia de Naitsirc, a unos metros de allí, sentado en el bordillo de la acera sujetándose la barbilla mientras esperaba cansado a que se reanudara la marcha.

Eriel se acercó y se sentó a su vera y adoptó una posición idéntica a la del chico. Fue ella la que rompió el silencio de los dos.

-¿Tú no discutes?
-No creo que fuera buena idea, -él hizo un deje sarcástico- además no sirve de nada.
-No te sientes muy integrado, ¿eh o no eh?
-Por desgracia, eh, -Nait sonrió por la pregunta de la chica-. Me doy cuenta que de algún modo no soy tanto como "uno más del grupo" sino me ven más como alguien a quién han tenido que contar entre ellos a la fuerza, no puedo evitar sentirme desplazado.
-Me hago cargo de que has dicho "ellos" y no "vosotros", me alegro que aprecies que para mí al menos eres uno más del grupo, además ya nos has salvado dos veces y...

Ese fue el inicio de una conversación que duraría mientras se mantuviera la discusión entre los tres chicos.

Maya por su parte, en cuanto había visto cómo se desencadenaba la pelea había dejado el lugar de los hechos para acercarse a las dos chicas que con una sonrisa de complicidad, se hablaban y se dejaban hacer por la otra absortas en una realidad ajena a la del resto. Nika y Dyss ni siquiera repararon en su presencia cuando Maya hubo llegado junto a ellas.

-Pensaba que Riliane era verdaderamente tu amiga.

La pelirrosa, aludida, se giró hacia la hermana de su novia, quién enseguida había dejado de sonreír.

-¿Pretendes referirte a algo en concreto?
-Por descontado, ¿Qué clase de amiga la traiciona a sangre fría?- La mirada de Maya era severa, parecía además anhelante de una respuesta convincente.

Nika no respondió claramente afectada, ese hecho hizo enfurecer a la morena que se interpuso entre las dos y se encaró con Maya.
-Ya vale, ¿por qué vienes ahora con esas? Ese desgraciado de Allen nos hizo a las dos infelices, no podía simplemente dejar las cosas así -mientras Dyssidia hablaba no temió estar revelando el secreto que ella y Nika habían decidido guardar, porque a pesar que tantas veces lo negaba, sabía
que ella la conocía, era su hermana.
-Ya  veo, tenías que matarle. Pues escucha, ningún motivo es suficiente para matar a alguien que además se había arrepentido de su pasado, y lo de Riliane, el que involucres a Nika... Hermana, eso te convierte en una asesina, tú no eres así...
-¡No, mejor escúchame tú a mí! No tienes ni idea de cómo me he sentido realmente todo este tiempo, todo lo que ha sufrido Nika... Él lo merecía, no podía ser de otro modo, Riliane tuvo culpa de tener a ese bastardo por hermano.
-¿Te estás oyendo? ¿Qué te ha pasado? Dices que no sé cómo has estado todo este tiempo y sin embargo hemos estado compartiendo el mismo techo, porque tú sufrías yo he tenido que fingir normalidad y callarme lo que realmente sentía cada vez que te miraba...
-Tú no sabes nada, no tienes ni idea de lo que es estar separada de la persona que amas...- Dyssidia ya empezaba a llorar de rabia y con el recuerdo de todo lo que había pasado. Nika le pasó los brazos por los hombros, "No necesitas dar más explicaciones, ahora yo estoy a tu lado".
-"Y supongo que tú sí lo sabes, aunque lo que pareces ignorar es el daño que haces, no importa, sé que en? realidad me quieres- Maya murmuró para sí, a sabiendas de que nadie más que ella acababa de oír aquello. Lentamente se alejó de allí.
Ripper aún se quedó inmóvil allí en el suelo, murmuraba, la situación parecía hacerle gracia. Puma se fue a acercar más a él con no buenas intenciones y Lithium lo sujetó antes de que pudiera hacer nada. Fue entonces cuando la callada Selene decidió tomar parte, separó a los dos jóvenes que ya empezaban a pelearse de nuevo, y pasó entre ellos, como por arte de magia se acabó la discusión, aquella chica se veía muy delicada y sin embargo podía imponerse sin siquiera necesidad de decir una palabra.



