Big Red Mouse Pointer

sábado, 1 de septiembre de 2012

Capítulo 21 - Cada uno por su lado

Dyssidia mantuvo unos segundos de charla con su hermana Maya sabiendo que ellas dos se iban a separar, Maya acompañando a Alice y Dyssidia buscando a Nika, acompañado por Allen.
- No necesitarás que te proteja más, ¿verdad? -le preguntó Dyssidia sonriendo de forma tierna por primera vez hace mucho tiempo.
- Estás contenta por Nika, no por mí, ¿eh?- le respondió con una mirada pícara.
Esta se sonrojó haciendo un puchero.
- No digas tonterías.
Maya la miró sonriendo y dándole un abrazo de despedida, algo largo mientras los demás miraban a las hermanas que después del percance en la escuela no querían separarse. Al final la de las mechas rosas le dio un empujón acompañado de un puñetazo en el brazo para que la dejara ya.
- Dime que me he puesto tierna y cuando termine esto verás -le dijo con una mirada malvada.
- No por favor, sabes que odio con toda mi alma que me tengas encerrada jugando al ajedrez.
Le soltó la última sonrisa y se dirigió a donde estaba Allen, que le miró de forma fría metiendo las manos en los bolsillos. Iba armada con una pistola y con un machete, ambos en cada lado de los muslos. Allen iba armado con una escopeta y un cuchillo, y de camino miraba una fotografía de Riliane, Allen, Nika y Dyssidia. 
- Aún me pregunto por qué lo dejasteis.
Ella le miró de reojo y se puso una mano en el cuello, notando que dentro de la camiseta un colgante que solo Maya y Nika conocían que llevaba encima.
- Por tu estupidez tuve que darme por muerta.
- ¿Mi estupidez? ¡Yo no salía con ella!
De inmediato Dyssidia le propinó un puñetazo que le tumbó en el suelo.
- Mira imbécil, me caes peor que estos zombis putrefactos salidos de esta realidad poco creíble, voy contigo por Nika, y lo que pasó con ella fue por tú culpa y por tú estupidez, yo quiero remediarlo y te juro por mis mechas que cuando termine esto me pillo todo el dinero y me fugo con Nika a Hawai y tu te vas a joder pero bien.
Allen se mantuvo en silencio y se levantó sin decir nada y así siguieron el camino. Ambos pasaron sin problemas las calles y acabaron a una casa que estaba a oscuras pero en la puerta estaba pintada una cruz con sangre.
Él se dirigió a la puerta y picó tres veces, esperó y picó cinco veces más, haciendo que la puerta se abriera. Pasaron y nada más cerrada Dyssidia no fue consciente de un golpe que recibió en la nuca que la tumbó al suelo y Allen miró hacia su lado y se fue al comedor llamando a su hermana, y la entrada se quedó en un completo silencio.
- ¿Quién eres?
Dyssidia al reconocer la voz sonrió y se levantó lentamente, recibiendo amenazas de la chica de que le vovlería a dar si se levantaba, y cuando iba a cumplir se giró con rapidez y le cogió la escopeta y consiguió tenerla entre las manos y la apuntó con una sonrisa.
- Por favor, mira que darme con la culata de la escopeta, me vas a dejar con dolor de cuello durante días.
Ella se mantuvo atónita y con los ojos llenos de lágrimas, Dyssidia dejó la escopeta respaldada en la pared y le sonrió. Nika le dio una bofetada llorando y cuando la volvió a mirar repitió el proceso hasta que pudo deshacer el nudo en la garganta y hablar.
- Eres una imbécil, pensaba que estabas muerta. ¡Me dijeron que habías muerto!
- Cometí un error, dándome por muerta no te volví a ver. Pero te juro que no volverá a pasar.
Nika la miró de arriba abajo mientras que Dyssidia la miraba con una sonrisa torcida. Ella llevaba el pelo rosa, al estilo de un personaje de Final Fantasy que a las dos les encantaba. Tenía unos ojos claros y una piel no tan blanca como Dys, e iba con unos tirantes y unos tejanos, dejando ver el colgante de Lightning, el mismo que Dyssidia llevaba.
- Has cambiado... Estás más gorda.
La de mechas rosas soltó una carcajada y se levanto un poco la camiseta por la cintura, mostrando una tableta de chocolate algo formada.
- Será por esto que parece que haya engordado.
Nika rió y se dieron un abrazo tierno soltando ambas lágrimas, mientras los dos hermanos miraron la escena con una sonrisa. Riliane carraspeó para dejar aquel momento.
- ¿Os parece bien que os dejemos en el sofá y bebáis un poco?
La hermana de Allen le guiñó un ojo a Nika, que ella algo sorprendida le respondió con una sonrisa.
- Me vendrá bien algo fresco -respondió por fin Dys pensando a dónde irían los tiros.
Al rato, mientras ambos hermanos estaban en la habitación explicando todo lo sucedido unas un tanto borrachas chicas estaban en el sofá, Nika estirada con la cabeza entre los muslos de Dyssidia y ella riendo por cada chorrada del pasado que soltaba.
- Y así te pilló tu madre escapándote por enésima vez para vernos.
Nika soltó una carcajada.
- Por favor, lo peor era cuando tú te colabas en mi habitación y mi padre se olía algo, siempre te encontraba.
- Pero mira como me dejaba dormir contigo - le respondió con una mirada pícara.
- Claro, pero dejando claro que solo íbamos a dormir juntas.
Ambas continuaron riendo hasta que se mantuvieron unos segundos mirándose a los ojos, como si les importara un comino que tuvieran a dos hermanos arriba y un montón de zombis afuera.
- Mira que reencontrarnos en el apocalipsis zombi... Preferiría que fuera para la boda de Allen.
- Bueno, el destino, supongo.
- ¿Sigues creyendo en esas chorradas?-preguntó la de mechas rosas mirándola con una ceja enarcada.
- Bueno... Gracias a él te conocí a ti, ¿no? -y con un poco de torpeza, se lanzó a los brazos de Dys para darle un beso después de tanto tiempo.
Por detrás de ellas se escucharon unos aplausos que les hizo romper el momento y mirar de forma asesina a los dos hermanos.
- ¡Por fin! Venga vamos a cerebrarlo.
- ¿Más? -preguntó Nika con una cara algo mareada- Yo voy a dormir la mona, me parece a mi.
- Te llevaré - se ofreció Dys cogiéndola en brazos y dirigiéndola a una de las habitaciones que había, dejándola ahí para descansar.
- ¿No te quedas?
Dys se apoyó en el marco de la puerta mirándola de forma pícara.
- Si no fuera porque estás borracha no dirías eso.
- Que esté algo ebria no significa que no vaya a recordar lo de esta noche, así que ¿quieres venir aquí y vigilar por si algún zombi malo me quiere morder?
Ella le sonrió y accedió con toda la tranquilidad del mundo.