Selene se agachó, el latino levantó la cabeza para mirarla a la cara, extrañado. Ella lo miraba muy calmada, pero su mirada podía sentirse muy profunda.

-Así no llegamos a ninguna parte, ahora mismo todos nosotros dependemos de ti, no importa que te caigamos bien o mal, no te pedimos un acto de caridad, sencillamente hazlo por ti, dudo que sea tu deseo convertir esta ciudad ruinosa en tu tumba.
-No, llevas razón, tengo que llegar a esos malditos helicópteros como sea…

Todos miraron asombrados a Selene, Ripper ya estaba en pie y volvía a ponerse en camino. Bajo la luz de la luna cesaron todas las discusiones y volvieron a reanudar la marcha, sentían que la llegada del amanecer al día siguiente sería el principio de un nuevo comienzo.

Ya estaban cerca de su destino, Ripper  no hacía  más que repetirlo, sin embargo, al llegar a la siguiente manzana las cosas se pusieron muy feas, otro grupo más numerosos de aquellas criaturas les salieron al paso sumándose a los zombis que ya poblaban las calles, la munición ya les empezaba a escasear. El edificio de oficinas de la izquierda les dio la posibilidad de escapar de allí sin hacer uso de sus armas.

Se introdujeron en el edificio, yendo en línea recta en la medida de lo posible alcanzarían la salida al lado opuesto, lo cual les dejaba ya muy cerca del punto de evacuación al que querían llegar. El interior estaba algo oscuro por lo que necesitaron unas linternas, había algunos que otros zombis pero estaba mucho más calmado que fuera y desde luego le habían perdido la pista a los bichos que les seguían.

*      *      *


El copiloto hizo una seña a su compañero para señalarle el edificio que tenían marcado como objetivo, apenas unas decenas de metros para llegar al punto indicado. El helicóptero se fue acercando al edificio, el piloto desactivó el sistema de seguridad para que la bomba no callera por error donde no debía y esperó hasta situarse justo encima del punto señalado… Al mismo tiempo que el hombre accionó la palanca para soltar la carga explosiva el vehículo recibió un impacto por el flanco izquierdo y reventó la hélice del aparato que se desvió unos metros antes de empezar a caer contra el suelo.

El resultado fue que la carga calló donde no debía y aunque sí afectó al edificio este solo quedó destruido en una tercera parte de lo que era, aunque pronto se originó un incendio con la explosión que avanzaba muy deprisa. A lo lejos, una figura que parecía humana se recortaba en la oscuridad sosteniendo un lanzacohetes en la azotea de un edificio.

*      *      *


Las llamas empezaron a destruir todo a su alrededor, los chicos corrieron esperanzo alcanzar al salida a tiempo, ya no podía quedar muy lejos, los pocos zombis que quedaban ahora ardían en llamas. Ignoraban por qué se había producido aquella explosión, lo que sí sabían era que no se trataba de la explosión final y la prueba de ello es que aun seguían con vida. Al doblar la esquina del corredor descubrieron ante sí la ansiada salida, Nika que iba en cabeza apretó aún más el paso para llegar cuanto antes al exterior, Naitsirc y Lithium le pisaban los talones.

Pero algo ocurrió. Maya giró la cabeza a su derecha antes de salir por la puerta y de pronto se paró en seco antes de alcanzar el exterior, todos excepto Jose le adelantaron hasta estar fuera del edificio. Unos cuantos metros más allá en un corredor paralelo Silver y Lucy corrían en el interior peor en dirección contraria, una barrera en llamas les separaba de ellos y además con toda seguridad no les habían visto.

Maya miró a todos los que ya aguardaban fuera, se habían parado a aunos metros de la salida, ya a salvo, peor no entendían por qué la hermana pequeña de Dyss permanecía de pie quieta allí.

-Lo siento, no podré acompañaros esta vez, haced lo que yo no soy capaz de hacer y alejaos de aquí, aún tenéis una oportunidad de vivir.