De mientras en la otra punta de la ciudad

Maya mostró una sonrisa de golpe que hizo que Alice la mirara curiosa.
- ¿Qué pasa?
- Algo me dice que Nika y mi hermana están juntas de nuevo.
Eso le hizo sonreír a su amiga e interesarse más por la pareja.
- ¿Cómo se conocieron y qué pasó para que se separaran? 
Maya permaneció un momento en silencio y giraron por una calle al ver al horizonte unos cuantos zombis.
- Se conocieron hace tres años, en una reunión de fans del juego Final Fantasy XIII. Hubo una fiebre por la protagonista Lightning y mi hermana no pudo evitar ir. Mi familia tiene mucho dinero y por eso no tubo problemas para ir. Allí se encontró con Nika, hablaron, se hicieron amigas y con el tiempo terminaron juntas. 
- Vaya...
- Todo iba bien, ambas iban a vivir pronto en una casa que les independizase...
- ¿Pero tu hermana no es una adolescente?
Maya soltó una carcajada.
- ¿Tu la ves una adolescente? Lo dice porque depende qué hace parece de el típico rebelde con las hormonas disparadas.
Alice rió y siguió escuchando atentamente.
- Allen y Riliane conocían de antes a Nika, y con el tiempo mi hermana y yo nos hicimos muy amigos de ellos. Pero un día, todo se complicó...
Alice prestó más atención que nunca poniéndole una mano en el hombro como apoyo moral.
- En el cumpleaños de Nika, Allen y Dyssidia mantenieron discusiones acerca de el regalo de Dyssidia de la casa para ellas solas, pensando que aun era demasiado pronto y que no debería ir tan rápido con ella. Al final todo termino en una pelea y Nika echó a mi hermana de casa. Mi hermana terminó encerrada en su habitación durante días, después de haberse peleado al día siguiente con unos cuantos y mandarlos al hospital. No quería hablar con nadie, ni comer ni nada. Al final accedió a comer pero seguía destrozada, y al final de todo me pidió que le dijera a Nika que había muerto, que se inventara el cómo, para así no verla más. Y así se volvió en la persona que es ahora.
Alice se mantuvo pensativa conociendo esa parte de Dyssidia, a lo lejos pudo ver la casa de sus padres, que no tenía las luces encendidas y unos zombies alrededor. Ambas se miraron asintiendo con la cabeza y se prepararon para echar a esos seres muertos y responder a la pregunta de Alice sobre si sus padres están vivos.



# Dyssidia

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