E inexplicablemente Maya les dio la espalada y corrió de nuevo metiéndose en las entrañas de aquel infierno del que habían escapado, Eriel gritó su nombre y trató de correr hacia ella, Pero Naitsirc la agarró deteniéndola, ella se resistía peor no tenía nada que hacer contra el chico. Puma hizo ademán de volver adentro y miró a Dyss interrogante, esta permanecía quieta, muy seria.

-Déjala ir, ella ya ha tomado su decisión…

Y Puma no insistió. Entonces Jose dio un par de pasos atrás en el interior del edificio.

-No nos esperéis despiertos- les dedicó una sonrisa traviesa y se despidió de ellos con un gesto corriendo tras los pasos de Maya, a sabiendas de que aquello debía ser un viaje con billete solo de ida.

Unos segundos más tardes se desprendió parte del suelo de la segunda planta taponando la salida, peor Jose no se volvió a mirar, saltó una viga que ardía en el suelo y se dispuso a encontrar a su amiga para poder hallar juntos una nueva salida. Aun tuvo que correr un trecho esquivando escombros en llamas o que se desprendían de techo y paredes hasta alcanzar a Maya, quien se había detenido ante una pared de fuego y desde allí gritaba el nombre de Silver incansablemente.

A varios metros, Lucy estaba tirada en el suelo, una viga que se había desprendido le había caído sobre la pierna, Silver agarró algo que había sorbe un escritorio y fue entonces cuando oyó su nombre, no le costó ubicar de donde provenían.

Maya sonrió feliz cuando vio que había captado la atención de Silver, él estaba muy próximo a una puerta de salida de emergencia, Lucy estaba tirada en el suelo y pedía ayuda. El joven la miró a ella y luego a su exnovia para después volver a mirarla, parecía que iba a echar a andar hacia ella cuando puso el brazo tenso y bajó la mirada. Cuando volvieron a encontrarse sus ojos con los de ella pareció querer decir muchas cosas, él apenas si le pudo sostener la mirada, enseguida se dio media vuelta, se guardó algo en el bolsillo y corrió a socorrer a Lucy.

Maya se dejó caer rendida al suelo, sobre los escombros, ya nada le importaba, había sido una estúpida y una inconsciente, había creído que saldrían juntos de allí y sin embargo… No podía pensar, ni quería… Jose llegó junto a ella a tiempo de ver cómo Silver ayudaba a Lucy a ponerse en pie, parecía que cojeaba, empezó a gritar a Maya que tenían que salir de allí para hacerse oír entre tanto ruido, pero ella no reaccionaba, ni siquiera le miraba, hacía demasiado calor para permitir que salieran lágrimas, peor sabía que ella estaba llorando, el humo les estaba asfixiando, no habían llegado tan lejos para morir allí, Jose la agarró de al mano y la puso en pie de un fuerte tirón, luego echó a acorrer hacia delante, tenían que salir como fuera.

Tras varias vueltas desorientado, Jose vislumbró un enorme ventanal que daba al exterior, por alguna razón el cristal aún se mantenía intacto, esa sería con toda seguridad su salida más segura, el edificio no tardaría ya mucho en terminar por venirse abajo. Otro trozo de techo se desprendió y calló en su camino, Jose lo saltó sin problemas, peor Maya que corría como ausente no reaccionó y tropezó soltándose de la mano del chico.

Jose se volvió para recogerla del suelo y entonces descubrió como un zombi mutilado que estaba ardiendo aparecía junto a ella con intención de morderle en el brazo, la reacción de él fue la de cubrir su brazo con su propia mano, sintió como todos los dientes podridos de aquel ser inhumano se le clavaban sin piedad en la carne pero no se permitió gritar, en cambio hizo acopio de fuerzas y puso en pie a la chica, la llevó hasta la ventana, se metió una mano en el bolsillo y le pasó el otro brazo por la cintura atrayéndola hacia sí depositando un beso en us labios, duró apenas un segundo, justo después golpeó una y otra vez el cristal del ventanal hasta destrozarlo abriéndose una dolorosa herida en el codo, no le prestó importancia, depositó algo en la mano de Maya y se la cerró luego con fuerza, el ventanal estaba situado muy alto y aún tuvo que hacer acopio de todas las fuerzas que el quedaban para aupar a la chica y tirarla fuera, al exterior.

Antes de que pudiera hacerse nada más el ruinoso edificio cedió y se vino abajo, sepultando todo lo que quedaba en su interior.

Maya se sentó entonces en el bordillo de la acera, tenía múltiples heridas y quemaduras menores por el cuerpo, pero no las sentía, se daba cuenta de que tenía los dos puños cerrados, los abrió y descubrió una cosa en cada palma de la mano, en la derecha el pendiente que le había regalado Silver aquella vez, en la izquierda una foto de Jose algo chamuscada parecía que ponía algo por atrás pero… No pudo aguantarse más, lo que acababa de suceder allí había sido por su culpa, Jose… había muerto por su culpa, sola y angustiada siguió llorando aun sin lágrimas…

*      *      *


Cuando la salida quedó taponada todos se quedaron inmóviles y en silencio sabiendo lo que aquello implicaba, Eriel aprovechó la ocasión para soltarse de Naitsirc quien tampoco se lo puso más complicado, de todos modos ya nada se podía hacer. La chica se dejó ir furiosa hacia Dyss llorando.

-Esto es por tu culpa, si tan solo hubieras dejado que la detuviera –Eriel trató de darle una bofetada en la mejilla con la mano derecha, la morena no tuvo problema en interceptarla a tiempo de recibir el golpe- ¡Es tu hermana!- Esta vez probó a darle con la izquierda, la bofetada se oyó clara y seca.

Eriel alzó la mirada impresionado de que no se hubiera defendido esta vez, la descubrió cabizbaja y con lágrimas en los ojos, “Me la merecía, he vuelto a descuidarla…” creyó oír que susurraba. Soltó entonces el brazo a Eriel, y esta se trató de tranquilizar, sabiendo que donde ella afrontaba la pérdida de su amiga, Dyss comprendía que había dejado escapar a su hermana sin posibilidad de vuelta a tras, debía de ser muy duro… Nika abrazó a su prometida con enorme cariño pero no dijo nada, no había nada que decir, además se acordaba la última conversación que habían tenido y no había terminado precisamente bien…

Cuando tuvieron disposición para ello se fueron alejando de allí, ya solo querían salir de aquel lugar de pesadilla cuanto antes, querían olvidar todo lo que habían pasado allí, sin olvidar a las personas que no habían logrado alcanzar la salida.

Llegaron al lugar en cuestión, era una explanada de mediana extensión rodeada por una alambrada improvisada de espinos, había varios carteles que avisaban que estaba electrificada, peor con todo lo que había pasado la alambrada estaba medio destrozada y la corriente ya no corría por ella desde hacía un buen rato, aprovecharon que estaba desprendida por un extremo y se colaron por allí.

La explanada estaba prácticamente desierta, tan solo quedaban un par de camionetas, un carro blindado y algo más alejados tres helicópteros, al verlos allí algunos no pudieron evitar dibujar en sus caras una sonrisa aunque algo cansada.

-Selene, tu sabrás sacarnos de aquí, ¿no es cierto?
-Sí, si todo está bien, enseguida os tendré volando por encima de esta maldita ciudad.

Llegados junto a los aparatos voladores se fueron montando en el más cercano, M.A., Selene y Ripper se encargaron de hacer las comprobaciones pertinentes para asegurase de que todo estaba en orden, en contra de lo que se hubieron podido esperar se encontraron con que el motor de la hélice principal estaba inutilizado y le faltaban algunas piezas fundamentales para su funcionamiento, así pues avisaron a todos para que se bajaran de ese helicóptero y subirse mejor al siguiente.

Pero hubo el mismo problema, cuando lo avisaron, el resto ya no se metió directamente en el aparato, sino que esperaron fuera con los dedos cruzados a que les dijeran que podían subirse a ese y marcharse de una vez por todas. Por desgracia, no ocurrió tal cosa…

-Los tres rotores de la hélice principal están incompletos, les faltan algunas piezas básicas, es imposible hacerlos funcionar sin ellas, parece como si… -Selene no concluyó la frase, estaba reflexiva.
-… Como si los hubieran saboteado- terminó M.A. por ella-. Es como si ya supieran que íbamos a venir aquí a intentar escapar.
-Claro, esto es lo que pasa hasta en las películas, si quieren volar la ciudad por los aires es porque quieren ocultar todo lo que aquí ha pasado, no pueden permitirse el lujo de dejar escapar a unos testigos…- al decirlo en alto Naitsirc comprobó que la realidad que estaban pasando era demasiado dura y a la vez era tan cierta…
-O sea, que hemos llegado hasta aquí para ¿nada? No pude ser cierto, esto no puede estar pasando de verdad –Nika sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.
-¡¡NOO!! -Gritó Ripper-. No pienso morir aquí, nunca, ¡¿me oís todos?! ¿NUNCA! –el joven parecía estar fuera de sí, tan solo gritaba una t otra vez que ni iba a morir allí mientras daba vueltas y gesticulaba ciolentamente.

Entonces el latino se acercó demasiado a Nika y entonces Dyss lo tumbó de un puñetazo en toda la cara, el hombre al no ofrecer apenas resistencia fue lanzado bastante atrás, con lo que cayó a los pies de Lithium, y en contra de todo pronóstico en vez de quedarse allí quieto tendido giró sobre sí mismo golpeando con la pierna al ingeniero haciéndole perder el equilibrio y caer junto a él, momento que aprovechó para apoderarse de su arma y apuntarle a la cabeza antes de que nadie pudiera reaccionar y sacar su arma.

-Que todo el mundo deje su arma en el suelo, ¡ya! –Lithium apretaba los dientes con fuerza sintiendo una gran rabia, no había sido suficientemente rápido ni precavido, si ocurría una desgracia bien podría ser por su culpa.

Todos tiraron con desgana sus armas al suelo, esta vez ni siquiera Puma se resistió, ese hombre estaba tan loco como para volarle la cabeza a Lith si no le obedecían allí y en ese momento. Ripper sonrió reflejando en su rostro que realmente había perdido la razón.

-Bueno… Ya que nadie va a salir de aquí propongo hacer de salvador y acabar con vuestro sufrimiento antes de que otros lo hagan por vosotros.
-¿Pero tú te estás oyendo? –M.A. estaba indignado, desde luego al menos ya volvía a ser él; el cañón pasó de apuntar la cara de Lith a la de M.A., el chico tragó saliva antes de atreverse a continuar-. Hemos sido compañeros, Rip, su no eres así.
-Tú me abandonaste, nos abandonaste a todos, y ¿para qué? Para tratar de hacerte el héroe ayudando a un puñado de adolescentes, y para lo que te ha servido… -el tono del latino no podía ser más sarcástico- Primero fue la chica, una estúpida y ahora vosotros vais a correr el mismo destino, me quitasteis a mis compañeros y amigos, es justo que yo os devuelva con la misma  moneda.
-Piénsatelo, no nos conoces de nada y en la situación en la que estamos no te aportará nada matarnos o dejarnos vivir. –Ripper apuntó entonces nervioso a Selene.
-Sí, es cierto, deja que al menos pasemos nuestros últimos momentos en paz, de todos modos de la muerte ya nadie nos libra. –Naitsirc se aseguró de levantar las manos al aire para demostrar que no suponía ninguna amenaza mientras hablaba.
-¡Cállate joder!- la pistola seguía apuntando a Selene y esta continuó hablando:
-Si lo que quieres es justicia o venganza, déjanos que simplemente acabemos devorados por los zombis o acabemos saltando por los aires con esta ciudad fantasma, en cualquier caso vamos a morir, no nos debes ningún favor, concédetelo a ti mismo y déjanos sufrir nuestra propia agonía las horas que nos queden.

Ripper se acercó a dos zancadas hasta situarse a un metro de la chica que permanecía imperturbable, ahora el cañón estaba apoyado directamente sobre su frente, el hombre acarició el pelo de la chica con ansiedad, luego le miró a los ojos con un brillo esquizofrénico en los suyos, ella le sostenía la mirada sin pestañear.

-Da pena despedirse de tanta belleza- el joven realizó un brusco giro de muñeca, se metió el cañón del arma en la boca y apretó el gatillo, instantes después caía al suelo por última vez.

Todos recogieron sus armas de donde las habían dejado caer y se acercaron hacia Selene y el cuerpo del soldado, parecía que no había apuntado bien y la bala se había desviado, el hombre se convulsionaba de dolor mientras sangraba por toda la cara, incluyendo ojos y oídos.

-Selene, solo tú puedes salvarle aun.
-No, carecería de sentido.

Y ya nadie volvió a insistir, porque además con el sonido de ese último disparo algunos zombis ya habían reaccionado al sonido y se acercaban en gran número hacia donde estaban. Empezó de nuevo la lucha por la supervivencia que habían estado manteniendo hacía apenas unos segundos en las calles, se habían creído tan cerca de la salvación que parecía haber transcurrido largo tiempo desde aquello. Para cuando el joven dejó de convulsionarse solo Selene quedaba a su lado, respetuosamente le cerró los ojos con los dedos y se alejó un tanto de él.

Desde detrás de las filas desordenadas de zombis también llegaron algunos disparos que acabaron con varias de esas criaturas, cuando la última hubo caído descubrieron a Silver sosteniendo el arma en alto con una mano y ayudando a caminar a Lucy con la otra, la cual apoyada en él, parecía que cojeara de un pie.

Cuando todos se reunieron, se cruzaron miradas indistintamente de bienvenida hacia Silver y de recelo hacia Lucy, estaban contentos de ver a un amigo con vida, pero las circunstancias que les rodeaban no dejaban lugar a la esperanza, ese era con suerte su último día en el mundo de los vivos.

-Es una alegría ver que aún sigues con vida Silver –Puma le palmeó la espalada antes de hundir los hombros-, pero llegas tarde, ya no hay modo de salir de aquí.
-¿Y los helicópteros?
-Saboteados, es imposible hacerlos volar.
-Lo que sospechaba… -Todos los ojos le miraron esperando a que se explicara-. Veréis, el aviso de que en caso de emergencia aquí había un punto de evacuación se corrió a todos los miembros de los pelotones, de manera que si alguien llegaba a sobrevivir esta catástrofe o simplemente desertaba y trataba de huir, acudiría a un punto en el que unos guardias le acribillarían a balazos sin preguntar, y en caso de que los guardias fueran reducidos, los helicópteros estaban preparados para no despegarse del suelo, la trampa perfecta para asegurarse de que nadie saliera con vida de aquí y pudiera contar lo que realmente había pasado. –No necesitó añadir que aquello se lo había explicado Lucy, todos debieron suponerlo.
-Entonces, ¿nadie sabía esto?- Ley empezó a aencajar las peizas de aquel rompecabezas en su mente.
-De hecho sí, los jefes de escuadrón lo sabían, se les había dado aviso de que en caso de que terminaran su misión debían acabar con la vida de sus subordinados o simplemente mandarlos al punto de evacuación falso sin acompañarles ellos, puesto que sabían algo que nadie más podía saber…
-Ya da igual, hemos llegado a un callejón sin salida, ahora todos vamos  a morir aquí…
Silver sacó algo arrugado de su bolsillo y lo extendió en el suelo para que todos pudieran verlos mejor, se trataba del plano de unos conductos subterráneos secretos que partían desde varios puntos de la ciudad y desembocaban todos en la misma sala de forma circular, en la escritura del mapa se podía leer “búnker”. De pronto supieron que los jefes de pelotón mandarían a sus hombres a la muerte mientras ellos corrían a guarecerse en el único punto realmente seguro de la ciudad…

-No –murmuró Silver-, nadie más tiene que morir- y apoyado como estaba sobre el plano con la cabeza hacia abajo no pudo contenerse más, dos lágrimas resbalaron por su cara y cayeron sobre el mapa extendido.


#Maya

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